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Aprendiendo a amar por aisaka-san

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La mañana era agradable, el viento fresco mecía su cabello relajandolo por completo, llegar temprano para subir a la azotea junto con los demás chicos del club ya estaba haciéndose una costumbre de su parte. Un pequeño golpe en el hombro lo distrajo, volteo a mirar encontrándose con Valt que sonriente se sentó a su lado, ambos se quedaron un rato mirando la hermosa vista desde ahí.

—Llegaste temprano —Le dijo Aoi contento, él soltó una sonrisa ligera.

—Desperté antes así que decidí venir, fue algo raro no encontrar a nadie aquí.

Miro hacia atrás confirmando que efectivamente ellos dos eran los únicos que estaban, pues aún faltaba una hora para que las clases dieran inicio.

—¿Y qué hay de ti? —pregunto el albino al de ojos cafes, el fijo su vista al cielo.

—Tenía la corazonada de que ibas a estar temprano y mira —tomó su mochila y la abrió buscando algo en su interior, de ella saco un pan— Traje el desayuno.

Se lo entregó contento, lo tomó y miró su apariencia particular, tenía la misma forma rara el otro día. No le dio más importancia y comenzó a comerlo notando al instante que Valt lo hizo, le sonrió antes de decir.

—Te quedó delicioso.

El chico se sonrojo pero le sonrió dulcemente, permanecieron un rato mirándose fijamente. Su mano que reposaba sobre el suelo se vio envuelta por otra un poco más pequeña y cálida, sintio su corazon dispararse en ese instante y sin pensarlo mucho de nuevo se acercó al menor como aquel día en la piscina en la fiesta de Wakiya. Está vez Valt no se quedó quieto y también acercó un poco el rostro, ansioso de sentir nuevamente ese contacto con Shu.

Entrecerraron ligeramente los ojos y a pocos centímetros de que sus labios se rozaran la puerta se abrió.

—¡Buenos...

La frase murió en la boca de Ken al mirar la escena que no concluyó, Shu rápidamente regresó la mirada al cielo mientras Valt miro hacia el suelo como si fuera la cosa más interesante de la tierra, ambos con un sonrojo de por medio.

Ken estaba pasmado, miles de preguntas relacionadas al par se formularon en su cabeza sin ninguna respuesta como ¿Cuando ocurrió aquello? ¿Ya se habían besado antes? ¿Ya eran oficialmente novios? ¿Los demás sabían de esto? ¿Porque no le dijeron nada? ¿Estaba exagerando? ¿Podía preguntarle a Valt al respecto?

Obviamente quería hacerlo pero Daigo le contó sobre cómo Shu se fue enojado aquel día que se llevó a Valt a abrirle la puerta de la azotea a Wakiya y Rantaro, ¿que tal sí decidia matarlo ahora que ya era su "novio"?

Se armó de valor pensando que antes de que Shu fuera el supuesto (y aun no confirmado) novio de Valt, él ya era su amigo así que se dirigió al menor en medio de la incomodidad del momento y hablo a lo bajo.

—¿Podemos hablar a solas?

La pregunta dejó confundido a Valt y la mirada amenazadora de Shu no se hizo esperar, definitivamente debió escucharlo.

—¿Porque? ¿Pasa algo?

—Ehh no... Espera, si pasa algo.

Su tono serio dejó aún más confundido y curioso a Valt, se levantó y le dijo a Shu que no tardaría mucho. Caminaron juntos hacia la salida pero la puerta de nuevo se abrió dejando entrar a un Rantaro hecho una furia.

—Audaz, ¿qué sucede? —pregunto Valt deteniéndose a ver a su amigo, Ken también se acercó a él al igual que Shu.

—¡Es terrible! ¡Lo peor que me pudo pasar!

Muchas veces atrás Rantaro solía hacer un drama por cualquier cosa, que si el vecino no lo dejó dormir, si su ropa estaba descolorida o si se había acabado su aerosol para el cabello. Pero esta vez su tono era mucho más serio de lo normal así que no podía tratarse de ningún berrinche.

—Pues ¿qué pasó? —pregunto Ken preocupado, el rubio se llevó las manos a la cara y la apretó como una extraña forma de relajarse.

—¡Wakiya es novio de Ranjiro!

Valt y Ken abrieron la boca los más grande que pudieron mientras que Shu pensaba en silencio.

—¿Ranjiro, tú hermano? —preguntó aun dudando de si se trataba de él.

—¡Si, mi hermano! —contestó el rubio exaltado.

—Pero ¿cómo sabes eso? ¿Wakiya te dijo algo? —preguntó Ken aun sorprendido por la noticia.

—No... ayer Ranjiro llego a casa con marcas en el cuello, por supuesto quise saber quien lo hizo y me presumió que fue Wakiya.

Su voz salió molesta de su garganta pero sobre todo lastimada, parecía muy herido al respecto; los demás guardaron silencio y se miraron unos a los otros.

—Quizás solo está bromeando ¿no crees? —preguntó Valt intentando darle algún ánimo, Rantaro negó.

—Mi hermano nunca bromea así conmigo, ¡soy su hermano mayor y me respeta mucho!

Ken y Valt ya no sabían qué más decir, parecía que todo era verdad y ambos sabían muy bien los sentimientos que Rantaro solía guardar por el de ojos azul.

—Deberias de hablar con Wakiya —sugirió Shu para sorpresa de todos— Si hay algo entre tú hermano y él entonces él debería confirmarlo.

—¡Tienes toda la razón Shu! —Valt rápidamente se posiciono al lado del albino con los ojos destellando mientras lo tomó del brazo— Es lo más lógico, así sabrás si el Capi te estaba fastidiando o si es verdad.

Rantaro guardó silencio un corto rato, después alzó la cabeza como si se hubiese iluminado de repente.

—Es verdad... ¡Todo es una simple broma! ¿Cierto?

Valt asintió animado a su amigo, Shu se encontraba neutral y por su lado Ken parecía aún preocupado por el rubio. El chirrido del timbre escolar sonó dando cuenta de que los alumnos debían dirigirse a sus respectivas aulas, Valt y Shu se despidieron momentáneamente de Ken y Rantaro, estos también tomaron su propio rumbo a sus salones.

El par camino muy cerca el uno del otro hacia su salón llamando la atención de varias personas en el proceso aunque no le tomaron mucha importancia a ninguno, al entrar Valt soltó a Shu y se dirigió rápidamente al rubio que se sentaba cerca suyo.

—Wakiya —El nombrado miro al de cabello azul con expresión indiferente— ¿A qué hora llegaste? —pregunto mirando el cuaderno abierto encima de su pupitre, pues pareciera que llevaba ahí un buen rato.

—Un poco tarde... —respondió en un tono distante, Valt parpadeó repetidamente con confusión.

—¿Porque no subiste con nosotros?

Su pregunta antes de ser contestada fue interrumpida por el segundo chirrido del timbre, las clases ya iban a comenzar.

—Deberías sentarte, la profesora llegará en cualquier momento —Le contestó; inquieto y sin dejar de mirar al rubio se fue a su asiento.

Las clases continuaron con normalidad, Shu ese día pudo concentrarse un poco mejor en los temas pues desde el incidente en casa de Wakiya ya no se atormentaba más acerca de Valt pues esos sentimientos ahora tenían un nombre y al parecer, era correspondido por completo.

Eso por supuesto lo hacía muy feliz pero... algo aún lo inquietaba.

Al llegar el descanso Valt se acercó al asiento del rubio, él también lo hizo para saber que pasaba en verdad respecto a su conversación matutina con Rantaro.

—Wakiya —comenzó el menor un poco dubitativo, respiro hondo antes de continuar— Nos enteramos de algo está mañana pero antes de todo queremos saber, ¿hay algo que quieras compartir con nosotros?

El rubio continuó con su expresión indiferente, negó con la cabeza.

—Pues hoy Rantaro fue con nosotros a hablar de algo pues... absurdo creo —continuó el menor, Shu notó que Daigo y Ken entraron a su salón y se acercaban con ellos.

—¿De qué hablas? Se más claro ¿quieres?

Su tono frívolo sorprendió a Aoi, hace mucho que ya no le hablaba así, de hecho hace años cuando todavía no eran amigos.

—Rantaro dice que tú y Ranjiro son novios —interrumpió Daigo la conversación, el rubio guardó con calma sus cosas en la mochila.

—Lo somos.

La respuesta los dejó sorprendidos, incluso a los curiosos alrededor que escucharon todo. Pasó un rato para que alguno de ellos pudiera decir algo coherente.

—¿Pero.. qué? Wakiya, ¿desde cuándo? —preguntó nuevamente Daigo a lo cual el mencionado rodó los ojos.

—Desde mi cumpleaños.

Eso fue mucho peor que lo anterior, ya había pasado casi una semana desde entonces y ninguno de ellos lo sabia.

—No puedo creerlo, ¿porque no nos lo dijiste? —preguntó Valt con tristeza en la voz, Wakiya chasqueo la lengua.

—¿Ahora quieren hablar de esto conmigo? ¿Y qué hay de Rantaro y Kaoru? De ellos dos sí que se lo tenían bien guardado —La expresión de sorpresa de todos evolucionaba mientras Wakiya continuaba hablando— Pero descuiden, no soy tan tonto como creen y me pude dar cuenta de todo con su espectáculo en mi fiesta.

—Pero Wakiya... —Valt intentó tomar al rubio que ya se había colgado la mochila en la espalda más este le dio un manotazo en la mano.

—Pero nada, ustedes sabían que estaba muy ocupado esos días y que no pude venir a la escuela a enterarme de nada, tuve que saberlo todo justo en la peor ocasión. Ja, ¡Vaya amigos que son!

Y sin decir más los hizo a todos un lado y salio del salon, como si acabaran de ser empapados por agua helada ninguno de ellos podía reaccionar a las palabras de Wakiya o a su partida repentina, fue hasta que Valt instintivamente reaccionó y se movió con la intención de ir detrás del rubio, lo habría logrado de no ser porque una mano lo detuvo.

—No, espera —miró a Ken, la persona que no lo dejó irse— Él ahora está herido, debemos dejarlo solo.

Estuvo a punto de replicar pero repasó en su mente lo recién acontecido, quizás por esta vez su amigo tenía razón; dejó rápidamente la idea y cedió sus intentos.

Después de eso Daigo se fue a su salón, Ken se dirigió a Valt bajo la mirada atenta de Shu.

—Ven, te invito algo de la cafetería —le dijo al de cabello azul quien un poco desanimado acepto.

Un silencio incomodo los rodeo de camino a la cafetería, Ken pidió un bollo para Valt y después de comerlo el chico se sintió un poco mejor.

—¿Porque Wakiya habrá actuado así? —preguntó Valt cuando se detuvieron a sentarse en una jardinera cercana.

—No lo sé, creo que Rantaro le importa más de lo que creíamos.

—Pero no nos dejó explicarle, nosotros tampoco sabíamos nada; Rantaro estaba distante y ya, creí que tenia agruras —Soltó un suspiro mientras Ken reía ligeramente por sus ocurrencias— Deberían hablar al respecto, que Rantaro le aclarara porque no se lo dijo y que Wakiya hiciera lo mismo respecto a su nueva relación.

—A veces es difícil comenzar a hablar sobre eso ¿no crees? Tal vez Rantaro tenía sus razones y Wakiya también las tiene —Valt no se sintió más animado por las palabras de Ken, este le dirigió una mirada seria de repente— ¿Y qué hay de ti? Está mañana te vi muy cerca de Shu.

Escuchar eso desviaron por completo los pensamientos del de cabello azul, su sonrojo rápidamente lo delató.

—Yo... ¿q..qué quieres que te diga? —tartamudeo nervioso, Ken continuo serio.

—La verdad.

Valt comenzó a jugar con sus dedos intentando distraerse, meció las piernas nervioso intentando hacer tiempo que resultó ser muy poco.

—Bueno... en la fiesta de Wakiya fuimos a jugar un poco en su piscina, resbale y casi me ahogo pero él me salvó. Después las cosas se pusieron un poco raras y entonces él... me besó —Su rostro se sonrojo fuertemente, sintió la cara arderle en vergüenza, nunca le había contado a nadie una experiencia similar.

Ken lo miró sorprendido, aun con preguntas por responder.

—¿Y te gusta? —Hizo la pregunta como si no lo supiera ya, lo que buscaba era una confirmación.

—Ahh.. yo... si, eso creo —Lo miro, sus ojos resplandecían con un toque tierno que lo hizo sonreír.

—Entonces ya son novios.

—La verdad... no lo sé, no aclaramos nada después además que ninguno de los dos nos hemos..., pues ya sabes, confesado.

Ken se llevó una mano a la barbilla pensativo.

—Ten cuidado Valt —Sus palabras confundieron al menor, Ken nuevamente lo miró con seriedad— No conocemos muy bien a Shu así que...

—¡Pe..pero yo confío en él! —Se apresuró Valt a defenderlo, Ken sintió.

—Lo sé, pero me refiero a que quizás debas aclarar con él las cosas lo más pronto posible, no sabemos si después por un malentendido ustedes dos terminaran peleando como Wakiya y Audaz.

Valt pensó en sus palabras, quizás su amigo tenía razón.

—¿Entonces crees que sea bueno que me le confiese? —preguntó esperando la respuesta ansioso, Ken asintió.

—El ya te besó y después de lo de esta mañana no veo por qué no.

Valt le sonrió emocionado, se levantó de su lugar rápidamente agradeciendo a Ken su sabio consejo antes de correr hacia el salón, más decidido que nunca de hablar con Shu lo más pronto posible. Su teléfono comenzó a sonar, miro quien llamaba encontrándose con el nombre de Aiga.

—¡Oh Aiga! ¿Qué tal?

"Valt, que bueno escucharte, hace tiempo que has estado inactivo"

—Si, perdón por eso —Se disculpó un poco avergonzado, Aiga soltó un suspiro.

"Espero que fuera por algo importante, recuerdas que mañana es el torneo ¿verdad?"

—Ah... ¿disculpa?

"¡Si, el torneo! Mañana iremos al instituto, ¡Lo acordamos hace meses!"

—Lo siento Aiga —Llevó una mano a su rostro frustrado— Lo olvide, pero no te preocupes, mañana estará todo preparado.

"Eso espero, irá mucha gente y si me ven patearte el trasero porque no estabas en forma será una enorme vergüenza para mí"

—Entendido, pero obviamente eso no pasará.

Rió al igual que el otro, continuaron hablando un poco más y la llamada terminó. El timbre que anunciaba el final del descanso sonó y se dirigió apresurado a su clase.

"Rayos, tendré que quedarme después de clases para organizarlo todo con los demás chicos. Creo que hoy no será un buen día para que me declare" pensó mirando al albino del otro lado del salón.

"Solo espera un día Shu, mañana será"

 


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