Los Omegas no tenían muchos campos laborales, por lo tanto, terminar una carrera universitaria a veces era un poco complicado, en especial cuando está solo. Por ese lado, Eijun no tuvo muchos problemas, gracias a que Youichi se hizo cargo de parte de sus gastos y los padres de Eijun de los otros, por eso logró finalizar sus estudios universitarios.
Las carreras en las que un Omega podría incursionar en lo profesional son referentes a lo administrativo y las humanidades; tanto Eijun como Satoru asistían a la facultad de humanidades, con la cual tendrían una amplia gama de labores empresariales y políticas. De hecho, el padre de Satoru trabaja actualmente como parte del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar.
**********************************************************************************************
Ese día, Satoru tenía una buena noticia para Eijun, dado que le había conseguido un puesto como oficinista en el ministerio bajo el mando de su padre, pero al ver cómo había llegado esa mañana a las clases, simplemente dejo pasar un rato antes de darle la buena noticia.
**********************************************************************************************
Durante la clase, no paraba de observar a Eijun, quien estaba un lugar al frente a su derecha, pensando en lo que había pasado exactamente con Youichi, a quien conocía muy poco, ya que en escazas ocasiones coincidieron al estudiar juntos para un examen en el departamento del mayor o simplemente en un café donde solían reunirse los tres, pero nunca le pareció el tipo de persona que lastimaría a Eijun.
Mientras su mirada se desviaba cada momento hacia el Omega, no se dio cuenta que la profesora lo había señalado para hacerle una pregunta, hasta que todos voltearon con él.
-¿Furuya?-llamo por tercera vez la profesora.
Este se levantó un poco sorprendido.
-Si.
-Dije, ¿Cuáles son las razones por las que una persona pierde un juicio laboral?
-Eso -rasco su nuca un momento antes de contestar acertadamente, después de eso, miro hacia Eijun quién le dedico una suave sonrisa.
**********************************************************************************************
Al finalizar la clase, Satoru guardaba sus cosas y de su carpeta cayo la carta de recomendación que su padre había escrito para Eijun, recordando que debía decirle, por un momento pensó que eso lo alegraría un poco. La tomó en su mano y miró al joven que tenía una ligera conversación con una compañera.
-Ei...
-Furuya.
No terminó de hablar cuando fue llamado por la profesora a su lugar, al mirarla esta le señaló unos documentos, al parecer era su último informe. Guardó la carta en su bolsillo y fue hasta ella.
**********************************************************************************************
-Ei-chan, luces un poco sonrojado hoy, ¿te sientes bien?-le pregunto la chica.
-Bueno, yo...-posó su mano en la frente, aunque lo que más le dolía era su corazón, no quería causar lastima a otros, así que se esforzó en sonreírle ampliamente-.Creo que es sólo un ligero resfriado.
-Sí, debes cuidarte, los finales están cerca.
-Gracias.
-Por cierto, ¿Sato-chan no te dijo?
-¿Qué cosa?
-El departamento de Ingeniería en conjunto con nosotros: el departamento de Humanidades; haremos una pequeña fiesta.
-¿Fiesta?
-Ah, sí, ya sabes, para convivir.
-Y yo que creo que no somos para nada compatibles.
-¡Ha, ha, ha! Sí, pero ya que nos vamos a graduar, al menos hay que hacer las paces.
Era cierto que algunas facultades no se llevaban entre sí, algo así como una rivalidad académica por el estilo. Sin embargo, hablar de una fiesta en el estado en que se encontraba, definitivamente no sería para nada bueno.
-¿Qué dices, Ei-chan? Incluso puedes llevar a tu novio Alfa, no tenemos el gusto de conocerlo.
-Eso...
No sabía que responder, pero justo alguien más llamó a la chica y tuvo que despedirse apresuradamente. Su pecho estaba a punto de estallar al mencionar a su Alfa, sin olvidar el significativo dolor que implicaba. Quería irse antes de que no pudiera suportar más y soltara en llanto de nuevo. Buscó a Satoru en su lugar, luego escuchó la voz de la profesora y se dio cuenta que estaba con ella. Sin más, tuvo que esperarlo junto a la puerta.
**********************************************************************************************
Hundido en sus pensamientos y sentimientos enredados, saco su móvil para ver la hora, solo para toparse con una fotografía de él y Youichi, misma que se tomaron en el último partido de beisbol de su equipo favorito al que asistieron, ambos tenían las gorras y playeras de su equipo favorito, Youichi mostraba una gran sonrisa, ni siquiera había pasado un mes desde esa foto y todo había cambiado súbitamente. El tan solo recordarlo su garganta parecía cerrarse, sabía que estaba a punto de llorar, miró hacia Satoru y seguía discutiendo con la mujer, no lucia como si terminarían rápido, así que le mando un mensaje rápido:
"Te veo en el pasillo frente a los baños"
Tras marcar enviar, se dio la vuelta y cruzó el umbral de la puerta, sólo para toparse con alguien, en su carrera, el golpe fue bastante fuerte, cayendo sentado en el piso y sus cosas rodando, además de su móvil.
-¡Aaah!-Eijun apretó los labios, no quería voltear a ver a esa persona, puesto que sentía que moriría de vergüenza que lo viera llorar, recogió todo tan rápido como pudo, se inclinó y le dijo-¡Lo siento, lo siento!-para luego salir corriendo.
Sin embargo, dejo atrás su móvil, que fue arrojado tras una maceta, por buena suerte la persona con la que tropezó logro verlo, cuando lo cogió, fue tras él.
**********************************************************************************************
En el escritorio de la profesora, Satoru escuchó el pequeño altercado, al mirar, solo pudo ver la sombra de alguien conocido, esa persona no debería estar aquí, su vista rodó de inmediato hacia el lugar donde Eijun había estado sentado y nada.
-Sólo estos recortes y...
-Lo siento, profesora, debo irme -Satoru tomó el informe y tras inclinarse, salió corriendo a la puerta.
« ¿Ese era? No, no creo que...» cuando salió al pasillo, su móvil sonó, era el mensaje de Eijun.
-Está en el baño -suspiró aliviado de alguna manera, bajando la velocidad de sus pasos, aunque sin dejar de tener ese mal presentimiento, al dar la vuelta en la esquina, paso su mayor pesadilla, ahí estaba Eijun frente a su primo.
Miyuki por alguna razón había ido a buscarlo a su aula, regularmente no lo hacía y cuando llegaba a ir, le avisaba por medio de un mensaje, ya que se había acostado con más de la mitad de los Omegas de la facultad de Humanidades, era simple, no quería toparse con alguno de ellos y tener una discusión trivial sobre ¿Qué hice mal? ¿Por qué jamás me llamaste?
**********************************************************************************************
Eijun por su parte había sido atrapado por el Alfa antes de entrar al baño, seguía con la cabeza agachada, abrazando sus cosas.
-¿Te sientes mal? ¿Te lastime? Digo, te llevaste un fuerte golpe ahí atrás -le mencionaba Miyuki, tratando de buscar que el Omega lo mirara, pero lucia como un ratón asustado ante él, por lo que comenzaba a sentirse emocionado –Bueno, olvidaste esto –extendió la mano con su móvil, al mismo tiempo presionó la pantalla y se encendió, mostrando su fotografía con Youichi, al verla, Miyuki se le quedo mirando, tuvo un sentimiento extraño, era la primera vez que veía a ese Omega, pero este le resultaba muy familiar.
Eijun estiró su mano para tomarlo en una reacción rápida, el mayor sujetó su mano y le sonrió, en sí, coqueteando como siempre, ya era natural en él.
-¿Eh? -Eijun levantó la vista y sus miradas se cruzaron, fue como un golpe directo, Miyuki borró su sonrisa por un instante, perdiéndose en esos ojos dorados brillantes. Sawamura, ya no pudo más y comenzó a lagrimear, ante eso, Kazuya lo soltó.
-Lo siento.
-No...está bien -Eijun trataba de limpiar sus lágrimas, pero era imposible.
-Oye, no llores, ¿te asuste? -Miyuki se llevó la mano tras la nuca, frotándola un poco, temeroso de que esto se malinterpretara.
-Yo...es que...no -el Omega estaba en plena ola de emociones, las personas que pasaban se les quedaron mirando, se veía como si el Alfa estuviera intimidándolo.
-Espera, espera, no llores, no lo hice apropósito, ah, jamás me había pasado esto –discutió Miyuki consigo mismo.
Eijun bajó la cabeza y oculto su cara tras el brazo izquierdo sin parar de llorar. Miyuki no sabía qué hacer.
-¡Kazuya! –escuchó que lo llamaron a lo lejos y al voltear se trataba de su primo.
-Hey, Satoru, yo -volvió con Eijun.
Furuya se acercó sin dejar de mirar a su amigo, colocando su mano en el hombro de este, quien estaba temblando.
-¿Estas bien, Eijun?
-¿Eijun? -murmuro Miyuki, puesto que ni una sola vez escucho ese nombre antes.
Eijun solo movió la cabeza para asentir, Furuya se colocó entre él y Miyuki.
-¿Qué haces aquí? ¿Ahora te dedicas a intimidar Omegas?
-Sabes que no, yo solo le devolvió el teléfono, se le cayó cuando tropezó conmigo.
Al fijarse con detenimiento, pudo ver como Eijun tenía su móvil en la mano.
-¿Eso paso? -le pregunto en voz baja al Omega, y este asentó-.Entiendo.
-¡Oye! ¿Realmente piensas que intimidaría Omegas? Yo no soy así, ten un poco más de fe en tu familia.
-Sí, bueno, lo siento-dijo Furuya, sin mucha emoción. Eso solo hizo que se le saltara una vena en la frente -Eijun, ¿nos vamos? -lo sostuvo de los hombros, para posteriormente encaminarse.
-Espera.
-Kazuya, mi amigo me necesita. –Satoru colocó su brazo derecho en la cintura del castaño y lo jaló un poco
-¿Le pasa algo?
-No tiene que ver contigo –le contestó dirigiéndole una mirada algo fría, para Miyuki como Alfa, ver ese tipo de mirada en su primo fue nuevo, lucia como si fuese un padre protector –Eijun, ¿quieres ir a casa?
-No –le susurro este.
-En ese caso, ¿vamos al café?
-Sí, está bien.
Miyuki fue ignorado por completo, ya en ese punto se sentía un poco indignado, pero más que nada, sentía curiosidad por ese Omega que había sido capaz de hacer a Furuya verlo de esa manera tan amenazante.
-Con que Eijun eh... interesante
**********************************************************************************************
Por otro lado, Kuramochi estaba acomodando las cosas en su ropero cuando de su mochila salió un pequeño álbum con las fotografías de años atrás, algunas eran sólo de él, pero... en la mayoría salía Eijun con su siempre brillante y espectacular sonrisa, lo único difícil de esta separación había sido el sonido de su habitación, pues este había desaparecido, poco a poco la marca se borraba y el notaba la diferencia entre estar conectado con Sawamura y su decisión de romper esa marca, porque antes podía saber lo que le pasaba al otro y ahora, poco a poco notaba como esa conexión disminuía, le costaba más percibirlo, y sólo por algunos momentos podía sentirlo con mayor claridad, sobre todo cuando las emociones de ese omega eran demasiado fuertes, en unos cuantos días puso su vida de cabeza con esa decisión, pero percibió algo unos momentos atrás, algo que de cierta forma le incomodaba, por un momento algo le causó dolor, apenas hace unos minutos sintió una punzada fuerte que se cortó casi al instante.
**********************************************************************************************
El problema de las marcas es que casi nadie ha decidido romperlas, y la razón es el dolor que le causa a los omegas, puede ser tan grande que los puede matar y eso es un crimen. Youichi lo hizo después de analizar la actitud tan positiva y fuerte de Eijun; lo que Kuramochi no sabía es que el lazo no solo es de Omega a Alfa, también es un lazo de Alfa a Omega, por lo tanto sentiría tanto dolor como su Alfa interior sintiera si Eijun desarrollaba cualquier clase de aprecio a otra persona mientras estaban enlazados.
¿Qué significará la punzada en su corazón?