Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi sobre protector hermano mayor por koru-chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

.


Capítulo nueve:


Aquel lado desconocido [Parte dos]


.


―… Jungkook―dijo en un tono grueso.


―Lo siento, sólo… estaba tomando fotografías del detrás de escena. Me pareció… interesante―pensé que a mi excusa le faltaba peso porque, las únicas imágenes que tenía mi teléfono eran de Park. Observé la pantalla viendo como su rostro se mostraba en primer plano. ¿Debía borrarla? Apreté mis labios pensando en la posibilidad de que, si me pidieran evidencia, no tendría nada que mostrar y, si en dado caso usurpaban mi teléfono, verían mi gusto insano por Park y yo, literal, moriría de vergüenza. Seguramente sería el primer caso de muerte por esta ridícula razón. Éste asintió volviendo sus ojos hacia su amigo quien, sólo me miraba.


―No sé como no lo pensé antes… ¡Eres perfecto!―volvió su atención a mí.


―¿Cómo?―observé a ambos. Parecían confabulados, pero ni los había oído hablar.


―Ven, te necesito―se irguió percibiendo como el de cabello deslavado se sentaba en el césped.


―¿Qué? ¿Para qué?―me acerqué a él receloso. Podía oler y ver sus malas intenciones.


―Quiero que poses junto a JiMinnie. Tuve un ataque de inspiración tremendo y quiero probar algo.


―No, no, no. Yo te dije que… Te dejé en claro que…


―Cariño―hizo un falso puchero―… yo siempre te ayudo para tus trabajos y―se acercó a mí y me tomó del codo. Tironeó un poco de mi cuerpo y lo seguí en un trote torpe hacia el árbol bajo el cual estábamos trabajando. Quedé de espalda al tronco sintiendo como sus labios acariciaban la piel de mi oreja. Me encogí incómodo por aquel gesto sorpresivo―... Te regalaré un par de imágenes de Minnie en excelente calidad―inspiré por la nariz llevando mis ojos hacia la figura del nombrado quien nos observaba con sus manos aferradas a sus tobillos, su rostro mostraba curiosidad de nuestra confidencialidad―… Tengo varias donde él sale desnudo―concluyó aquel susurro con una amplia sonrisa rectangular. Lo miré con el ceño fruncido.


―…Estás mintiendo.


―Pruébame―canturreó.


―¿Por qué tendrías fotografías de él desnudo?


―Porque paso mucho tiempo con él―empujé mi mejilla con mi lengua. No había forma que dudara de TaeHyung. Menos cuando JiMin―hace un par de meses atrás―llegó diciendo que se había dado tremendo susto cuando su mejor amigo se había metido al baño y lo había fotografiado mientras se tomaba una ducha después de una exhaustiva clase.


―¿Qué tengo que hacer?


―Aceptas o ¿no?―dijo mientras JiMin nos miraba con una mano posada en su mejilla y su codo afirmado en su muslo.


―Bien… ―Tae aplaudió divertido al mismo tiempo que se giraba hacia donde se encontraba el modelo con notable semblante aburrido.


―¿Entonces, yo ya no sirvo?―cuestionó el de hebras rosadas haciendo el amago de levantarse.


―Claro que sí. Por favor, Kook, siéntate sobre el regazo de Minnie―entre cerré mis ojos mirándolo.


―No haré eso―dije volviendo al bailarín, quien cómplice con su amigo sonreía divertido.


―Vamos, hazlo. Recuerda mi oferta. No seas tímido―se rió el fotógrafo palmeando sus muslos. Un nerviosismo me carcomió las entrañas mientras Tae explotaba en carcajadas. Gruñí observándolo.


―No seas malo, Tae― Park alzó la voz.


―Ya. Okey―era una broma―. Quiero que ambos queden frente a frente. JiMin ligeramente tumbado―el nombrado hizo caso recostándose nuevamente sobre la hierba―… Eleva tu torso apoyándote sobre uno de tus codos. Con la diestra posa el fruto sobre tus labios y con tus ojos tenuemente cerrados haz una mueca satisfactoria―desde un metro de distancia, analizó el actuar de su amigo―... Así. Excelente―mi corazón se aceleró viendo aquella escena. Kim lo fotografió―. Perfecto… Acaricia con tus labios la manzana―Tae bullía de felicidad haciendo soniditos eufóricos―. Tú turno, Kookie―se volteó y cogió mi mano acercándome hacia JiMin―. Arrodíllate entre las piernas de Min y acércate a su rostro. La manzana se interpone entre ustedes y, mientras Minnie está siendo seducido, corrompido por el fruto, tú apareces en escena―observé a Park quien, bajo mi cuerpo sonreía algo, ¿tímido?


Siempre había visto a JiMin como alguien superior e inalcanzable, pero en esta posición, realmente se veía tan vulnerable; como si, por primera vez, hubiera bajado todas sus defensas frente a mí.


―… Lo miras con deseo, con hambre. Quiero ver como lujuriosamente tus ojos desvisten a tu inocente presa.


―Vamos, no muerdo―le sonreí a mi pareja de rodaje, quien rápidamente volvió a su papel de inalcanzable, pero yo había visto ese lado oculto y me había hecho adicto. Me voltee a mirar al fotógrafo regresando a mi pose inicial con mis rodillas entre los muslos del bailarín.


―Mi ropa no es adecuada. No me veo bien para esto―entoné dubitativo de aquella exposición.


―Tranquilo―murmuró metido en su cámara; seguro observaba las fotografías que tenían ya en la tarjeta―. Estás vestido de negro; el contraste con tu cabello y vestimentas es el ideal. Necesito eso. Le fruncí el ceño. Me posé sobre aquel cuerpo con cautela, cuidando de no aplastar nada, pero a pesar de mis cuidados, el chico hizo una mueca y esbozó un quejido. Yo, asustado de haberlo lastimado por mi peso―dado que era varios centímetros más alto que él y, claramente, pesaba más; sobre todo ahora que había empezado a ir al gimnasio para tonificar mi soso cuerpo―, rápido hice el amago de erguirme, pero éste rió tocando uno de mis bíceps enfundado en una sudadera de deporte ancha y manchada por óleo.


―Estaba bromeando―dijo mostrando aquella sonrisa brillante y aquellos ojos chiquitos desaparecer. Suspiré perdido en él. Esto era una mala idea―. Sólo quiero que te relajes, no me romperé…


―Bien, bebés. Como iba diciendo… Kookie es la tentación; ese fruto prohibido que mencionaba―lo observamos mientras hablaba con tanta credibilidad―. Necesito a JiMin con los ojos cerrados mordiendo aquella manzana mientras Kook, sobre él aplasta su zurda contra el césped y sobre su cabeza mientras lo mira con lujuria, con deseos de corromperlo―inspiré.


―Hagámoslo rápido―articulé serio mientras gritaba por dentro. Nunca, nunca había estado tan cerca de JiMin. Ni siquiera en mis más fantasioso sueños.  Tae estaba haciendo esto apropósito, pero no se lo podía decir a viva voz porque me podría evidenciar.


Me erguí hacia el frente mientras JiMin me observaba atento. Tomé su pequeña mano y contraje mis dedos entorno a esta. El chico de cabellera deslavada me miró, mordió su labio y rio llevando su diestra a sus labios. Nuevamente ese lado tímido… Me derretí; aquello me había enternecido. Éste siempre miraba con aquellos ojos que intimidaban; siempre asechaba y era descarado, pero que me mostrara ese lado que parecía ocultar perfectamente, me hizo relajar. Bueno, al menos no era el único cohibido por la situación en la cual Kim nos había metido.


―JungKook… Me acabas de intimidar―dijo risueño. abrí mis ojos sorprendido por sus palabras tan sinceras―. Creo que nunca hemos estado tan cerca…


―¿Acaso a Park JiMin se le puede intimidar?―alcé mis cejas coqueto y me sorprendí de mí mismo. Éste terminó mordiéndose su labio―… Creo que tienes razón―afirmé lo obvio mientras veía su boca hipnotizado. Yo quería morder sus gorditos labios.


―Kook, tú cabello. Necesito que tu rostro se vea en la imagen―asentí mirando al fotógrafo el cual estaba absorto en el lente. Coloqué aquellas hebras enmarañadas detrás de mi oreja zurda viendo como el chico, debajo de mí, entraba en personaje cogiendo la manzana que había soltado. Cerró sus ojos, la llevó a su boca mientras yo me acercaba mirándolo cuidadoso. Nunca supe si lo estaba haciendo bien, simplemente oía los clics y murmullos satisfechos de nuestro amigo―. Bien. Excelente... ¡Lo tengo!―gritó con euforia sacándome de aquel trance. JiMin me miró y luego observó a su amigo. Yo me levanté de aquel cuerpo concluyendo con aquella pequeña y efímera burbuja intima―. Gracias chicos. Son increíbles―el castaño se acercó a mí y me envolvió entre sus extremidades. Cuando Park se puso de pie, lo atrajo hacia aquel abrazo convirtiéndolo en uno grupal. Pude sentir la mano de JiMin en mi espalda baja. Aquella zona ardió y sabía que ardería por horas cuando esta se alejara.


… Pero debía entender que, aunque sintiese lo que sintiese por aquel encantador chico, yo no sería correspondido. Debía meterme en la cabeza que Park JiMin simplemente sería aquel chico el cual siempre tendría en mi corazón y, que sólo me debía limitar en verlo, admirarlo y amarlo desde lejos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).