"Spidey
I need you tonight
'Cause I'm not sleeping...
—9pm"
Eso era todo lo que decía el mensaje, bueno eso y un dibujo de Deadpool picando un ojo.
No se había tomado la molestia de aclarar el lugar de la reunión, aunque en realidad no era necesario, considerando que el mensaje estaba escrito en el piso de la azotea donde generalmente se reunían, era bastante claro donde lo esperaría.
Peter no pudo evitar poner los ojos en blanco tras leer el mensaje —y no fue solo porque Wade acababa de arruinarle una buena canción— era la cuarta vez en la semana que le pedía que se reunieran ¡y hasta ahora era miércoles!
Esto se estaba saliendo de control, desde el instante en que Peter había hecho aquel trato con Wade, hace meses, su vida se había vuelto un torbellino, ser aliado de Deadpool era mucho más agotador de lo que había imaginado en un inicio, ya había perdido la cuenta de los huesos que se había roto y su promedio académico había descendido alarmantemente.
Necesitaba un respiro.
Eran un par de minutos pasadas las nueve cuando Deadpool apareció.
—Llegas tarde.
—Es fácil para ti decirlo Baby boy, tú no tienes que lidiar con el tráfico.
—Pff como si tu respetaras el tráfico —espeto Peter. Wade cedió con un leve asentimiento.
—Cierto, pero lo importante es que ya estamos aquí. Me preocupaba que no te llegara mi mensaje.
Peter miró al suelo antes de responder.
—Sutil —dijo finalmente—. Veo que se te acaba la inspiración, ¿que paso con la Spideyseñal? Ese si fue material de calidad, el grafiti... esta algo trillado.
—Todos son críticos —contesto Deadpool mientras alzaba los hombros—. Pero tienes que admitir que el retrato de aquel adonis es material de calidad. Apuesto a que te alegro el día —terminó Wade, Guiñándole un ojo. Por su parte Peter simplemente lo ignoro.
—Como sea, ya que estas aquí hay algo que tenemos que discu-
—¡Hey, ya se nos hizo tarde! —lo interrumpió Deadpool, señalando su muñeca donde, por supuesto, no había ningún reloj— Que te parece si hablamos en el camino.
Fue todo lo que dijo antes de arrastrar a Peter por la puerta de la azotea.
—Puedes explicarme otra vez —susurro Peter, mientras atravesaba la entrada— ¿por qué estamos allanando un restaurante?
—¡Shhh! —fue todo lo que dijo Deadpool antes de correr de la cocina, donde se encontraba la puerta trasera por la cual habían entrado, hasta el salón principal.
Spiderman lo siguió a regañadientes.
—Tienes que estar bromeando —musitó Peter al entrar en la habitación.
Las lámparas estaban apagadas y en su reemplazo habían salpicado cada una de las paredes del salón con pequeñas luces que ofrecían una tenue iluminación, el suelo se encontraba inundado en pétalos rojos y en el centro de la habitación se había dispuesto una enorme mesa de dos puestos, abarrotada a más no poder de lo que parecía... ¿comida mexicana?
El lugar se encontraba cuidadosamente preparada para una cena.
—Perfecto, justo a tiempo —fue todo lo que ofreció Wade como explicación—. Ahora, ¿cenamos? —dijo mientras apartaba un asiento para Peter.
Este último se limitó a mirarlo, aun de pie en la entrada del salón.
—¿Qué? —pregunto Deadpool al notar que el otro no se movía.
—Es todo, me voy de aquí —dijo Peter dándose la vuelta.
Wade lo siguió.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunto mientras lo seguía a la puerta— ¿Es la comida? ¡No me digas que no te gusta la chimichanga!
Peter suspiro y se giró para enfrentar a Deadpool.
—¿Esto es una broma para ti? —pregunto Spiderman.
Wade continúo avanzando hacia él antes responder, acercándose hasta quedar a menos de un brazo de distancia.
—Esto definitivamente no es una broma, es una cena muy seria.
—No estoy jugando Wade — dijo Peter, exasperado—. Salir a patrullar no es algún tipo de entretenimiento, es un trabajo serio, hay vidas en riesgo.
—Mi cena está en riesgo —dijo Wade, poniendo una mano es su pecho para efectos dramáticos.
Aquello acabó con la paciencia de Peter, quien, buscando encarar a Wade, avanzó los últimos centímetros que los separaban. Quedaron cara a cara, a menos de diez centímetros de distancia.
—Ya basta de esto —dijo Peter inclinándose hacia arriba. Su voz baja y amenazante. Aquello solo pareció entretener más a Wade.
—Bien, no más chimichanga, lo entiendo. Eres tan lindo cuando te enojas.
Peter ignoró el comentario de Wade, manteniéndose en silencio. Sus palabras no servirían de nada, así que simplemente se limitó a permanecer allí, con sus ojos clavados en el rostro de Deadpool.
Se quedaron así, cara a cara, estáticos, mirándose el uno al otro.
Poco a poco el aire en la habitación comenzó a cobrar densidad. Los pensamientos de Peter perdieron rumbo, súbitamente afectados por la cercanía. Wade comenzó a inclinarse poco a poco, asesinando la ínfima distancia, Peter no necesitaba ver su rostro para saber que había una sonrisa de suficiencia plantada en sus labios. Cinco centímetros, Peter estaba anclado al suelo. Cuatro. Wade alzó una de sus manos hacia la mascara que cubría el rostro de Spiderman. Tres...
Hubo un estruendo al otro lado de la tienda, y de repente, así como el tiempo se había detenido y el aire se había solidificado, todo volvió a fluir. Como si nada en lo absoluto hubiese sucedido.
No necesitaron hablar antes de moverse, sabían perfectamente lo que tenían que hacer.
Un instante más tarde ambos se dirigían al lugar de donde provenía el sonido, los baños. Para su suerte la habitación contaba con dos puertas, lo que les permitía dividirse y rodear al individuo. Wade entró por la puerta más grande, la que daba al salón principal, el ejecutaría un ataque directo mientras Peter se deslizaba por la puerta de servicio, tomando al sujeto por sorpresa e inmovilizándolo.
No les tomó mucho ejecutar la pequeña emboscada, apenas si había pasado un minuto desde que habían salido de la cocina, pero Peter ya había Inmovilizado por completo al intruso, y ahora Wade lo acorralaba en el suelo, sosteniendo una katana contra su cuello.
—¿Por qué nos estás siguiendo? —preguntó Deadpool, mientras Spiderman se movía para alcanzar el interruptor de la luz, pero cuando trato de encenderlo, este no funcionó.
—Grandioso ¿tu hiciste esto? —preguntó Peter.
El sujeto no respondió, en su lugar se limitó a soltar una ronca carcajada.
—Vaya, vaya, veo que los rumores eran ciertos, eh Merc?
Tras decir aquello el hombre se evaporó en el aire, para volver a materializarse al otro lado del baño, libre de las ataduras de Spiderman y lejos de la katana de Deadpool.
Peter se movió rápidamente y en un parpadeo estuvo al frente del sujeto.
—¿Qué quieres?
—Oh nada en particular, solo quería verificar si lo rumores sobre el bocazas detrás tuyo eran ciertos.
El hombre volvió a desaparecer, y esta vez reapareció frente a Deadpool.
—Es él ¿no es cierto?
—Lárgate.
—No sería muy difícil acabar con todo esto aquí y ahora, de una vez por todas. ¿Que dices Merc? te ayudo, por los viejos tiempos.
Deadpool sacó una de sus katanas y con un fluido y experto movimiento cortó la cabeza del sujeto.
—¡Wade, que estas —comenzó Peter, pero antes de que pudiese terminar la oración el cuerpo del sujeto volvió a desaparecer.
Deadpool comenzó a dirigirse a la salida, como si nada en lo absoluto hubiese sucedido.
—Wade —lo llamo Peter por segunda vez consecutiva, pero de nuevo este no reaccionó y siguió su camino hacia la salida.
Peter estaba a punto de salir para seguir a Wade, pero una ronca carcajada detrás suyo lo interrumpió.
—Yo de ti me alejaría de él, niño —dijo el mismo hombre que hace un momento yacía en el suelo sin cabeza.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunto Spiderman.
El hombre simplemente volvió a desaparecer sin más.
Cuando Peter regresó al salón Wade ya se había ido, aunque no sin antes tomar parte de la comida en la mesa.
¿Qué demonios acababa de pasar?
Peter trató de esclarecer su mente recapitulando lo que había sucedido, pero toda la situación había sido confusa, por decir poco. la cabeza de Peter comenzaba a palpitar, había sido un día muy pesado tanto en la universidad como en el trabajo, lo mejor sería dejar las cosas así e ir a casa por ahora.
Buscaría respuestas en la mañana.