Lautaro leía un libro en la habitación mientras Leonel dormía en un colchón y Thiago en el otro.
Había tenido una pequeña discusión con su hermano porque Leonel quería que los dos descansaran bien para poder liberar al hermano al otro día y no esperar más, pero para eso era necesario esposar a Thiago.
Lautaro no quería que el pelinegro pasara toda la noche con esos grilletes que cortaban la circulación sanguínea y sugerió hacer guardias de 4 horas cada uno.
-No me voy a escapar, ve a dormir -susurró Thiago por sobre los ronquidos de Leonel.
Lau bajó el libro y lo observó. Sonrió de lado.
-No. Ya hice mal suficientes cosas y estoy pagando por ello. No me equivocaré más.
-¿Qué fue lo que hiciste mal?
Silencio.
-¿Qué fue lo que hiciste mal? -repitió.
-No debí meterme con un empleado del banco.
-¿No estaba programado así?
Lau negó con la cabeza y regresó su vista al libro.
-¿Si no debías hacerlo porque te metiste con Ramirez también?
Lau sonrió sin dejar de leer.
Silencio.
-¿Él te cogía mejor que yo?
Lo había preguntado con odio, Lau lo miró por sobre el libro y regresó a la lectura.
Una zapatilla voló y le pegó de lleno en la cabeza.
Lautaro se llevó la mano a la frente y cuando iba a recriminarle su actitud la otra zapatilla le dio en la nariz.
-BASTA! -siseó.
Se manejaban hablando en voz apenas perceptible para que el hermano mayor no despertara.
Leonel roncaba fuerte y dormía mirando hacia el lado opuesto a ellos.
-ÉL TE COGIÓ MEJOR QUE YO? -Volvió a preguntar, gritando en susurros.
Ante la falta de respuesta Thiago se había sentado en el colchón y buscaba con la mirada algo más para aventarle.
Lau agarró la zapatilla que le habían arrojado por la cabeza y se la devolvió de la misma forma.
Thiago se hizo a un lado y el calzado pasó rozándolo, se arrastró un poco, la tomó y nuevamente se la tiró.
-BASTA! -gritó en voz baja Lau.
-ÉL TE COGIÓ MEJOR QUE YO, IMBÉCIL?
-NO COGÍ CON ÉL, ESTÚPIDO!
-CALLADOS -gritó Leonel, Thiago se acostó de inmediato y Lau elevó el libro para seguir leyendo.
A los pocos minutos los ronquidos de Leonel resonaban fuertemente en el habitáculo.
-Ve a dormir, no me escaparé -susurró.
-No!! ya me traicionaste una vez, no volveré a caer.
-Yo te traicioné?? Yo??? No le hice nada malo a Lisandro, protegí a los que estábamos en la bóveda, te dije a ti y a tu hermano por donde podían escapar!! Yo no te traicioné. Tu me traicionaste a mi.
-NO! te pedí que no fueras al banco!! yo no quería, yo... no estaba en mis planes lo que pasó! no quería...
Era imposible aclarar algo que no podía ser aclarado, Thiago tenía razón, él lo había traicionado.
Había hecho mal las cosas desde el principio y ahora pagaba las consecuencias, pensó en su Lis herido y solo. Su hermano mayor odiaba los hospitales y había estado en un quirófano sin que ninguno de sus hermano estuvieran a su lado para agarrarle fuerte la mano como él hacía con ellos.
-Éste es el verdadero Lautaro, Thiago. No me arrepiento por el atraco, lamento haberte conocido y mentirte. Perdón.
Thiago se estiró por sobre el piso y logró agarrar el calzado de Leonel para tirárselo por la cabeza, esta vez Lau lo había estado mirando así que pudo esquivar el proyectil.
-EY!
-¿Te arrepientes de haberme conocido, imbécil?
Se arrastró intentado alcanzar el otro par del calzado pero Lau se apresuró hacia donde estaba él y se le tiró encima, lo acorraló contra el colchón.
Thiago respiraba fuerte y tenía fruncido el ceño.
-No lamento haberte conocido! ¿¿¿Está bien así??? no entiendo qué quieres que te diga.
-Quería que te disculparas por mentirme, pero veo que también te arrepientes de haberme conocido.
La lucha se seguía realizando en voz baja para no despertar al mayor que seguía roncando como si nada sucediera.
-Te dije que eras mi séptimo infierno, no debí enamorarme de ti.
Thiago quedó quieto, observándolo, intentando encontrar la mentira.
-¿Te cogiste a Gustavo? ¿o el te cogió?
-Estuvimos en el baño 2 o 3 minutos!!! no hubo tiempo a nada!!!
-Fueron 6 minutos, 24 segundos! y saliste con la bragueta de tu pantalón mal cerrada!
-Es que tu primo me tomó por sorpresa, me la mamó en el baño.
Thiago abrió grande los ojos, elevó la mitad superior del torso y le mordió el hombro.
Lau abrió la boca en toda su extensión y gritó sin voz, mirando de soslayo que no se despertara su hermano. Tuvo que agarrar fuertemente del cabello a Thiago y tironearlo varias veces para que lo soltara.
-ERES UN HIJO DE MIL PUTA -siseó el pelinegro.
-Tu tienes la culpa!! -le respondió mientras se alejaba del mordedor, agarrándose la zona afectada.
-Yo???
-ME DIJISTE QUE COGÍA MEJOR QUE YO!!!
Lau giró y comenzó a alejarse hasta su lugar para recobrar su libro cuando escuchó el movimiento del cuerpo de Thiago y volteó atajándose, creyendo que otra zapatilla se le estrellaría en la cara. Pero encontró los brazos del pelinegro que lo agarraron de la ropa con fuerza y lo tiraron sobre el colchón. Aspiró aire ante la sorpresa y cerró fuerte los ojos esperando el impacto de algo, aunque lo que siguió fueron los labios del pelinegro sobre los de él, y sus dientes, y su lengua, y su necesidad imperiosa de contacto.
Lautaro lo tomó por el cabello y profundizó el beso mientras jadeaba ante el cuerpo del pelinegro que se pegaba con fuerza al de él.
Thiago se levantó llevándose una mano hacia sus costillas doloridas, tomó del brazo a su ex peligris y lo obligó a pararse, salieron de la habitación en puntillas de pie y cuando estuvieron en el salón se aprisionaron nuevamente uno encima del otro. Besándose con ansias, llenando el habitáculo de ruidos acuosos, la saliva les empapaba los mentones y el cuello.
-Fuck, como te extrañé! -jadeó Lau mientras el pelinegro le mordía los pezones.
El expeligris agarró del cabello a su pelinegro y lo obligó a subir, quería seguir besándolo.
Lau bajó la guardia, quería más de esa lengua hurgando en su boca, pero no aguantó, se escondió en su cuello y lloró tapándose la cara con las manos.
Thiago se detuvo y le acaricio la espalda.
-Todo estará bien. Tengo entendido que Lis se recuperó completamente de la cirugía. No le hice daño, Lau. Te juro por todo lo que es sagrado en mi vida que intenté que no lo dañaran. Podrás recuperar a tu hermano, yo haré todo lo posible y hasta lo imposible por ayudarte. Mañana a la noche podrán huir los tres.
-Perdón -gimió.
Thiago tragó saliva. Asintió mientras seguía acariciándolo.
Él ayudaría a su delincuente hermoso a recuperar a su hermano sabiendo que podía meterse en líos, pero lo haría porque lo amaba, y también renunciaría a él... porque comprendía que una vez que Lau recobrara a su Lisandro, nada lo detenía en ese lugar.
Thiago se tomó el costado derecho y se sentó en una silla.
Lau se puso de rodillas frente a el y se aferró a su cintura mientras hundía el rostro en el pantalón deportivo de su pelinegro.
Thiago seguía acariciándole el cabello mientras veía como Lau le bajaba el pantalón, el boxer y comenzaba a darle lamidas dulce a su pija.
Cerró fuerte los ojos y elevó el rostro.
Debería odiarlo, le había mentido sobre todo y ahora lo obligaría a vivir una nueva despedida dejándolo en medio de sospechas y problemas judiciales.
Debería hablar con Gustavo y decirle que lo tenían como rehén, buscar la manera de alertarlo para que lo rescataran.
Volvió a mirarlo, Lau le besaba la pija y se la restregaba por todo el rostro.
Era ridículo pensar en traicionarlo de nuevo, la primera vez lo había hecho sin pensar, todo se había dado en medio del caos y el horror. Ahora, con él en su vida de nuevo... no podría. Lo único que haría sería disfrutar los minutos que le quedaban con él.
Lau seguía chupándole la polla y ahora se dilataba.
Cuando creyó que estaba listo, se sacó el pantalón y el boxer, y se autoempaló.
Despacio, lento, sintiendo la carne que lo atravesaba, mirando a su pelinegro a los ojos.
-Te amo -le susurró Lau y Thiago dejó de mirarlo, cerró los ojos con fuerza y bajó la cabeza, ese era un golpe bajo que no necesitaba.
Su ex peligris seguía subiendo y bajando lentamente en su pija. Lo tomó del rostro y lo obligó a mirarlo nuevamente.
-No quiero que me devuelvas el te amo. No necesito que me ames, pero sí quiero que lo sepas.
-No hagas esto, Lau. No lo hagas si sabes que nuevamente me abandonarás.
Al ex peligris no le importó.
Estaba cada vez más agitado, tomó la mano de Thiago y la puso en su pija para que lo masturbara mientras subía y bajaba a un ritmo más violento.
-Te amo!!! -volvió a decir y el habitáculo se llenó de gemidos.
Thiago lo aprisionó con fuerza para poder lamerle los pezones mientras lo masturbaba.
-DIOS, LAUTARO!!! -gritó Leontel y Lau no dejó de subir y bajar en esa pija. -DEJA DE COGER CON EL REHEN!!!
-Vete a dormir Leonel!!!! -gritó el hermano menor y Thiago se aferró a la cintura de su ex peligris para que ningún hermano mayor se acercara y se lo sacara de encima.
-PENDEJO DEL ORTO!!! -aulló Leonel mientras cerraba con fuerza la puerta de la habitación.
Thiago ayudaba elevando la cadera cada vez que Lau bajaba, ya no había ningún impedimento para que se mantuvieran callados así que ahora gemían casi a los gritos.
Lau se aferró a la boca de su pelinegro y metió la lengua simulando las embestidas que le estaban dando, los gemidos de Thiago eran cada vez más fuertes hasta que gritó arañándole la espalda y Lau se aferró a los hombros de su rehén mientras eyaculaba entre ambos y le gritaba una vez más, que lo amaba.