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Mini Décimo por LeyiMuto

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Hibari se veía con malhumor sentado en la silla del Décimo Jefe Vongola y frente a este, Gokudera se veía igual de enfadado. 
 
-Vamos muchachos, Gokudera, Hibari-intento conciliar Yamamoto, aunque se veía muy serio.
 
Kyoya lo miro como si fuera a matarlo y Gokudera hizo un gesto con la cabeza.
 
-Si piensan estar asi todo el dia, no llegaremos a un acuerdo-asevero Sasegawa.
 
-A lo mejor deberíamos llamar a Dino-murmuro Yamamoto, Hibari lo observo inmediatamente-vamos Hibari, fue broma-pero Hibari no parecía estar para bromas, se levantó de la silla, con lo cual Hayato se vio satisfecho y luego, camino hacia la puerta, Lambo estaba tras esta como intentando escuchar la situación.
 
-¿No deberías estar con el Décimo?-consulto Gokudera.
 
-Está en su habitación.-Sin preguntar mas detalles, Gokudera se marchó de allí aun tenia algunos asuntos que resolver, como el intentar evitar que los miembros inferiores de los Vongolas se enteraran de lo ocurrido.
 
Por mientras Yamamoto y Sasegawa se miraron entre sí y preguntaron a la vez a Lambo, tenían un ligero presentimiento que quizás escapo de la mente de la segunda mano del jefe.
 
—Lambo, ¿Habitación de visitas o "su habitación"?-Lambo dio media vuelta despreocupado o eso pretendió aparentar ya que sentía peligro con Hibari todavía allí.
 
—Su habitación, el me pidió que lo llevara allí—y antes que los otros pudieran hacer nada, se retiró de ese lugar.
 
-¿A quién morderé primero?-bueno, tenían más de lo que preocuparse que por el hecho de que Tsuna investigara en su habitación de mayor y viera fotos viejas, el guardián más fuerte quería literalmente asesinarlos.
 
 
 
Ese dia Gokudera realmente no habia visto mucho a Tsuna y supuso, ya siendo muy tarde en la noche, que este estaría durmiendo en la habitación de invitados. Avanzaba temeroso por el pasillo y sentía todo su cuerpo bañado en sudor por los nervios, a cada paso los nervios se volvían una masa pesada en su estomago y era por el simple de hecho de regresar a su alcoba y encontrarse solo alli.
 
Desde que se había suscitado el cambio de Tsuna sentía ese terror, lo extrañaba demasiado aunque pretendía ocultarlo y sobre todo, estaba un poco dolido de la insistencia del mas joven por saber de alguien más. Abrió la puerta y tuvo mas miedo, sin embargo esto no aligero nada porque aunque al principio no parecía que nadie estuviera allí, pudo divisar por el juego de luces y sombras que alguien estaba sentado sobre la cama, mirando hacia la ventana.
 
—¿Décimo? ¿Ha regresado?-tanteo, pero no recibió respuesta.
 
El camino a la cama de unos tres o cuatro pasos se volvió repentinamente una maratón y sin ser capaz de contener sus instintos y la emoción exacerbada de recuperar a su Décimo que le correspondía en igual sentimiento, se abalanzo sobre el que aparentemente  se sentaba al borde la cama.
 
—Décimo, lo extrañe demasiado, realmente es tan importante para mí—dijo con voz suave, abalanzándose sobre el sin pedir permiso y sosteniendo el cuerpo más delgado entre sus brazos, luego dejaría la estampa de su frente en el alfombra pidiendo perdón por sus acciones.
 
—Aquí estoy...—respondió una voz igual de suave y bajita, Tsuna permanecía inmóvil con la cara roja. En esta ocasión el instinto a Hayato no le fallo, sentía a su Décimo diferente como si este nunca hubiera regresado y allí, estuviera el joven. Por lo que se aparto de el y encendió las luces a tientas, mirando enseguida en dirección a la cama y observando que Tsuna joven, rojo y paralizado también le miraba.
 
—No puede ser cierto... yo, lo siento, lo siento mucho—comenzó Gokudera y estaba a punto a arrodillarse cuando Tsuna tomo valor y se acercó, deteniendo su acción.
 
—No... yo, y-yo ahora lo entiendo, Gokudera-kun—Gokudera se sorprendió—lamento haber estado tan entusiasmado por Kyoko—que bajeza grito la mente de Gokudera, el jefe era el que estaba disculpándose, no podía permitirlo.
 
—Como cree,  todo esto es mi culpa... que usted descubriera las cosas de esta manera, siento haberlo decepcionado.
 
—Tu nunca me decepcionas—interrumpió Tsuna, se habia puesto serio pese a que aun seguía sonrojado.-Ahora se lo que debo hacer, vaya que fui muy lento y además, tú también eres muy importante... para mi—se sonrió nervioso y miro a Gokudera una vez más, aun le avergonzaba pero ahora que sabia la verdad no podía dejar de verlo y pensar en el futuro que tendrían juntos.
 
—¿Décimo?-el Tsuna del pasado simplemente se desvaneció, mientras le sonreía cálidamente, adoraba aquella sonrisa.
 

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