La subasta había terminado y todos se dispersaron para hablar o comer los riquísimos postres que ofrecían los meseros.
Loki había salido al gran balcón a tomar aire y tranquilizar a su estúpido corazón.
El motivo de su alteración tenía nombre y apellido: Thor Borson, hijo de Odín Borson quien era dueño de Empresas Asgar, la empresa que competía con Empresas Jotunheim, que pertenecía a su familia.
Thor Borson había sido el motivo por el cuál Loki había descubierto su orientación sexual, sin embargo, mantuvo su homosexualidad como un secreto hasta que conoció a Jeff Tivan.
Suspiró con nostalgia, realmente había tenido un crush en su adolescencia con el gran mastodonte rubio, pero siempre fue un amor platónico, Thor era todo lo opuesto a él, mientras Loki disfrutaba de la ópera y las artes plásticas, Thor formaba una banda de rock y boxeaba, sumando que era 7 años mayor que él y lo peor: era hetero.
Loki siempre se dijo que, si tan solo hubiese una pequeña oportunidad para declarar sus sentimientos a Thor, no la desaprovecharía. Su crush duró 5 años hasta que el rubio anunció su boda en todos los periódicos y redes sociales de LA con nada más y nada menos que la gran científica Jane Foster, y en la foto de la noticia se les notaba muy enamorados.
Fue el fin de sus esperanzas, pero no podía negar que el rubio estaba como quería, a pesar de ya estar en los 30. 34 para ser exactos.
Pero eran los 34 años más atractivos que Loki conocía. Volvió a mirar hacia donde el rubio se encontraba, y notó con una alegría interna que ya no llevaba el molesto anillo de bodas.
Vestía un smoking blanco y corbata plateada, el antifaz era sencillo, también plateado y el cabello peinado hacia atrás le daba un aspecto mucho mas maduro, el pelinegro se mordió el labio inferior con semejante vista.
Estuvo a punto de acercarse hasta que una mano tomó su brazo, Loki miró con enfado a la persona que se atrevía a tocarlo de esa manera y palideció al encontrarse con el hombre de la máscara azul.
-Es imposible no reconocer tu preciosa figura en este mar de gentuza, mi Diosa -un escalofrío le recorrió por la espalda al escuchar su antiguo apodo- Te miras tan misterioso y encantador como cuando te conocí.
-Suéltame ahora mismo -dijo Loki entre dientes, no sabía qué lo hacía temblar más, si el miedo o una traición de su cuerpo al ser tocado de nuevo con esas manos.
-Pero mi cielo, ¿no estarás contento de verme? -Jeff recorrió su espalda con la mano libre y lo tomó de la cintura- Me abandonaste y manchaste un poco mi reputación.
Sintió un escalofrió recorrer su espalda por la caricia.
-Acompáñame a un lugar más privado -susurró el mayor en su oído mientras lo dirigía al elevador.
Loki lo siguió obedientemente, cuando iban cruzando las puertas del elevador y Jeff aplanaba el botón de planta baja, Loki reaccionó, con fuerza quitó la mano de su espalda y le dio un puñetazo a su acompañante, quien sorprendido cayó al suelo tocándose la barbilla.
-Ya no eres mi dueño -escupió con odio- No te vuelvas a acercar a mi Granmaestro.
Salió casi corriendo al baño y se encerró en un cubículo. Las manos le temblaban y el oxígeno le faltaba, imágenes de todo lo que había vivido a lado de Jeff regresaron como flashes.
Intentó contenerse, pero una lagrima rebelde resbaló por su mejilla seguida de muchas más.
Odiaba el día en que había conocido Sakaar.
*
-¿No piensas que tu amigo Borson ya ha bebido lo suficiente? -le preguntó el Dr. Banner a Steve.
-Si, creo que está usando este evento como excusa para desahogar su dolor.
-Jamás me imaginé que Jane lo dejaría -dijo Potts, la asistente y mejor amiga de Tony- Se veían muy enamorados.
-Así funciona el amor -dijo Stephen con tono intelectual- es reemplazable, ya sea con otras personas o con otros pasatiempos.
-Que romántico -se burló Tony llegando a su lado- Steve dile a Thor que se queda con nosotros o le asignamos un conductor, sé que vino sólo y no quiero accidentes.
Steve asintió y se acercó al gran hombre sentado en la barra, se miraba muy mal bebiendo ahí solo.
-Thor, ¿quieres regresar a casa con Tony y conmigo? -preguntó amable y dándole unas palmadas en la espalda a su ebrio amigo.
Thor miro a Steve y le sonrió.
-Estoy bien, llamé a un Taxi -dijo Thor tratando de parecer menos ebrio y levantándose de la silla- gracias por preocuparte, te llamo mañana.
-¿Quieres que te acompañe abajo? -preguntó Steve.
-No, no, tu quédate con tu novio, no quiero que se ponga celoso.
Thor entró al elevador tambaleándose, y antes de que se cerraran las puertas alguien entró con rapidez.
-Disculpa, tengo prisa por irme de aquí -dijo el joven pelinegro.
-¡Loki! -dijo Thor en forma de saludo, pero la placida sonrisa en su rostro y la voz más ronca de lo habitual hicieron que se escuchara más a una queja.
-Señor Borson, creo que hoy bebió de más -aseguró Loki inspeccionando el aspecto del gran hombre a su lado.
De nuevo el corazón del más joven volvió a latir con fuerza al estar encerrado en un lugar tan pequeño con la persona mas gigante que conocía, eso le hacía recordar su estatura y complexión, él siempre había sido el más bajito y delgaducho de la clase, en su casa sus hermanos siempre le hacían burla pues ellos eran enormes, incluso de pequeño lo confundían con una niña.
Salió de sus pensamientos cuando el elevador en lugar de bajar subía. Miró con extrañeza a su acompañante.
-¿También te diriges a la planta baja, Loki?
-Hum -Loki se aclaró la garganta tratando de aguantar una carcajada- Así es, pero alguien me esta llevando al piso 15.
Thor bufó, el pequeño pelinegro se quería burlar de él, tratando de enfocar bien miró los botones y ciertamente estaba marcado el piso 15. Thor resopló con molestia y marco el botón de “PB”.
Loki reía con discreción.
Se mantuvieron en silencio cuando salieron del edificio, Loki temió encontrarse con todos los paparazis, pero en su lugar encontró una lluvia torrencial, maldijo por lo bajo. Solo le encantaba ese clima cuando estaba en su casa, mirándolo desde una ventana y bebiendo un café bien cargado.
Miró detrás de él cuando el Valet fue por su auto y se encontró a un Thor sin saco y el cabello corto algo despeinado, estaba sentado en las escaleras de la entrada y recargado en uno de los muros, parecía dormido. Se acercó a él con sigilo y paso su mano por la suave mata rubia, recordaba que cuando era más joven la llevaba hasta los hombros por su rebeldía rockera. Le parecía un buen estilo para alguien tan rudo como él. Pero el cabello corto era… bueno, le daba un toque más serio y atractivo, incluso ya no llevaba barba, se miraba incluso más joven que antes.
-Señor Borson -le llamó Loki moviéndolo un poco- ¿Quiere que le llame a un taxi? -preguntó mientras por fin le traían su auto.
-No preciosura, mejor llévame a tu cuarto -dijo el rubio entre sueños- trata de domar a esta bestia.
Loki soltó una carcajada despertando al motivo de tal.
-¿Loki? -preguntó confuso- ¿Qué haces aquí?
-Le preguntaba si tenía la manera de regresar a casa -contestó limpiándose las lágrimas que salieron de sus mejillas.
-Si, vine en mi auto -Thor se levantó y trató de sacar sus llaves del bolsillo del pantalón, pero o estaban atoradas las llaves o su mano.
-Me parece que no debería conducir, ¿le parece si lo llevo? -preguntó Loki.
-No te preocupes -decía entre jadeos, luchando contra su bolsillo- estoy perfectamente bie… ¡ah! ¡Estúpidas llaves! -gritó y de un tirón salieron las llaves y sonrió triunfal, se las quiso mostrar a Loki pero se le resbalaron de las manos y cuando se inclinó para tomarlas se fue de bruces contra el pavimento.
-Claro, seguro que está bien -se burló Loki y ayudó con dificultad al enorme tipo para levantarse.
-Creo que si necesito un conductor -dijo Thor tras un suspiro- ¿Puedo aprovecharme de ti y pedir que me lleves?
-“Por mi aprovéchate todo lo que quieras” -pensó el pelinegro sintiendo la musculatura de Borson- No hay problema.
Thor introdujo su dirección en el GPS de Loki, durante el camino se quedó dormido, pero incluso cuando llegaron Loki aparcó y lo observó, Thor era realmente todo lo que un hombre debería tener, guapo, rico, amable y por su experiencia con hombre altos, seguramente sus músculos no eran lo único grande en él.
Sonrió con sorna mirando la tranquilidad con lo que el hombre dormía.
-Thor, despierta, estamos en tu departamento -Loki lo zarandeó un poco y el rubio abrió los ojos- Vamos, deja te ayudo a entrar.
Loki bufó molestó, aún llovía a cantaros.
Con mucha dificultad, por fin entraron al elevador y Thor miraba los botones de los pisos con mucha gracia, después miró a Loki con un toque de diversión y soltó una carcajada.
Loki suspiró con frustración, estaba mojado hasta los calzones y Thor estaba más ebrio que él en sus peores días.
-¿Podrías aplanar los números por mí? -pidió Thor riendo como si hubiese contado el mejor chiste de su vida- La verdad es que no veo nada.
Si no fuera porque Loki estaba congelándose de frío, eso le hubiera causado demasiada risa. Marcó el piso que Thor le indicó y esperó que subieran.
-Mis llaves están en mi bolsillo -indicó el rubio señalando el bolsillo izquierdo de su pantalón.
Loki lo miró con el ceño fruncido tratando de sostener al rubio para que no se cayera. Dudo un momento, trató de no pensar en nada mas que las llaves cuando metió la mano en el pantalón, tocó, frunció más el ceño cuando no sintió nada.
-Lo siento, lo siento -dijo entre risas- están en el bolsillo trasero.
El pelinegro puso los ojos en blanco por las risas de Borson mientras él se aguantaba las suyas, metió las manos en el ajustado pantalón y Thor hizo un sonido como carraspeo desde su garganta.
-Cuidado, sin una cita no se toca la mercancía.
Thor volvió a reír y Loki se puso rojo como tomate. Ese hombre era un idiota sin vergüenza.
-Bueno grandulón, hasta nunca -dijo con cansancio Loki después de dejar al rubio en el sillón.
Estaba a punto de irse escuchando los interminables “gracias” del rubio cuando se quedó pensando en su aspecto. Estaba igual de mojado que él y la noche era fría, volvió a suspirar con frustración.
Jamás pensó que el proceso de baño iba a ser tan difícil para el rubio, pero desde hacer que se parara del sillón, entrara a la regadera y esperando que no se matara de un resbalón, por fin Loki suspiró cuando Thor salió del baño con mejor aspecto y sus pantalones de pijama puestos, sin nada en la parte de arriba. Loki volvió a suspirar, era el cuerpo perfecto.
-Lo siento Loki -dijo Thor, aún estaba mareado y ebrio, pero al menos un poco mas consiente- Me descontrolé con el alcohol.
-No hay problema, ¿cuánto bebiste? -preguntó curioso y aun observando el firme cuerpo del hombre.
-Creo que poco más de una botella -dijo recargándose en los muebles para llegar a su armario- el problema no fue la cantidad, fue el tiempo en que lo ingerí.
-Bien, entonces si ya te encuentras mejor -comenzó Loki mirando que el rubio rebuscaba en su armario- yo me retiro.
-¿Qué? -preguntó Thor mirándolo como si estuviera loco- Ya es tarde y esta lluvia es horripilante. Quédate, creo que esto te quedará -casi ordenó mientras le tendía un pantalón y una camisa de pijama.
El pelinegro se quería reír. Sabía que esas ropas se verían ridículas en él, eran enormes.
-¿Estas seguro? -preguntó un poco incomodo- ¿A caso no escuchaste nada sobre mi ni de mi viaje a Escocia?
-Si, lo escuché -dijo Thor con simpleza- Si me preguntas por si me preocupo de tu orientación, déjame recordarte que Steve es mi mejor amigo, y es gay. Ahora, toma un baño antes de que te enfermes.
Loki asintió y se metió al baño abriendo la ducha. No le preocupaba que Thor aceptara su orientación, estaba más preocupado por la otra parte, la parte mala, él ya había aprendido a aceptarse como era, pero había otra parte de la historia que aún le hacía llorar todas las noches, preguntándose cómo pudo ser tan estúpido.
Recordó nuevamente lo ocurrido hace unas horas con Jeff, su cuerpo lo traicionó al reaccionar ante las caricias del hombre y estuvo a punto de caer ante él. Pero Loki Jotunheim no volvía a caer en el mismo error. No pensaba volver a pasar por el proceso tan doloroso y traumático que era la rehabilitación. Estuvo solo durante todo un año sin alguien más que Tony que lo visitó en navidad y su cumpleaños. Ni siquiera sus padres o hermanos dieron señales de vida. Los entendía, sabía el gran daño que había causado a su familia por sus acciones, y entendía perfectamente si nunca lo llegasen a perdonar, ni siquiera él se había terminado de perdonar aún.
Lagrimas calientes volvieron a escurrir por su rostro y se sintió estúpido y patético. Salió y se secó, se vistió y rezando que Thor estuviera dormido, salió del baño.
Para su sorpresa Thor no estaba dormido, ni en la cama, ni siquiera se encontraba en la habitación.
-¿Thor? -preguntó extrañado, el mencionado le llamó y Loki se acercó a la habitación próxima a la de él.
-Lo siento, estaba poniendo las cobijas y almohadas para que durmieras aquí, es la habitación de invitados -decía mientras tendía una sábana.
Loki miró hacia otro lado. Thor domestico era algo que hacía volar a su imaginación.
El pelinegro se acercó mas a la luz y Thor se quedó estático cuando lo miró.
-¿Estas bien? -preguntó con el ceño fruncido- ¿Lloraste? Tienes los ojos muy rojos.
-No es nada -dijo sin darle importancia- No me hagas caso, mejor ve a dormir.
Y las malditas lágrimas lo traicionaron de nuevo y comenzó a llorar en silencio nuevamente. Se regañó mentalmente, era una vergüenza que alguien más lo viera llorar, ¿y que le pasaba? Estaba muy sentimental desde que salió del hospital.
Thor no sabía qué hacer, aún no entendía bien lo que estaba pasando, pues estaba algo ebrio todavía, se acercó al más chico de los Jotunheim y puso su mano en su hombro, dándole un apretón.
-Ya tranquilo -susurró- lo que sea que pasó, ya pasó. Tienes que seguir con tu vida y no dejar que los demás se aprovechen de conocer tus errores.
Loki puso su mano sobre la de Thor, agradeciendo el gesto.
-Lo siento por eso -dijo con pena- Fue solo un pequeño bajón.
Thor sonrió, a punto de contestar, pero miró bien a Loki y notó que la camisa de dormir le quedaba muy grande, desde su posición observó la piel blanca de su cuello y clavículas. Levantó una ceja con admiración, sabía que Loki tenía un atractivo elegante, pero nunca se había detenido a observarlo. En ese momento Loki también lo miró y Thor miró los ojos verdes, eran realmente hipnotizantes, la nariz era pequeña y a diferencia de muchos hombres, su barbilla no era tan marcada, entonces miró sus labios y un curioso pensamiento inundó su mente: “¿a qué sabrán?”
Sin pensarlo tanto se acercó al chico y unió sus labios con los de él.
Loki abrió los ojos con sorpresa, ¿acaso estaba soñando?, porque no encontró una respuesta lógica a lo que estaba sucediendo, Thor Borson, su crush de toda la vida lo estaba besando.
Su corazón comenzó a latir como loco, los labios del otro se comenzaron a mover con lentitud, como si estuviera tanteando el terreno. Loki soltó un ruidito que venía de su garganta cuando Thor comenzó a besarlo con más rudeza, era un beso como él, fuerte, duro.
Loki se sentía en el paraíso, no quería despertar del mejor sueño de su vida.
El enorme rubio pasó la mano de su hombro a la nuca, profundizando aún mas el beso, sin previo aviso la lengua invadió la cavidad del pelinegro y este lo único que podía hacer era sostenerse de los fuertes brazos de Thor.
Sabía a alcohol, era fuerte. Thor lo fue empujando hasta que cayó a la cama con Loki debajo de él. Dejó sus labios y comenzó a repartir besos desde las mejillas hasta el cuello, siguiendo con la clavícula.
-¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! -susurraba emocionado el pelinegro, ¡de verdad estaba sucediendo- Thor, ¿estas seguro de esto? Odiaría que te arrepintieras mañana.
Loki volvió a poner los ojos en blanco después de unos minutos de silencio por parte del rubio. Estuvo a punto de golpearse y golpearlo por lo estúpido que lo estaba haciendo sentir.
-Maldita sea Thor -se quejó tratando de salir de debajo del ojiazul.
Después de varios intentos por fin pudo darle la vuelta al enorme cuerpo y tomó aire con fuerza.
Eso era mas humillante que vergonzoso.
Esperaba que el rubio no recordara nada en la mañana.
Un ronquido de Thor le hizo gritar de frustración y salió de la habitación.
*
Thor Borson era una persona muy madrugadora, había quedado con ese hábito desde que estuvo en servicio y todas las mañanas salía a correr por el tranquilo parque que estaba a unas manzanas de su casa.
Pero estaba seguro de una cosa, hoy era la excepción.
El sonido de una llamada en su teléfono le hizo despertar con dolor de cabeza, no era capaz de abrir los ojos por completo y la frente le dolía un poco.
Con todo el cansancio del mundo por fin se levantó de la cama y tomó el celular que se encontraba en la mesita de noche. Lo tomó extrañado, pues esa no era su habitación, era el cuarto de invitados.
-¿Hola? -contestó con la voz más ronca que de costumbre.
-¡Al fin! -gritó su amigo Steve del otro lado- Me tenías preocupado, ¿por qué no me llamaste anoche para avisarme que habías llegado? Creí que te encontraría dormido en algún parque de por tu casa.
-Lo siento, ¿tienes idea de cómo regrese? -Thor se rasco la cabeza mientras iba al baño, su reflejo en el espejo le recordó claramente todo el alcohol que había ingerido anoche.
-Me dijiste que llamaste a un taxi.
-No recuerdo subir a uno, recuerdo un Aston Db11, era negro, ¿sabes de quién era?
-Espera, Tony debe de saberlo -Thor escuchó que su compañero le susurraba a alguien.
-¡Hey! -saludó el novio de su amigo después de un rato- ¿Qué tal esa resaca grandulón?
-Peor de lo que recordaba que se sentía una -dijo con pesar- Entonces, ¿de quién es el auto?
-¿Despertaste desnudo? -un golpe se escuchó del otro lado y Thor río algo confundido por las quejas de ambos- Lo siento Steve, solo estaba siendo precavido -se escusó el pelinegro- Bueno Thor, la única persona que conozco que conduce ese bebé es mi querido Loki.