— Mi hermano... Mi hermano fue raptado por un muchimillorio francés
— Malditos franceses, le suben el precio a sus hoteles en París y se roban a nuestros omegas — se quejó aquel alfa viendo al pequeño omega de cabellos rubio llorar mientras contaba su historia en aquel tren al sur de Inglaterra. Un pequeño y lindo encuentro que le decía que debía ser su día de suerte, el alfa guardó su anillo de matrimonio discretamente mientras hablaba con el omega
— Si... a mi hermano le encantaba París, tú sabes el sueño francés de comer pan con forma de U con una boina y una camisa de rayas diciendo ohlala — siguió llorando el omega, mientras hablaba con ese marcado acento chino — por eso voy a rescatarlo, voy a darle esta maleta llena de dinero a ese muchimillonario a cambio de mi hermano.
El alfa vio la lotería, un omega indefenso que viajaba solo con un montón de dinero, además de ser un total ingenuo y lindo, tan jovial como una mañana de primavera. Hasta la maleta del omega de se parecía a la suya, era casi como un regalo divino, era tan fácil obtener muchas cosas de él y luego desecharlo.
— Tu no te preocupes, ordena lo que quiera que yo pagaré por ti tu comida — ofreció el alfa con una sonrisa mientras colocaba su mano encima de la del omega.
— ¿En serio? — la mirada del omega se iluminó, sus lindos ojos con rasgos asiáticos con lentes de contacto cautivaba al alfa — Bueno, quiero el salmón ahumado con puré de papas y judías. Además de la tarta de frutas con crema de fresas y albaricoques.
Ordenó lo más caro del menú, pero el alfa ni lo noto porque sus manos ya acariciaban los muslos blancos del de larga melena rubia tal vez teñida, con de ojos rasgados y azules. Un omega especial, de esas mezclas que era tan particulares en el mundo y muy escasas. Se dejaba acariciar como si nada y se acercaba más al alfa en pequeños mimos pasando sus manos delicadas por el pecho y mano del inglés.
Winwin observaba la escena desde su asiento, como el omega decía cosas al oído del alfa y metía sus manos en los bolsillos del más alto sacando cosas con la delicadeza y audacia de un gato, un talento innato del robo a corta distancia. Cómo utilizaba la comida para distraer su atención de como cambio las maletas en un momento que ordenó al alfa a cerrar los ojos para poner crema en sus labios. Un pequeño talento perdido en las calles de Inglaterra. Pero en especial quería ver su escape, las estaciones estaban llenas de cámaras y el castaño no llegaría muy lejos con ellas.
— En pocos minutos llegaremos al siguiente destino, Manchester
Winwin guardó su periódico y vio cómo el niño se veía nervioso cada vez más mientras el tren llegaba a su destino. No iba a Francia eso era seguro.
— Tu nombre, belleza — mencionó el alfa besando su mano y cada vez iba subiendo lentamente.
— Wu Yifan — mencionó rápido y Winwin casi lanza una carcajada. No sabía si era por el niño al utilizar era nombre de uno de los cantantes más famosos de China o que el alfa se lo tragó enterito.
— Bueno, Wu. ¿Qué te parece si te quedas esta noche en mi departamento en Londres? Mañana puedes salir temprano a Francia. Es que ya se está haciendo de noche — hablaba seguro y coqueto el alfa mientras el omega parecía incómodo
— ¿En serio? Gracias pero una amiga ya me ofreció asilo aquí mismo en Manchester y no le puedo decir que no — el omega se levanto rápido del asiento — fue un gusto conocerlo y espero verlo de nuevo para tomar el té. Con su permiso.
Agarró la maleta del alfa y fue rápido a la puerta, Winwin lo siguió en seguida tomando la suya y se paró detrás de él. Podía escucharlo decir bajo "por favor ábrete de una vez", a la puerta mientras el tren se detenía lento en la estación.
El alfa le costó unos segundos salir de la burbuja de encanto y el repentino alejamiento que el omega había creado, cuando vio que el menor había hecho lo que él pensó y si lo hizo solo significaba una cosa.
Había sido engañado por un quien pensaba engañar.
— hey, ¡ALTO! — gritó de inmediato dándose cuenta del engaño.
Winwin prácticamente empujó al muchacho y lo jalo por la muñeca para salir del tren apenas abrieron las puertas. Caminaron rápido, mientras escuchaban como una bulla se hacia atrás, la estación de tren era grande y el chico lo jalo en un cruce de los tantos pasillos, Winwin temió cuando se detuvo en un punto entre tanta gente que llenaba la estación y la policía se acercaba. La cosa cambió cuando el chico le hizo agacharse más y de esa manera lo empujo al baño que había en ese pasillo, casi vacío.
Una vez adentro entro a un cubículo, en serio Winwin se estaba lamentando tanto y ya estaba planeando su excusa para la policía. Diría que pensó que el alfa estaba acosando al chico y su instinto de omega fue protegerlo de la maldad, como un buen samaritano y no era una completa mentira en todo caso. Claro que eso se fue de su mente cuando el chico salió del cubículo.
Su cabello era negro y corto, totalmente diferente al anterior; algo maltratado tal vez por los tintes, parecía más bajito, se había quitado la chaqueta y tenía una camisa negra totalmente distinta que le quedaba grande supuso que era del alfa ya que el menor tenía su maleta, Sus ojos oscuros como la noche a diferencia de los dos zafiros azules con que se había perdido el alfa. Un guapo asiático, pero no tan extravagante y exótico como se veía antes el chico, totalmente distinto al dulce omega del tren.
— Te recomiendo que te cambies de camisa al menos si tienes en esa maleta — le habló relajado el chico mientras sacaba unas pequeñas tiras adhesivas de doble párpado que sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta y se los colocó rápido como un profesional cambiando su mirada totalmente.
— Todo un profesional — mencionó al ver cómo buscó en sus bolsillos un pequeño lápiz negro delineador y se llenó sus ojos con eso. Un típico chico punk que guardaba su chaqueta en la maleta del alfa. — ¿Que tiene esa maleta?
— ¿A quien le interesa saber el contenido de mi maleta? — preguntó acercándose a Winwin y peino su cabello hacia atrás y sacó la camisa de sus pantalones para colocarle su chaqueta.
— Un colega de trabajo — mencionó con una sonrisa — las cámaras de afuera — mencionó débilmente
— Hay puntos ciegos, porque crees que vine hasta al baño más lejano — murmuro mientras entraban más personas al baño — Donde nos bajamos del tren y por donde caminamos con la cantidad de gente a las 6 de la tarde apenas seremos unos puntos más — le aseguro al mayor ya más tranquilo parecía más seguro de sí mismo, incluso la manera que hablaba era diferente, el acento chino desapareció y obviamente tenía un fuerte acento inglés refinado muy marcado, un local al parecer — esperó que tenga cosas al menos para una semana de comida.
Un novato con talento que lo malgastaba pescando sardinas cuando podría ir por salmón. Manejaba el arte del disfraz y el engaño totalmente, además de un gran talento de cambiar de aspecto en segundos.
— ¿Quieres unirte a las ligas mayores, niño?
— ¿A qué te refieres?
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Cuando le pregunto por las ligas mayores no pensó en terminar en un hotel de Lujo en medio de la caótica ciudad de Manchester. Paredes color crema con lujosos cuadros, un gran candelabro y un lujoso baño, con una cama grande que no había visto en muchos meses que le daban ganas de saltar y nadar en las almohadas por nostalgia a una buena cama.
— ¡Dios como extrañaba esto!— murmuró en voz baja desde la lujoso tina con sales y rosas. Chenle lo sabía desde muy pequeño, él era una joya muy cara y merecía el joyero más extravagante y lujoso del mundo, eso era lo que su madre le había enseñado. Era un poco malcriado con eso, su ligero amor al lujo que le tentaba de perder su libertad a veces.
— Tu trabajo será simple. El equipo del Manchester city jugará la final hoy contra Liverpool — Haechan explicaba todo mientras miraba al niño interesado, Winwin nunca unía alguien al equipo — Tu trabajo será hacer tu magia del disfraz con nosotros tres y crear un revuelo que distraiga a mi cita de esta noche, quien tiene un prendedor valorado por un cuarto de millón de dólares en su ropa.
— Necesito maquillaje, pelucas, masa... — Chenle vio a Haechan si estar seguro a que el entendiera con lo siguiente — ¿Has visto los vídeos que son tendencia ahora en China, los de belleza? Bueno necesito de esa masa que usan si quieres parecer irreconocible. Si traen de la profesional de efectos especiales les aseguro que nadie los va a reconocer ni que lo intenten.
— Lo conseguiré en una hora — mencionó Winwin viendo al chico que parecía confiado, pensó que era más novato en eso — ¿Qué tan bueno eres con eso?
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El stadium estaba a más no poder banderas, carteles, caras pintadas y gritos por todos lados. Era una verdadera final del deporte favorito de toda Inglaterra. Chenle nunca se interesó en eso, nunca tuvo que interesarse por eso, solo tenía que lucir bonito junto a su prometido y su familia mientras veía el críquet y los partidos de Polo, con una elegancia que rozaba lo ridículo y una pequeña sonrisa amable a pesar del inmenso aburrimiento que le causaba los deportes. Pero ya no era ese, ya no podía ser ese así que se concentró mientras el jugador Park Jisung estaba a punto de marcar el penal de su vida, si lo hacía bien el stadium se volvería un desastre ya que sería victoria para el equipo local. Ese sería el momento correcto para que Donghyuck con un simple movimiento de manos le quitara el prendedor al joven heredero italiano que ya no se acordaba su nombre, Ricardo, fernando, armando... no le interesaba, su único trabajo era crear un desastre.
— No pensé que fueras tan bueno— murmuró Winwin a su lado, le había hecho parecer como si tuviera el doble de su edad y con un traje negro parecía el humilde y anciano mayordomo de Haechan que parecía una omega rubia y exuberante heredera asiática.
— Sabes antes de caer en esto quería hacer maquillaje para hollywood... Bueno quería hacer muchas cosas, como arte de todo tipo — Mencionó concentrando y ligando sus dedos para que el jugador coreano no fallará — Este será mi momento, si tu amigo no puede con la euforia de una victoria, intentaré otra cosa.
Chenle solo llevaba un afro gigante con los colores del equipo de Manchester city y su cara pintada con esos colores. Su papel era ser el pequeño hermanito fanático de fútbol y solo salió de su asiento para acercarse a la valla que casi era en el campo. Agradece esos pases VIP que había comprado al italiano para presumir a su cita.
El momento llegó, el coreano pateó el balón que parecía ir a la izquierda e hizo una curva a la derecha entrando a la portería en un momento que llenó de gritos de emoción y desesperación a muchos. Ese joven jugador que estaba haciendo esa noche suya, apenas estaba en ascenso su carrera y era obvio que eso le iba a llevar a la gloria, en especial en Inglaterra, estaría en boca de todos mañana y sus piernas valdrían su peso en oro si seguía tan talentoso como en ese momento. Chenle vio a Donghyuck como un beso con el italiano trató de quitarle el broche y lo logró, pero la persona que estaba al lado de él lo empujo haciendo que cayera al piso. Vio la cara de pánico de Donghyuck y Winwin que no se podían lanzar entre tanta gente que se iba calmando.
El jugador coreano se acercó a tomar las manos de los fans y la gente seguía gritando. El italiano se dio cuenta que su broche se cayó y lo agarró del piso con facilidad para guardarlo en el bolsillo de su pantalón. Todo el plan se había ido al caño, pero Chenle no pensó en eso, no se podía rendir tan cerca. Cuando el jugador coreano tomó su mano sonriendo preparado para pasar al siguiente fan que ya lo jalaba.
Si Winwin quería un espectáculo lo iba a tener. Siempre había sido bueno para crear espectáculos.
Jalo con fuerza a Park Jisung y le robo un beso frente a todos, las cámaras, los aficionados y el novio omega súper modelo del joven jugador. Los gritos estallaron a su alrededor y los fanáticos de la zona VIP se lanzaron todos ver lo que sucedía. Alguien le robaba el momento de gloria al magnífico jugador con un beso que desconcertó a todos en ese lugar. El beso duró más de lo pensó que iba a durar, sintió hasta un poco de molestia cuando el jugador le correspondió a su beso mientras el omega pasaba las manos por su cuello, ¿No que tenia un novio? Eso lo enfado. Chenle odiaba las traiciones de ese tipo con todo su corazón. ¿No estaba con alguien? ¿Por qué le besaba? ¿Acaso todos los alfas que conocía eran iguales o algo? ¿No entendían la fidelidad? En serio estaba tan enfadado que mordió con fuerza el labio del jugador; además de quitarle en un pequeño movimiento la pequeña cadena de oro que tenía, mientras el magnate Italiano lo jalaba para alejarse del jugador mientras Donghyuck reía incómodo pegado a él bajo las gruesas capas de maquillaje claro que cambian por completo su color de piel mientras colaba su mano por el bolsillo del italiano.
Al siguiente día era portada de cientos de revistas y un tema candente en Inglaterra. Todos hablaban del fanático que de la emoción robo un beso a su ídolo, tan apasionado que su labio había quedado roto y después despareció sin dejar rastro, otros hablaban del robo del broche de un cuarto de millón de dolores.
— Por suerte en París están más preocupados por la próxima semana de la moda que del fútbol — Donghyuck se reía mientras miraba la docena que periódicos que tenía Chenle al frente de él. La imagen en todas las portadas que hizo entrar en pánico al menor buscando a ver si se veía bien su rostro. Suspiro al ver que su rostro gracias a la pintura y el afro casi no mostraba nada.
— Al menos con su disfraz de fanático y con lapintura en la cara costará que lo reconozcan fácilmente — Winwin contaba eldinero en la cama— bienvenido al equipo.
Chenle estaba cansado de estar encerrado, de ser el bonito adorno en los juegos de Polo y por supuesto de los alfas que no entendían que era la fidelidad. Solo quería recorrer el mundo con sus sueños de libertad y arte, sin mirar atrás y ellos parecían en ese momento los únicos que lo iban ayudar con eso.