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Juego de Niños... por Demon Dawn

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Notas del capitulo:

Bueno, no tengo excusas, se que tarde un poco pero nomas tantito (:D)

Bien no los molesto más, a leer :D

 
 
 
 
 
 
Veía como la nieve caía imperiosa por las calles, llevaba un abrigo grueso, unos guantes y un gorrito de lana, ademas también tenia la bufanda que su pelirroja madre había tejido para él. Sus azules ojos miraban el nublado cielo y como los copos caían copiosos por todas partes, mientras tanto su madre cargaba en el compartimento de atrás del carro las compras que acaba de hacer en el supermercado.
 
—Ya termine, ahora si vamos a casa dattebane — dijo la pelirroja, mientras hacia fricción entre sus palmas para calentar sus manos, en serio hacía frío.
 
Pero Naruto no le presto atención, seguía viendo la blanca nieve que casualmente le recordaba a Itachi, el pelinegro tenía un bonita piel blanca, hecho un suspiro, realmente lo extrañaba, ver su bonito cabello negro, jugar con él, correr por el patio persiguiendose el uno al otro, armar los cubos de lego juntos; haciendo con ellos varias figurillas... incluso extrañaba hacer la tarea, Itachi siempre le ayudaba en cualquier cosa que no entendiera.
 
Fue la voz de su madre lo que le sacó de sus pensamientos.
 
—Vamos Naru... — llamó, veía como las personas a su alrededor se apresuraban a dejar vacío el estacionamiento después de las compras, — Si no nos damos prisa las calles estarán cerradas por la nieve — dijo después, vio como su hijo se acercaba, lo levantó de las axilas y lo acomodó en el asiento del copiloto poniéndole el cinturón de seguridad, hizo lo propio y se dispuso a conducir por la carretera.
 
 
...
 
 
—¡Avanza de una buena vez 'ttebane! — exclamó molesta, llevaban ya media hora esperando por que despejaran la carretera que estaba llena de nieve — Si seguimos así vamos a terminar congelados ¿No crees Naru? — dijo enfocando su mirada en el menor sentado a su lado pero no recibió respuesta, el rubito miraba por la ventana, como si estuviese embelesado con los blancos copos que caían.
 
—Mamá ¿podemos... — detuvo su pregunta, algo en su interior le dijo que mejor se lo preguntara a su padre sobre aquello, y ante la curiosa y atenta mirada de su madre; completo — ...podemos... podemos comer ramen hoy? — cambio su oración, en realidad quería preguntarle otra cosa.
 
—Claro Naru-chan, sería delicioso comer algo así en este frio — respondió animosa sonriendo después, noto como los carros delante de ella parecían ya avanzar, su ánimo creció, ya quería volver a casa.
 
 
 
 
***
 
 
 
 
Esos días habían estado tranquilos, su madre le había llevado a casa de Kiba para jugar con los cachorros que criaban la familia Inuzuka, se había enamorado de todos los perritos, es por ello que cada que podía sus padres le llevaban a visitar al castaño y a sus adorables mascotas, también había podido jugar un poco con Sakura ya que la niña parecía frecuentar mayormente la casa de los Nara, donde siempre podia encontrar a Shikamaru junto a Sakura, según se había enterado sus madres se habian hecho buenas amigas y sus padres pues... sólo deseaban que sus mujeres no estuvieran tramando algo.
 
Por su parte Kizashi, el padre de Sakura no quería que ningún mocoso se acercara a su adoración, aunque Naruto era de su agrado, un niño muy alegre y juguetón.
 
Y Shikaku, el sólo quería tener en buen humor a su mujer, su hijo ya se lo había dicho muchas veces... no debió haber escogido a una mujer tan problemática.
 
 
 
En los días contiguos su madre también lo llevó a la casa de la pequeña Hinata, la madre de la niña era alguien amable y atenta, tal vez por ello a Kushina le agrado bastante, era el padre de la niña quien parecía un tanto reacio a que su hija pasará tiempo con el rubito menor, sin embargo el que el mocoso fuera hijo de Minato Namikaze para Hiashi Hyuga era la oportunidad perfecta para unir a su hija con un buen socio empresarial, nada traería más prestigio a su familia que el que su primogénita en un futuro sirviera para el convenio entre empresas.
 
No le gustaba la idea pero nada podía hacer, su hija demasiado tímida y dejada no lograría dirigir su empresa sola, es por ello que al poder unirla a otra familia poderosa seria beneficioso para todos.
 
 
Para Naruto todo aquello era una pérdida de tiempo, cada que quería entablar conversación alguna con la niña, está sólo soltaba frases inconclusas y desviaba sus mirada de un lado al otro mientras jugaba con sus dedos.
 
—¿Entonces... las flores de tu jardín las plantó tu madre 'ttebayo? — pregunto aburrido ya no sabia que más hablar con la niña.
 
—S-Si, a ella... a ella le gustan mucho...
 
—Ya veo... — soltó distraído mientras miraba las bonitas flores del jardín — ¿te gustan las verduras?
 
—Em... yo... pues... s-si...
 
—Y que hay del brócoli... ¿también te gusta 'ttebayo?
 
— s-si... es...
 
—¿Y los pimientos, también? — rápido pregunto antes de siquiera esperar a que la Hyuga terminará de responder.
 
—¿Eh... pu-pues si, son... son delicio...
 
—Uhmm ya veo, no me gustan mucho pero mamá insiste en que debo comerlos dattebayo — agregó volviendo a interrumpir a la niña quien no parecía molesta en absoluto sino más bien se veía maravillada por poder pasar tiempo con el rubio quien ni reparaba en la presencia de la pelinegra en ocasiones.
 
—Bu-Bueno, tu mamá tiene razón, las verduras son buenas para... para nosotros...
 
—Claro... 
 
 
En serio no sabia que hacía allí, por que su madre insistía en que debía pasar tiempo con aquella niña. Estaba más que aburrido, al menos con Kiba podía jugar con sus cachorritos, Shikamaru aunque fuera aburrido había momentos en los que le decía cosas interesantes y con Sakura su padre era divertido y en ocasiones les regalaba dulces sin que la madre de la niña se de cuenta, con Hinata no sabia que hacer, la niña era amable pero demasiado aburrida para su gusto, podía notar en el rostro de Hiashi que a este no le agradaba tanto, sólo la madre de la niña parecía ser la más normal pero... ¿que podría hablar con aquella señora? Nada en absoluto.
 
Mejor prefirió poner su atención el las bonitas flores, no podía entender como es que estas no se habian marchitado por el invierno.
 
 
 
 
***
 
 
 
 
Estaba acostado en su mullida cama, ya su madre lo había arropado, miro por la ventana, seguía nevando. Esperaba pronto pasará el invierno, según le dijo Itachi ya cuando volviera de las vacaciones tendría que ser casi finalizando el invierno, haciendo cuentas con sus deditos, se dio cuenta que habían pasado ya casi un mes, esperaba con ansias el que la primavera llegará y junto a ella... Itachi. Extrañaba mucho jugar con él pequeño Uchiha, en realidad extrañaba mucho a Itachi, sobre todo ahora, cuando más sólo se sentía.
 
 
 
 
***
 
 
 
Habia notado a su hijo un poco ansioso por que las clases retornaran. Ese día en especial la nieve había cesado dejando sólo un esponjoso y blancuzco manto en el suelo, un buen día para salir a patinar o hacer muñecos de nieve. Se decidió a tomarse un tiempo del trabajo y llevar a su hijo a patinar en trineo, Kushina estaba maravillada con la idea, últimamente su esposa había estado algo más tranquila, tal vez porque Itachi ya no estaba cerca de Naruto.
 
No sabía el porque de la repentina repulsión de su esposa por el pequeño Uchiha pero no entraría en el tema, no quería seguir las tontas paranoias de su esposa, así que por ello ahora prefería divertirse con Naruto, verlo sonreír.
 
 
Una vez encima de una pequeña loma se dispuso a acomodar a Naruto encima del trineo para después ponerse detrás del menor, una vez cómodos ambos rubios sonrieron cómplices y sin más fue Minato quien con sus pies dio un empujón para desplazarse por la nieve.
 
 
Naruto estaba emocionado y feliz, le gustaba tanto pasar tiempo con su padre, ya que siempre que podía lo llevaba a realizar actividades divertidas como esta, era una pena que Itachi no estuviera para divertirse también.
 
 
—¿Te gustó? — pregunto a su hijo con una sonrisa en sus labios al finalizar el pequeño recorrido en la nieve.
 
—¡Fue fabuloso dattebayo! — exclamó animado y abrazando al mayor después — ¿podemos volver a hacerlo? ¡Di que sí!... ¡Di que sí!... — pedía con sus ojitos azules brillantes expectante a la respuesta de su padre.
 
—Claro que si Naruto... — respondió acariciando después los rubios mechones del menor, definitivamente debía tomarse más tiempo del trabajo y pasar momentos así con Naruto, estaba seguro que cuando menos lo esperará Naruto ya sería todo un hombre hecho y derecho.
 
 
A su alrededor los niños corrían lanzando bolas de nieve unos a otros, y algunos adolescentes formando figurillas de nieve por doquier, familias compartiendo un momento juntos, sin duda una atmósfera cálida en aquel frio día de invierno.
 
 
 
 
***
 
 
 
 
Sin que sus padres lo notaran salió de su casa y fue hacia el patio trasero, la nieve caía escasamente, se tumbó de espaldas al suelo y distraidamente fue formando un angelito mientras movia sus manos, hecho un suspiro, quería ir a visitar a Itachi, se preguntaba si el pelinegro también lo extrañaba o si también se estaba divirtiendo, fue entre aquellos pensamientos que oyó el rechinido de una puerta abriéndose, un tanto curioso giró su cabeza rubia a los lados notando que a su alrededor no había nadie, un escalofrío recorrió su espina dorsal, temia que fuera un fantasma, le daban miedo los fantasmas, recordó como una vez Itachi le dijo que juntos cazarian a uno y ya no tendrían miedo ya que se harían amigos del fantasma.
 
Esta podría ser su oportunidad, tragó saliva, tal vez podría atrapar al fantasma sólo y mostrarselo a Itachi cuando regrese de sus vacasiones. Dándose valor suficiente se puso de pie mirando a todos lados sin hallar nada pero nuevamente oyó algo, está vez eran pisadas, pasos sobre la nieve, podía oírlo pero no sabia exactamente donde y luego oyó un suspiro, sus pies se detuvieron, el fantasma estaba en el patio de los Uchiha, podía oírlo, con sigilo fue hasta la barda de madera y miro por la grieta en la madera, no halló ningún fantasma sino más bien ahí estaba la madre de Itachi.
 
—¡Tía Mikoto! — saludo alegre logrando con ello hacer que la Uchiha respingara en sorpresa.
 
—Ho-Hola Naru... ¿que haces sólo tan temprano? — preguntó, debían ser las 7 de la mañana recién, no espero encontrarse con él hiperactivo rubio, aunque le alegraba el hacerlo.
 
—Quería ver si podía atrapar un fantasma... —respondió como si nada y con una sonrisa en el rostro, preguntando después por el azabache — ¿también vino Itachi?, lo he extrañado mucho dattebayo.
 
Vaya niño más curioso, era la primera vez que oía a un niño decir que queria cazar a un fantasma, una genuina sonrisa de ternura se instaló en su rostro y más cuando oyó al pequeño rubio preguntar por su hijo, — Bueno espero tengas suerte con él fantasma — le sonrió acariciando los rubios mechones — Itachi no vino conmigo pero me mando algo para ti — aclaró sacando después un pequeño paquete de su bolsillo y se la dio al menor — ten, Itachi me dijo que podría gustarte.
 
—¡¿Qué es tía Mikoto?¡ ¡¿Qué es?! — pregunto emocionado tomando entre sus manitas el paquete.
 
—Pues tendrás que averiguarlo, además sería mejor que lo abrieras dentro, aqui afuera hace mucho frío — aconsejó — Bueno tengo que irme, tu tío Fugaku debe estarme esperando adentro, aún nos faltan algunas cosas más para arreglar...
 
— Tía, ¿porque Itachi no vino con ustedes? — interrumpió, no pudiendo evitar el preguntar, quizá el pelinegro ya no quisiese verlo, tal vez podría haberse enojado por el beso que le había dado, — ¿será que... está enojado conmigo dattebayo?
 
—Ita-chan se quedó con sus tíos y abuelo, vendrá con ellos después, no creo que este enojado contigo, incluso creo que está ansioso por llegar, — se acercó al rubio para susurrarle — él también te ha extrañado mucho — dijo bajito viendo como el rubio parecía feliz y sorprendido, inclusive pudo notar un ligero rubor en el menor. Su esposo ya se lo había dicho, no debería alentar la amistad de su hijo con el revoltoso rubio, sin embargo siempre veía a Itachi feliz con Naruto y por ello siempre apoyaría la amistad de esos dos.
 
—Bueno, lo mejor sera estar adentro no vaya a ser que terminemos resfriandonos, este invierno esta más helado que el del año pasado, como quisiera que ya fuera primavera — terminó de decir despidiéndose con un gesto de mano.
 
—Yo también dattebayo — dijo el rubito al aire mientras veía como la pelinegra se iba alejando pero se sintió entusiasmado cuando vio el paquete en sus manos ¿Qué podría ser?. Curioso y ansioso corrio hasta su alcoba esperando porque su madre no lo viera. Una vez seguro de estar sólo en su cuarto se tomó su tiempo para inspeccionar el paquete antes de abrirlo, inspiro un poco de aire, tomo el cordon que envolvia el abultado sobre marrón y jaló de el hasta abrirlo, al hacerlo noto como de esta caía una fotografía, curioso tomo la imagen y pudo ver a un Itachi sonriendo y sentado en un tronco talado mientras parecía saludar hacia la cámara, miro con detenimiento la imagen, el pelinegro se veía feliz, inspiro un poco de aire, como desearía ir a visitarlo.
 
Bueno, tal vez pronto lo vería, después de todo la nieve había dejado de caer, eso debía significar algo. Ya más animado se dispuso a mirar lo demás que había en el paquete y ahí pudo hallar una bolita de cristal, dentro de ella estaban las figurillas de dos niños sentados en la nieve mientras veían hacia arriba. Agitó la bola y logró hacer que la nieve artificial de adentro se moviera, como si dentro de aquel cristal estuviera nevando. Quedó maravillado, sin duda el regalo le había gustado pero aún más el tener esa fotografía, la guardaría como un tesoro.
 
 
 
 
***
 
 
 
Habian pasado los días y con ello sus ansias aumentaban, ya deseaba Itachi estuviera ahi, sabia que aun no habia llegado porque se supone que llegaría con sus tíos... ¿Cómo serán ellos? ¿se parecerán a la mamá de Itachi o al papá de este?. Estaba realmente curioso por saberlo.
 
Aunque la nieve nuevamente era la única que adornaba el lugar, esa mañana pudo apreciar los rayos de sol que se filtraban de entre el montón de nubes, demasiado contento tomo la foto de Itachi y bajo rápidamente las escaleras para salir al patio trasero de su casa donde después de caminar sobre la nieve noto como en sus pequeñas huellas ya podía ver el verde césped y no como hace días que la nieve en el suelo era lo único que lo cubría todo. Sin duda el invierno estaba terminando y con ello seria el comienzo de la primavera.
 
—Ya falta poco 'ttebayo — susurro al cielo aún con la imagen de Itachi en sus manos.
 
 
Pero lo que le hizo sobresaltar fue el sonido de un claxón y el rugir de un motor, curioso vio como un enorme carro se estacionaba en la entrada de la mansión Uchiha, ¿podrían acaso ser Itachi y sus tíos? Con su corazón latiendo a mil vio como de este bajaba un anciano y junto a el... Itachi.
 
 
 
 
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Notas finales:

Okya eso es todo...

Ah rayos, espero no haberlos decepcionado con el cap. enserio que me esforzé. Bueno, sólo  queda esperar que les haya gustado :D y pues si es así un review podría hacermelo saber :D bueno, bueno... nos vemos en el próximo capítulo.


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