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El camino de las leyendas por Kaiku_kun

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Las mismas luces de neón. Las mismas ventanas rotas. Los mismos postes partidos. Las mismas puertas barradas. Ese falso Pueblo Crampón estaba exactamente en el mismo estado que el real, pero tenía una diferencia que a Roxy le resultaba escalofriante: no había absolutamente nadie.


Cuando Roxy evocaba recuerdos de cuando era más pequeña, siempre recordaba lo mismo: esa calle llena de sonidos raros de los que desconfiar, alguna pelea, risotadas escandalosas, portazos, gritos dentro de los edificios… Ese caos que requería estar atenta siempre, pero porque todo su entorno le daba pistas.


No en ese Crampón que estaba viendo. Finsternis flotaba en el más absoluto silencio. En el suelo, la bruma seguía su curso, ahogando los pies de Roxy. Y nada más. Ni siquiera una luz que claramente iba a estallar hacía el más mínimo ruido.


Aquella sensación hacía que desconfiara de Finsternis, por alguna razón. Y menos confiaba por haberle dicho que quería desatar la Negra Noche junto a su abuelo, y que la habían atrapado a ella en ese limbo con ese fin. Es decir: Finsternis y su abuelo (si es que su abuelo no era un espejismo provocado por el mismo Pokémon) la habían encarcelado y obligado a seguir el camino de la destrucción de Galar. No daba mucho para confiar.


Ese Dusknoir siempre había sido el compañero modélico, lo había estado recordando, así que su intuición y su corazón habían dicho «ea, tira pa’lante, que verás a tu ‘buelito» dando palmas como un par de Grookey atontados. ¿Dónde quedaba la Roxy planificadora y fría como el hielo? Era buen momento para hacerla salir a escena.


—¿Necesitas que responda a más dudas? —preguntó el Dusknoir, esperando pacientemente. Era la primera vez que apremiaba a Roxy a realizar cualquier acción. Finsternis tenía prisa, después de todo.


—Vamos —dijo.


Si estaba siendo una indigestión para ese Pokémon, que se preparara. Hasta ahora se había dejado llevar por sus sentimientos más de lo que hubiera querido (incluso anteponiéndolos a una explicación para Gloria), pero aquello se acababa. Necesitaba encontrar preguntas y detalles que obligaran a Dusknoir a revelar una verdad exacta, algo que le probara que su abuelo era su amigo de verdad, que no era un Dusknoir cualquiera (aunque ella misma ya había investigado eso y sabía que era él). Necesitaba más pruebas.


Caminó durante medio minuto en silencio hasta que lanzó la primera pregunta:


—¿Qué me dijo el abuelo que hiciera al volver a casa el día que murió?


—Ya veo… —rezongó, asumiendo qué clase de conversación iban a tener.


—Contesta.


—Que buscaras en un cajón.*


—¿Qué había dentro?


—Pierdes el tiempo —se quejó Finsternis.


—He dicho —ordenó, con esmero, pronunciando lentamente las siguientes palabras como advertencia— que qué había dentro. Dilo.


Finsternis dejó pasar un segundo. Con el mismo tono estéril, enumeró:


—El colgante y la cazadora que llevas puestos y una carta.


Roxy miró al frente con dignidad, sin decir nada. Había acertado. Hasta era posible que su abuelo le hubiera dicho qué ponía en esa carta. Aquella respuesta le aseguraba que sí era el Dusknoir de su abuelo y que tenía voluntad para cooperar, pero no le decía si su abuelo estaba allí de verdad o no.


El problema era que no había forma de probar que, si veía a un fantasma, fuera el de su abuelo, y no una figura falsa que Finsternis hubiera elaborado. No tendría ninguna certeza de que el Pokémon manipulaba a una creación suya a voluntad.


Finsternis y Roxy siguieron adelante en silencio hasta que llegaron al sitio exacto donde, en el mundo de Roxy, estaría su casa. Y sí, ahí estaba, una réplica exacta de su casa. Estaba segura de que si entraba por la puerta y tocaba la pared, estaría toda húmeda, porque la casa de al lado tenía mal aislamiento por su antigüedad.


—Tú primera —la invitó Finsternis.


Roxy le miró un segundo, con algo de indecisión, y entró. Inmediatamente se paró, después de pasar por el marco de la puerta. Las escaleras de piedra tenían los mismos desconchones. Las paredes, los mismos grafitis. No los de entonces, sino los del presente. Logos del Team Yell era todo lo que se podía ver, además de una oscuridad mal erradicada por una bombilla de luz amarilla colgando de un simple cable en el techo.


—¿Cómo sabes que ahora está así? En teoría no podías leerme la mente. O buscar en mis recuerdos. ¿O sí puedes?


—No dejarás de sospechar por más que te cuente cosas —dijo—. Así que te lo diré de otra forma: sigue adelante y podrás salir de aquí.


—Vaya, adiós al paciente Finsternis que quería que le preguntaran cosas —replicó Roxy, mirándole de soslayo, triunfante, mientras subía las escaleras.


—Te he dicho que llegaríamos cuando llegáramos, no que el tiempo fuera infinito —se quejó Finsternis, acelerando un poco su respuesta—. ¿Acaso no recuerdas qué pasó al final de ese sueño que tuviste?


Roxy recordó el terremoto, al final de su sueño. Parecía que la cueva se derrumbaba, y su abuelo sabía por qué. Decía que se les acababa el tiempo.


—Dímelo antes de que abra la puerta de mi casa —insistió Roxy, sobre cómo sabía tanto de cómo era su casa después de la muerte del abuelo.


—Te infundí ese sueño —contestó. Roxy, que tenía la mano cerrada en el pomo de la puerta, se giró para mirarle cara a cara. Había olvidado que Nerio había pillado a un Pokémon desapareciendo en el aire, antes de despertarse—. Así que pude ver dónde vivías y qué aspecto tenía tu casa. Pero ¿a que no es suficiente que te conteste eso?


—No, la verdad.


Finsternis no contestó, ni replicó, ni se reafirmó. Esperó sin moverse un ápice a que Roxy abriera la puerta por fin. Ella no tuvo más remedio que hacerlo. Se había encontrado intentando retrasar ese momento presionando al Pokémon en vez de encararse a lo que había al otro lado de esa puerta.


Detrás de esa puerta, todo estaba justo como lo estaba en su momento, nada que ver con las pintadas que tenía ahora en la pared. La casa intacta. Podía ver el final de la cama de su abuelo desde allí y sintió que el impulso de correr hacia allí. En su lugar, se miró a sí misma.


—Esta vez no he cambiado.


—Vienes con tu cuerpo, no a través de los sueños.


En su sueño, nada más entrar en la casa, Roxy rejuvenecía y se encogía hasta ser una niña de nuevo. Aquella vez no pasó. Pero tenía otra duda que no quiso airear. Era algo que le daba vergüenza.


—¿Abuelo? —le llamó.


—Marnie, estoy aquí —contestó, desde la cama. No le podía ver aún.


Roxy se acercó hasta la cama por fin, con paso algo acelerado. Oír su nombre cariñoso de la persona que se lo sacó de la manga hizo que se le formara un nudo en la garganta. Tenía tantas ganar de verle…


—Hola, cielo —la saludó, con voz cariñosa, cuando se miraron a los ojos.


—Hola, abuelo.


Su abuelo… estaba igual. Igual que el día que murió. Tumbado, con mirada amable y algo misteriosa, sin rastro de esa enfermedad que se lo llevó. Roxy no lo hubiera deseado de ningún otro modo. No quería un abuelo de cuando apenas recordaba cosas, o de fotos de joven, quería ver al abuelo de cuando se tuvo que despedir de él. Era como si ese último hecho nunca se hubiera producido.


Ni se dio cuenta de que las lágrimas ya rodaban por sus mejillas.


—Me encantaría darte un abrazo y consolarte…


—No puedes, ¿verdad? —dijo, con la voz quebrada. Su abuelo negó con la cabeza—. No pasa nada.


Finsternis flotó hasta quedar al lado derecho de su compañero. Roxy se había olvidado de él completamente. Le miró un segundo.


—No tiene cuerpo —dijo solamente. Roxy asintió, limpiándose las lágrimas. Si lo tocaba, lo atravesaría. Un mero fantasma.


Roxy no tuvo el coraje de cuestionar si el alma que tenía delante era su abuelo de verdad o si era Finsternis mintiéndole y dándole falsas esperanzas.


—Sé que esto es duro. Te he oído dudar ahí fuera —empezó su abuelo. Roxy desvió la mirada, por vergüenza, aunque sabía que no se lo estaba recriminando—. Creo que lo mejor que te puedo decir, Marnie, es que nunca tendrás la certeza de que es a mí a quien estás viendo. No tienes pruebas. No hay forma de demostrarlo. Y haces bien, es justo lo que te enseñé: a buscar una explicación a todo. Y, si yo no fuera yo, sería una muy buena copia, ¿no?


Roxy sonrió y asintió, mirándole de pasada. Ese trabalenguas mental sí que era típico de su abuelo, y lo más probable es que ella lo hubiera heredado, por los dolores de cabeza que su novia estaría pasando en esos momentos.


—Finsternis me ha dicho que has querido atraparme aquí —dijo, más serena—. Explícame eso.


—Finsternis —se quejó, con tono recriminatorio—. ¿Le has dicho que la has secuestrado?


—Se lo ha dicho ella misma. No es mi culpa.


—Es un bromista de cuidado, aunque no lo parezca —le susurró a Roxy, riéndose del Pokémon—. En fin, sí que se podría describir así. Te inducimos ese sueño porque sabía que nos encontrarías, si te lo proponías. Pero no podíamos simplemente aparecer de la nada. No tendrías ningún plan preparado, ni sabrías del todo qué está pasando. Me figuro que hay alguien en Galar siguiendo tus indicaciones.


—Sí —afirmó Roxy. Era un libro abierto para su abuelo—. He dejado pistas.


—Perfecto. Entonces te aseguro que, aunque no llegues a tiempo, todo estará preparado para tu vuelta. —Dio un suspiro—. Encerrarte aquí era la única opción que encontramos, pero necesitábamos que tú tuvieras un plan B en marcha.


—¿Encontrar qué?


—¿Cómo va la Negra Noche ahí fuera? —preguntó, cambiando de tema. Aunque Roxy sabía que sólo estaba dando un pequeño rodeo.


—Está a punto de empezar. Hay montones de Pokémon en su forma Dynamax o Gigantamax. Hay mogollón de luz morada en el cielo. Tenemos teorías sobre las Estrellas Deseo y los Pokémon del tipo Fantasma y Dragón.


—Sorprendente. Vais por buen camino. —Hizo una pausa misteriosa. Roxy miró a su abuelo, intentando descifrar una mirada algo intimidante—. Dime, ¿por qué no has sospechado de Finsternis hasta ahora? Es del tipo Fantasma.


Roxy miró al susodicho con mala cara, y volvió a mirar a su abuelo.


—Fue tu compañero más querido. El que se te llevó a… bueno, este tugurio.


—Formaba parte de un plan, no fue una muerte romántica —repuso su abuelo. Roxy dudó de nuevo—. ¿Y si te dijera que Finsternis será uno de los Pokémon responsables de esta Negra Noche que se avecina?


—Te diría que mientes.


—No miento. Él va a ser responsable.


Roxy de nuevo miró a Finsternis, disparando chuzos de hielo por los ojos.


—¿Estoy encerrada aquí y él va a ser el responsable del desastre en Galar? ¿Qué diablos está pasando?


—Ellos, en plural. Los Pokémon del tipo Fantasma y del tipo Dragón, como bien dedujisteis. Pero especialmente los Pokémon con conexiones a otros mundos, como los Dusknoir. —Roxy esperó a que su abuelo formulara su siguiente pregunta, lanzara su siguiente carta, pero estaba perdiendo la paciencia—: Supongo que no has simplemente «encontrado» a Finsternis, ¿verdad?


—No. He investigado.


—¿A quién has preguntado?


—A Alistair y a Roy…


—No les conozco.


—… y a Dargo y a Tizonio.


El abuelo de Roxy sonrió como un genio malvado. Esa sonrisita de cuando Roxy caía en su trampa en alguno de sus juegos. Es decir: lo había predicho.


—Entonces ya debes estar empezando a entender qué está pasando aquí. —Miró un instante a Finsternis y le dijo—: Te dije que lo descubriría.


—Nunca lo dudé —replicó el Pokémon.


—Sí, si no estoy equivocada, creo que…


—No lo estás —cortó su abuelo—. El origen del poder de Eternatus, su resurrección por la magia negra, la Negra Noche, y todos los Pokémon vinculados a varios mundos unidos a la fuerza a su causa… Sólo hay una sola criatura que reúna todas estas condiciones. Mucho más antigua que cualquier Dusknoir.


Roxy fue a pronunciar su nombre. Su abuelo la calló de inmediato.


—No. Los nombres tienen poder, como te conté a través de mi sueño. No queremos desatar ese poder antes de hora.


Roxy asintió. Haber adivinado a qué se enfrentaban no la estaba haciendo sentir mejor. Una criatura descomunal, con poderes que escapaban a la razón. Ya podía tener su abuelo un buen plan para derrotarle.


Sería a vida o muerte.

Notas finales:

*La escena del cajón y esa carta se pueden leer en mi fic “Ascenso”, que actúa de precuela de esta historia, y da un poco una idea de qué ha ido pasando en estos últimos capítulos.


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