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Más de media hora por Aurora Artemiva

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Notas del capitulo:

Holi!! ¿Como están? No me maten, por favor, Entre el estudio el trabajo se me complicó.

 

Acá les traigo el ansiado FINAL, ya para compartirselos.

 

Sepan que todos estos meses escribiendo sobre Levi y Eren me fueron no solo una pasión sino también una ayuda y un aprendizaje. Cuando terminaba de escribir este cap sentía hormigueos en el pecho y al mismo tiempo ganas de no querer terminarlo.

 

Espero con todo el corazón que les guste y le sea de su agrado.

 

¡A disfrutar!

 

Si Ackerman alguna vez tuvo momentos de nerviosismo, definitivamente éste era el peor.

 

Sobre la calle principal de Singapur, con un día nublado ( pero húmedo) y frente a una tienda de ropa masculina y de talla, Levi sintió su cuello ser estrangulado por la mano voraz de la ansiedad.

 

—¿Entonces este lugar es el que me recomendas?—

 

—Es el mejor, olvidate. Aparte, voy asegurarme personalmente de encontrar el mejor traje para vos… ¿Puede que uno rosa con plateado te vaya?—

 

—Tsk, chupame un huevo Erwin. Llegas a elegirme un traje así y te degollo—

 

Riéndose de su propio humor, Smith le dio un leve empujón para subir los tres escalones y abrir la puerta de vidrio de la tienda. 

 

Desde que lo supo, Erwin buscó tiendas de gran categoría para llevarlo y decidir juntos el outfit que usaría Levi.

 

Por supuesto, el cejon observó a la distancia la efusividad y ansias que carcomian en el cuerpo de su amigo desde que llegó. 

 

Primeramente cuando volvieron a verse, en aquella tarde, cuando Erwin quizo preguntarle por el viaje en Argentina, y de la nada éste tiró la bomba :

 "ya no aguanto, te lo tengo que contar. Eren y yo nos vamos a comprometer en unos meses"

 

Y claro, sin siquiera felicitar o decir una palabra de contagiosa dicha, se paró del sillón donde ambos tomarían un té para traer de la cocina un champagne y destaparlo a los gritos de "¡Vaaaaamos carajoo!"

 

De allí en más, Erwin se convirtió en el ayudante personal de Levi. Desde elegir un buen sitio para llevar a cabo el festejo, hasta el atuendo que vestiría. Es así como ahora, mientras Levi se lleva más de tres trajes distintos consigo al cambiador, el rubio presiente y capta la felicidad que derrocha su amigo al salir del cubículo y preguntar: 

 

—Ey, cejon de mierda. Mirá, este me gusta pero no sé si combina conmigo. Quiero que sea elegante pero no un manto de brillo.¡ Ah! Y Eren va elegir uno clásico me dijo, así que también quiero que le agrade a él. ¿Vos qué decís?—

 

Le sonrió con sorna al darse cuenta que Levi demostraba su felicidad de formas inusuales.

 

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—¡Ya se! Que el centro de mesa sea una mariposa con flores alrededor.

 

—Ni de casualidad, Armin. Es horrible—

 

Por otro lado, concedemos el lugar a Eren intentando crear los centros de mesa junto a su amigo quien, por pedido del morocho, viajó a Singapur con él para ayudarlo en los preparativos. 

 

Dentro de un recinto acogedor, con un quincho y kiosko rodeado de un patio japonés bien planificado, los muchachos intentaban descifrar cuál sería el centro de mesa ideal para la ocasión. No es para menos, si contaban con alrededor de doscientos invitados y por ende, alrededor de 28 mesas.

 

Suerte que la familia de ambos se ofreció voluntariamente a cooperar de manera económica.

 

Desde entonces Armin proveyó a Eren de mil ideas creativas, de diversas decoraciones y hasta en la vestimenta que ya tenía comprada.

 

Por ese momento solo faltaba cumplir una última tarea, y era encontrar el centro de mesa.

 

Cansados de reveer revistas y teniendo el morocho solo dos horas antes de entrar a trabajar, decidieron sentarse a tomar mate en una de las mesas de madera barnizadas con lujo.

 

El dueño del lugar les entregó la llave para que revisaran y entraran al lugar las veces que fueran necesarias. Un gesto por demás amable. 

 

Caliente la pava y el mate ya armado, relajaron un poco la cabeza de tanto preparativo.

 

—¿Cómo venís llevando el ritmo de Barista? ¿Va ser duro el día de hoy?—

 

—Espero que no. Es martes, así que se supone que la cafetería no debería llenarse. Además, me gusta el ambiente y la paga. Me solventa bien el alquiler y la carrera—

 

—Hablando de eso; ¿Cuándo era que se mudarian juntos con Levi?—

 

—Llegamos al arreglo de hacerlo después de la fiesta de compromiso. Así vamos a tener más tiempo para organizar la mudanza y buscar un departamento o una casa más amplia para los dos —

 

Cabe destacar el curso intensivo de Barista que le abrió las puertas laborales a Eren desde que comenzó a estudiar, aprovechando del buen sueldo y la indemnización de la CIA.

 

En medio del momento, Armin manifestó curiosidad:

 

—¿Entonces vas a conocer a su familia en la fiesta de compromiso?—

 

La columna se le erizó cual gato al recordar eso.

 

—Sí. Espero que no sean amargados o que al menos no tengan prejuicios…no quiero llevarme como el orto con los familiares que pocas veces ve —

 

—No creo. Si fuera así no habrían puesto plata para la fiesta ni hubieran querido venir a conocerte—

 

—Lo sé, aunque me es difícil sentirme tranquilo hasta que pase—

 

—...

 

Creyendo que Armin había volado en pensamientos lejanos al clavar la mirada fija en él pero a kilómetros de distancia, intentó atraerlo.

 

—¿Viajaste?¿Qué pasó?— quiso hacerlo reír.

 

Fue entonces que el rubio explicó la sinceridad de sus pensamientos.

 

—Boludo… ¿En qué momento dejaste de jugar a las cartas conmigo en la secundaria para ahora estar a punto de comprometerte?... ¿Cuándo fue que creciste ?—

 

—Ja, ¿Eso es reproche o nostalgia?—

 

Armin supo encontrar la definición adecuada.

 

—Es felicidad y satisfacción de verte vivir esto; esta nueva etapa en tu vida… ya sé que parece una boludez, pero me llena el poder acompañarte —

 

Una oración más y Eren ya habría estado con la nariz floja y húmeda de los mocos. 

 

Separó de su lugar ante la atenta mirada de Armin y cuando se acercó a abrazarlo no supo Si fue por viejos recuerdos y pantallazos de milenios atrás o si era el amor que siempre le tuvo desde que se sentaron por primera vez juntos en la secundaria que una parte de su pecho se cerró y al mismo tiempo se abrió sintiendo esa dicha que pocas veces llegaba a reconocer o a prestarle atención.

 

casi que parece una despedida casi que parecía ser algún abrazo que manifestaba diferentes cosas bien alguien pudo pensar en ello era él no supo diferenciar si fue el tiempo que estuvo lejos de Argentina sin poder verlo oh sí fue también un miedo desencajan te dé cuando alguna vez estuvo a punto de morir.

Sea como sea el abrazo que le daban ese momento fue bien recibido y devuelto con una estrecha es que no siempre llegaban a demostrarse.

 

—Ya sabes que sos una de las personas más valiosas en mi vida, ¿No?—

 

El rubio aprovechó de ello.

 

—Solo si sabes que vos también lo sos en la mía—

 

Minutos más tarde volverían a buscar ideas para centros de mesa por ahora lo que importaba era sentir esa calidez que en algún momento les quedó en deuda.

 

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Medio mes más tarde

 

Llegamos hasta acá; llegamos hasta el día de la celebración. Con un clima que bien pudo ser la energía de Singapur o bien pudo ser la suerte de alguna conspiración del universo, pero el Sol que alumbraba ese mediodía con rayos que no llegaban a quemar y con esa brisa que traía el olor de distintas mareas. Ellos también podían prever como el oleaje de su interior llegaba un punto de calma; un punto de calma y un punto de tormenta, un complemento de rapidez y sencillez, de lentitud y fogosidad.

 

Todo estaba preparado desde el banquete hasta las decoraciones, incluyendo la música y los invitados.

 

Hacen falta solamente ellos, entrando al lugar. 

 

Es aquí donde con 10 minutos de retraso algunos de los invitados sentados en las mesas se preguntan por qué los comprometidos no llegan; y aquí tenemos la respuesta :

 

—¿Seguro me veo bien?— dudó Eren.

 

La forma de Levi de calmarlo o de transmitirle seguridad siempre fue de manera cruda. Bien supo reconocer que este no era el caso de usar tal recurso, así que optó por peinarse los últimos cabellos de la frente hacia atrás, girarse del espejo y mirar cómo las manos de su novio temblaban en el ramo de flores.

 

Pocas veces sonreía de manera natural, y ésta era una ocasión.

 

Tomándolo de la cintura (a pesar de que era más alto que él) se acercó a besar el cuello y acomodar lo que según Eren no estaba bien acomodado.

 

—Se ves muy sexy—

 

—Tengo un traje; ¿Dónde está la parte sexy?—

 

—Abajo de esa ropa que pienso sacarte a la noche —

 

Tanto las orejas como la nariz enrojecieron.  Así fue el turno de Levi de aprovechar la situación.

 

—Ahora sí, ya te ves bien con el rojo de la cara—

 

Terminando de reírse, de preparar las cosas, de volverse a mirar en el espejo y  de tomar las llaves del auto, ambos se encaminaron a la quinta en donde estaban todos esperando.

 

Ni bien llegaron, ya se pudieron sentir los gritos y los aplausos.

 

Con el primer pie puesto dentro del lugar todos se acercaron a saludar, a felicitar y a compartir con ellos el momento especial.

 

Transcurridas algunas horas y con la comida ya servida, siendo cerca de las 8:00 de la noche, varios familiares de Eren pidieron efectivamente algunas palabras. Fue entonces que ante la vergüenza de Eren y el no querer hablar por el bochorno que podría sentir; Levi aprovechó esta situación parándose al lado de su novio y tomando una de las copas servidas con champaña.

 

—Yo lo hago, tranquilo —le aseguró al chico.

 

Ante tal iniciativa, Eren no supo si sentirse nervioso o feliz.

 

 Puede que ambas cosas.

 

"¡Así se hace Levi!"; "¡Vos podés enano!"; "¡Genio!".

 

La alabanza para Ackerman fue impresionante. 

 

Admirando el rostro intrigado y curioso de Eren, decidió hablar ante el silencio y la atención de los presentes.

 

—...La verdad es que no sé qué decir... de hecho, la mayoría de ustedes saben que hablo poco y nada, pero como siempre este mocoso de mierda  logra sacar algo nuevo en mí... y ésta no va a ser la excepción... - calló por dos segundos, solo para relajarse del todo y expresarse con sinceridad - Algunos ya saben que él y yo nos conocemos hace mucho, demasiado tiempo, y que inclusive las cosas entre nosotros en algún tiempo atrás no terminaron bien sino todo lo contrario... Que estemos todos ahora acá, y que yo pueda tenerlo de nuevo a mi lado es una oportunidad que creí no tener y que creí que no iba a poder vivirla. Porque absolutamente nada podía devolver a mi aquello que no pude o no supe cuidar...Yo, personalmente, opto por creer y, hoy puedo decir, que estoy seguro que nos merecemos tanto Eren como yo vivir lo que vivimos, compartir lo que compartimos. Nos lo merecemos; él se lo merece. Se merece el agradecimiento de cada persona que conoció,por qué el desparrama y entrega voluntad, fuerza y esperanza a cada ser, y  me incluyo dentro de esa lista... - 

 

Asegurándose de tener sus emociones controladas, buscó la mirada del chico, encontrándose otra vez con un mar agitado en sus acuarelas.

 

—...La vida nos reinventó, nos cambió, nos dio una segunda oportunidad para ser personas nuevas y diferentes; y es por eso que ahora lo tengo a él como un regalo que me otorgó o un Dios, o alguna energía, o el universo, o lo que sea que exista superior a nosotros. Él es mucho más de lo que yo merezco, es mucho más de lo que todos nosotros nos merecemos. Por eso que te voy a cuidar, mocoso de mierda, de acá al día que decidas librarte de mí —

 

Eren supo pararse antes de que una lágrima se escapara, para tomar una copa y chocar con la suya.

 

—Por nuestra segunda oportunidad— aseguró.

 

Correspondió enseguida.

 

—Por nuestra segunda oportunidad—

 

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07:18 AM

 

—¡Aaaahhgg! Demasiada joda y alcohol por hoy — exclamó el chico una vez quitados los zapatos en la entrada.

 

—No tenés aguante, mocoso — carcajeo terminando de cerrar la puerta.

 

Y claro, si la celebración se extendió más de lo previsto. Baile, música, tragos y risas que no pararon por horas.

Ya cuando el sol quemó con su naciente aparición, dieron cuenta de lo tarde que era. 

Cada uno tomó su bolso y se encaminó a casa. En el caso de los familiares lejanos, se alojaron en el buen hotel alquilado por los muchachos para ellos. 

 

Por otro lado, la sorpresa de Levi para Eren fue inesperada; y es que cuando se desvió con el auto del camino para tomar otra ruta y terminar en un hotel frente al mar, casi se ahoga el moreno con su propia saliva.

 

"—¿Qué hacemos acá?”

 

"—Es mi regalo de compromiso?"

 

Con esa conclusión, ingresaron (Eren trastabillando un poco más) hasta la habitación 56, perfumada con ese dulzor de Jazmín y confeccionada de ocre y turquesa.

 

Cuando Ackerman salió del baño, divisó tras la cortina flameante al chico, allí apoyado en el barandal del balcón, observando el amanecer que acariciaba el agua.

 

Fue hasta su lado.

 

—¿Te sentís bien?—

 

Ni lo miró, pero tras unos segundos de silencio sonrió para automáticamente colgarse del cuello ajeno.

 

La risa de ebriedad que largó tras abrazarlo le fue contagiada a Levi.

 

—Voy a suponer que sí— se dijo a sí mismo Ackerman.

 

Tomando la iniciativa, alzó al chico por los muslos. Con que enredara las piernas fue suficiente, los antebrazos ya estaban bien afianzados al pálido cuello.

 

El sabor a champagne lo distinguió muy bien Levi cuando lo besó, invadiendo la calidez y refugiándose en las lamidas erráticas del otro.

Sabiendo bien cómo terminaría la situación, se adentro al cuarto con el muchacho aún colgado cual koala. Con un poco de amabilidad, pero también de fuerza, lo arrojó en la cama haciéndolo rebotar.

 

—¡No me muevas así!, mira si llego a vomitar—

 

Fue entonces cuando Ackerman ideó un plan rápidamente.

 

Parado contra el borde de la cama, y teniendo la vista sugerente contra su cuerpo, comenzó a quitarse el blazer.

 

—Eso significa que no estás en condiciones de tomar el control hoy...—

 

La cara del chico parecía haber ignorado el comentario, y cuando iba preguntar nuevamente por su estado, éste habló.

 

—Estas muy bueno...—

 

—¿Qué?— 

 

—… Que me re pones… —

 

Los ojos de Eren, demostrándose perdidos en la figura del mayor, fueron un aviso y una demostración de cómo se sentía.

 

Levi no iba quedarse sin sacar ventaja de eso.

 

Sonrió cual diablo mientras se desabotonaba la camisa.

 

—¿Te gusto entonces?—

 

—...mucho...—

 

Se arrodilló en los pies de la cama, exponiendo el cremoso torso y el ajustado pantalón con cinto.

 

—¿Te pone cachondo verme así?—

 

—... Sí...—

 

Fue el turno del chico de acercarse, sentándose en la cama para tener a su alcance los abdominales del mayor. Con sutileza besó porciones de piel, succionó apenas para darle cosquillas y sonrió cuando el contrario enrredó sus dedos en los mechones castaños.

 

Las manos inquietas de Eren buscando desajustar la hebilla del cinturón fueron torpes pero persuasivas. 

 

 —Ey…,- llamo suave Levi - Eren… —



— ¿Que pasa? — Interrogó con la punta del cinturón ya libre y en su mano derecha.

 

El viento que entró por la ventana y erizó la espalda de Ackerman, también ayudó a darle el impulso de mover al chico de su lugar.

 

De un manotazo audaz y rápido lo volvió acostar sobre las blancas almohadas. No llegó a costarle gracias a la docilidad de Eren en su estado. 

Entonces no lo dudó; le comió la boca alterandole la respiración y las hormonas. Lo dejó más que encendido al lamer sus labios, al delinear las costillas con las yemas gruesas de sus dedos, al bajar un poco por el cuello y hombro con mordiscos, al tantear la zona íntima por sobre el pantalón.

 

—Hoy va ser diferente - le informó. La mirada de Eren se puso alerta al esperar la respuesta completa - te voy a dominar por completo —

 

No hizo falta que el chico preguntara a qué se refería; ya la posición en la que se encontraban lo explicaba.

 

Al no haber objeción, Ackerman dio rienda suelta a sus ambiciones oscuras.

 

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—N-no… no mires — pidió el chico.

 

Haciendo caso omiso, el mayor trazó agarres fogosos por el pecho ajeno que se reflejaba en el espejo colgado en la pared. 

 

La imagen sugestiva de Eren siendo agarrado por él desde atrás; arrodillados en la cama, con la erección del chico goteante y dura, le era suficiente para elevar el líbido. Fue por esa mirada seria y peligrosa que el contrario pidió que no lo mirara. 

 

—¿Cómo no voy a mirarte? - le habló al oído en medio de un jadeo - Sos todo mío. Voy admirarte el tiempo que quiera —

 

La voz de Ackerman, como ya sabemos, siempre actuó como analgesico y como estimulo para la consciencia de Jaeguer. Es ahora que se deja envolver cual caramelo en las confesiones y trampas del otro.

 

Deja que aquella mano viaje por su pelvis hasta el comienzo de su intimidad, masajeando y despertando las terminaciones nerviosas desde las orejas hasta las pantorrillas cuando mueve en círculos lentos la punta. 

 

Con un poco de autocontrol logra no gotear más líquido preseminal, pero cuando los dos dedos que están en su interior se mueven cual serpiente en busca de su punto G, casi pierde la partida.

 

Se agita; se  mira a sí mismo en el espejo que refleja su lujuria y encuentra la extensa y delgada curvatura de las cejas de Levi demostrando lo excitado que está. No le sorprendió, si hace rato siente la erección contraria apoyándose en sus nalgas y abriéndolas ocasionalmente cuando adentra aún más sus dedos.

 

Fue entonces que las piernas le fallaron y su cuerpo lo traicionó. Cayó sobre la colcha en la posición más tentadora que podía dar y exhaló el ahogado gemido que intentó tragar. Los vellos volvieron a erizarse y la cadera le tembló sin querer.

 

Desde su lugar, Levi supo que encontró lo que buscaba.

 

—¿Acá te gusta? —

 

Agitó la cabeza y se forzó a relajar los músculos internos de su entrada, la cual se contrajo de repente por el gusto que sintió.

 

Una mano ajena abrió camino por la espalda morena, acariciando la columna, los omoplatos, la nuca y finalmente el cuello. Con suavidad tomó el mentón de Eren, elevándose despacio para direccionar hacia delante, con la vista pegada al espejo. Una vez que encontró la mirada del chico se recostó un poco, lo suficiente para besarle la sien y la oreja.

 

—Quiero que te mantengas ahí… - pidió - quiero que observes tu rostro mientras me meto en vos —

 

Esa orden sólo logró endurecer un poco más la dolorosa calentura del chico.

 

Diciendo que sí, y manteniendo la espalda derecha y los antebrazos firmes en la posición, admiró los movimientos de Levi. Desde la mano que se paseo por su boca recogiendo saliva y bajándola hasta perderse tras su cadera; hasta la mordida que le dió a su labio inferior, haciéndolo ver aún más atractivo de lo que era. 

 

Tuvo que cerrar los ojos cuando el frío de la saliva quemó y le volvió a estimular los nervios. Dejó la mandíbula colgando cuando esos tres dedos que se perdieron en su interior comenzaron a entrar y salir con rapidez; escuchando el sonido acuoso y morbo de ello.

 

De repente la acción paró, y supo lo que venía.

 

—...Ha-azlo Levi… — ordenó.

 

Desde su lugar, con la mirada en el espejo en busca de la aprobación del mayor, éste le sonríe con maldad y burla.

 

—Adoro que seas exigente — le confiesa.

 

No pudo mantener los ojos abiertos en el proceso. No mientras sentía su carne abriéndose lentamente y quemándole hasta las neuronas. Respiró con pausa y contrajo el abdomen cuando el miembro en su interior resbaló hasta lo profundo, dándole más ganas de las que ya tenía.  

 

Volvió a enfocar la vista cuando logró abarcar todo el miembro de Levi dentro suyo, cuando pudo respirar sin emitir jadeos. Allí se reencontró con esos ojos filosos que tanto le gustaban. La mano que lo sujetó por el largo cabello haciéndolo encorvar la espalda fue el detonante de sus deseos, y pidió lo que quería verdaderamente.

 

—Ah… Levi, hacelo fuerte — 

 

Ni dos segundos tardó en enderezarse para dar la primera embestida.

 

—¡Ah!, sí, así...— 

 

Una tras otra, en una revancha de jadeos bajos, de pieles y manos tocándose y buscando dar satisfacción. La sincronización de ambos para subir y bajar la cadera fue singular al igual que los gemidos que se le escaparon a Eren antes de venirse. En aquel momento el mayor se encargó de mantenerle el rostro elevado, observando las facciones que mostró su rostro antes de eyacular. La vista riquísima del menor viniendose y contrayendo los músculos le alteraron la calentura, empotrandolo directamente contra el espejo.

 

Al final, Eren no supo cuánto tiempo estuvo Levi dentro suyo, ni cuantas veces lo volvieron a hacer.

 

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19: 27 PM

 

Cuando el mayor despertó solo en la cama, supuso que el otro estaría en el baño o en el balcón. Decidió quedarse un poco más en la cama tapado con la sábana hasta la cintura, hasta que las ganas de orinar le ganaron. Se levantó con urgencia y volvió renovado. Buscó su ropa interior para luego salir al balcón. Allí encontró a Eren tomando un café sobre el barandal, con una manta verde y con el paisaje azulado y anaranjado del atardecer.

 

—¿Todo bien mocoso? —

 

La sonrisa sincera  que le regaló al verlo contestó por sí sola.

 

 —Sí. Estaba mirando el mar nomas...—

 

Compartiendo parte de la manta y un poco de la taza de café, abrazó al menor por la cintura para mirar juntos el escondite del Sol.

 

—Esta semana tengo que reabrir la tienda, tengo muchos pedidos y encargos de tes nuevos —

 

—Lo sé, tengo anotados los contactos de los nuevos clientes. Esta semana yo tambien voy a estar cargado de cosas… tengo que resumir las dos materias que me quedan para llegar a tiempo para el examen final —

 

—Podrías venir a casa cuando quieras, así te ayudaría cocinandote… - la mirada burlona de Eren ante ese comentario lo obligó a confesar - está bien, ya sé que soy un asco cocinando. En todo caso puedo hacerte un té que en eso sí soy bueno —

 

El moreno largó la carcajada y afianzó el abrazo.

 

—Con un té y tu compañía me conformo. Podría cocinar yo después de terminar de resumir; ¿Te parece? — preguntó acercando el rostro para un beso.

 

—Me convence ese plan — concluyó antes de besarlo superficialmente.

 

En minutos la noche cayó, y esas lejanas estrellas que se encontraban tanto muertas como vivas, volvieron a acogerlos.

 

Sin verlo venir, el menor rió. Levi se puso curioso.

 

—¿Qué te da risa? —

 

Eren parecía confidente.

 

—Estaba pensando que… si lo pienso detenidamente… Todo, absolutamente todo comenzó porque te pedí media hora en una noche así— 

 

El mayor rebuscó en sus memorias, y llegando a las más antiguas compartió el recuerdo.

 

Se rió junto a Eren por ello.

 

—Sabes que no me acordaba de eso… qué mocoso comprador que sos... - rió de nuevo - Al final, terminé dandote más de media hora —

 

El menor buscó cobijo ante esas palabras, sentándose ambos en el balcón con el café ya casi helado. 

 

—Gracias.. —

 

El mayor no lo entendió.

 

—¿Por qué gracias?—

 

—Por darme mas de media hora...—

 

Levi sintió el pecho hormiguear como solo Jaeguer lograba hacerlo.

 

—No agradezcas nada estupido - lo retó, abrazándolo aun mas - Te daria el tiempo de todas mis vidas si te encuentro en ellas —

 

Allí, en los cálidos abrazos del mayor, entendió que de verdad no había nada que agradecer.

 

Ni ahora, ni antes, ni en el futuro.

 

Fin 

 

*
*
*

 
Notas finales:

Muy bien bellezas, esto fue todo.

 

Y sí, tenia ganas de terminarlo con un Riren; qué se la va hacer.

 

Amé muchísimo  crear este fic y si bienj ya no voy a estar subiendo historias seguidamente, siempre voy a volver con algún one-shot.

 

Nos reencontramos en una próxima lectura.

 

Besos y fuerza!!


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