"A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja."
¿Quien carajo era el para decir eso? Una gran pregunta que abre la puerta a una respuesta que no quiere ser escuchada. En medio de todo el dolor y el tormento de su pasado creado por sus propias decisiones, sentirse con derecho de acusar a su hermano era el colmo. Pero no era solo lo que sentía, sino que lo hacia. Acusaba a su hermano, de traición, de ambición, de debilidad...nada de lo que el mismo no había vivido en carne propia.
Tranquilamente Saga podría levantar el dedo y señalarlo de igual forma, pero no lo hacia demostrando que era mucho mejor persona que el. Pero, ¿Cual era el pretexto de señalar los errores de Saga? ¿Con que propósito lo hacia? Tal vez, por envidia....
Y si mi boca de dragón enciende la mecha
y no te gusta que diga una sola verdad
vas a usar tu prensa para aplastarme,
y a la canción de la vida vas a desterrar.
Si, sentía envidia de su hermano mayor. Saga logro reivindicar sus pecados. Saga logro perdonarse a si mismo y aceptar el perdón de sus compañeros. Saga logro seguir avanzando y aprovechar esta nueva oportunidad que se les había concedido. Saga logro ser aquel que siempre había soñado, aquel para lo que había vivido. Logro ser ese caballero de oro al servicio de Athena en el muro de los lamentos y luego en Asgard. Saga había sido, Saga es, Saga sera. El, no estaba tan seguro de compartir el mismo destino y por eso habría su boca.
Deseaba ver como su hermano perdiera el control y regresara al pasado. Deseaba que alguien se arrastrara tal y como lo hacia el. Que alguien se consumiera con la misma intensidad que el.
Pero ante cada palabra, cada gesto, cada acusación el podía verse tal y como era y sentirse humillado ante semejante vileza. Y lo peor es que Saga podía verlo también en sus ojos y por eso no respondía. Saga lo sabia. Sabia porque el reaccionaba de esa forma y solo atinaba a abrazarlo.
_No sigas Kanon. No sigas lastimándote. Es hora de que perdones, a ti, a mi, a todos...Extrae el veneno que consume tu alma y permítete ser feliz...
Ese abrazo, esas palabras....solían dejarlo al borde de las lagrimas. Tan débil, tan frágil..como si se tratara de un espejo cayendo al suelo, a punto de destruirse en miles de pedazos...solo añoraba un final. Un final para su miseria, para su dolor, para su lamento, para su vergüenza...
Al final...el silencio era la respuesta mas adecuada. Dejo caer sus brazos a los costados, agacho la cabeza, cerro los ojos y callo...dejándose abrazar, igual que cuando eran niños...
No se percato de que Saga aflojo el abrazo y se separo un poco avergonzando. No se percato tampoco que alguien mas estaba en el templo de los gemelos hasta que lo vio.
Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar.
Aioria estaba allí, mirándolos en silencio, especialmente a el.
_ Vine a buscarte. Quería caminar un poco y pensé invitarte para que me hagas compañía.
Ambos gemelos quedaron paralizados cuando lo escucharon. Saga se limito a hacerse a un lado y Kanon asintió aceptándola.
Salieron a caminar por los campos que rodean el Santuario. El león, ajeno a todo, disfrutaba el paseo en silencio mientras observaba su alrededor y se detenía de vez en cuando ante alguna brisa que jugueteaba con las flores que adornaban el camino. El gemelo, en cambio, caminaba alerta ante las miradas curiosas y los cuchicheos que ya habían empezado a oírse al verlos juntos.
_Mira!...estoy seguro que es el...
_ Si, claro. El hombre que traiciono a Athena y engaño a Poseidon..
_No puedo creer el descaro....bastardo!
Kanon sonrió ante lo que escuchaba. Habían ciertas cosas que jamas cambiaran. La fama ya estaba ganada después de todo.
A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
si mi lengua de fuego no tiene ni un pelo
y no te gusta que te cuente la realidad
vas a apuntar tu cañón a nuestras mentes
y a la canción de la vida aniquilar.
_ ¿Lo ves Leo? Esa es la fama del hombre que elegiste para dar un paseo. Probablemente manches tu reputación si insistes con esto. Hay algunas almas de las conviene mantenerse alejado.
- En realidad, no veo ni escucho nada que me interese, Géminis. No me arrepiento de haberte invitado. Si he de mantenerme alejado de alguien sera de aquellos que se atrevan a hablar sin saber...juzgar es fácil pero vivir...creo que algunos no tienen ni la menor idea de lo que es estar en nuestros zapatos.
_ Eso crees, eh?
_ Eso creo. A la mierda con todo...al fin y al cabo, no soy de los que se dejan llevar por chismes ni de los que miden a los demás por su reputación. Déjame conocerte, y cuando lo haga tomare una decisión.
_Creí que eras mas del tipo....impulsivo..
_Estoy siendo impulsivo...no te confundas...