Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Almas Gemelas © (Marvel Boys Love) por lilibel vangarret

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello. He vuelto xD

 

 

 

Nota Happy la misma hamburguesa entre las manos juveniles, soda y papas olvidadas en la mesa… En oportunidades anteriores, padre e hijo estarían en la 3ra ronda y seguirían con la misma voracidad con la que llegaron. Peter culpando a su metabolismo acelerado y Tony simplemente atribuiría que de ese modo trabajaría más pronto al saciar el hambre (pese a que llevaría varias más a casa).

Incluso, en ese momento, su fantasma rondaba la mesa, hablando y asaltando la porción de Peter. Prefiere aclarar su garganta y ablandar el nudo con ayuda de su bebida.

–Ya tienes el traje que te hizo Tony?

–Uju. –responde comiendo distraídamente–. Está en casa de May junto al traje viejo. Lo usaré pronto, aunque, creo que ya no hay necesidad. Aparentemente, el mundo ya no necesita de héroes. Antes de irnos, llevemos algunas hamburguesas para May ¿bien?

–Claro. Le gustarán.

 

 

 

 

 

Cap5 Spider-Man pierde a Peter.

 

 

 

 

 

May comía la hamburguesa y las papas ya frías, ocupando Peter el sillón con sus piernas estiradas, ignorando la serie trasmitida en la tv para escribir en su teléfono. Dispone ella de limpiar sus manos y boca, incorporándose. Recargando su brazo en el borde del mueble, asomándose por el hombro del chico, a causa de la ligera sonrisa.

–Me contarás el chiste?

–Ahm... ¿Qué chiste, May? –sobresaltado bloquea su teléfono, regresándolo a la mesa. Gira su cabeza, haciéndose el desentendido–

–Pues el chiste que te saco una sonrisa al fin. –cruza sus brazos en el borde del mueble, sonrisa maternal–. Desde que regresaste de "entre los muertos" o lo que sea que fue eso, has estado muy distante. Los maestros solicitan a tus padres por ciertas cosillas.

–Ya veo… ¿Papá lo sabe?

–Di mi palabra que se lo diría ya que tu representante legal, el Señor Stark-... –deja la respuesta al aire. Aparta una mano, peinando cariñosamente sus cabellos castaños–. Si aumentan tus faltas, él deberá ir. ¿Finalmente me dirás quién te sacó una sonrisa? ¿La conozco? ¿Es de la escuela o de los Vengadores?

–May! –reprocha como defensa–. No es una chica. Ni mucho menos de los Vengadores, todos sobrepasan mi edad. Es un chico que conocí y me agradó. No le importo mi apellido para acercarse. Nos gusta la misma banda y estamos hablando de eso. ¡Es solo un amigo! ¿May, no seguirás comiendo? –recuerda Peter, señalando la cena abandonada. Intuitiva forma de persuasión–

–Ah sí. Cierto, cierto. –sin borrar su sonrisa, sujeta sus mejillas, besando su frente–. Si mi pequeño está feliz, también yo. Podrías traerlo a la casa, así lo conozco y se lo agradezco personalmente.

–May.

Deja la hermosa mujer una sacudida en el corto cabello juvenil, retomando los bocados y sorbos.

–Me demostraste que puedes cuidarte solo, pero tengo un poco de curiosidad ¿Cuándo regresaras a ser el Amigable Vecino Arácnido?

–Ah, eso. –exclama con desinterés. Al parecer, no solo una persona de su familia estaba interesada–

–¿"Ah, eso"? –repite, devorando algunas papas–. Antes no veías la manera de serlo cuando tus padres desconocían tu "trabajo". Ahora tienes permiso y supervisión pero no lo has retomado.

–No creo que las personas necesiten un héroe en este momento. Esa temporada ya paso. –encoge sus hombros sin dirigirle la mirada, fingiendo ver la televisión–

Antes de que la preocupación maternal insistiera, el teléfono se dispone a salvarlo. Sujetando el objeto electrónico se incorpora con una muda disculpa. Pareciéndole más conveniente hablar en su cuarto. Evitar una vergüenza más en su vida. Suficiente tenía con vestirse de conejo a su edad por gusto de uno de sus padres. NO era lo mismo pero… Nah, quería algunos días libres de “avergüencen a Peter”.

–Hola, papá.

–Peter, dónde estás? ¿En casa de May?

–Sí. Comiendo y viendo televisión. ¿Sucedió algo?

–Tony huyo.

–Cómo? ¿Regresó a su mundo?

–Huyo en este mundo, o eso creemos, según las indicaciones de Bruce. Aún se me hace extraño que haya otro universo distinto e irónicamente similar a este. El punto es que presumí que estaría contigo.

–Lastimosamente no.

–Algún lugar que conozcas y pueda servir de refugio a un Tony bastante terco? Evitar que las demás personas lo vean. No iniciar una histeria colectiva innecesaria.

–No serviría de nada, papá. Es un Tony de otra dimensión ¿no? Es muy probable que no tenga las mismas cosas que aquí. Puedo ir a ayudar a buscarlo.

–No. Permanece en Queens. No deseo sumar otra preocupación. Nosotros lo solucionaremos. “Eso espero”. –piensa Steve lo último–

–... –asiente. Resignado regresa a su papel de hijo que no pude defenderse por sí mismo–. Llámame si surge algo.

–Descansa, Pet. Saluda a May de mi parte.

 

Horas después, el alma de Steve regresó a su cuerpo por el reconocible sonido metálico caer. Bruce se cansó de esperar que la pataleta de Tony pasara, y según las lecturas de energía, ningún portal o similar fue abierto.

Siendo el único en casa, sale a recibirlo. Precisamente en el momento que Tony abandonaba su protección de hierro, quedando en una pequeña y accesible maleta.

–Hola, Steve.

–Dónde estabas? ¿Alguien te vio? Responde, Tony

–Ya estoy aquí. Es lo importante.

–“Es lo...” –bufido corta su frase, negando con una sonrisa sarcástica– ¡Estuve preocupado! ¡Reprimí buscarte por qué no sabía dónde podrías estar! ¡Estuve todo este tiempo esperando a que regresaras! ¡Por qué siempre huyes frente a una situación que se te sale de las manos, Tony!

–Cap, necesitaba pensar. Enfriar mis ideas… No quise asustarlos. –responde, frotando la mano en su nuca, sosteniendo su maleta–. Asustarte.

Suaviza su ceño fruncido, tomando entre sus dedos el puente de su nariz, inhalando y exhalando para tranquilizarse. Acción siguiente, abrazarlo. Relajando sus músculos y asociando el estremecimiento del moreno como respuesta por invadir su espacio.

–Ya perdí a un Tony. No deseo sufrir esa pérdida por segunda vez.

–Eres más fácil de abrazar que mi Steve. –cierra un brazo alrededor de su cintura, aumentando la cercanía–. Punto a favor.

–Tony, lo más conveniente es irte antes de que Morgan te vea. Evitar que su herida se abra, es pequeña y no entendería. –corta el abrazo, persistiendo la cercanía. Mano del inventor aun en su cintura–

–Eres bueno con los niños. Bueno, con la mayoría de las personas. Ven conmigo. A mi mundo.

–Qué?

–Perdí a mi Steve, tú a tu Tony. El destino quiso que nos encontráramos. Inclinándome por premeditación más que por casualidad. Todo perfectamente equilibrado.

–Tengo un hijo, Tony. No lo abandonaré nuevamente.

–Tienes un hijo? –repite, cejas elevadas–

Apenas notando Steve su confesión, causándole callar y perder el hilo de su conversación. Engulléndolo el nerviosismo a tal grado de balbucear ¡Lo olvidé, lo olvidé! Dando disimulado vistazo a la mano del inventor presionar más fuerte de lo normal contra su piel.

–Pues que venga también. –zanja con un encogimiento de hombros y sonrisa, apartando su mano–

– “¿Te molestó saber que amara a otra persona o mis deseos nublan mi juicio?”. ¿En serio piensas las cosas o solo te gusta oírte?

–Querías mantener en secreto que estás casado? ¿Es muy celosa tu esposa? Qué extraño, nunca he visto una argolla en tu dedo. Déjame ver tu mano. –tras decirlo, sujeta la mano para buscar la joya decorativa–

Estremeciéndose el Capitán de la forma agradable que solo Tony Stark podía causarle. Notando los dedos tocar y buscar. Prefiere jalar su mano y poner distancia.

–No estoy casado. Me divorcié hace 7 años. Y no estamos hablando de mí, Tony. No puedes seguir aquí. Ven. –mueve su cabeza–. Un amigo puede darnos posada esta noche.

 

 

Queens.

Brisa nocturna sacude su cabello oscuro. Los habitantes de la ciudad, en su mayoría, descansando refugiados en sus casas. Nunca antes había sentido tanta tranquilidad en ese sector.

–Bien. Todo está normal. –se convence Peter sobre la tarraza del complejo de apartamentos donde vivía–

Finalmente accedió a lucir el traje de Spider-Man, particularmente, el último creado por su padre. No voluntariamente, más bien, petición de su cuerpo. A los pocos minutos de ir a la cama, su mente se puso a hacer cualquier cosa menos lo que debía hacer un estudiante que tenía escuela al día siguiente.

Daría corta ronda para tranquilizar el mar de pensamientos que lo saturaban con los días.

–Tal vez 30 minutos. Bueno, 45.

Presiona en un punto de su armadura, recubriendo su cara, reservando su identidad, como acostumbraba. Lanzando una telaraña que se adhiera a uno de los edificios, balanceándose.

–Un poco de ejercicio para dormir tranquilo.

 

 

Hubiera deseado Steve no ayudarse de la armadura con el transporte a ese complejo de apartamentos, pero reconocía que fue bastante rápido. Un poco mareante pero útil. Ahora, descansaba en su forma de maleta, mientras que él sujetaba otra donde guardaba a Mjolnir. La preocupación ante todo.

–Olvidé preguntar. –inicia antes de tocar la madera– En tu mundo ¿qué tanto se odian Bucky y tú?

–Ja, en realidad, él es quien más me odia por tu muerte. ¿Por...? Ay, no. ¿No es lo que creo que es, verdad?

–Tómalo como una forma de reivindicarte. –tras decirlo, toca suavemente–

–En este momento preferiría dormir en la calle que cerca de alguien con un brazo de vibranium y serios problemas de ira peores que los de Hulk.

–Ya Tony, quita esa cara. Además, Bucky a cambiado ¿Confías en mí? –vira a verlo, sonriente–

–... –bufa–. Siempre.

 

–No piensas regresar a Wakanda? Gracias, Buck. –sonríe, recibiendo tentador emparedado. Olvidó comer por la preocupación y expectativa por el regreso de 616 Tony. Mejor era diferenciarlos, de ese modo, no se hacía vagas esperanzas–

–Iré. Solo que contigo. No pienso dejarte solo con tu etapa de negación. –responde James ofreciendo otro abundante emparedado para Stark y vaso de café–

–Eso me aclara por qué rechazaste mi invitación. Pones mi amistad por sobre Wakanda. Me dueles, Steve. Este café está bueno. ¿No tendrá cianuro o pesticida?

–Tony… Ya te lo aclaré. Mi hijo es lo que me mantiene con ganas de luchar. Y Buck, no estoy en negación. –reprocha el rubio, viendo a su amigo sentarse a su lado–

–Si lo estás negando, sigue siendo negación.

–Bucky.

–Quién es la madre de tu hijo? ¿Pepper...?

Fue mala idea pretender comer y beber cuando tenía cerca a una persona imprudente como Tony Stark. Dejando libres sus manos, golpea su pecho en una maniobra inútil por aflojar la obstrucción en su garganta, bajo la mirada y ceja elevada del ex Sargento.

–Ven conmigo, hermano. –prefiere intervenir, frotando su espalda–. Ya regresamos, Stark. Solo evitaré lo que no logró hacer Red Skull.

–Dije algo malo o por el contrario, acerté? –inquiere, pero los Súper Soldados estaban lejos de su campo visual–

Libera Bucky a Steve cuando estuvieron en una posición segura. Recargándose Barnes en el muro, brazos cruzados, observando a su amigo limpiar las lágrimas de sus ojos.

–No se lo has comentado, verdad? –comenta tranquilizadoramente

–Decirle qué? –inquiere, recuperado del ataque de tos–

–El hecho que estuvieron casados años atrás, en esta realidad. Y que el Chico Araña es producto de esa misma unión.

–Buck, él no es mi Tony. Murió sacrificándose. Lo enterré en un funeral privado junto a sus amigos más cercanos. –describe, sacando un vaso del cajón superior–. Por lo tanto, "éste Tony" no necesita saber mi historia. –opina, sacando agua de la nevera. En ningún momento le dirigió la palabra–. Si hablamos de relaciones, Pepper tendría mayor relevancia... Ella es su pareja oficial. No yo.

–Bien. No insistiré. Sé muy bien lo cabeza dura que puedes llegar a ser, hermano. Pueden quedarse por el tiempo necesario, pero hay un problema.

–Cuál?

– Solo hay un cuarto de invitados. Eso indica que una sola cama

–Rayos. –expresa. En ese momento, suena su teléfono, respondiéndolo como distracción a la dura y nueva prueba que el destino ofrecía–. Rogers... Sí, Bruce, lo encontré. En realidad, llegó por sus propios medios. Olvidé llamarte, lo siento. –responde, seguido de dar sorbos al agua, oyendo a su compañero–. En realidad lo dudo. Lo mejor es posponerlo hasta que logré convencerlo. Te llamaré hasta entonces. –cuelga–

–Gustas prometer imposibles, eh. Regresemos a la sala mientras vamos pensando cómo dormirán. –sonriente da una palmada en su brazo, caminando hacia la puerta–

–Oh, calla. No es gracioso.

–Eviten hacer ruido. Estos apartamentos son de paredes delgadas, sumado a que tengo el sueño liviano.

–Bucky. No es gracioso!

Notas finales:

¿Ya dije antes que el BroStucky es mi otra obsesión *w*? Esa hermandad me agrada. El cuñado que cualquiera querría


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).