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Maltratado y amado por Anafix

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Mis ojos se abrieron, no los podía sentir a ninguno de ellos a mi lado, me levante y vi el reloj era las cinco de la mañana, muy temprano pero podía oír las regaderas, supongo que se estaban bañando. Decidí levantarme y ponerme una ropa provisional para cocinarles, me termine poniendo un puti-short negro, y una camisa de hombre azul que estaba en las bolsas, y me acorde que no les había agradecido por el regalo. Así que me apure a prepararles algo delicioso, decidí que con chile que me sobró de las enchiladas, les haría chilaquiles con huevo, con agua de papaya, y frutos picados con yogurt. Me fije que las provisiones, se empezaban acabar, tal vez solo me alcanzaría para la comida de hoy, así que tenía que decirles. Empezaron a salir y mi baba empezó salir de mi boca sin mi permiso, ellos se reían y yo me avergonzaba. 

-Que vamos a desayunar- el primero en salir es Marco y me da un corto beso en los labios, -buenos días- le contesto sonrojado ya que antes de separarse apretó una de mis pompis. -Buenos días, Tom- me sonríe, -vamos a comer chilaquiles, si me ayudaras a servirlos- le señalo la olla, -yo ahorita le hecho el huevo- alzo el sarten de mi mano, para que vea el huevo revuelto. El va sirviendo la tortilla con chile y yo el huevo encima, -yo en que ayudo- llega Al, y Emi por detrás él me sonríe. Antes cada uno me da un tierno beso de bueno días y les digo, -sirvan a los vasos el agua, y terminan poniendo las dos jarras en cada lado de la mesa- les explico, ellos asienten, y Al sirve y Emi coloca. -Oye Tom y nosotros- dice mi bromista señalando a mi amable castaño, -si quieren traer cubiertos y los complementos-, -¿cuales serian los complementos?- me pregunta Carlos saliendo, -pues crema, queso, si quieren echarle cebolla- les comenté y él se dirigió al refri. 

Al terminar de poner la mesa, empezamos a comer, -por cierto van a venir en la tarde, para preparar algo rico, en agradecimiento por la nueva ropa- les pregunto, a lo que Emi niega con la cabeza -es posible que lleguemos más noche- y responde Al, -ya que vamos a un lugar retirado- me explica mi moreno de ojos esmeralda. -Al parecer nosotros, llegaremos antes- me dice Marco, a lo que yo me emociono y el rápido lo corrige, -pero no creo que a la hora de la comida-, y me ilusión se esfuma. -Entonces otra vez, voy a comer solo- lo menciono con melancolía. -Bueno tal vez yo llegue, pero no te aseguro nada- me advierte mi avellana, -yo voy a ir por las provisiones- me explica ante mi cara de duda. -Y no te puedo acompañar- pregunto, aunque de inmediato me arrepentí. -Tom sabes por que te dejamos ir a la escuela- me la regresa mi güero, a lo que yo contesto, -no lo sé- la verdad no entendía por qué solo me dejaban salir a la escuela. -También salimos en tu cumpleaños- me ayuda Al, a lo que yo me quedo pensando. -Porque iban todos- contesto dudoso, a lo que Marco asiente -solo quiero que salgas, cuando todos salgamos y te podamos cubrir, para que no te vean- me mira fijo, yo bajo mi mirada pero recuerdo lo que me dijo la otra vez, así que lo cuestionó -y por el que no quieres que me vea, es tu tío-, le reafirmo -entonces porque dejaste la puerta abierta ayer, sabías que no me podría parar, por eso lo hiciste, es que no confias en mi o no quieres que salga- lo solté, me heria que me encerraran como un animal. -No se trata de confianza, solo quiero protegerte- me lanzó una mirada preventiva, con esos orbes plata que intimidaba, pero hoy no me iba a callar. -Sí prometo no volver a salir a menos que sean con todos ustedes, quiero que tú también prometas no volver a cerrar la puerta con llave- le dije y no desvie la mirada, debía enseñarle que hablaba enserio. -Cual seria la diferencia, de las dos formas no sales de aquí- me cuestionó a lo que yo respondo, -tal vez para ti la confianza no es importante con tal de protegerme, pero para mi si lo es. Aun me estoy acostumbrando a que para alguien sea importante, para mi ustedes son lo más importante para mi- los voltee a ver a cada uno. -Si ustedes me llegaran a pedir algo lo haría sin dudar, pero si soy para ustedes igual de importante, quisiera ver su confianza en mí, nadie me verá si ustedes no cierran la puerta con llave- les asegure, y sabía lo que implicaba jamás salir, amenos si no iban todos. Y para mi estaba bien, ya que yo ya había tenido libertad y fue muy solitaria, así que prefiero un encierro pero con ellos, aunque no será del todo no volver salir, pero quería que vieran lo que estaba dispuesto hacer por ellos, y que fuera correspondido. 

Soltó un suspiro, pasó su mano por la cara de la frustración y dijo, -esta bien- soltó y  yo me puse feliz. Corrí hasta el me sente en sus piernas y le di un beso corto en los labios, ya que me dio vergüenza. -Nunca te puedo decir que no, verdad- rodea mi cintura y su otro brazo sostiene mis piernas, yo me sonrojo ante su toque. -Aunque debo de admitir, que si esa va hacer mi recompensa cada vez que diga que si, vale la pena-, ahora acerca su rostro a mi rostro y yo entiendo, quiere que lo bese y lo hago, el lame mi labio indicando que abra mi boca, y yo le doy acceso a ella, lo dejó saborear toda ella y al final un hilo de saliva es evidencia del el baile lujurioso que cometieron nuestras lenguas. -No olvidas a alguien- llama mi atención Ric, los miro y primero empiezo con Carlos, luego Lucas y al último Ric. Del lado derecho con mis piernas abiertas a lado de su cintura, nuestras intimidades se llegan a rozar y yo gimo ante esto. Ellos aprietan mis pompis y me sonrojo, nos frotamos y nuestras lenguas se conocen, al final un hilo de saliva une nuestro acto. Del izquierdo paso con Al y Emi, y repetí mi modo de besar, me doy cuenta que ante esto yo soy el unico duro y me sonrojo. -No entiendo por que soy el único- en mi short se evidenciaba el bulto, al estar a lado de Marco otra vez el me jala por la cintura, -solo nos contenemos, si no, no te podrías parar en todo el dia- me dice  acariciando mi cintura. -Si y no podríamos comer tu comida delicioso- remarca Lucas. -Solo queremos cuidarte- me sonríe con cariño peli oscuro Al, -podría lamerselos- digo y me pongo como jitomate, ni siquiera se porque lo dije, un silencio reina por un momento, supongo por la sorpresa, yo no podia verlos me sentía tan avergonzado. -No, nos provoques Tom- me dice un poco excitado mi sol, -aparte necesitamos irnos pronto, no hay tiempo- le dice mi ojo plata-moreno, mas para Marco que se estaba excitando. -Si no te esfuerces descansa- ahora dice caballeroso, mi hercules moreno, -bueno, pero podríamos hacer el amor cuando regresen- aun con vergüenza pero quería saber si expresaran su amor por mi, hoy en la cama. -No Tom, lo hemos hecho mucho últimamente- me separa un poco Marco, pero Carlos agarra mi mano, -hemos hablado, y no queremos lastimarte, así que lo trataremos de hacer menos seguido- me dice acariciando con su pulgar tiernamente mi dorso, -que tal mañana- dice mi sol, yo me pierdo en sus orbes plata y asiento sonrojado. -Bueno ya nos tenemos que ir- se para y todos lo imitan, nos dirigimos a la puerta y el me lleva de la mano, su mano bronceada y rugosa, que contrasta con mi fina mano y pequeña. 

Llegando a la puerta, me jala hacia él y nos damos un beso necesitado y con pasión, sigue Carlos que tambien lo senti necesitado. Luego Ric, que al final juguetón jala mi labio, sigue Emi que lo recorre todo y yo me pierdo en sus esmeraldas. Luego Al y Lucas que se hace tierno y cariñoso. Me miran por última vez, cierran la puerta, y por fin no oigo el cerrojo cerrarse con la llave, y me siento feliz, solo queda esperar a los primeros tres hombres que van a regresar temprano con una deliciosa comida o cena. 

Decidí que lo primero que haria seria bañarme, fui por un jabon y me empecé a enjabonar todo el cuerpo, cuando pase por mi tatuaje no pude evitar sentir felicidad, al haber aceptado ser suyo ha sido lo mejor que me a pasado en la vida, aunque tiene sus altos y bajos, pero no me arrepiento, ahora mi piel está marcada, con un negro que contrasta con mi piel blanca, es la evidencia de nuestro amor. Término de asearme, enjabonando mi cabello, agarro la toalla al ser todas blancas no se cual estado usando, pero no importa ellos las laban diario. Supongo que yo también deberia empezar hacer quehaceres, los estado observando ya se donde quedan las cosas, podria ayudar con eso también, la verdad es que son muy limpios para mi sorpresa. Cada vez que lo hacemos lavan las sábanas, hacen la cama, tienen un bote de ropa sucia que casi no dejan lleno, al igual que mi ropa casi lavan cada dos días. He incluso lavan a mano, la ropa interior de encaje que estado usando y ya hasta está doblada en mi mueble, todo lo tienen ordenado, todo tiene un lugar, y no quería arruinarlo, por eso los observe para asegurarme de dejar todo en su lugar. Jabones cuales usan para la ropa, hasta para el piso y la pared (como la vez del plato roto), escobas y recogedores. Hasta la cocina, ellos hasta ahorita han lavado los trastes (y el jabón que utilizan también, observe que lo guardaban debajo del lavabo en una puertita). 

Normalmente cuando despertaba ya estaba todo limpio, pero cuando tenía oportunidad veía lo que hacían y dónde lo guardaba. Ahora es mi oportunidad, de contribuir más, ya que ellos hacen tanto por mi. Después de bañarme, me lave los dientes con mi cepillo de dientes, cómo iban a venir temprano me iba peinar con el cepillo de Emi, pero entonces encontré uno nuevo, aun en su bolsa, era de madera con sus cerdas negras, supongo que ellos me lo compraron, me peine y sali desnudo hacia mi cuarto. Note en mi mueble de ropa interior, encima un desodorante, no se si era una indirecta, pero es cierto que hace mucho no uso. Decidí ponerme un pantalón de mezclilla claro con corte colombiano, ya ellos tal vez me verían cocinar, y como ellos dicen que les gusta ver mi trasero, decidí complacerlos, como ellos me modelan al salir del baño, me puse un blusa pegada roja de tirantes. Pero eso sí me puse mis pantuflas de conejito, ya que al menos iba usar eso por mi. 

Salí y decidí tomar agua, tome un vaso y me serví del grifo de la cocina, ya que veo que todos toman de allí, tomó y me regreso por la toalla que deje en el baño. Voy al cuarto de lavado y la cuelgo, hay un ventanal enorme que es mi única vista hacia el mundo, aunque solo puedo ver bodegas y más al horizonte la ciudad, el aire golpea mi rostro con gentileza y me siento bien. Pero otra vez regresa a mi ese sentimiento de soledad, es increible pase 12 años, siendo ignorado y solo, ahora no puedo pasar ni una hora solo. Decido distraerme y bajar a leer un libro, empiezo a leer "Blanca como la nieve, roja como la sangre", y mente por fin se pierde en el relato del libro. Llegó hasta donde Leo descubre la traición por parte de su mejor amiga, aunque en parte la entiendo y yo tal vez en su posición hubiera hecho lo mismo. Me paro par poder ver la hora solo queria empezar a cocinar algo delicioso antes de que llegaran, me paro guardo el libro y salgo del cuarto, pero entonces escuchó abrirse la puerta principal. 

Volteo a ver en la puerta se encontraban Marco y Carlos, pero no estaba bien, estaban cubiertos de sangre, me paralice por un momento, y su ojos grises perdidos en la la nada, sus cuerpos que a penas se sostienen. La sangre que esperaba que no fuera suya, mi preocupación me hizo reaccionar. Me acerque y la sangre de sus caras la trate de limpiar con mi dedos, para comprobar que debajo de ellas no había heridas, y no lo habia, una parte de mi se alegro y otra se llenó de miedo porque si no eran de ellos, de quien era. Decidí mejor no pensar en eso, cerré la puerta, y me acerque a ellos y los abrace no sabia que mas hacer, mi mente se encontraba en blanco. -Tom...- en un leve susurro, escuche mi nombre salir de sus labios, pero solo eso, como si ellos tampoco pensaran. Quería que la luz regresara en su mirada, ya que solo miraban oscuridad, lo único que se me ocurrió fue besarlos. 

Primero a Carlos, fue necesitado, pero nada pasionado, el a penas seguía el ritmo, por primera vez yo dirigía. Empecé a succionar, no quería separar mis labios de mi moreno, entonces empezó a agarrar fuerza el beso, el me presiono contra su cuerpo por mi cintura, sentía como me marchaba de sangre y no me importo, porque por fin el me miro a mis ojos, con tristeza y aun un poco perdidos en su nada, pero al menos ya me reconocía, y con voz aún débil dijo mi nombre y ya. Hice lo mismo con Marco, el también me pego a su cuerpo, hasta puso una de sus piernas entre las mías, y al final tambien me miro y solo pronuncio, -Tom...- con voz baja por igual. 

Decidí guiarlos hacia arriba, agarrando a cada uno sus muñecas, tenía que quitarnos esa sangre de inmediato, abrí dos regaderas hasta entibiar el agua. Yo primero me quite mis ropas y luego se las quite a ellos, al final ellos me ayudaron con sus pantalones y ropa interior, los empuje de sus pechos con delicadeza para que se pusieran bajo el agua. Y confirme mi sospecha, no estaban heridos, por lo que significa que la sangre no era suya, un asco creció en mi estomago, pero no tenía tiempo para atender mis necesidades fui por un jabón y el shampoo, para terminar de retirar los residuos de sangre ya seca. Empecé a tallar el cuerpo de Carlos, cuando sentí unos dedos introducirse en mi, -no...Marco- el no dijo nada solo siguió moviendo sus dedos, decidí continuar tallar a mi moreno con mi mano, a veces salían gemidos de mi, pero entendi que queria mi guero, limpiar mi interior, también sabía lo que queria despues. Y tal vez no lo hacía consciente, como yo con el beso, al no saber que hacer, solo busque su calor para sentirme seguro, y creo que eso quieren. Al enjabonar el cabello son shapoo, el me beso, su cerdas negras entre mis dedos y sus lengua en mi boca, podía sentir el sabor del jabón, aunque no era tan agradable, el no paro. 

Entonces sentí como Marco introdujo sus dedos ahora con jabón, cuando yo enjuague el pelo de Carlos, Marco lo hizo con mi interior. Luego procedí enjabonar a Marco, pase al jabón por su cuerpo, limpie los rastro de suciedad, y Carlos, se echó shampoo en su manos y empezó hacer lo mismo con mi cuerpo, a veces gemía por sus toques con su manos grandes que llegaban por todos lados. Segui enjabonando ahora el cabello oro, y Carlos el mio, Enjuague a Marco y luego yo, en la regadera donde estaba mi moreno, entonces lo sentí mi sol, quería meterlo, pero lo detuve alejándolo un poco. -Vamos a mi cuarto- le pedí y el no se movió, lo que tomé como un si, y no quería que los otros nos molestaran, ya que se ellos me necesitaban más ahora. Otra vez lo lleve de las muñecas a mi cuarto, pero cuando iba a cerrar. Marco me jalo de la cintura y me aventó a la cama, aunque no fue fuerte. 

-Espera la puerta- pero no me escucho se subió a la cama, y me puso en perrito, apenas pude reaccionar cuando me penetro de una estocada, ya se encontraba ya dentro mío, no puede evitar soltar un quejido, aun con la previa preparación, el la tenia muy grande para mi pequeña entrada. Jalo mis muñecas hacia él y yo ya tenía ningún control, del movimiento del choque de nuestros cuerpos que aunque brusco, como era él no podía evitar gemir. Aunque pronto fueron silenciados, por el falo que fue introducido en mi boca, abriéndose paso a mi garaganta, los movimientos eran rápidos y frenéticos, yo no podía hacer nada, ni complacerlo con mi lengua, era muy rápido para que siquiera pudiera reaccionar. Solo sentia como mi carne se abría para darles cavidad y como abandonan dejando un espacio. Escuchaba como sus huevos chocaban, en mis nalgas y otros en mi barbilla, como se volvía húmedo no solo por el presemen, si no por el sudor de nuestros cuerpo, y yo solo me podía ponerme flojo para que no me lastimaran. Y por lo menos disfrutar esto un poco, por que al final eran mis chicos y no podía evitar sentir placer si ellos me tocaba, ya que este cuerpo era suyo.

Siguieron un buen rato, hasta que por fin se corrieron y Carlos no lo saco hasta asegurarse de que lo tragara, lo cual no fue difícil, ya que se vino muy profundo me mi garganta. Por fin lo sacó y yo puede respirar con normalidad, las sábanas estaban manchadas de semen, no solo del que se escurría por mi ano, si no que yo también me termine corriendo, yo aun me encontraba con mi trasero elevado, pero mi pecho término pegado en el colchón, en cuanto Marco me soltó. Entonces escuche como varios cosas se caían al suelo, voltee y Lucas se encontraba en la puerta, atónito contemplando la escena, -¿que...- se cuestionaba sin poder terminarla, las provisiones se encontraban en el suelo. 

Entonces vi las caras de preocupación de mis otros chicos, como si otra vez fueran a caer en crisis, debía detenerlo, haci que me pare, un poco tembloroso, y camine hasta mi avellana, el me miro, y lo bese, tenia que distraerlo. Me acerque a su oído y le susurre -solo disfruta- empecé a desabrochar su pantalón, lo ayude a desnudarse, por fin cerré la puerta y le puse seguro, por si acaso. Volví a besar a Lucas y lo lleve a la cama, apenas cabrían tres, por lo que tenía que ingeniárselas. Lucas al estar acostado, empecé a lamer su miembro y el, el mio, empece a masturbar, los penes me Carlos y Marco, para otra vez ponerlos duros. Ya cuando Carlos por fin se puso duro se paró y se puso, tras de mí y me penetro, todo su falo se encontraba dentro de mi, y de inmediato se empezó a moverse con ferocidad, yo gemi en el pene de Lucas. Mientras que con una mano masturbaba el miembro de Marco y con la otra su escroto, aunque estaba un poco chueco ya que el se encontraba a mi derecha, hasta que el se puso enfrente, lo que me vino perfecto. 

Después de un tiempo se vino Carlos en mi interior, Lucas solo estaba duro, se quitó abajo mio y lo sustituyo mi moreno, pero el solo empezo a lamer mi tetillas, entonces cambié mis manos para mi sol, con mi boca. Lucas se posiciono detrás de mi y el con mucho cuidado empezó a meterla poco a poco, su amabilidad es algo que agradecia y se sentía bien. Ya que por el trato brusco, que aun así me gustaba, prefería las caricias delicadas de mi castaño en mi espalda, que luego bajaba para darme tiernos besos por ella, me deleitaba con su delicadeza. Aunque mi garganta se sentía caliente, por su invasión continua de parte de Marco, y Carlos me empezaba hacer chupetones por mi pecho, gemía y eran reprimidos, pero podía escuchar sus gemidos varoniles por la habitación. 

Lucas se vino y se sentó con la espalda pegado a mi cabecera, en la almohada para la cabeza y con las piernas cruzadas, mientras veía como me acostaba boca arriba, mi guero me abría de piernas y me penetraba, mientras pegaba mis piernas dobladas a mi estómago. Mi moreno se hincaba en la cama, en la orilla del otro lado, para penetrar mi boca, siguieron así hasta correrse, luego cambiaron y se volvieron a correr en mi interior. Lucas solo observo como me trataban como muñeco de trapo, pero lo que mas me avergonzó, es que yo aun asi me corría cada vez que ellos lo hacían. Al terminar jale a Lucas fuera de la habitación, con la poca fuerza que me quedaba, los otros dos se acostaron en mi cama.

 -Necesito que alejes a todos de esta puerta- le pido, -claro- me dijo sin más, aunque era lo que quería escuchar, pero aun asi me extraño lo fácil que accedió, -porque- lo cuestiono, -bueno para ser honesto, nunca los vi tan mal- me confiesa y veo preocupación en sus ojos cafés. -La verdad me da miedo que te quedes solo, tal vez si yo...-, -no te necesito fuera, ellos me necesitan y ellos a ti, tú también tienes una facilidad de calmar a la gente, cuando ellos se enteren lo que pasa en esta habitación se volverán locos, sabemos que Ric hará un escándalo- el asiente. -Y lo que ellos necesitan es la mayor calma posible- le terminó de explicar, a lo que él dice -yo no podré calmarlos como tu, pero lo intentare- me dice resignando. -Gracias- le sonrió y lo beso, el me lo regresa tierno, introduciendo su lengua y bailando con la mía compasadamente y yo disfruto el cariño que tal vez no tendré en la noche. Rodea mi cintura gentilmente y junta nuestros cuerpos desnudo, yo recorro su espalda marcada, aunque no como los demás, aun esta musculosa para el promedio, nos obliga a separarnos la falta de aire, un hilo de saliva nos une y yo me sonrojo. -Eso es lo que me gusta de ti, tu amabilidad- lo confieso por el favor que me va hacer, aunque no evita que me avergüence, el sonríe y pasa uno de mis mechones de cabello atrás de mi oreja. -Eso debería decir yo- nos reímos y suspiro, -ellos me necesitan- le confirmó y el asiente -haz lo que tengas que hacer, pero si tratan de lastimarte...-, pongo mi dedo índice en sus labios para silenciarlo. -Yo se que ustedes nunca me harían daño- alza una ceja y confieso -bueno al menos no ahora- sonrío, agarró una de sus manos con una de las mías, voy estirando nuestro enlace hasta soltarlo al ir ingresando al cuarto, aun nuestras puntas de los dedos se rozan hasta que meto mi brazo para cerrar la puerta y ponerle seguro. 

Unos brazos bronceados y fuertes me rodean a un de espalda, -Tom...- sigue diciendo solo mi nombre, voltee a verlo y me besa, yo le sigo. Me voltea y por fin el toma fuerza en su besuqueo, el ritmo ya no puedo seguirlo, él sigue rodeándome con sus brazos varoniles, no me quiere soltar, me sigue besando. Hasta siento que ya no tengo aire en los pulmones, pero él no se detiene, trato de separarme y por fin el se detiene, coloca su frente en mi hombro derecho. -No te vayas...- solo eso dice y empiezo a sentir como mi hombro se humedece, el estaba llorando, nunca lo había visto llorar. Me sorprendió, pero luego empecé a besar su cabeza con cariño y luego la acaricie consolandolo -no iré a ninguna parte, aquí estoy-. 

Voltee a ver a Carlos y él estaba sentado en la orilla de la cama con la vista perdida, decidí llevar a mi güero de la mano hacia mi moreno, pero entonces Marco me volteo hacia él y me volvio a besar. El paso su pierna entre las mías, la dobló y la subió a la cama, ya que estábamos a lado de ella, paso su brazo por detrás de mi espalda y el otro rodeo mi cintura. Comenzó a depositarse gentilmente en la cama, aun con nuestros labios uniéndose, lo ultimo que descendió fue mi cabeza creí que sentiría el colchón, pero en lugar de eso sentí algo duro. Deje de ver a Marco y voltee hacia arriba, me encontraba en las piernas de Carlos, el se encontraba hincado. Sentí el falo de mi güero volver a introducirse en mi, ahora despacio, yo gemí y mi moreno empezó acariciar mi rostro con delicadeza. Luego acerco su rostro, comenzó a besarme ya más a su estilo pasional que no puedo seguir, pero que me encanta sentirlo en mi boca y labios. Mientras reprimen mis gemidos al empezar Marco a moverse, mi moreno empezó a descender a mis pezones y los comenzó a morder, con algo de fuerza y a veces los jalaba. Pero eso no evitó que gimiera al ser tocado por ellos en dos lugares, uno en mi interior ya con más delicadeza y otro en mi pecho con un poco de salvajismo. 

Después de un tiempo se vino Marco y se acostó en mi lado derecho, Carlos de quito, me depositó en el colchón y se colocó entre mis piernas, al igual que su falo en mi entrada de la cual salía la esencia de mi guero. De una estocada entro, se movió como el siempre se movía, pasional, aunque algo fuerte y rápido, me hacía sentir en las nubes. Continuo hasta ambos corrernos el en mi interior y yo en mi vientre, tambien se termino acostando en mi lado libre, se acomodaron en mi pecho y yo acaricie sus cabellos, tarare un buen rato ya que no sabia si se habían dormido, ya que no podía verlos por el espejo, seguí hasta que yo caí también rendido.

Escuche un grito, -¿donde esta Tom?- era Ric provenía de afuera, -no puedes entrar- le responde Lucas, -me vale una mierda ellos dos, quiero saber si él está bien- dice furioso, empezando a golpear la puerta. -Abre Tom, o voy a tirar la puerta- me advierte, ellos se empiezan a remover en mi pecho y yo apacho sus cabezas, decido no contestar, ya que lo conocía y si recibia mi atención iba a insistir más. -Quítame las manos de encima- ahora creo que le advierte a Lucas, -debes confiar en el- le dice lo mas calmado, y creo que trata de transmitirle ese estado. -No es que no confie en el, solo que...-, -le debemos la vida a Marco si ha eso te refieres, y hasta hoy nunca lastimó, de gravedad con nadie que se ha costado- eso me asusto un poco porque dijo de gravedad, aparte se que se han acostado con más, antes de mi, pero sonaban como si hubieran sido muchos. -Lo siento- se disculpo y me sorprendió, -pero nose porque con Tom es diferente, nunca me habia puesto asi por alguien-, -lose Tom es distinto- confesaron. Supongo que pensaron que no me habían despertado, pero mi interior se llenó de felicidad, era especial para ellos. Y con ese calor que nacía de mi pecho, me acurruco y el silencio de afuera me ayudó a volver a cerrar los ojos.

 

Notas finales:

Lamento no haber subido. Por eso hoy les subire dos capitulos, espero que los disfruten o lloren por las desventuras del pequeño Tom


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