Sang Hyun estaba parado en el balcón, mirando la niebla debajo y todo a su alrededor. Podía sentir… algo llamándole, algo tirando de él.
-Mira, Yu Hon cree que debería dejarte solo. -Tey salió al balcón-. Y tú crees que soy una especie de mediador. Eso está muy lejos de la verdad.
Sang Hyun se giró y colocó su trasero en la barandilla de mármol. -No quiero que me molesten ahora, Tey.
Tey apoyó su espalda contra la pared. -Sé que no quieres. Estaría bien para ti si nunca habláramos de sentimientos en absoluto. Para decirte la verdad, no soy un tipo de sentimientos. Pero reconozco un obstáculo cuando lo veo.
-¿Soy un obstáculo?
-No intentes pelear conmigo, Sang Hyun. Sabes que eso no es lo que quise decir. Mira… -Tey levantó una pierna y la paso por la barandilla- desde que descubrí que Yu Hon era mi compañero, estuve luchado contra la soledad durante dos malditos años. Eso es muy duro para un chico. Pero ahora que le tengo de vuelta en mi vida…
-Estoy en el medio -Sang Hyun debería haber sabido que estos dos no podrían derribar sus murallas y ver a través de su exterior duro el anhelo que se encontraba dentro de él.
-Sigue poniendo palabras en mi boca y voy a azotar tu culito -Tey amenazó. -Tú puedes pensar algo mejor que eso ¿verdad? -El lobo sacudió su cabeza-. Ese no soy yo, Sang Hyun. Yo no quiero hacerte daño. Todo lo que quiero es una oportunidad contigo.
Girándose, Sang Hyun cruzó los brazos sobre su pecho y miró al abismo. No confiaba en ninguno hombre. Infiernos, no los conocía. Incluso aunque había estado alrededor de Yu Hon durante dos años, nunca había conseguido conocer al hombre. ¿Y ellos querían que confiara en ellos? Sólo porque los tres fueran compañeros no quería decir que automáticamente encajaran juntos. Eso no significaba que podría confiarles su vida o su corazón.
-No eres muy romántico.
Tey se rio entre dientes y Sang Hyun se giró para mirar al tipo. -No, no lo soy. No puedo hacer una rima ni para salvar la vida o recitar nada medio romántico. -Se separó de la pared, acercándose-. Pero yo sé lo que quiero, Oh Sang Hyun .
Sang Hyun trago. -¿Y qué es eso?
-Ese pequeño tipo que cree que no es lo bastante bueno para nadie, pero que está equivocado. Yo veo más allá del áspero exterior. Veo al hombre que quiere ser. Nunca te permitiste ser tú mismo. Siempre tuviste que mantener las apariencias debido a tu entorno -Tey sujeto la cara de Sang Hyun-. ¿Por qué no bajas la guardia y ves como es el Sang Hyun real?
Sang Hyun quito su barbilla de las manos de Tey. -No sé ni quien es el verdadero Sang Hyun. He sido un soldado de Daniel Henney por tanto tiempo que me siento… -Se mordió el labio inferior mientras se giraba hacia la barandilla del balcón.
-¿Perdido? -Tey dijo-. Lo sé. Pero inténtalo. Tal vez descubras tu verdadero yo
Sang Hyun escuchó como Tey se alejaba. Lo que el shifter de lobo le pedía era aterrador. Sang Hyun no estaba acostumbrado a bajar la guardia, solía ser duro como una roca.
No sabía cómo ser vulnerable.
-¿Quién eres tú, el poli bueno o el poli malo? -La voz de Sang Hyun era baja y controlada mientras observaba a Yu Hon salir al balcón-. Ahórratelo. El Dr. Phil ya me dio un discurso.
-El Dr. Phil. Eso es bonito. -Yu Hon inclinó su cuerpo grande contra el marco de la puerta. Aquellos viejos sentimientos volvieron, los sentimientos de Sang Hyun queriendo ofrecerse a Yu Hon. Pero no iba a jugar de nuevo. Podría haber tenido sexo, pero eso fue por el calor del momento. Sang Hyun estaba recuperándose y no estaba del todo centrado.
Hubo un tiempo en el que él hubiera dado cualquier cosa por estar con Yu Hon. Pero el hombre le había mentido durante dos malditos años, había mirado a Sang Hyun como si fuera un pedazo de mierda. -Déjame en paz. Yo soy un hombre que está buscando su propio camino en la vida. No te necesito ni a ti ni a Tey.
-No, eres un desastre esperando no tropezar con tus propios pies la mitad del tiempo. El muro se ha roto, y yo soy el hombre que te ayudará a pararte y dar un paso hacia adelante.
-No hay forma de que lo de en dirección a ti. No puedo confiar en ti. Y yo no puedo confiar porque me mentiste durante dos años. Eres un maldito policía.
-¿Te mentí? -Yu Hon preguntó con incredulidad-. Qué se suponía que hiciera, ¿decirle a alguien en la organización de Daniel Henney que era un agente encubierto y luego esperar que no revelara mi secreto?
-No te hubiera delatado -Sang Hyun contesto.
-¿Y cómo lo iba a saber yo? -Yu Hon pregunto-. ¿Se supone que yo arriesgara mi vida para poder meterme en tu cama?
Cuando Yu Hon lo expuso de ese modo, sonaba egoísta. Pero Sang Hyun estuvo solo la mayor parte de su vida, y cuando se dio cuenta de que Yu Hon era su compañero, bueno… Él no fue capaz de pensar en nada más que en estar con el hombre. Pero en aquel momento, pensaba que Yu Hon era igual que él, alguien siendo utilizado por Daniel Henney. -Yo pensé que nosotros éramos almas gemelas -Sang Hyun confesó-. Pensé que tú me entendías.
-Lo hago -dijo Yu Hon mientras salía por la puerta y se acercaba a Sang Hyun-. Confía en mí cuando te dije que entendía tus circunstancias. No era culpa tuya.
Sang Hyun quería creer a Yu Hon y a Tey. Cada parte de él anhelaba rendirse y confiar en ellos.
-No puedes seguir así. -Yu Hon abrazo a Sang Hyun y esta vez, Sang Hyun no luchó para escapar. Todo lo que Sang Hyun alguna vez había querido era ser aceptado, saber que tenía aunque solo fuera una persona a su lado. Ahora tenía dos compañeros que le decían que ya no estaba solo. Dos compañeros que le decían que no lo juzgarían.
¿No era lo que había querido desde el principio? Pero dejarse ir resultaba aterrador. -Yo solo… -Sang Hyun no sabía que decir.
-Serás aceptado y amado, no juzgado. -Yu Hon dijo-. Nadie tiene nada contra ti, Sang Hyun, solo tú. Tú eres el único que se está castigando -Yu Hon agacho la cabeza y puso sus labios sobre los de Sang Hyun-. Ni Tey ni yo pensamos menos de ti.
Sang Hyun presionó su espalda contra la barandilla cuando sintió el calor del cuerpo de Yu Hon envolviendo el suyo. -Tengo miedo, Yu Hon.
-Lo sé, bebe -Yu Hon levantó a Sang Hyun y lo llevó en brazos al cuarto-. Pero tarde o temprano veras que ni Tey ni yo vamos a lastimarte o juzgarte. No soy un ángel exactamente, lo sabes.
-Yo tampoco -dijo Tey mientras cerraba la puerta detrás de ellos-. Ninguno de nosotros lo somos. Pero no puedes decirme que no sientes la conexión entre nosotros, que no sabes lo que significa ser compañeros.
Sang Hyun sentía la conexión. La había sentido la primera vez que puso sus ojos en Yu Hon y también cuando conoció a Tey, pero él había estado luchando en contra. No había querido estar acoplado a dos hombres que tenían sus vidas juntos. No cuando él se estaba desmoronando, lo había estado haciendo durante un tiempo muy largo.
Él no sabía cómo iba a hacer dinero ahora. Aunque Daniel Henney no le había pagado mucho, Sang Hyun había vivido en la casa como todos los soldados de Daniel Henney, así que no tenía que pagar cuentas. No sabía nada, donde iba a vivir o cómo sobreviviría y él no iba a asumir que estos dos se ocuparían de él.
Sang Hyun no quería que nadie cuidara de él. Él quería estar sobre sus pies. Pero también estaba cansado de estar solo. Era cierto. Quería a alguien a su lado, alguien que realmente se preocupara por él.
-No tienes que pensar en ello ahora -dijo Hon mientras apartaba el pelo de los ojos de Sang Hyun. El tacto era tan tierno que Sang Hyun tuvo que contener las lágrimas-. Tomate tu tiempo. Sólo quiero saber que vas a pensar sobre lo que nosotros te estuvimos diciendo.
Sang Hyun solo pudo asentir. Tenía miedo de que si hablaba se rompería y empezaría a llorar y eso era algo que no quería hacer.
-Vamos -dijo Tey mientras agarraba la mano de Sang Hyun-. Yo descubrí un televisor jodidamente bueno detrás de una de las paredes. Estoy seguro de que hay algo que podamos ver.
Yu Hon preparó una película mientras Tey se tumbaba en el sofá y tiraba de Sang Hyun hasta que ellos estuvieron acurrucados. Sang Hyun nunca se había acurrucado antes en su vida. Yu Hon agarró el mando del televisor y se sentó junto a Sang Hyun, poniendo los pies de Sang Hyun sobre su regazo.
Eso era… acogedor.
Ninguno de ellos trataba de seducir a Sang Hyun. Los tres vieron una película de acción como si lo hiciera todos los días. Sang Hyun finalmente se relajó, acurrucándose contra Tey mientras estiraba sus piernas sobre el regazo de Yu Hon. Él pasaba sus grandes manos por las piernas de Sang Hyun, y eso se sentía bien, agradable.
Tal vez podría confiar en ellos. Parecía que Yu Hon y Tey realmente querían hacer esto. Sang Hyun respiro hondo y decidió que tal vez podría quitar unos pocos ladrillos del muro que le protegía, solo los suficientes para dejar que sus dos compañeros echaran un vistazo dentro.
* * *
-Esta maldita bañera es más grande que mi apartamento -Tey dijo mientras se reclinaba de nuevo-. Bueno, no tan grande, pero es increíble.
Tenía que seguir recordándose que Sang Hyun estaba tomándose las cosas lentamente y que él no podía violar al hombre en la bañera, incluso aunque ese fuera el único pensamiento en su cabeza.
Tey estaba en el lado opuesto de Yu Hon y Sang Hyun en la bañera. Aunque Yu Hon seguía lanzándole miradas calientes, Tey fingió que no se daba cuenta.
Sang Hyun suspiro. -Todo lo que tuve fue una ducha. Me siento como si estuviera en una piscina.
Esto era lo más relajado que Tey había visto a Sang Hyun. No quería arruinar los sentimientos recientemente descubiertos del tipo intentando pervertir al hombre. Pero observar a Sang Hyun por ahí nadando, ver toda esa piel perfecta, tenía los colmillos de Tey amenazando con emerger.
Tuvo que agarrarse a la bañera para impedir lazarse fuera llevando al hombre con él. Sabía que estaba viendo al verdadero Sang Hyun y no quería arruinar el momento.
-Estuve en una bañera de este tamaño -dijo Yu Hon-. Pero nunca tuve una vista tan exquisita antes. Yu Hon guiño un ojo a Tey antes de volver su mirada a Sang Hyun.
Cuando Sang Hyun nadó junto a él, Tey levantó sus piernas y uso uno de los dedos de su pie para acariciar el estómago de Sang Hyun. No pudo evitarlo.
Trataba de comportarse. Realmente lo intentaba. Pero un hombre solo podía resistir la tentación por un tiempo.
Sang Hyun giró y salpicó agua hacia Tey, quien escupió y limpió las gotas de sus ojos antes de gruñir. -Dos pueden jugar a este juego.
Los ojos verdes de Sang Hyun se ampliaron antes de dirigirse hacia Yu Hon.
-No va a ayudarte -le advirtió Tey antes de agarrar a Sang Hyun por la cintura y tirarle a la mitad de la gigantesca bañera-. Ríndete.
-Nunca -Sang Hyun gritó antes de que Tey levantara a su pequeño compañero en el aire y luego le dejara caer. Yu Hon todavía estaba descansando en el otro lado de la bañera pero comenzó a reír cuando Sang Hyun emergió, farfullando.
Se giró y trato de escapar antes de que Sang Hyun le capturara. El hombre salto sobre la espalda de Tey e intento hundirle. Tey se volvió, enviándolos a los dos bajo el agua, girándose y agarrando a Sang Hyun antes de resurgir. El hombre se aferraba a Tey, su dura polla encajada entre sus cuerpos.
Se aclaró la garganta y trató de dejarlo ir, pero Sang Hyun había envuelto sus piernas alrededor de la cintura de Tey y rodeaba con los brazos sus hombros. Sang Hyun lo miró con calor en la mirada, ojos que mostraban tanta emoción que Tey estaba seguro en lo que estaba pensando. Las manos de Tey se deslizaron sobre la espalda de Sang Hyun, terminando en su culo.
-Puedo ver tu diabólico plan. Planeas distraerme con besos antes de ahogarme.
-Si. -La voz de Sang Hyun estaba sin aliento-. Me descubriste.
Tey no hizo nada para detenerlo. Con Sang Hyun en sus brazos, podía ahogarle y a Tey no le importaría. Esto no era sobre Tey y Yu Hon persuadiendo a Sang Hyun para que se emparejara con ellos. Sang Hyun había venido voluntariamente a él.
-Entonces ahógame -dijo Tey antes de ahuecar la cabeza de Sang Hyun y tirar del tipo más cerca-. Haz cualquier cosa que quieras hacer conmigo.
Una sonrisa cruel apareció en la cara de Sang Hyun antes de arrojarse a sí mismo y a Tey hacia el fondo. Lo liberó y luego nadó lejos. Tey salió del agua, mirando al pequeño shifter de gato.
Sang Hyun se estaba riendo, y Tey podría quedarse ahí, hipnotizado por el brillo de los ojos y por el musical sonido que hacía eco a través de la habitación. Incluso los ojos de Yu Hon se habían ampliado y suavizado ante la risa de Sang Hyun.
-Ese realmente era mi plan -dijo Sang Hyun antes de ir hacia Yu Hon y agarrarle. Presionó la espalda de Sang Hyun contra su pecho y llevó los brazos de Sang Hyun a los lados.
-Adelante -Yu Hon dijo a Tey-. Obtén tu venganza. -Sang Hyun giró la cabeza y miró a Yu Hon-. Ah, ya veo cómo es esto. Ambos van en equipo contra mí. Recuérdalo cuando el próximo a quien ahogue seas tú.
Tey estaba pensando en hacerle cosquillas… incluso pensó en tirarle en medio de la bañera y conseguir así su venganza. Pero las bromas juguetonas habían encendido un fuego dentro de él, y Tey no podía estar más tiempo sin el contacto de su compañero más pequeño. Se levantó en toda su altura, su erección sobresaliendo, ahí delante de la cara de Sang Hyun. No dijo una sola palabra esperando a ver que hacía el shifter de gato.
-Maldición -susurró Yu Hon.
Sang Hyun lamió sus labios mientras miraba a Tey, sus ojos penetrantes.
-Chúpalo -Yu Hon dio la orden en un susurró.
Tey movió la cabeza. -Que sea su elección. -Él quería saber, necesitaba saber que era lo que Sang Hyun quería hacer. Tey continuó parado ahí, sus músculos tensos, tuvo que esforzarse para no moverse. No fue fácil. No cuando estaba mirando hacia abajo al conjunto completo de labios deliciosos.
Sang Hyun se movió adelante, luchando contra el agarre de Yu Hon, pero este no lo soltó. Era lo más erótico que Tey había visto. Agarró su erección, le dio a la caliente polla unos buenos tirones antes de dirigir la goteante cabeza hacia los labios de Sang Hyun. -¿Es esto lo que quieres?
Gimiendo, Sang Hyun separo sus labios y luego saco su lengua atrapando el líquido transparente que se filtraba desde la cabeza de la polla. Tey gimió mientas se movía un poco más cerca. Su respiración entrecortada cuando los labios de Sang Hyun chuparon su polla, sólo la cabeza, pero era lo suficiente para hacer que Tey se estremeciera.
Las manos de Tey agarraron el cabello húmedo de Sang Hyun mientras sus piernas temblaban. Los ojos de Tey buscaron los de Yu Hon mientras su compañero lamia y lavaba su polla.
Joder. No había planeado tener sexo cuando los tres se metieron en la bañera. Pero no había una forma en el infierno de que Tey se retirara ahora.
Casi se cayó hacia atrás cuando Yu Hon se movió a un lado y se unió a Sang Hyun, lamiendo su saco. Se hubiera caído si Yu Hon no hubiera colocado su brazo alrededor de su cintura para sostenerle en su lugar. Ambas lenguas azotaban a lo largo de la erección de Tey, haciéndole marearse mientras gemía en voz alta.
Y entonces Yu Hon deslizó dos dedos mojados dentro del culo de Tey. Tey estaba en el borde, chillo, listo para caer. Yu Hon agarro el saco de Tey y dio un ligero tirón mientras Sang Hyun lo tragó hasta el fondo de su garganta. Arqueando la espalda, Tey clamó mientras se corría en la garganta de Sang Hyun. Su cuerpo exhausto mientras sus piernas se volvían gelatina.
Tey tuvo que parpadear un par de veces para despejar su cabeza. Lo que esos dos le habían hecho había sido intenso y su cuerpo seguía sintiendo el zumbido de la liberación. Su cuerpo temblaba levemente mientras Tey miró como Yu Hon giraba a Sang Hyun Se inclinaba al shifter sobre el borde de la bañera. Los ojos de Tey automáticamente fueron al bien formado culo de Yu Hon.
La vista hizo que sus colmillos se alargaran.
Sang Hyun estaba gimoteando mientras extendió sus piernas más amplias. Tey salió de la bañera, corrió a la sala, agarrando el lubricante y volviendo rápidamente. Él saltó a la bañera como si estuviera tratando de salvar a un hombre de ahogarse, apresurándose antes de perderse algo.
Yu Hon extendió su mano, y Tey exprimió una abundante cantidad de lubricante en los dedos del hombre. Yu Hon le gruño a Tey, con promesas en sus ojos antes de que introdujera sus dedos profundamente en el cuerpo de Sang Hyun.
Sang Hyun gritó cuando sus dedos se aferraron alrededor del borde de la bañera. Tey estaba jadeando. Aunque habían tenido sexo antes, esto era diferente de algún modo, más íntimo. Se sentía como un voyeur mirando a una pareja teniendo sexo. Él se sentía dividido, por una parte quería participar, pero por otra estaba demasiado absorto en lo que sus compañeros estaban haciendo.
La cabeza de Sang Hyun se agitó de lado a lado, y parecía como si estuviera tratando de salir de la bañera. Usando su mano libre, Yu Hon sujeto el hombro de Sang Hyun manteniéndole en su sitio.
Estaba cautivado, fascinado, y aunque él había encontrado su liberación solo hacia un momento, su polla estaba creciendo mientras veía a Yu Hon dominar a Sang Hyun. La vista era sensual y salvaje. Yu Hon era casi el doble de grande que Sang Hyun. Tey se movió un poco para ver los dedos de Yu Hon sumergirse profundamente en el cuerpo de Sang Hyun.
Girando su cabeza, Yu Hon miro fijamente a Tey, y Tey pudo ver algún tipo de necesidad en los oscuros ojos del hombre. ¿Yu Hon dejaría que Tey le follara? Sólo había una manera de averiguarlo. O bien Tey terminaba enterrado profundamente en el hombre o bien luciendo un ojo morado.
Estaba dispuesto a correr el riesgo.
Después de lubricar sus dedos, Tey dejo la botella en el borde de la bañera y luego se colocó detrás de Yu Hon. Puso una mano en el centro de la espalda de Yu Hon y le susurró, -¿Puedo?
Yu Hon encontró la mirada de Tey antes de dar un imperceptible asentimiento. La emoción cruzo a través de Tey, y su cuerpo se agitó al Tensarse mientras bajaba su mano y rodeaba la estrecha entrada con sus dedos.
No estaba seguro, y tenía que saberlo. -¿Nunca has dejado a nadie hacerte esto antes?
Yu Hon negó .
Tomando una respiración profunda, Tey introdujo lentamente sus dedos dentro de su compañero. Tuvo que apretar los dientes mientras sentía lo apretado que estaba. Yu Hon gruñó y Tey apoyo su frente contra la espalda.
Despacio, despacio, despacio.
Tey enterró un dedo profundamente dentro de su compañero y esperó hasta que el cuerpo de Yu Hon se ajustó a la invasión antes de deslizar un segundo dedo al lado del primero. Sang Hyun continuaba gimiendo y retorciéndose mientras Tey movía sus dedos buscando la glándula del tamaño de una nuez, Yu Hon dio un bajo gruñido.
Tey no paró. El continuó acariciando el punto caliente de su compañero mientras extendía al hombre, introduciendo otro dedo. Tey mordió el hombro de Yu Hon pero no rompió la piel. Sus colmillos se deslizaron a lo largo de la suave piel mientras su polla le suplicaba por entrar. Se sentía como una bestia salvaje, listo para reclamar lo que era suyo, listo para enterrar profundamente su polla dentro del culo de Yu Hon.
Pero tenía que tomarlo con calma. Esto le estaba matando, pero nunca haría nada para herir a su compañero. A ningún compañero.
Tey vio como Yu Hon sacaba su mano libre. La mano de Yu Hon se movió entre su cuerpo y el de Sang Hyun antes de que Sang Hyun gritara. Yu Hon se había enterrado profundamente en el cuerpo de Sang Hyun. Empujando un par de veces antes de calmarse. Miró sobre su hombro a Tey, como si le dijera que estaba preparado para él
Lamiendo sus labios secos, Tey sacó sus dedos. Joder. Estaba nervioso y temía hacerle daño. Pero el anhelo en los ojos de Yu Hon obligaba a Tey a agarrar el lubricante y preparar su polla antes de arrojar la botella al agua.
Asintiendo para sí mismo, Tey se apodero de su erección y encajo la cabeza de su polla en el pliegue del culo de Yu Hon. Los ojos de Tey se cerraron lentamente mientras empujaba hacia delante. La cabeza atravesó el apretado anillo de músculo y Tey se estremeció.
Yu Hon se giró hacia atrás, Tey sintió la tensión en los músculos del hombre. No se movió. No respiró. Esperó a que Yu Hon empezara a empujar dentro de Sang Hyun, permitiendo que el tipo estableciera el ritmo. Como Yu Hon se follaba contra la polla de Tey, sus manos exploraban la espalda de su compañero, los bíceps gruesos y sus caderas estrechas. Tey no podía no tocarlo.
Quería conocer cada centímetro. Ellos estaban enterrados profundamente en la cueva, sin tener idea del resultado, sin embargo lo único en lo que Tey podía pensar era en vincularse con estos dos… profundizar su conexión. Tey se cerró al mundo, sus problemas y la sentencia de muerte que pendía sobre la cabeza de Sang Hyun. Cerró la puerta a todo esto mientras se ahogaba en este momento.
Ansió a Yu Hon durante dos largos años, y ahora que lo tenía, que se joda el mundo. Sabía que Sang Hyun no cambiaría en una noche, y sabia que Yu Hon todavía estaba luchado por entender el mundo al que había sido lanzado, pero él también tenía sus luchas. Estaba aterrado de despertarse una mañana y que Yuhon y Sang Hyun se hubieran ido. No les había dicho a ninguno de ellos su miedo, no podía.
El tiempo ayudaría a aliviar sus preocupaciones. Ambos hombres estaban pasando lo suficiente y Tey no quería colocar más carga sobre sus hombros.
Coloco sus manos sobre los hombros de Yu Hon, y comenzó a empujar profundo, duro. Su polla estaba encajonada en un puño apretado, y tuvo que luchar para no correrse tan pronto. Pero no era fácil. Joder, no era fácil.
Tan duro como Tey trataba de mantener su orgasmo a raya, Yu Hon tenía otros planes. Su compañero empezó a acelerar su ritmo, moviendo sus caderas con fuerza. Su eje conducido profundamente en el cuerpo de Yu Hon y pronto Tey se movía más rápido.
Sang Hyun gritó primero, su cuerpo sacudiéndose. Tey no estaba seguro de si era el agua o el sudor lo que goteaba por la espalda de Yu Hon. Sang Hyun se derrumbó contra el borde de la bañera antes de que Yu Hon se levantara. Tey perdió el agarre y cayó hacia atrás. Yu Hon se giro, colocando su espalda contra la bañera. Tey se movió, alzando las piernas del hombre en sus brazos antes de conducir su polla en el culo de Yu Hon. Sang Hyun se revolvió alrededor y entonces se trago la polla de Yu Hon mientras Tey jodía al hombre como si le fuera la vida en ello.
-¡Mierda! -Yu Hon grito mientras su culo exprimía la polla de Tey, ordeñándola, haciéndole casi imposible moverse.
Tey sentía el apretado anillo de músculo de Yu Hon pulsar y sabia que el hombres se estaba corriendo. Todo lo que podía hacer era esperar hasta que el fuerte agarre se aflojara antes de martillear dentro.
-¡Joder! -Tey gritó mientras su cuerpo explotaba. Hundió sus colmillos profundamente en el hombro de Yu Hon, manteniendo su empuje mientras se deshacía y cada gota de su semilla era arrojada de su cuerpo. Dejando sus colmillos libres, Tey jadeaba por aire y entonces colapsó encima de Yu Hon.
Brazos musculosos rodearon a Tey mientras Yu Hon besaba su sien. Cuando sintió que finalmente podía respirar, se separó. Los tres comenzaron a bañarse unos a otros de manera lenta, pausada.
Se tomaron su tiempo, hablando, riendo y disfrutando del tranquilo momento mientras el mundo se venía abajo fuera de su pequeño santuario.
Continuara....