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78. Yu Hon (10) por dayanstyle

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-Tengo una denuncia contra tu hijo por sobrepasar el  límite  de  velocidad dentro del vecindario. -Los ayudantes Tey Han y Jin Wook estaban en el porche amarillo y blanco de la    casa del Sr. Perry.

                       

-Se lo he dicho al chico. -El Sr. Perry  hizo  una  mueca-.  Él  sabe todas las reglas. Me aseguré de que él conozca todas las    leyes.

 

-Al  parecer  olvidó  que una es no sobrepasar los límites de velocidad.

-Tey descansaba su mano sobre la culata de su arma, apoyado contra el porche en una pose relajada-. Esto es solo un aviso,   Chuck.

 

-Entiendo.  -El Sr. Perry asintió-. Me ocuparé de mi hijo.

 

-Lo agradezco -Tey toco el ala de su sombrero e inclinó su cabeza antes de salir del porche. Anduvo con paso cuidadoso y directo  al  coche  patrulla. Jin Wook a su  lado.

 

Tey se sentó allí por un momento, pensando en Yu Hon. Era  algo que hacía a menudo desde que el agente se fue de la  ciudad.  El  Sheriff  Shin  Changmin  le dijo a Tey que Yu Hon volvería, que iba a casa a resolver algunas cosas. Pero eso había sido hace más de dos años. No había tenido la oportunidad de decirle a Yu Hon que era su pareja. Él pensaba que el otro chico había sentido la conexión, pero al parecer    se había estado engañando.

 

Arrancando el motor, Tey salió a la carretera. Recorrió el tranquilo vecindario, observando las calles para detectar cualquier signo de los Hell Hounds. No era que él se encontrara en ese tipo de patrulla, pero desde que el caso había estallado aquí no hacía demasiado tiempo, Tey estaba en alerta máxima.  Todavía tenía que cumplir con  sus tareas  ordinarias,  como decirle   al Sr Perry sobre su hijo, pero el Sheriff Changmin les había dicho a todos  los  ayudante que mantuvieran sus ojos y oídos bien abiertos. Y sí veían algo sospechoso, llamaran  a  Yasuo Kangnam.

 

Changjo había puesto a Kangnam a cargo de la  investigación  de  los  Hell  Hounds dos años atrás, después de que Kangnam  se  emparejara  con  Kiseok  y  Jong Su. Ver al hombre sólo le recordaba que Yu Hon no   estaba.

 

Tey había excedido sus límites conduciendo y se sentía un poco hambriento. El almuerzo estaba a la vuelta de la esquina, y él y Jin Wook ya se habían puesto de acuerdo para comer en   JungKook`s.

 

-Mi esposa sigue pidiéndome que te invite a cenar -Jin Wook dijo entrando en conversación-. Soy testigo de que ahora ella está intentando organizarte una cita con su prima   Mina .

 

-Tú sabes que soy gay -Tey   respondió.

 

-Díselo a mi mujer, eso no la detendrá en su intento de que dejes tu estado de soltero. Confía en mí, estuvo  pensando  en  enrollarte  con  su  hermano, pero no dejaría ni que mi perro se acercara al chico. -El hombre se estremeció-.  Le diré que rechazaste la invitación una vez   más.

 

Tey soltó una risa. -Gracias. Corta esto de manera suave. -Se había reunido con la mujer de Jin Wook muchas veces, ella era una mujer dulce y sus intenciones eran buenas, pero no iba a permitir que ella le  buscara  pareja  cuando él ya tenía un compañero. Jin Wook era extraño, pensó.  Él  nunca  se refería a Cho Ah como su compañera, solo su esposa. Nunca había oído sobre shifters en una relación así  antes.

 

Cada uno con lo  suyo.

 

 

Sí él decía que ya había encontrado a su pareja, ella le dejaría  en  paz,  pero después le asediaría sin descanso para  saber  más  sobre Yu Hon  y por qué  él no estaba aquí.

 

Tey podía prescindir de ese tipo de   investigación.

 

-Se está acercando la fecha, ¿verdad? -Tey pregunto mientras conducía alrededor de la calle, haciendo su mejor  intento  para  cambiar  de  tema. Sabía que Jin Wook estaba nervioso acerca del nacimiento de su primer cachorro. El hombre estaba orgullosísimo pero entraba en pánico cada vez que Cho Ah llamaba.

 

Jin Wook sostuvo su rostro. -No me lo recuerdes. Sigo  teniendo  pesadillas sobre ella entrando en trabajo de parto y su hermano es el  que  aparece. ¿Qué tipo de mierda retorcida es esa?  ¿Por qué sigo teniendo sueños  en los que ella da a luz a su  hermano?

 

-Porque tú no puedes soportar al tipo -Tey se burlo-. Y ella  mantiene la amenaza de que le permitirá  mudarse con   ustedes.

 

Tey redujo cuando vio un  coche  aparcado detrás de la tienda  de ropa de Lassiter. El propietario, estaba de vacaciones. No debería de haber nadie aparcado allí. Pride Pack  Valley  estaba  teniendo  problemas  con  el exceso de Hell  Hounds  últimamente, pero esos animales no  conducían.

 

Aún así, aparcó cuidadosamente junto al coche que solo  estaba  ahí  parado. Tey caminó lentamente por el lado del conductor. ¿Qué joder? ¿Era Yu Hon él que estaba en el asiento del   conductor?

 

¿Y quién  era el  hombre  en  el  asiento del  acompañante? Esto  no   tenía  ningún  sentido  para  Tey.  No  había  visto  al  tipo  en  más  de  dos  años    y ¿encontraba a su pareja durmiendo en un coche con algún    otro hombre?

 

 

-¡Eh!, no es ese…

 

Jin Wook no tuvo oportunidad  de terminar lo que  estaba diciendo. Yu Hon  se había despertado, su pistola en frente de la cara de Tey en cuestión de segundo. Era extraña la rapidez con el que el hombre había reaccionado. Su revólver era compacto, fácil de manejar y mortal. Yu Hon no flaqueaba, no parpadeaba y no parecía ser completamente consciente  de  que  era  Tey  el que estaba en su puerta. Él estaba observando a Tey tranquilo, serio, inquebrantable.

 

-Tranquilo ahora. -Tey levanto  sus  dos  manos,  mostrándole  a Yu Hon que no estaba armado-. No estoy aquí para hacerte daño. Simplemente estoy comprobando si necesitan cualquier tipo de   ayuda.

 

Yu Hon pestañeó y, a continuación, bajo su arma. Su  cabeza  giro hasta  mirar al pasajero, que se había despertado, mirando primero a Tey y luego a Jin Wook. Tey no conocía al tipo, pero él tenía escrito astuto por todas partes. Su cabello castaño claro cubría la mitad de su rostro, mostrando un único ojo verde. La palabra que le vino a su mente era…    lindo.

 

Yu Hon, por otro lado, parecía nervioso. Sus ojos oscuros recorrieron todo    el callejón antes de volver a aterrizar en Tey. No le prestó  ninguna atención  a Jin Wook, pero Tey podría decir que el otro ayudante no había sido descartado. Así no era como había imaginado que volvería a  ver  a  su compañero. Especialmente no con un lindo tipo acurrucado en el asiento junto a él, una fina manta sobre su  regazo.

 

Parecían  dos  hombres  en  la  carretera,  con  problemas  y  buscando   un  lugar  para esconderse. Sus ropas  estaban arrugadas,  y el hombre  junto a  Yu Hon tenía grandes bolsas bajo sus ojos… bueno por lo menos en el ojo que él podía ver.

 

Necesito ver a Changjo. -Yu Hon se sentó, su cuerpo llenando toda la ventana-. Pero primero tengo que deshacerme de este   coche.

 

Los ojos de Tey buscaron a Jin Wook. Ellos estaban  pensando  lo  mismo. Yu Hon estaba  conduciendo un  vehículo robado  y  alguien  estaba detrás de él. Ese conocimiento hizo que Tey  quisiera  saber  en  lo  que  su compañero se había metido.  -¿Ese problema te está siguiendo?

 

-Él es un shifter de ocelote -dijo Jin Wook desde el lado  del acompañante. El ayudante inclinó su cabeza a un lado e inhalo.  -Un gato.

 

-¿Un qué? -Los ojos de Yu Hon recorrieron al chico sentado junto a él. Era como si Jin Wook acabara de anunciar que el  extraño  era  un  demonio.  Yu Hon no parecía muy contento-. ¿Por qué no me lo   dijiste?

 

-No preguntaste -el extraño contesto-. No era  importante,  y no  es algo que anuncie a los  humanos.

 

Tey se asomo por la ventana, tomo una bocanada de aire. Su corazón golpeando cuando se dio cuenta de que estaba mirando  a  su  segundo compañero. El chico miro a Tey, sacudiendo la cabeza  ligeramente.  No  estaba seguro de por qué el hombre no quería que Yu Hon supiera que ellos tres eran compañeros, pero le dio un imperceptible guiño antes de retroceder.

 

Su cabeza estaba demasiado ocupada dándole vueltas al hecho de que el tenia dos compañeros como para discutir el punto. Pensaba que sólo el  Alfa  Changjo  y  sus  soldados  tendrían  dos  compañeros.  No  era  algo  que ocurriera se fuera esta vez, y ciertamente no iba a permitir que el otro hombre se alejara tampoco.

 

-¿Quién eres? -Tey  pregunto al  pasajero.

 

-Su nombre es Oh Sang Hyun  -Yu Hon respondió  por  su  compañero-. Es una larga historia, pero ahora, tengo que ir a ver a    Changjo.

 

Yu Hon no sabía que Tey era un shifter lobo. El  agente del  FBI solo  sabía de Changjo y  sus hombres.  Él quiso decirle al tipo,  pero  parecía que Yu Hon  ya tenía bastante en su cabeza ahora. Habría tiempo para las explicaciones más tarde.

 

-Puedo llevarte con él -Tey se separó mientras Yu Hon salía del coche-.  También  puedo deshacerme del coche.

 

-Gracias -Yu Hon respondió mientras esperaba que Sang Hyun saliera. No estaba seguro de cuál  era la relación  entre Yu Hon y Sang Hyun.  Viendo que Yu Hon   se había sorprendido al saber que Sang Hyun era un shifter. Tey apostaría a que ellos no estaban durmiendo juntos. Pero eso era  solo  una  teoría.  No  podía saber nada a ciencia cierta por  ahora.

 

Yu Hon subió en el asiento delantero del  coche  patrulla.  Jin Wook  le  dirigió a  Tey  una sonrisa divertida. Su  compañero era un  macho dominante y a Tey le gustaba eso. Sang Hyun miró al asiento de atrás y después a Tey.

-No voy en la parte  trasera.

 

Acercándose, Tey se inclino sobre él, acercando sus labios al oído del hombre. -No estás arrestado, compañero.  Tú estás a salvo.

 

 

El hombre se veía poco  convencido.

 

-Sube -Yu Hon dijo ásperamente desde el  asiento del   acompañante.

 

Sang Hyun miró a Tey una vez más antes de introducirse en  la  parte  trasera. Parecía que había algunos problemas  entre los dos. Tey se ocuparía   de eso más adelante también. Lo importante era tener a ambos seguros  y cerca  de él… aunque sólo acabara de encontrar a   Sang Hyun.

 

El viaje a la casa de Changjo no tomaba mucho tiempo,  todo  estaba  tranquilo en el coche. Tey quería preguntar qué había ocurrido a Yu Hon, pero   lo dejo, solo por ahora, él iba a obtener algunas   respuestas.

 

Tomo el largo camino de la entrada, estacionó  detrás de una  multitud  de vehículos. Yu Hon no dijo ni una palabra cuando salió, cerró  la puerta del  coche y se dirigió directamente hacia la entrada. El hombre no fue por  el  camino. Cruzó  el césped, sus pasos seguros y   confiados.

 

-Tienes que dejarme salir -dijo Sang Hyun desde el  asiento  trasero.  Girando su cabeza, Tey vio que los ojos de Sang Hyun estaban clavados en la espalda de Yu Hon.

 

Tey salió, pero en lugar de dejar que Sang Hyun saliera, abrió la puerta de Jin Wook. -Danos un  minuto.

 

Su compañero asintió -Voy a salir de tu vista por un    tiempo.

Tey se sentó en el asiento trasero, dejando la puerta abierta, mirando hacia Sang Hyun.  -¿Qué  demonios está pasando?

 

Los ojos verde oscuro miraban lejos, la  mandíbula  del  hombre  desafiante.  Sang Hyun  estaba   actuando  como  si  Tey  fuera   el   malo  en    esta película.  No lo entendía.  No  se  conocían,  pero Sang Hyun tenía que saber lo    que significaba ser compañeros. Para Tey  eso lo  era  todo.  Un  lazo irrompible. No había nada que no hiciera por Sang Hyun o   Yu Hon.

 

-Mira…

 

La boca de Sang Hyun se torció  en una sonrisa cínica.  -No, mira tú. Yo no  sé nada, amigo. Podemos ser compañeros, pero eso no significa nada para mí.   No intentes hacerte mi  amigo jugando la carta del   protector.

 

Tey se separó sintió como si le  hubiesen  golpeado.  Los  bellísimos ojos entornados de una forma obstinada, diciéndole a Tey sin palabras que Sang Hyun no iba a decirle  nada.

 

Lo que realmente le tomó por sorpresa fue que Sang Hyun le dijera que ser compañeros no significaba nada para él.  Tey  se  movió  del  asiento, golpeando la puerta al cerrarla así el podría  recuperar  su  compostura.  Era  cierto que ellos no sabían nada el uno del otro, pero el hombre no tenía que ser tan cruel por eso.

 

Tal vez podría conseguir las  respuestas  de Yu Hon,  Tey  dejo  a Sang Hyun en el coche. Entró  en la mansión, sabía exactamente donde encontraría a Yu Hon   y a Changjo. Wei, uno de los soldados de Changjo, estaba parado dentro  del  vestíbulo, apoyado contra la pared. El lobo gris le miro con ojos fuertes e inteligentes. No dijo una palabra cuando Tey camino hacia  la oficina del  Alfa.

 

Había un suave murmullo detrás de la puerta de roble maciza, Tey levantó su mano y golpeó. Las voces se calmaron  antes  de  que  la  voz profunda de barítono de Changjo le pidiera a Tey que  entrara.  Los  ojos  de  Tey  aterrizaron en  Yu Hon,  estaba sentado frente  al  escritorio del Alfa. Yu Hon

-Toma asiento  -Changjo  señalo  a la  silla  al lado del  agente de campo-. Parece que tu pareja tiene  mucho…

 

-¿Él qué? -Yu Hon se giro hacia Tey, sus ojos  oscuros  llenos  de  ira-. Jódeme, hombre -el tipo murmuró antes de poner sus manos sobre su cabeza-. Mi día parece que cada vez va a   mejor.

 

Eso hacía dos compañeros reaccionando con nada más que desdén hacia Tey. Y aquí él había pensado que su día iba a ser todo aburrido. Changjo era la única persona a la que Tey le contó que Yu Hon era su pareja. Él no había pensado detener al Alfa de revelar ese detalle de información. Bueno, el gato estaba fuera de la  bolsa.

 

-¿Hay más malditos secretos sobre los que deba saber? -La voz de  Yu Hon era menos que amistosa cuando dirigió una mirada helada a Tey. Afortunadamente Tey no se intimidaba con facilidad. Él se encogió de  hombros  perezosamente.

 

-Probablemente. -Si Yu Hon quería ser un gilipollas, entonces  Tey podía ser evasivo con sus respuestas. Idealizó a este hombre durante mucho tiempo, más de dos años, y ¿el tipo quería tratar  a  Tey  como  un  sospechoso? Eso realmente era una   mierda.

 

-Ustedes dos pueden trabajar su mierda más tarde. -Changjo miró a ambos. Tey esperaba que Yu Hon discutiera, pero el hombre hizo un simple gesto y lanzó una mirada que decía que ellos definitivamente  hablarían  más tarde.

 

 

-Esto es una jodida mierda. -Sang Hyun intentó mover  la  manilla  de  nuevo, pero la puerta no se movía-. Yo sabía que no debía de confiar en el policía. -Se paró. ¿No era Yu Hon un policita también? ¿De qué jodida forma terminó estando acoplado con dos representantes de  la  ley?  Era  bastante  irónico teniendo  en  cuenta que era un  niño de las  calles que había crecido en   la organización  de Daniel Henney.

 

Yu Hon probablemente entregaría a Sang Hyun a sus superiores una vez le interrogara. Sang Hyun tenía que salir de aquí. No estaba seguro de lo que había estado pensando cuando confió en que Yu Hon cuidaría de él. Policías  y  criminales no se mezclan, emparejados o no. Yu Hon había demostrado su verdadera cara donde  Daniel Henney.

 

El tipo se disgustó por la idea de estar con un hombre gay. ¿No le había amenazado con cortar las bolas a Sang Hyun si se acercaba  a  él?  Desde  que  salieron huyendo, Yu Hon no le había tocado o hecho cualquier sugerencia sobre querer a Sang Hyun de esa manera. El hombre era todo negocios y nada    más.

 

A la mierda con ellos. No tuve a nadie  a mi  lado en toda mi  vida, y  ahora no necesito a  nadie.

 

Aun así,  el rechazo se sentía fuerte alrededor  de  él  mientras comprobó  el espacio entre la parte delantera y trasera  de  los  asientos.  Quitándose  su ropa, cambió a su forma de ocelote. Una vez estuvo en el asiento delantero, Sang Hyun cambió a su forma humana, salió y abrió la puerta trasera, agarrando su ropa se vistió  rápidamente.

 

No tenía ninguna pista de donde estaba, pero quedarse no era algo inteligente  para hacer.

 

Emparejado con dos policias, el destino debía estar vengándose de Sang Hyun por cosas que nunca quiso hacer mientras fue  un  empleado del jodido señor de las drogas. Fue arrojado a las calles cuando era muy joven y pasó los últimos ocho años trabajando para Daniel Henney, nunca ascendiendo en sus filas, siempre un soldado de a pie.

 

Pero él no quería ascender en el  escalafón.  Todo lo que  Sang Hyun quería  era ser libre. Ahora que lo era, él no dudo en largarse. No había salido de una cárcel para entrar en  otra.

 

Llegando al final del camino, Sang Hyun se agachó cruzando la valla de madera y no miró atrás. Sería mucho más rápido si viajaba en su forma de ocelote, pero no tenía ropa de repuesto y caminar desnudo no era una idea atractiva para él.

 

Él había recorrido dos millas antes de que sintiera que alguien lo estaba siguiendo. Sabía que Yu Hon era humano y el ayudante un shifter  de  lobo.  Oliendo el aire, llegó a la conclusión de que el olor no pertenecía a ninguno de sus compañeros.  ¿Alguno de los hombres de Daniel Henney escapó  de la carnicería y  le estaba siguiendo, o era So Ji Sub y sus hombres los que estaban aquí para terminar lo que habían  empezado?

 

Cualquiera de las opciones era  mala.

 

Calmándose, Sang Hyun miró alrededor, tratando de escuchar si  alguien  estaba acercándose. El bosque estaba lleno de aves y pequeños  animales,  el suave susurro del viento mientras atravesaba los árboles, pero no escuchaba ninguna otra cosa. Lo más extraño era el hecho de que Sang Hyun comenzaba a  sentir que había perdido toda esperanza.  Las  excusas  dadas  durante  tantos  años a la organización de Daniel Henney empezaron a  arrastrarse  dentro  de  él,  la culpa golpeándolo haciendo que sus piernas   flaquearan.

 

Sentía dolor en la parte posterior de la garganta, amenazándole con derramar lágrimas. Todos estos años con el señor de la droga, y muchos años antes de eso, Sang Hyun había estado solo. Nadie en la organización  de Daniel Henney  había sido su amigo, incluso Yu Hon. Sang Hyun todo lo que quería era ser aceptado, para saber que tenía una persona a su  lado.

 

Pestañeó, preguntándose por qué los arraigados sentimientos estaban saliendo a la superficie. Él nunca había necesitado  a nadie,  y no necesitaba  a  sus compañeros.

 

Sí seguro. Tú estás desesperado por que tus compañeros te quieran, te amen, que no te juzguen por lo que tuviste que hacer para  poder   sobrevivir.

 

Sang Hyun se agarró la cabeza, haciendo todo  lo  posible  para  librarse  de esos pensamientos inquietantes. Algo no estaba bien. Quien quiera que le estuviera siguiendo estaba  proyectando  esos sentimientos. Sang Hyun no era  así.

 

Deja de mentirte a ti mismo. Sabes que esas son tus emociones, tus sentimientos  más profundos.

 

-¡Cállate! -Sang Hyun cayó de rodillas, meciéndose mientras acunaba su cabeza. Era una rata callejera de mierda que no merecía encontrar la felicidad. Yu Hon y el policía debían irse y dejar que Sang Hyun siguiera con su  miserable  vida-. No -susurro, su  garganta se apretó  más  fuerte-. Soy un ser humano,  y merezco ser amado.

 

-¿Ahora?

 

Sang Hyun limpió las lágrimas de sus ojos mientras miraba hacia arriba para ver  a dos hombres  parados cerca de  él. Uno tenía el  pelo largo  y negro    hasta su cara. El segundo era un poco más bajo que el  primero,  su  pelo igual de  negro pero corto y  elegante.

 

-¿Quién eres? -Sang Hyun miro a los dos. Había un crudo  poder  de  maldad envolviendo a ambos hombres. Los instintos de Sang Hyun le gritaban que corriera para escapar de estos dos porque ninguno de ellos tenía buenas intenciones.

 

El que tenía la cicatriz irregular estaba delante de Sang Hyun.  -¿Qué  hace  un niñito lindo como tú solo en el bosque?

 

La ira corrió por sus  venas.  -No soy un  niño.  -Sang Hyun no era humano y había pasado ya sus años de juventud. Que este hombre ser  refiriese  a  él como un niño enojaba a Sang Hyun. Pero fue cuidadoso, muy cuidadoso. Estos hombres se veían  más mortíferos que los hombres de   Daniel Henney.

 

El hombre ladeo su cabeza, sus ojos oscuros carentes de compasión o bondad. -Un shifter. -Él se inclinó  hacia adelante, oliendo a Sang Hyun-.   Gato.

 

El hombre detrás del primer tipo soltó una cruel carcajada. -Apuesto a que su sangre es dulce como el  infierno.

 

Sang Hyun grito cuando el hombre de cuclillas delante de él  agarro  un  puñado de su pelo y tiro hacia atrás. El maldito acerco su  cara al cuello de  Sang Hyun e inhalo profundamente,  tanto que Sang Hyun pudo oír el  aire entrando en  él. -Has sido  marcado.

 

-¿Por quién? -El segundo hombre pregunto, pero  no  parecía  demasiado preocupado. Su expresión le dijo que  el tipo  estaba  disfrutando de  lo  que  el  otro  le  estaba  haciendo.  Sus  ojos  oscuros  estaban  casi  tan  vacíos como los del otro hombre.

 

El hombre de la cicatriz irregular olfateó  de nuevo.   -Lee Minho.

 

-¡Joder! -dijo el segundo hombre-. Lee Minho no manda una mierda. Él puede ocultar quien es a todos los demás pero no a los Hell  Hound.

 

-Cierto -el primer tipo dijo antes de tirar de Sang Hyun más cerca-. Si Lee Minho le quería tan desesperadamente, no debió dejar ir a este  gatito.

 

Sang Hyun empujó su cuerpo, soltando la mano de su pelo. Él sabía que fue más por la sorpresa que por la fuerza que lo había conseguido, pero no desperdició  la oportunidad  empujándose sobre sus pies  y despegando.  Pronto  el sonido de ladridos pudo ser escuchado. Sang Hyun miro por  encima  de  su  hombro viendo dos de los perros más grandes que había visto alguna vez en su vida, persiguiéndole. Su corazón latía violentamente  en  el  pecho,  sus  miembros  amenazando  con romperse.

 

¿Qué  demonios estaba  pasando? Sang Hyun no tenía ni idea de quienes eran  o lo que querían de él. ¿Quién era Lee Minho? ¿Era So Ji Sub el mismo tipo? ¿De eso era de lo que estaban hablando? Sang Hyun sabía que So Ji Sub era pura maldad desde el momento en que puso sus ojos sobre el tipo.  También  sabía que el hombre no era  humano.

 

Uno de los perros ganaba terreno y  estaba sólo unos  metros  por detrás  de Sang Hyun. Él sabía que no podía escapar. Ellos eran demasiado rápidos para dejarles atrás. Gritó cuando le tiraron, golpeando el suelo duro antes de que el gran Rottweiler hundiera sus dientes en el hombro de   Sang Hyun.

 

Continuara...

 

 

Notas finales:

si señores So Ji Sub es el mismisimo Lee Minho el dios capo de la droga..

 

dejen rw


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