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Recuerdame (el crononauta) por jenova

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Lo despertaron acariciándole la mejilla, se acurrucó mas en la cama, al principio pensó que era su papá.






- vamos dormilón, se hace tarde - la voz lo hizo abrir los ojos.






- ¿Filiph? - se despertó de manera brusca.






- cambiate, vamos a correr - ahora recordaba que su papá le había dicho que su amigo vendría por él.







Le fue dificil correr, ya se movía y parecía no tener ningun problema pera la falta de actividad le había dejado la piernas débiles.







- vamos Deán - le alentó Filiph que siempre estuvo en excelente forma, pero el rubio se dejo caer en una banqueta del parque.






- no puedo mas - le dijo suspirando, si que había perdido forma, estaba mas delgado.






- un poco mas, hace mucho que no haces ejercicio...







En ese momentos unas chicas que también saludaron a Deán, comenzaron hablar de lo que había pasado en la universidad.







- ¿te acuerdas lo que había dicho el profesor? - le preguntó una de las chicas a Deán buscando su apoyó en un comentario aparentemente gracioso que había hecho.







- ¿qué cosa? - le preguntó confundido, ni siquiera las conocía, pero al parecer eran compañeras.








- ¡Deán por dios! Fuiste el que mas reiste - le dijo una de las chicas sonriendo, era claro que no sabía lo que le había pasado.







- no... ¡no recuerdo! - estalló agarrándose la cabeza y rompiendo en llanto, Filiph se llevo a las féminas e intercambio un par de palabras.







- bueno Deán, lo sentimos no lo sabíamos - se disculparon antes de irse.






- no te pongas así - le pidió castaño sentadose a su lado y pasando su brazo por la espalda, en ese momento no le importó que el mayor estuviera tan cariñoso, Deán se sentía perdido, mientras estaba encerrado en la casa no pasaba nada, era como si fuera otro mundo, en la calle se dio cuenta de todo lo que había perdido.







- ¡es que no recuerdo nada! - gimoteo comenzando a llorar, no le importaba que Filiph lo viera, era una sensación insoportable, como si debiera recordar algo importante pero que permanecía nublado en su cabeza.







- oye, tranquilo, no quiero verte llorar - le dijo el castaño secandole una lágrima - todo estará bien - el mayor lo abrazo con fuerza, al principio se sintió reconfortado pero luego noto que la mano de su amigo bajaba un poco haciendo que se separara rápidamente de él.







- es que hay algo que debo recordar pero no puedo - le dijo tratando de uir de esa incomoda situación, por alguna razón sentía raro la manera en la que se portaba.







- que te parece si vamos al cine en la noche, yo invitó, dan una de esas películas lelas que te gustan tanto.






- va a venir a la iglesia a escuchar los mandatos de Dios como debe ser - dijo una voz avejentada y rasposa, era Bereni, no le había gustado nada ese abrazo, ya había tenía un mal presentimiento con el tal Michael, la manera en la que Deán lo miraba no le agradaba y menos la reaccion que tuvo su nieto cuando no lo volvió a ver.







- podemos dejarlo hasta aquí, ya has hecho mucho por hoy, dejaremos lo del cine para mas adelante - Filph se despidió ante la mirado molesta de la anciana.






- ten cuidado con ese amigo tuyo - le advirtió la mujer






- somos amigos desde niños - se justificó pero desde que despertó se dio cuenta que algo había cambiado.






.- no me agrada, es muy liberal, he escuchado los discursos de su padre, un libertino total.






En las siguientes semanas Deán volvió a su vida lo mejor que podia, se reencontró de nuevo con la iglesia que estaba tal cual como la recordaba, no hubo poder humano que lo convenciera de que debía ser sacerdote, la relación con Sámara le había enseñado que estaba hecho para vivir en pareja, recordo todas las veces que se habían quedado dormidos viendo televisión, ¿como estaría Candy?






- ella es Martha - le presento la abuela, cuando se rindió con lo del sacerdote pensó que lo mejor sería que le buscara novia ella, una mujer que estuviera en su estandar, pero lo hacia mal, la mujer que estaba frente a él era... digamos no agraciada, ni comparación con Sámara de verdad la extrañaba.






- mucho gusto - le contestó, pero era evidente que no tendría ningún resultado.






Filiph había venido por él todos esos días en la mañana, había algo diferente, pero siempre se decía que era solo su imaginación, Filiph era un rompe corazones en la escuela.







- ¿qué me dices? ¿vamos al cine mañana? Vi una película que puede gustarte - le insistió el mayor, la verdad se había portado bien con él había ido a buscarlo todos los días y llevado tratados de economía de la universidad.






- claro - le respondió, bueno no tenía nada que hacer, su papá ahora andaba muy pendiente de lo que veía.






- ¡deda! - gritó Alice corriendo a abrazarse a sus piernas, había tratado de evitar un poco a la pequeña pero era muy cariñosa.







- hola enana - la saludo con unos golpecitos en la cabeza.







- ¿entonces mañana vengó por ti a las 8 pm, bien? - Deán asintió, Fabiane beso en la frente a su hijo.







- nene por que no vas arriba con tu hermana, tengo que hablar con Filiph de un negocio con su padre - el hombre mayor lo llevó del brazo al despacho






- usted dirá señor






- ¿se puede saber que pretendes con mi hijo? En estos momentos esta vulnerable, y si piensas que puede ser una ventaja vas a tener problemas conmigo - Deán era un poco inocente para darse cuenta pero él si lo había percibido.






- yo... tengo interés en su hijo, es serio, mire he estado interesado en él desde el colegio, pero su actitud me decía que no seria bien resibida mi propuesta, ahora que se que si puedo hacer que se fije en mi quiero intentarlo, eso le molestaría tanto, tarde o temprano se va a dar cuenta de que le atraen los hombres, ¿no es mejor que sea yo?

           


   ⌛⌛⌛⌛⌛⌛




Se despertó en la mañana con unos murmullos, Alice dormía a su lado como le era costumbre, esa voz la conocía.





En el comienzo de las escaleras la vio, hablaba con su padre de un tema que no sabia ya que hablaban en voz baja, Sámara estaba mas hermosa que nunca, había madurado, algo que le decía su padre hacía que la mujer negara con la cabeza.






- ¿Sámara? - llamó Deán.






- hola - respondió la fémina notando su presencia, fueron hablar solos a la habitación del rubio, que se lanzo a sus brazos para apresarla con fuerza, le encanto volver a sentir el aroma de la mujer, por unos minutos pensó que nada había pasado, que despertaría y todo sería un sueño, fue solo cuando trató de besarla que despertó de la ensoñación.





- Deán estoy casada - le recordó al sentarse en el colchón.





- lo lamento, es que... - sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas.






- no te preocupes tu papá me dijo que había pasado - la chica le tomo la mano comprensiva





- todo están confuso, tenía toda una vida y ahora no tengo nada.







- amor, tu tenias una vida y estabas tan feliz hasta que... - ella se cayo, pensaba que era necesario que le dijeran la verdad.






- ¿que? - le preguntó desde hace un tiempo pensaba que le ocultaban algo, lo escuchaba cuchichear, y cuando llegaba se callaban, algo pasaba.






- solo digo que debes tener paciencia, si hay algo importante que recordar, lo harás.






- ¿como esta Candy? - preguntó al tiempo que Sámara la mostraba una foto, la dejo de ver cuando tenia 3 y ahora estaba en los 7, estaba enorme, se parecía a su madre, Deán se llevó las manos a la boca y lloro, pensaba que en este punto ya le habría pedido matrimonio a ella, que mientras él se graduaba prepararían la fiesta de boda.







- tengo que ir por mi hija, tiene cita medica, pero llámame siempre que necesites hablar - le dijo besando su cabeza.






Espero tirado en la cama mirando el techo, no sabe en que momento se quedó dormido, una mano le acarició la cara.






- ¿olvidaste nuestra cita tontillo? - le preguntó Filiph






- ¿cita? - le preguntó de vuelta desperezándose.






- bueno, que íbamos a ir al cine pues - mientras sentía el viento en la cara y las luces azulada del camino le hizo sentirse nostálgico, ¿por que?







- bien, ya llegamos - le abrió la puerta haciendo que el rubio se enfadara un poco, estaba siendo demasiado amable, de hecho parecía que lo estaba galanteando.







- deja de hacer eso - le dijo sin poder evitar sonar un poco brusco.






- ¿que?






- me estas tratando como si fuera una chica y no me gusta.






- bien, lo lamento - se disculpó sabiendo que tenía que andar con pies de plomo, la cartelara de la peli que queria ver Filiph le parecía sosa, en un tiempo le abría gustado, era animada y extranjera, pero sus ojos se fueron a una de acción, esas eran sangrientas pero había algo en el protagonista, un tipo musculoso de barba, que lo hizo sentir algo raro en el vientre.







- ¿aun habrá boletos para esta? - pregunto Deán como hipnotizado.






- ¿quieres ver esa? - preguntó un poco sorprendido, sabia que esas no le gustaban.






- como quieras, claro.






La secuencia de imágenes paso frente  a sus ojos y pudo ver como Deán movía la pierna de manera rápida cada vez que aparecía el protagonista, Filiph entrecerro los ojos, ese hombre tenia el tipo de Michael, trato de no pensar en eso, disimuladamente compartía con el rubio la soda y las palomitas aprovechando que se encontraba absorto en la peli.






Un par de citas así se repitieron, el castaño le traía en los meses siguientes tratados que le permitieran ponerse al día para empezar el próximo ciclo, le contaba anécdotas de las clases.






Esa noche a poco de empezar el nuevo ciclo en la universidad o el primero según lo veía él volvió a soñar con su yo cuántico, se encontraba en su casa completamente solo, eso de alguna manera lo sabía sin embargo en la recámara de arriba, en la suya había ruidos, subió con cautela las escaleras hasta llegar al segundo piso en su cama viendo televisión se encontraba él mismo, sentado observando con interés el televisor.







- ¡ah! Hola - le saludo su yo cuántico, se asomo a ver que miraba con tanto interés, no había nada solo estática.






- hay nada






- es que no quieres ver - le respondió su otro yo.






- esto es solo un sueño, ¿verdad?






- si quieres pensar así - le contesto alzándose de hombros - ¿te veo consternado, que pasa? - su yo cuántico tenía el mismo corte con el que despertó, el pelo un poco mas largo del que lo usaba, con un mechon sobresaliendo su abuelo había querido que se lo cortara como antes, pero se había rehusado, el recordar la serenidad de su otro yo y que se veían tan similares  con ese pelo lo hacía no querer cambiar de corte.






- solo tengo un amigo, bueno supongo que cambiara cuando vuelva a la universidad, pero Filph se ha portado tan bien conmigo.






- ¿y que pasa? Se su amigo.






- cuando estaba en la escuela eramos amigos o algo, es que siempre fuimos muy competivos, eramos mas rivales que amigos, pero desde que desperté se porta raro, más amable.






- ¿amable?






- si, me lleva a cine, a comer, se porta cariñoso conmigo... - hablo de todo lo que hacía Filiph por él






- parece que tu amigo o algo se quiere acostar contigo - le dijo sonriendo su alterego.







- claro que no, ¡Filiph es decente!






- no dije que no era decente, dije que te quería dar tan fuerte que no vas a poder caminar.







- él no es un desviado - eso parecio hacer reír con fuerza al su otro yo.







Despertó con unas palmadas en la cara, era Alice, esa niña era muy empalagosa, vivía pegado a el, ya le comenzaba a tener aprecio por ella, al principio estaba muerto de celos, nunca se había visto en la situación de compartir los afectos.







Ese día era especial, por lo menos para su abuela, le dijo que le presentaría una chica de la iglesia, se imaginaba que era como las demás que le presentaba mi abuela, así que no se alistó con ganas, era una reunión en la casa de la abuela, una cena.








- te presentare a un hombre en la política, el partido conservador, él quiere poner las cosas como eran antes - le presento al tipo que parecía entrado en los 50 quería un asistente, un joven de buena familia, y una hija soltera de mas o menos la edad de Deán, eso era lo primero.






- quiero presentarte a mi hija - le dijo Louis - Emily - esa era con la que Bereni quería que se metiera, la anciana había aprendido la lección, le consiguió una hermosa, y fue tan astuta la vieja que la tal Emily se parecía un poco Sámara, no eran iguales claro, pero manejaban el mismo porte, ojos oscuros y cabello café, y lo mas importante esa chica era una versión joven de Bereni, no en el física pero si en la personalidad.








La treta funcionó, Deán extrañaba tanto a su ex que la similitud lo dejó loco, fue fácil a que la joven le echara el guante y a la vuelta de un me ya eran novios.

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