Hoseok llega con su esposo a la casa de YoonGi, tiene algo de prisa , el lo ignora , pero ha llevado a su presa a la fauces del lobo. Tras el, en completo silencio, TaeHyung junto a un pequeño y menudo doncel de largo cabello esperan, es el encargado de cuidar la dignidad y el buen nombre de un hombre casado que será instruido por un joven, cualquiera en su sano juicio sabe el peligro que corre, pero pareciera que Hoseok no lo nota.
El mayordomo los recibe, pasándolos al frío y sombrío recibidor mientras baja JungKook que no demora en aparecer, no va vestido con lujos, sino de manera simple, lleva una camisa blanca y pantalones para montar, pero el primer botón esta desabrochado y puede verse tan masculino, al menos eso piensa TaeHyung cuando lo mira de reojo.
Una venia, un acostumbrado y sutil beso en la mano para darse cuenta lo que provoca en TaeHyung.
– Tengo algo de prisa por ir al centro, por favor cuida bien de mi esposo– pareciera que Hoseok quiere deshacerse del compromiso de cuidar a su esposo y huir, para lo que el pelinegro esta mas que contento con esa decisión.
– No debe preocuparse de nada, llevaré a un paseo corto a su esposo a un prado para evitar cualquier riesgo de accidente, mi tío tiene un corcel muy tranquilo, se lo dare a el…
Hoseok lo observa durante la breve explicación, pero parece bastante fastidiado, solo asiente a todo.
– Mandaré por ti si no me es posible regresar, no te alejes en demasía de Minki – TaeHyung asiente y le parece un poco extraño como su esposo lo acaricia en la mejilla y le da un suave beso en los labios, no es muy frecuente que el le haga demostraciones publicas, así que logra incomodarle u poco.
Cuando Hoseok se retira escucha una voz sacarlo de su ensimismamiento– ¿Vamos ? – Parado frente a el, con mirada inquisitiva, el pelinegro le ofrece el brazo.
– Si. –TaeHyung asiente y toma con su mano el brazo ofrecido, con un toque delicado, casi como una suave caricia, le da una señal al chico menudo que lo acompaña y los sigue.
– Vaya pensé que había hecho voto de silencio – Ríe JungKook porque es la primera cosa que le escucha decir desde que ha llegado.
– No entiendo…
– No importa, vamos a la caballeriza, iremos por los caballos
Se dirigen en silencio, cuando el rubio los ve, no puede mas que evitar sonreír. Se acerca a uno de los caballos, uno de color negro y piel brillante, se inquieta un poco, pero cuando logra poner la mano en las crines, el caballo solo resopla y se deja hacer.
– Vaya le ha gustado.
– Es normal ¿no?
– De hecho no, solo yo lo monto – El pelinegro le sonríe su mirad es oscura e invensa, TaeHyung lo mira y no sabe interpretar la sonrisa y solo baja los ojos por la incomodidad.
– Aquí esta el caballo que me encargo. – Un chico de mirada afable, le habla a JungKook, tiene una tierna sonrisa.
– Gracias JongHyun.
Un caballo color miel, con crines blancas le es entregado
– Este es muy dócil, estará seguro con el.
– Me gusta más este – El caballo negro se remueve un poco nervioso.
– Ese solo podras montarlo, cuando tengas mas practica, para eso le entrenaré, lo prometo – JungKook estira la mano y le toca la barbilla al rubio obligándolo a mirarlo a los ojos– Créeme, hasta entonces va a disfrutarlo, ahora no, le falta experiencia.
TaeHyung le da un manotazo – Como sea, vamos Minki. – Es la segunda vez que muestra algo de carácter y JungKook piensa que es estúpido, pero después de la bofetada esperaba algo de reacción en el.
– No, el se queda – Le responde el pelinegro – No puedo cuidarte a ti y de el al mismo tiempo.
– Pero…
El puede quedarse aquí en las caballerizas, el lo cuidara.-Señalando al chico que le llevo el caballo.
El chico menudo, sonríe con timidez al ver con quien se quedara, no habla, solo asiente con fuerza, para el otro chico la sonrisa es igual de deslumbrante, TaeHyung iba a protestar, pero no es estúpido , puede ver la corriente de coquetería que surge entre ellos, Minki es muy lindo y no se atreve arruinarle el momento, pero es inocente a el verdadero motivo de JungKook de que vayan solos, que lejos esta de servir de Cupido ante los chicos.
JungKook lleva un caballo, caminan un poco por el verde y soleado prado, TaeHyung no sabe que hacer que solo lo sigue. Cuando llegan a una parte abierta del campo el pelinegro se detiene.
El rubio cae en cuenta de algo– Porque ha traído solo un caballo, se supone…
– Se supone que debo enseñarle, pero primero debes sentirlo seguro o su esposo me matará si le pasa algo.
– Pero entonces como…
– Iremos juntos.
– No creo, que eso sea correcto.
– No puedo dejarlo solo, tal vez mañana si, pero hoy no… ven le ayudaré a subirse.
TaeHyung se para frente al caballo y a un lado de JungKook, la verdad es que no sabe como subir y trata de darle la razón a JungKook, pero se siente algo incomodo.
El pelinegro no puede dejar de admirarlo, lleva un pantalón vino que muestra una pequeña cintura y enmarca la curva de su trasero , se imagina como deberá verse sin el, puede imaginar lo suave y tersa que debe ser su piel y como se vería si lo montara desde atrás, casi se siente duro de solo pensarlo, que no se da cuenta que el rubio no sabe como subir .
– Esa es la razón por la que no puedo dejar que vayas solo. – Lo toma de la cintura y lo eleva, se da cuenta de lo fácil y manejable que es. TaeHyung batalla un poco, siempre ha viajado en carruaje, no sabe hacerlo bien, pero después de acomodarse, con rapidez JungKook con un pie en el estribo sube de un salto, cayendo tras el, el mismo impulso hace que caiga de golpe, muy cerca. El rubio siente que tras su trasero el cuerpo del pelinegro…peligrosamente cerca.
El caballo da unos cuantos pasos, sobresaltado por el peso. El rubio no puede evitarse sentirse nervioso, se gira un poco para tomar de la camisa a JungKook.
– El caballo…va a tirarnos- Se aferra a el brazo ajeno, recargándose un poco sobre el pecho, queriéndose cubrir, algo asustado.
JungKook se acerca a su oído para tranquilizarlo – No pasa nada, mientras esté conmigo yole te protegeré – El susurro arroja un aliento cálido, que mas que apaciguar los nervios de TaeHyung lo ponen mas alterado , como si fuera un poco peligroso, lentamente el pelinegro, desliza una mano por el abdomen, como una tenue caricia, el rubio reacciona dándole un golpe a la mano.
– Lo siento debo sostenerlo para evitar que caiga, estará bien – En lugar de quitarla, oprime mas el cuerpo, la mano extendida es posesiva y demandante. La otra queda libre para tomar las riendas, el trote inicial es calmado, el calorcillo del sol genera calidez, pasa el momento tenso y TaeHyung se permite disfrutar, del paisaje, de una brisa fresca, del galopar relajante, del momento.
Después de un rato la cabalgata si bien comenzó lenta, el trote del caballo al andar mas de prisa, da pequeños saltos que hace que el trasero de uno golpee el miembro del otro, esto ha conseguido excitar a uno, a ambos , por suerte para uno, no se nota mucho, para mala del otro, se puede sentir la dureza empujar sobre la ropa del rubio. JungKook oprime los ojos, no puede controlarlo, su cuerpo tienen la necesidad de frotarse, es instintivo, casi animal, su agarre se vuelve mas demandante, mas fuerte, pero TaeHyung se deja hacer, permite que el pelinegro lo acerque mas a el, cierra los ojos, su respiración se acelera un poco, el desconcierto crece, son sensaciones nuevas, excitantes. JungKook siente como el doncel pareciera que se arquea un poco hacia el, trata de ver su perfil, alcanza a ver los ojos cerrados y la respiración un poco agitada, quisiera poderlo tomar en ese momento, pero sabe que no es prudente, es probable que solo reciba una bofetada que lo alejara nuevamente de el, tal vez no, pero no quiere correr el riesgo.
– Debemos parar en ese lado , hay un nacimiento de agua, podemos beber ¿Le parece?
TaeHyung parece un poco decepcionado, pero logra recobrar la cordura. – Si, claro.
JungKook baja con facilidad y ayuda a el rubio cuando este se agacha hacia el, tomándolo de la cintura, lo carga con facilidad para dejarlo en el suelo, las manos aun permanecen en la cintura, se ven a los ojos , no saben lo que ven el uno del otro.
– El…agua, dijo…
– Si, claro. – Se acerca y con cuidado en la orilla se lava las manos y toma algo de agua acunándolas, después de beber le ofrece al rubio. Las manos delicadas acercan las ajenas a su boca, los labios chocan, la imagen de esa boca en otra parte de la anatomía del pelinegro llegan a su mente, su imaginación vuela.
– Mira que hermosas flores– TaeHyung se agacha para observar, JungKook se sienta a su lado.
– Corte ese – Señala una en especial.
– No, es un diente de león, si lo tomo se romperá con facilidad.
– Sino lo toma igual un ave, una hormiga o el aire la destrozara.
– Prefiero sean ellos y no yo.
– Se equivoca – JungKook se acuesta boca abajo para observar la flor, Taehyung lo imita. Observan con cuidado, cuando con delicadeza JungKook la corta y la entrega, el rubio no puede estar mas que asombrado pero en el lance JungKook sopla y los pequeños componentes vuelan por el aire.
– No debiste, pudo durar más.
– La belleza debes admirarla, tocarla, disfrutarla, no sirve solo para su contemplación, debes aprovechar el hoy sin pensar que pasará mañana, no sabes si aun existirá, porque la belleza es efímera.
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