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LA MAQUINA DEL TIEMPO por juda

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Se despertó asustado, estaba soñando que Marcela mataba a JP!

Se despertó gritando cuando veía como el proyectil entraba en la frente de su amor y su sangre lo salpicaba entero.

-Tranquilo! -vociferó Gus tirándose sobre él para calmarlo. Desde que lo había visto desmayarse en el transporador no pudo alejarse de él. Martín estaba sentado en el borde de la cama, lo veía sufriendo en medio de una pesadilla y un inexplicable nudo se le hacía en el estómago. Si se lo decía a Gus lo tomaría por loco, pero tenía una inefable necesidad de protegerlo.

B los miró a ambos, los reconoció y recordó. No había nada más en el cuarto. Se tomó del pecho próximo al llanto.

-¿Me desmayé? -gimió, y Gus y Martín afirmaron con la cabeza.

Se tapó el rostro con ambas manos porque había una ausencia en ese cuarto que le dolía.

-JP, JP donde está? subió a la máquina?

Se abrió la puerta y entró el pelinegro, tenía puesta una remera y un pantalón, la bendita bata ya no estaba, eso significaba que no había subido al teletransportador y él no le permitiría subir nuevamente.

-JP, JP -susurró extendiendo los brazos y el hombre se acercó dudando.

-No te conozco. Cómo es que sabes mi nombre y apareciste en nuestro transportador?

Los miró a todos. ¿Cómo decirlo sin que lo tomaran por loco? Aunque el 50% del trabajo estaba hecho: había aparecido en medio de ellos como si fuese magia!!

-No armaron un teletransportador, ese aparato es una máquina del tiempo. -soltó intentando no temblar -JP viajó a mi tiempo. Desapareció de este plano temporal y ustedes nunca supieron qué pasó con él -lo miró - en el futuro te conocí. Tuviste un accidente y tuve que regresar para que no volvieras a subir a la máquina. -Se asombró de haberlo resumido tanto y que no sonara tan incoherente.

-Máquina del tiempo? -susurró Martín, le había estado acariciando el pie sin darse cuenta.

Entró Oscar y cuando por detrás lo hizo Marcela, tembló en el lugar, retrocediendo, mirándole las manos para cerciorarse que no llevara un arma porque esta vez se interpondría entre esa bala y JP. Pero Marcela no estaba histérica ni enojada, más bien parecía asombrada, tanto como los otros que la rodeaban.

-Oscar, debes hacerme un estudio de sangre -le dijo extendiendo el brazo, conteniéndose para no llamarle "papá".

-¿Cómo sabes mi nombre? -preguntó aturdido.

-Dice que viene del futuro. ¿Nos conoces a todos? -cuestionó Gus y B lo miró dulcemente, tenía ganas de tocarlo, recordar como era su piel, pero no se atrevía, todavía no. Tenía que demostrarles que no estaba mintiendo.

-Tu eres Gus, tu eres Martín y estás casado con Gus, tu eres JP te conocí aquí pero en el futuro te volví a reencontrar, Oscar y Marcela -terminó, aun tenía extendido el brazo -tienes que hacer una comparación de ADN con el pequeño B.

Gus y Martín saltaron en el lugar.

-Por qué con mi hijo? -cuestionó asustado el pálido y de pronto encontró algunas singularidades en el rostro: se parecía a él.

-Por qué soy B -aclaró el peliceleste y Gus se llevó la mano al pecho.

***

Se asombró cuando le dijeron que el resultado tardaría 4 días aproximadamente, en su época habría estado en cuestión de minutos.

Miró a su alrededor, estaba en una cama pequeña en la habitación que en el futuro sería la de él, sonrió ante la casualidad. Se sentía triste, extrañaba a papá Oscar y a Marcela pero el pecho ya no le dolía como cuando esa misma mañana mataron al amor de su vida delante de sus propios ojos.

Se abrió la puerta y entró él.

Contuvo el aire.

Se sentó en la cama, cerca suyo, aunque no tanto como le hubiese gustado.

-Cuéntame como fue!

-La máquina te teletransportó al futuro, eso es todo. No sé que más puedo decirte.

-¿Qué me pasó?

-Tuviste un accidente.

-¿Regresaste en el tiempo para evitarlo?

-No, el tiempo no funciona en linea recta, el tiempo tiene distintos niveles o dimensiones temporales. El accidente 20 años en el futuro, sucedió y nada podrá detenerlo. Pero ese no significa que el JP de ahora deba sufrirlo nuevamente, esta es otra dimensión.

-¿Y si no puedes cambiarlo? porque viniste hasta aquí?

-Por que... -dudó, pero era él, no podía no decírselo. No había regresado en el tiempo para que el pelinegro siguiera su camino lejos de él -Por que tuvimos una relación y no quería seguir sin ti. El accidente te costó la vida y me niego a no tenerte conmigo.

Lo escuchó tragar saliva. Imaginó que debería ser shockeante enterarse de su propia muerte.

-¿Tuvimos una relación? qué tipo de relación?

-La que te imaginas: relación sentimental, eramos amantes.

Se alejó un poco.

-Pero dijiste que eres B!!!

-Soy B y la duda que ahora te asalta fue la misma que te asaltó 20 años en el futuro. Pero logré que te sacaras de la mente que era un chiquillo.

Alargó la mano y tocó la de él. JP suavemente alejó la suya y B bajó el rostro.

Desde el corredor les llegó una vocecita chillona que subía las escaleras a los gritos:

-PAPÁÁÁÁÁÁ! DONDÉ EZTÁZ?

B miró con horror la puerta, tenía miedo que se abriera, entrara el niño y él se des-materializara.

Se desplazó por la cama hasta donde estaba JP y se escondió en su espalda.

-Tranquilo. -le dijo mientras lo abrazaba por los hombros.

-Que no entre, por favor, tengo miedo!

El pelinegro se apuró a poner llave en la puerta.

-¿Crees que pueda pasar algo malo si te encuentras con él?

-En teoría no, un visitante me dijo que no, pero tengo miedo.

-¿Visitante?

B sacó la carta y le contó todo. 

Le contó como él creía que podía ser una broma de Rafa, y que personalmente le era imposible imaginar eso. Le dijo que tenía la teoría que podía ser alguien de su entorno que lo protegía, y como lo vio relajado a su lado, le contó como habían ido al bar galáctico, como habían trabajado juntos en terminar la máquina del tiempo que había empezado a construir siendo un adolescente. JP lo veía sonreír y no dudaba que algún tipo de parentesco tenía con el pequeño B porque esa sonrisa era única. Única y hermosa. Si ese hombre era quien decía ser, el pequeño B se iba a convertir en un hombre absolutamente hermoso. Tenía una piel dorada, hermosa y unos ojos grandes que querían devorarlo. Le daba electricidad en la punta de los dedos cada vez que ese peliceleste se olvidaba de que no eran amantes (aun no) y lo tomaba fuertemente de las manos.

Cuando llegó la noche y la sorpresa inicial estaba asimilada, decidieron que el hombre no podía quedarse en el edificio que parecía casi abandonado si no fuera por los laboratorios del segundo y tercer piso, entonces JP levantó la mano para ofrecer su casa, porque muy en el fondo de las entrañas, en un llamado casi atávico, supo que B debía permanecer junto a él.

No tocarían el teletransportador. 

B les había dicho cuales eran los cambios experimentados en la sangre del babuino (conocía a BatyBaty!) y de las moléculas de las plantas como para que ellos también se dieran cuenta que había una hormona que envejecía cada vez que retornaban. Les habló del segmento en el ADN que había mutado. El muchacho hablaba con algunos términos que no conocían pero Gus entendió todo a la perfección. Gus también sentía algo en sus entrañas, para él no hacia falta el estudio de comparación genética con el pequeño B, él lo sentía en la sangre, ese peliceleste con bastos conocimientos en medicina molecular, era su propia sangre, era su propio hijo.

***

-Hasta que veamos como sigue todo tendrás que quedarte en la casa de alguno de nosotros, sugerí que sea en la mía -le propuso sintiéndose inesperadamente tímido. B le respondió con una sonrisa pícara.

-Me alegro que lo propusieras. No vine para verte como al tío JP, no eres mi tío JP.

El pelinegro tragó duro e hizo un paso hacia atrás.

B largó una carcajada.

-Tranquilo. No cambies de parecer, no voy a violarte. No haré nada que no quieras -susurró al final mientras se pasaba la lengua por los labios y JP quedaba hipnotizado con ese gesto.

...

Entraron al departamento y JP se apuró a cambiar las sábanas de su cama.

B paseó por la casa, inspeccionándola, mientras pensaba que al día siguiente le diría a Martín que lo ayudara a construir la máquina del tiempo (la que él tenía en el futuro y que sí funcionaba!) para que fuera a visitar a papá Oscar y mamá Marcela. No los abandonaría. Papá Oscar lo debería estar extrañando mucho y Marcela se moriría si la abandonaba.

Se dio cuenta que existía un sólo cuarto en el departamento.

-¿Dónde dormirás? -le preguntó al pelinegro mirándolo como ponía las sábanas y se apuraba a sacar la ropa sucia tirada en el piso, se estaba conteniendo, quería tirársele encima y pedirle que lo cogiera.

-Dormiré en el sofá, no te preocupes -le dijo parándose frente a él, esperando que B se hiciera a un lado de la entrada al cuarto para que pudiera salir, y B repitió el mismo gesto frente a él, se pasó la lengua por los labios y JP tragó saliva mientras le pedía permiso y huía.

B sonrió.

Tenía le esperanza de no pasar mucho tiempo durmiendo solo en esa cama.


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