Simplemente vengo a decir que tuve un problema con un comentario.
Por favor Leyla-san, creo que así era el nombre de quien me comentaba en el capítulo 2. Se me ha borrado tu rebiew sin querrer, puedes volver a comentar si lo deseas.
Dado que no te encuentro en autores esta es la única manera de ponerme en contacto contigo. Te pido disculpas por ello, no quería borrarlo, hubo un probrema con mi conexion y saberlo se me borró.
No se como conseguir recuperarlo. De verdad que no quería borrarlo, me había alegrado mucho comentario, donde decía que era de las mejores que habías encontrado, eso fue todo un halago para mí.
Así que si les esto, por favor, vuelve a comentat para que pueda responderte como es debido.
esto debe tener más de 500 palabras :´D
Dejaré un pequeño diálogo.
Lugonis:--mirando una foto de las nalgas de Radamanthys-- son perfectas..
Radamanthys:--llega por detrás y ve la foto-- ¿Eso crees?
Lugonis:--pega un grito y la foto y cae al suelo-- ¡¿R-Radamanthys?!
Radamanthys: ¿Y quién si no? --alzó uno de los lkaterales de su única ceja-- ¿Qué hacías con esa foto?
Lugonis: a-ah... --no sabía que responder.-- Yo solo...admiraba tus nalgas..
Radamanthys:--se acerccó a él y le cogió sus nalgas empezando a masajearlas-- Uhmmn...pues las tuyas parecen ser mejores...
Lugonis:--muy sonrojado jadeó un poco-- P-pero las tuyas...
Radamanthys:--le calló los labios con un beso y luego solo le acorraló en la pared-- Vamos a probarlas.
Radamanthys arrastró a Lugonis hacia la habitación y luego cerró la puerta. Ya que Lugonis insistía que sus nalgas eran perfectas le haría ver que las suyas preferidas eran las del caballero de piscis. Una vez en la habitación Radamanthys desnudó a Lugonis y le ató las manos a la cama admirando dicho cuerpo. Su mano se deslizó por su pecho rozando con la llema de los dedos aquella suave fiel, la cual dejaría llena de marcas de sus dientes. Lugonios jadeó sonrojado y miró a los ojos a Radamanthys, estos brillaban con un tono carmesí. Había despertado a la bestua.
Y así fue como Radamanthys le dejó bien claro a Lugonis de quien eran las mejores nalgas. Lugonis acabó en la cama con todo el cuerpo lleno de marcas de los dientes de Radamanthys, pero donde más se notaron fueron en sus nalgas. Radamanthys había dejado sus glúteos más que marcados: arañazos, mordidas, etc. Había sido una buena noche, donde había hecho gritar su nombre muchas veces hasta saciarse por esa noche. Lugonis Alzó la cabeza con los cabellos revueltos. Le dolía todo.
Lugonis: ¿era necesario dejarme sin andar?
Radamanthys:--ya vestido y duchado—si, es u castigo por lo de ayer.
Lugonis: ¡pero si era una simple foto!
Radamanthys: mis nalgas, no me gusta verlas en ninguna foto, ¿queda claro?—su voz sonó seria y firme—
Lugonis:--asintió mientras se ocultaba entre las sábanas. A veces Radamanthys daba algo de miedo.—
Al verle medio asustado, Radamanthys se acercó a él y le destapó para verle a los ojos y sonreírle y tumbarse encima de él. Amaba besar dichos labios con furor.