Gaara al dejarle recostado, miro en donde fue mordido, entonces dirigió sus labios a la herida para empezar a absorber lo que pudiera del veneno antes de que recorriera por toda su sangre. Era botánico, pero al trabajar al aire libre, bosques, selvas y pantanos, tenían sin querer esos incidentes con los animales salvajes y aprendió de otras culturas a contrarrestar el veneno en lo que la ayuda llegaba. Al ver que no podía sacar más se propuso a actuar buscando una canasta y rogando que la maldita serpiente no se haya ido, aun que darle la culpa al pobre animal no solucionaba nada.
El pelinegro vio cómo su pareja le intenta ayudar con el veneno, nunca pensó que tuviera ese tipo de habilidades, no dejaba de sorprenderlo, la primera vez que lo vio le pareció la cosa más hermosa que había visto y si era un gruñón, pero hasta eso le gusta, le gustan tipos con carácter fuerte y es por eso que lo había conquistado por completo-No sabía que fueras curandero…ahh-el pobre está comenzando a sudar, se sentía bastante débil y cansado, demasiado. El veneno de serpiente era mortal y al ser mordido por una era tu fin, sin lugar a dudas-Gaara, mi hermoso, si llegara a pasarme algo yo te dejo mis co…-fue callado por la mano de su pareja, está llorando por él y ese momento se dio cuenta de que le importaba, aunque fuera un poco. Era una lástima que tendría que morir por saberlo, pero no se sentía triste, saber que lo quería lo hacía extrañamente feliz.
-¡No te atrevas a morir! ¡Yo buscare una cura para ti! ¡Y más vale que no te mueras antes de que venga!-le dolía que estuviera en esas condiciones, si a veces podía ser muy perseverante para mostrarle su amor, pero eso no significaba que lo quería muerto. Salió corriendo con la canasta y una antorcha, ya era de noche y no se veía nada entre la oscuridad, por primera vez rezo para encontrar al animal ahí.
El pelirrojo, rápidamente busco entre la maleza a la serpiente, con una canasta en la mano, tenía que ver y capturar a la especie que le mordió para tratar de hacer un antídoto. El barco que había encontrado tenía un pequeño laboratorio, quizás también vinieron a estudiar las plantas como él había venido desde un principio. Sabía que era la única manera de escapar y revelarlo ante los demás, seguramente lo destruirían para que no pudiera irse, pero realmente le importaba Sai, el había demasiado bueno con él, lo protegía, lo cuidaba y lo amaba, sin merecerlo.
Finalmente vio a la serpiente y no supo cómo, pero la atrapo para meterlo con rapidez a la canasta que había traído para la captura. Y sin pensarlo mucho fue en busca del mejor amigo de Sai, corrió hacia la caballa de Sasuke, corrió tan rápido, sin detenerse, el veneno era un asunto bastante rápido y si no hacían un antídoto, moriría en cuestión de horas-¡¡Sasuke, Naruto, ayúdenme!!-grito con todas sus fuerzas.
Adentro Sasuke cocinaba para su pareja, cuando entre el silencio escucho su nombre y la de su compañero de vida. Retiro las cosas de su fogata para que no se quemara y se levantó junto con el rubio, la voz se oía bastante asustada y preocupada-¿Gaara que pasa? Estas muy alterado, respira-Naruto le trato de calmar para que pudiese respirar, pues su rostro está completamente rojo, quizás porque había corrido desde su casa, estaba muy irreconocible, era una persona bastante seria y sus ojos no paraban de llorar.
Respiro hondo y hablo, tratando de mantenerse sereno-¡¡Ah Sai le mordió una serpiente por mi culpa!!-la noticia dejo sin habla a Sasuke, era su amigo y fue corriendo para poder estar a su lado en sus últimos momentos-¡¡Tenemos que ir al bote y hacer una cura!!-le trato de detener, pero el pelinegro lo aparto, está un poco molesto, ya que él había sido el causante de la desgracia de su amigo, no sabía cómo pasaron las cosas, pero morir no era cualquier cosa.
Sasuke no confiaba en lo que decía, quizás era un truco para que pudiera escapar y esa idea lo hacía molestar más-No hay tal cura, haz hecho demasiado, por lo menos debes estar a su lado en sus últimos momentos, lo único que quería es que le correspondieras y tu…vamos Naruto, debemos ir con Sai-no podía culpar su desconfianza, ya que aún ellos no sabían de lo que era capaz un científico como Gaara.
-No, Sasuke el dice la verdad…podemos cu…-.
-¡¡¿Así que tú también?!!-lo interrumpió bastante decepcionado-¡¡De seguro lo tenían planeado!! ¡¡¿Verdad?!!-Sasuke creía que le mentían, era un truco para poder irse y dejarlos, su sol no quería estar a su lado, no quería ser su pareja y él creía que todo lo que había hecho, había sido prueba suficiente de su amor, pero se equivocó, era igual de frígido, frio y sin corazón como Gaara-¡¡Váyanse entonces!! ¡¡Nadie los va a detener!! Todos estaremos muy ocupados llorando por mi amigo Sai…-.
El rubio se quedó mudo, incluso le había hecho llorar y Sasuke al ver eso, le dio mucho pesar y quería disculparse, pero una parte de él no podía creerle, jamás le había gritado y menos acusado de mentiroso y para evitar tentaciones se fue de inmediato a la casa de su amigo, sin decir nada más y dejando la puerta completamente abierta. Naruto sabia que había cierta verdad, pues si planeaba irse con el pelirrojo a sus espaldas, toda su vida planeo ser un hombre de fe y Sasuke era una dura prueba, pues se había enamorado completamente de él, pero quizás era mejor que esto terminara de una vez y después de ir por la cura, se iría para siempre de su vida para no causarle más dolor y sufrimiento. Y realmente ya no quería irse y quizás todo lo que paso, fue una señal de que tenía que hacerlo, tenía que cumplir con su palabra y servirle a dios por siempre.
Tomo una antorcha y fue junto al pelirrojo por el antídoto, se dirigieron a lo más profundo y peligrosa zona de la selva, corrieron lo más que pudieron sus pies-Señor por favor…que resista, hasta que lleguemos ayudarle-los dos donceles se perdieron entre la obscuridad.
CONTINUARA…