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Capítulo 15- ellas creen que soy… linda
- no les diré nada arpías-
- Aww-
Que buenas amigas… regresa ya, Ally
La voz de la razón
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-Bueno, por lo menos cuéntame cómo es-
- ah, es verdad- me miró Maggie para regresar su vista a la rata- Deisy aun no la conoce- puso la mano en el hombro de la castaña- No te preocupes, Ally tampoco la conoce
- si…- Deisy aclaró su garganta- y… ¿Cómo está?, ahora que la mencionas- Sé que, aunque Deisy no era consciente de lo que hacía, aun se siente culpable. Ambas sabíamos que a Ally le gustaba esta idiota y bueno… Ally pudo sentirlo como una traición de parte de la rata
- Está bien- intentó tranquilizarla- solo… un poco molesta- ¿Mm?
- ¿Por qué? - a pesar del intento de Maggie, Deisy no pudo evitar alterarse un poco- Me dijiste que no pasó nada entre nosotros- cubrió su cuerpo con las manos. HAHAH, si parece una rata.
- y no pasó nada- recalcó Maggie- te lo juro… pero- hizo una pausa dando un suspiro- está enojada porque… porqué- parecía buscar las palabras correctas- porque…
- ¡Dilo ya! - gritamos ambas
- ¡PORQUEMEENSEÑASTELASTETAS! -
…
Wow
…
- ufff- soltó Deisy- si hubiera estado consciente no hubiera desperdiciado la vista de mi cuerpo virginal contigo- se hizo la digna
- oye…- pareció herir su recién encontrado orgullo de hembra- para tu información, he descubierto que este escultural cuerpo que ves aquí- señaló de pies a cabeza- atrae a chicas y chicos por igual
- Iuhggg- dijo. Maggie lo ignoró por completo, hahah- pero, hablando de eso- regresó su vista hacia mí- ¿entonces?
- ¿entonces qué?
- Cuéntame cómo es la tal Cindy- se acomodó mejor en el sillón apoyándose del hombro de Maggie- lo que te gusta de ella y esas cosas…
- ah, eso
Ambas me miraban atentas. Maggie no tenía necesidad de saber cómo era Cindy, pero no le conté exactamente lo que me gustaba de ella, así que se veía interesada en lo que iba a decirles
- pues…- ¿Por dónde empiezo? - bueno, es directa- decidí comenzar con lo que me gustaba de su personalidad- muy linda, parece ser muy madura, da buenos concejos, es graciosa y me es fácil hablar con ella, bueno, al inicio me ponía nerviosa, pero después…- le di una rápida mirada a Deisy quien solo le movió las cejas de arriba abajo. Aclaré mi garganta para seguir - …después de tomarnos un helado juntas la incomodidad se desvaneció- ¿Qué?, algo de verdad tenia aquello
- ohh, vaya- Maggie se puso de pie para darme palmadas en la espalda- Mírate Tigre- regresó de nuevo a su lugar- te dejo sola unos días y ya hasta obtuviste una cita- ¿esperaba menos de mí acaso? JÁ- Bueno- me giñó un ojo- eso y cosas más adultas por lo que escuché- maldita rata…
- Cállate- no tuvimos nada al final
- Bien, eso es- Habló Deisy- lo que te gusta de ella en su personalidad, pero ¿Qué hay de ella en lo físico? - buena pregunta mi querida rata
- bueno…- me permití imaginarla de nuevo, detrás de la barra, viéndose tan linda- pues, quizá un pelín más alta que Maggie, piel algo pálida- sus pechos vinieron a mi mente- cofff y un buen cuerpo- me limité a decir- ah y de cabello rubio- me gustaban más cosas de su personalidad, pero definitivamente era una rubia hermosa.
- ¿igual de rubio que Maggie? - preguntó la más pequeña
- no, ella si es rubia de verdad
- ¡Oye!, mi rubio es natural- se enojó Maggie
- Mag, eso que tú tienes no se le puede llamar rubio- venga ya
- Claro que sí- tocaba su cabeza con ambas manos- Mamá lo tiene igual- se defendió, era cierto. La madre de Maggie era rubia, pero no se parecía al color que su hija tenia
- Nada que ver con el color de tu madre- Deisy me apoyaba
- Bien…- pareció resignarse- es igual al de mi padre- ay no, ¿Qué hicimos? - al principio era como el de mi madre, pero con el tiempo se hizo más cenizo y obscuro como el de él…. Tampoco me gusta, no se preocupen- fuck,
No conocía al padre de Maggie en persona, muy pocas veces ella se atrevía a hablar de él. No sabemos la historia completa, pero, parece que el papá de Maggie no era muy buena gente que digamos, se podía notar que lo detestaba un poco… parece que hemos hecho traer ese sentimiento a flote.
- Mickey por suerte si tiene el color de mamá- bueno, su sonrisa había vuelto al recordar a su hermano menor
-Mag- llamé su atención- …no te pareces en nada, tú no eres él- Odio a Maggie, pero también la quiero haha- ese color es tuyo, tú le has dado un nuevo sentido. Eres linda Maggie- le saqué una sonrisa
- cierto, eres la Maggie de color raro - se me unió Deisy- he escuchado a muchas chicas que quieren tenerlo como tú, pero seguro no les quede tan bien- habíamos eliminado esa atmosfera rara por completo
- entonces - me miró coqueta - ¿soy linda? - hizo ojitos
- No lo diré de nuevo
-Aww- Parecía una cría, ¿Qué tanto le veía Ally a esta sin cabeza?
No quería que se acostumbrara a mis cumplidos, yo amo insultarla gratuitamente siempre.
Pero si, Maggie… es una chica linda
Entre tanto ni siquiera leí los mensajes que Cindy me había enviado. Rápidamente abrí la aplicación y dejé que mis ojos se posaran en ese pequeño texto… parecía algo simple, pero, a mí me había hecho revolotear mariposas en el estómago, incluso pude sentir mi corazón doler un poco al latir tan fuerte de la emoción por saber que ambas sentíamos lo mismo
Maggie era linda… pero mi Cindy, lo es más
"te extraño"
"<3"
-<-<-<-<-<-<-<
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Me despedí de las chicas y salí del complejo de departamentos donde vivía Deisy. Era un buen lugar tengo que decir. Lindo. Muy verde, costoso, está de más decir.
Aunque ninguna de nosotras parecía tener una mala vida, todas teníamos buena estabilidad económica, Excepto Rosa, su familia estaba de verdad en la sima, solo que la menor de la descendencia era una tacaña. Eso o le gustaba vivir y pasar un poco desapercibida, como sea, así era Rosa.
Miré la hora.
Casi es tiempo de que Ally salga de su turno. En realidad, no es que los padres de mi chica necesiten de su ayuda, pero les gusta que esté involucrada. Intentan enseñarle como es trabajar desde abajo. No me parece mal tampoco, es una buena lección y a mi pelinegra parece gustarle estar en el local con ellos que a menudo se iban para supervisar sus otras sucursales en otros lugares.
Bueno, da igual, era hora de ir a buscarla y abrazarnos por fin. Me había vuelto tan adicta a ella en poco tiempo… ¿este sentimiento siempre estuvo ahí?, quizá sí.
Le envié un pequeño mensaje antes de subir a mi camioneta.
Conduje despacio, de nuevo, estar viva justo ahora era casi una bendición divina para mí, no me permitiría morir en este punto.
Llegué al lugar estacionándome delante para que Ally pudiera darse cuenta que estaba ahí. Bajé y pude observarla a través de la vidriera. Estaba hermosa, justo como la había dejado, incluso más me atrevía a decir.
Alisé un poco mi ropa con las manos y acomodé mi cabello ayudándome del espejo para verme. Nunca imaginé encontrarme un día intentando lucir mejor para mi mejor amiga, ahahah, que vueltas da la vida.
Caminé hacia la entrada, Ally aun parecía estar ocupada y no había notado mi presencia. Mi mano se posó en el aluminio frio para poder abrir la puerta, pero algo me detuvo
Era mi teléfono, vibraba, así que tampoco me gané la atención de Ally por el ruido. Aparté mi mano de la puerta y busqué en mis pantalones por mi bebé.
Leí la pantalla y deslicé el icono verde sabiendo lo que me esperaba
- ¿mamá? -
despegue el teléfono de mi oreja antes de que me sangrara por los gritos que me daba a través del aparato
- si mamá, estoy bien- la tenía preocupada- tenia apagado el teléfono Ma- y yo aquí siendo mala hija olvidándome de mi propia madre
- si ma. Apagado por dos días- soy una persona horrible- lo que pasa es que lo dejé olvidado en un lugar, ahí me hicieron el favor de guardarlo y lo fui a buscar hasta hoy- no me creía. Comenzó a gritar más alto
- ay, mamá, me Lástimas, habla más bajo- ¿para qué dije eso? Volvió a dispararse peor que antes- no, ma, no quiero un teléfono de casa, de por sí ni siquiera estoy ahí- yo estaba dispuesta a recibir un no de mi parte
- bueno, está bien. Si ma... Hablare con la compañía, adiós- se reusaba a colgarme- mama estoy en medio de la calle- que vergüenza- ayyy, está bien- miré a mi alrededor, habían unas cuantas personas pero estaban lo suficientemente lejos para no escuchar lo que iba a decir. Cubrí la vista de mi boca y acerqué el micrófono para susurrar- si... Yo también te amo
- …
- ¿Mm? - miré la pantalla de mi teléfono, se había cortado la llamada
- ¿Con quién hablabas? Maggie Alejandra - ayy… sentí de nuevo la piedra en mi tráquea. Me giré lentamente- Explícate…
Escuchar mis dos nombres de los labios de la pelinegra ya significaban la muerte desde antes que esto ocurriera…
Escucharlo ahora, no me da tranquilidad en absoluto
…
Ayúdame dios.