— ¿Sabe lo importante que es?.... ¿Al menos sabÃa que era para hoy?... Mi amigo se casa HOY y el maldito traje no está aquÃ...
Min Seok suspiraba mientras veÃa a su amigo caminar como león enjaulado con el teléfono en mano. Baek Hyung apenas habÃa llegado y lo habÃa sarandeado para luego llamar a la modista -amiga de la preparatoria- para reclamarle/amenazarle sobre el atraso de su vestimenta.
— Más te vale. — Colgó su amigo lanzándose al primer sillón que vio.
Estaban en el departamento que compartÃa con su amigo, que dentro de poco serÃa sólo suyo, ya que Min Seok se mudarÃa dentro de poco.
— Tranquilo Baek, no era necesario que le gritaras....
— ¿Te estas escuchando? — Pregunto ofendido y fulminadole con la mirada. — Hasta parece que él que se casa soy YO. Por Dios, creo que incluso envidio tu tranquilidad.
— Jajajajaja — Rió por las ocurrencias de su amigo. — Si te soy sincero también estoy ansioso y un poco molesto, pero me tranquilice cuando hable con Lu Han, Yi Xing y Tao.
— Oh, ese trÃo de chinos tienen el don para tranquilizar a las más grandes bestias. — Rodó lo ojos.
— De Tao lo puedo comprender por estar con Yi Fan, incluso de Lu que es el único capaz de detener a Se Hun, pero de ¿Yi Xing? Sólo convive con Jun Myeon y el es un pan de Dios. — Se burló para hacer sonreÃr a su amigo.
— Tienes razón, pero nuestro querido unicornio es la paz andante, aveces pienso que no conoce nada fuera de estar en las nubes. — Negó con la cabeza recordando varios sucesos con su amigo despistado, además de que conocÃa a la perfección el carácter que tenÃa. — Por cierto ¿Dónde demonios están, no se supone que deberÃan estar aquà dándote apoyo moral?
— Lu se fue a casa de Se Hun para hacerse cargo de Min.
— De él lo puedo entender, pero de los demas no. Son las damas de honor y deberÃan estar aquÃ.
— ¿Qué? — Ladeo la cabeza confundido. — Las damas de honor serán mi madre y la de Jong Dae, aparte de mi hermana. Sólo las tres. — Aclaro.
— Ah.. ah, cierto. — Sonrió tontamente. — Mejor será que esperemos el traje. — Fruncio el ceño recordando el inconveniente. — Llamaré a Tao y Xing-Xing porque estoy apunto de romper todo de la ansiedad.
Su amigo tan solo sonrió negando con la cabeza, y era él quien se casaba, vaya ironÃa.
Sonrió observando la ciudad por la ventana más cercana, estaba realmente emocionado de contraer matrimonio con el que fue y será su primer amor. No podÃa esperar a que dieran las tres de la tarde para que iniciará la ceremonia.
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Suspiro divertido al ver que Su Min cruzaba sus brazos con un puchero. HabÃa echo una rabieta por tener que bañarse, él no querÃa hacer nada aquel sábado porque era demasiado agotador estar enfermo.
— ¿Seguirás enojado? — Pregunto Lu Han mientras ponÃa un tazón de cereal en la mesa justo a lado de un jugo de naranja.
— Pero Han — Se quejó, enojarse también era cansador para el pequeño. — Yo pensé que viniste a jugar conmigo.
— Vamos a jugar. — Afirmó. — Pero primero tenÃas que bañarte, recuerda que estabas enfermo.
— Yo siempre me baño con papá. — Refunfuño tomando una cucharada de su tazón.
— El ahora está muy cansado. — El pequeño volvió a suspirar y tomar su jugo de mala gana. — Es igual cuando tu juegas hasta que se acaben tus energÃas.
— ¿Mi papá fue a jugar ayer? — Pregunto sorprendido. — ¿Y SIN MI? — Grito quedadito, de nuevo esta enojado.
— No te enojes. — Acaricio la cabeza del niño. — Se fue a divertir con personas de su edad. Con personas adultas. — Recalcó al ver que iba quejarse de nuevo.
— ¿Puedo castigar a mi papá por no pedirme permiso? — Pregunto inocentemente recordando la vez que su padre lo castigo por irse con un amigo a jugar -sin permiso- al parque cercano de su escuela.
Lu Han soltó un carcajada imaginandose la situación y sabiendo porque el pequeño tenÃa esas ideas, pues no estaba acostumbrado a que Se Hun llegará tan tarde o que se fuera de fiesta, además de haber sido criado de una manera muy recta.
— Claro que no. — Respondió aún soltando una que otra risa y antes de que reclamará continuo. — Sólo los papás pueden castigar.
— Mmm — Puso su dedo Ãndice sobre su mentón, obtando una pose pensativa. — Cuando yo se padre nunca voy castigar a mis hijos.
— ¿As� — Sonrió con ternura cuando el niño asintió frenéticamente. — No es tan fácil como parece, lo sabrás cuando seas padre. — Le guiño el ojo.
— ¿Hoy podemos ir al cine? — Pregunto tÃmido bebiendo todo lo que quedaba de su jugo.
— ¿Acaso has olvidado que hoy se casan el tÃo Min y Jong? — Lo miro confundido, aunque esperando su reacción.
— ¡Oh, claro! ¡Es hoy! — Saltó de la silla y empezó a caminar de un lado a otro en la extensa cocina. — ¿Cómo pude olvidarlo? No puedo ir en estas fachas, yo llevo los anillos... debemos ir de compras.
Lu Han trataba de esconder sus risas mal disimuladas viendo como el niño empezaba a exasperarse, sabiendo que su amigo Baek Hyun estarÃa orgulloso del drama que hacÃa por tener que lucir perfecto. Tal vez tanto tiempo con su amigo le habÃa pegado lo dramático.
— Por eso te obligue a bañarte. — Dijo lo suficientemente alto para que el niño reaccionará.
— Gracias Lu. No se que harÃa sin ti. — Lo abrazó. — ¿PodrÃas ayudarme? Seguro que papá también necesitará tu ayuda. — Dijo sonriente y guiñadole un ojo después de que Lu asintiera.
Le ayudó a lavar los trastes que habÃan usado y lo guiaba a su recámara para mostrarle todo lo que tenÃa en su clóset. Lu Han volvió a reÃr y le hizo recordar que Se Hun habÃa mandado a hacer un traje a su talla.
Siempre era divertido estar con el pequeño Oh Su Min, lo conocÃa desde que estaba en la barriga de Jung Haa Neol, a la cual no podÃa perdonar por abandonar a su mejor amigo y a tan lindo pequeño. Su Min era tan alegre y un tanto despistado como su madre, a la que siempre le tuvo un gran cariño por más que ella jamás le haya explicado su partida. Es por eso que el siempre estuvo cuidandolo y haciendo todo para aliviar aquel dolor en el pequeño corazón de Su Min cuando entró en depresión por abandonó de su madre. Le enorgullecia que el pequeño lo considera como su mayor confidente y parte de su familia.
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Mientras tanto en un restaurante muy apartado de la ciudad y con una decoración hogareña, se encontraban un par de jóvenes poniéndose al dÃa después de no encontrarse hace varias semanas, sabiendo que con la noche anterior no fue suficiente además de tener en cuenta que habÃa mucho alcohol de por medio como para hablar de cosas personales.
— ¿Asà de terrible están las cosas? — Pregunto dándole otra cortada a su filete.
— Si, ya no se que hacer, me tienen harto. — Suspiro Kyung Soo para luego beber de su copa de vino.
— Supongo que empeoró cuando se enteraron de la boda de Min Seok y Jong Dae.
— Supones bien. Mamá se puso como loca reclamandome que serÃa el único sin casarme.
— Pero sólo ellos se están casando de todos nosotros. — Opinó contrariado Jong In.
— Lo mismo les dije, pero no lo entiende. Y para empeorar las cosas mi padre no hace más que apoyarle, es más creo que ni opina si madre no se lo pide.
— Siempre supe que ese carácter que tienes no lo habÃas heredado del señor Do. — Se burló.
— No se que haré. A veces pienso que mi madre me buscará una muchacha dispuesta a casarse conmigo. — Suspiro nostálgico e ignorando la burla de su amigo.
— ¿Cuál serÃa el problema? — Pregunto cómo si nada seriamente, sabÃa que esto realmente atormentaba a su amigo pues sólo asà ignoraba sus burlas.
— Qué mis padres lo primero que podrÃan como oferta serÃa el dinero, no me extrañarÃa que dentro de poco tendrÃa varias chicas pretendiendome.
— Ya veo...
— No quiero casarme sin amor y mucho menos con una interesada.
Se quedaron en silencio mientras Jong In pensaba en pedir otro platillo y miraba de reojo a su amigo hasta que se le ocurrió una idea.
— ¿Porque no les ofreces un trato?
— ¿Qué clase de trato?
— Les podrÃas decir que si hasta los treinta no encuentras pareja, dejarÃas que ellos se encarguen. — Sonrió cuando su amigo fruncio el ceño. — TendrÃas como cinco años para buscar a la indicada.
Kyung Soo analizó la idea de su amigo, de echo era la mejor, él se habÃa hundido tanto en su preocupación que no habÃa pensado en soluciones coherentes. Observo como su amigo llamaba al mesero y pedÃa otro platillo. Sonrió agradecido.
— Me alegra que la comida haga funcionar tu cerebro.
— ¡Yah! — Se ofendió. — Se supone que debes decir "gracias." — Fruncio el ceño para luego suspirar divertido al escuchar la carcajada de su amigo.
— Gracias Jong In. — Dijo con una sonrisa sincera después de bombardearse con burlas.
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Trataba de reprimir sus impulsos de sollozae cuando vio a su amigo en el traje blanco que habÃan eligido meses atrás y darle un seguimiento de perfección.Â
— Baek ¿Porque estas llorando? — Le pregunto Yi Xing observandolo preocupado. HabÃa llegado después de la histérica llamada que habÃa echo su amigo.
— ¿Qué cosas dices? — Desvió la mirada. — No estoy llorando.
— Claro que si, al menos que te hayas puesto mal el delineador. — Lo acusó Tao que llegó junto al otro chino.
— Eso jamás. — Se quejó tratando de alejar todo sentimiento de nostalgia. — Sólo que.... — Evitó ver sus amigos, avergonzado. — Min se ve muy hermoso con su traje blanco y de la nada me llegaron todo lo que pasamos juntos...
Fue casi imposible no quebrar la voz con lo último. Los demás lo observaron con ternura y Min Seok se acercó para abrazarlo, sintiendo como sus ojos empezaban a picar y como solución lo único que hizo fue pestañear.
— Es nostálgico. — Aseguró, verse ahà después de haber pasado tanto con Jong Dae asà como con sus mejores amigos.
Baek habÃa estado con él desde jardÃn de niños, luego se habÃa unido Kyung Soo, y cuando estuvieron en secundaria Tao y Yi Xing. Lu Han habÃa llegado como último a su cÃrculo de mejores amigos, convirtiéndose en alguien importante -en poco tiempo- en su vida.
Recordaba todos los planes de Baek Hyun para lograr conquistar el corazón de Jong Dae, solto un risa conmovedora cuando todos resultaban siendo arrastrados y más hundidos que él.
Tao y Xing se acercaron y se unieron al abrazó.
— Falta Lu. — Se lamentó Yi Xing.
— Ya luego castigaremos a ese ciervo andante. — Sonrió Baek. — Y tu deja de sollozar que arruinaras el maquillaje.
— No llevo maquillaje. — Se defendió el más bajo de los cuatro. — Además Lu se está encargando de Su Min, el también es importante, recuerda que llevará los anillos.
— Aveces... — Entrecerro los ojos acusadoramente. — Defiendes mucho a Lu. Y te aseguro que si nunca nos hubieras dicho que amas con locura a Chennie jurarÃa que babeabas por nuestro ciervo.
— Qué estupideces dices. — Se burló Min Seok. Al menos habÃan cambiado el ambiente nostálgico.
— ¿No deberÃamos comer? — Pregunto Yi Xing con un puchero mientras tomaba en su celular que lo habÃa dejado en la mesa de estar.
— Cierto, tengo hambre.
— ¡No! — Se negó Baek. — PodÃamos arruinar nuestros espectaculares trajes. Además no es mi culpa que no hayan desuyunado.
Los tres restante estaban por justificarse que con la tremenda fiesta de la anterior noche no tenÃan ganas de levantarse de sus placenteras camas.
Aunque toda queja murió cuando llegó la pizza.
— No los dejarÃa morir de hambre. — Dijo Baek como si no hubiera dicho nada anteriormente.
Min Seok soltó una risa y más al ver las quejas de Tao por engañarlos de esa manera. Estaba muy agradecido de que sus amigos estuvieran junto a él en un momento tan importante en su vida.
Las dos últimas horas se pasaron volando teniendo a un Baek muy ansioso, a un Tao tomando una siesta y a un Yi Xing soltando risas tontas mientras sostenÃa su celular. Mientras él se aseguraba de perfeccionar sus propios votos.
— Cariño, ya es hora. — Se escucho la voz de su madre detrás de la puerta después de tocar el correspondiente tiempo.
— ¡Ya es hora! — Gritaron-murmurado más emocionados que el mismo novio que estaba entrando en la etapa de nerviosismo intenso.
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