-Mierda -jadeó mientras le daba un último jalón a la pija y eyaculaba en el inodoro. Se sostuvo de las paredes del cubículo para no perder el equilibrio ante la intensidad del orgasmo y cuando pudo respirar mejor se arregló la ropa y salió.
Javier estaba sentado sobre el mesón del lavamanos.
-Si me llamabas venía a ayudarte con tu problema.
-Está bien, no era un problema. -respondió mientras se mojaba la cara y se arreglaba el cabello.
-Antes nos escondíamos en el baño y te excitabas conmigo -le reprochó el rubio pequeño y V bajó el rostro emitiendo un suspiro.
-Por favor, Javier, no empecemos. No quiero discutir de nuevo.
-Está bien, no vine a discutir. Esteban quiere otro baile.
-y cual es el problema? Está pagando?
-Si
-Entonces haré el baile!! Javier, si el dueño del club se entera que quieres filtrar a mis clientes, te va a correr, y seguramente creerá que estoy metido en eso así que correré la misma suerte, y si pierdo este trabajo no te lo voy a perdonar nunca. Necesito el dinero.
-Está bien, no era para que te enfadaras conmigo. Quería saber si no te estaba molestando.
-No lo hace.
-Y supongo que tampoco Alex!
-Basta Javier, si tuviese algún problema con los clientes, llamaría a los de seguridad.
-Por qué tuviste que masturbarte?
-Fuck Javier!!! -gritó V -no somos nada, no tienes que controlarme ni preguntarme qué hace que me caliente!!!
-No somos nada porque vos lo quisiste así -gritó el pequeño mientras se llevaba las manos a la cara y comenzaba a llorar.
-Javier, Javier, no me hagas esto, por favor, no quise hacerte llorar. Por favor -le dijo tomándolo del rostro y dándole besos por la frente y las mejillas.
-Bastian, te extraño.
-Por favor, niño, por favor! Tenemos que regresar al trabajo. Por favor. Ya lo habíamos hablado hace mucho. Por favor Javier.
-Duerme conmigo esta noche.
-Chiquillo!
-Bastian, por favor, necesito sentirte una vez más, por favor.
V o Bastian para sus más allegados, se sintió acorralado. Habían tenido una relación fugaz hacía más de tres meses y aun lo coaccionaba poniendo esa cara de niñito sufriente y haciendo berrinches mientras lloraba.
-No estabas viéndote con Raul?
-No tengo nada con Raul!!! tu quieres que esté con cualquiera con tal de no molestarte, pero yo quiero estar contigo! Duerme esta noche en mi cama!
-Javier
-Por favor, Bastian, por favor -gimió haciendo pucheritos de nuevo y Bastian bajó el rostro, rendido.
El rubio pequeño lo acercó hacia donde estaba sentado y rondeándolo con las piernas lo aprisionó contra su cuerpo y lo besó en la boca, metiendo la lengua con desesperación.
-Por favor!
-Está bien, Javier, pero será la última vez que vaya a tu departamento.
-Le dije a Esteban que te estabas cambiando, que tenías una demora de 10 minutos. -comentó mientras le acariciaba los brazos y el pecho.
Bastian lo miró, sabía lo que el niño estaba pidiendo.
Se acercó y continuó con el beso mientras le desprendía el pantalón, le bajaba la bragueta, hacía a un lado el boxer y se llevaba la pija semierecta del chiquillo a la boca.
Javier seguía sentado en el mesón del lavatorio, se apoyó en el espejo que estaba a su espalda y cerró los ojos mientras disfrutaba de la mamada, con ambas manos le acariciaba el cabello al rubio mayor.
-Si supieran Esteban y Alex que V es absolutamente mío, que me prefiere a mi!! -susurró entre gemidos.
Bastian lo escuchó, pero no quiso decir nada, si objetaba algo, el pequeño haría nuevamente un berrinche y lloraría, era mejor complacerlo y acabar con eso pronto.
Javier comenzó a embestir con las caderas sobre la boca del rubio y éste a su vez comenzó a ayudar con la mano, haciéndole una paja mientras se la mamaba.
-Ya, ya, ya estoy por acabar -gimió, Bastian se levantó y comenzó a besarlo con violencia mientras terminaba de llevarlo al orgasmo apurando la paja que hacía con una mano y metiéndole dos dedos en su pequeño culito con la otra.
Javier acabó entre pequeños grititos mientras lo aprisionaba contra su cuerpo con las piernas.
-Dile a Esteban que puede entrar. -le dijo cuando logró separarse.
-Aun irás esta noche a mi departamento, verdad? Esto era solo un precalentamiento.
Bastian le regaló una sonrisa, más por cansancio que por otra cosa.
-Esta noche vamos a tu departamento.
***
Bastian estaba en su camerino terminando de vestirse cuando entró el de seguridad y le anunció que Esteban ya estaba en el vip.
Se terminó de arreglar e ingresó al habitáculo sonriente.
-Estimado cliente, veo que no quedó satisfecho -le dijo con una sonrisa mientras se daba vuelta para apretar el botón. La música comenzó a sonar y el rubio realizó la coreografía que tenía memorizada, un giro de caderas, con las manos en el cuello, bajando hasta el pecho.
Se dio media vuelta con los ojos cerrados, pasando la lengua por los labios y sintió el calor que emitía el cuerpo de Esteban muy cerca suyo, cuando abrió los ojos se sobresaltó cuando lo encontró demasiado cerca y retrocedió dos pasos pero chocó contra la pared. Esteban se acercó y lo acorraló.
-Estimado cliente, por favor, no haga que llame a seguridad.
-No puedo esperar hasta el viernes, V, pagaré lo que haga falta, pero dejame que te toque -le dijo mientras lo tomaba por la cintura y lo pegaba a su cadera, clavándole la pija endurecida.
V se lo sacó de encima con un empujón pero el hombre alto apenas se estrello contra la pared, saltó nuevamente sobre él. Lo sostuvo de ambos brazos y comenzó a morderle el cuello. Mientras Bastian se contorsionaba para sacárselo de encima nuevamente, el hombre succionó con fuerza dejándole una marca oscura. El rubio se quejó de dolor y Esteban lo interpretó como una señal de que le había gustado y le soltó un brazo para llevar esa mano hacia la pija dormida del rubio.
Bastian aprovechó y le pegó un puñetazo que lo dejó tirado en el suelo.
Un hombre de dos metros abrió la puerta y los miró.
-Hay problemas V?
-No, tranquilo, mi estimado cliente tropezó y cayó, muchas gracias.
El hombre de seguridad dudó unos segundos y se retiró.
-Estimado cliente, no lo denunciaré, pero ya no aparezca por aquí. Hay otros bailarines. Si digo algo, le prohibirán la entrada al club. No lo haré. Pero ya no pida mi presencia.
Bastian giró y Esteban se tiró en su dirección, tomando una de sus piernas.
-V, perdón, prometo no hacer nunca más lo que hice. Por favor, V. No entiendo qué me pasó.
-Estimado cliente, suélteme -pidió V, aun temblando por la lucha.
-V, no lo haré más.
-Suélteme -ordenó, preparándose para atacarlo si fuera necesario.
Esteban había tocado fondo, se sentía frustrado, humillado y dolido.
-No te vas a librar de mi. Te crees mucha cosa pero eres un simple puto, un gigoló barato. No sabes quien soy, V. Puedo hundirte y acabarías en la calle, vendiéndote por unas monedas. Tendrías que rogarme para que te toque.
-Suélteme -volvió a ordenar sacando la pierna con violencia. -Espero no verlo nunca más, estimado cliente. -dijo y se retiró.
Esteban quedó en el piso unos segundos mientras se tocaba la mandíbula, pronto tendría un hematoma por el golpe.
V no la sacaría barata, nadie se negaba al gran Esteban.