El viaje en coche fue pacífico y le dio tiempo a Kang Jun para ver su nuevo juguete. Tan pronto como se había atado a su asiento, había sacado el teléfono y empezado a revisar todas las características que habían aparecido.
Él descubrió la sección de aplicación y estaba en el cielo. Cuando Ray habló, ya había instalado cinco juegos. Kang Jun arqueó las cejas cuando el teléfono fue arrebatado de su agarre. Ray la arrojó al bolsillo de su puerta.
“¿Por qué lo hiciste?” preguntó Kang Jun, ya no lo veía.
“Porque alguien me prometió sexo en el camino.” Ray pasó los dedos por los extremos del pelo rosado de Kang Jun y luego dio un ligero tirón a los hilos. "¿Puedo ver cómo se ve tu cabello en otro color?"
"¿No te gusta el rosa?" Kang Jun se libró de cualquier comentario despectivo de su jefe desde que el Sr. Cooper no había aparecido en la tienda hoy. Sin saber si su jefe incluso miraba las imágenes de seguridad, Kang Jun no tenía ni idea de si iba a dar una conferencia mañana o si se ahorraría los comentarios inteligentes.
"Me encanta el rosa" dijo Ray y Kang Jun oyó la honestidad en su voz. “Sólo curiosidad por ver con qué te ves... No sé, quizá púrpura o azul.
Con un movimiento de su dedo, Kang Jun decidió ir con el pelo negro con reflejos azul oscuro. "¿Cómo esto?"
Ray sonrió. "Maldición, eso te hace ver sexy." Volvió a tirar de los mechones. “Ahora cumple tu promesa, mi pequeña hada.”
La idea de chupar la polla de Ray hizo que Kang Jun se endureciera. Se deslizó a través del asiento y pasó su mano por la entrepierna de Ray, asegurándose de que su compañero lo viera lamerse los labios. Ray gimió cuando su mirada pasó entre la boca de Kang Jun y el camino. “¿Vas a burlarte de mí?
"¿Quieres que me burle?" Kang Jun chupó el lóbulo de su compañero y luego su cuello. "¿O quieres que vaya directamente al asunto y empuje tu polla gorda por mi garganta?"
El camión se desvió un poco antes de que Ray la enderezara. "Jesús, Kang Jun.
Quiero que hagas el trabajo”.
La voz de Ray era un poco temblorosa y apretada. Kang Jun podía decir que su pregunta casi hizo que la bestia alada acabara en los pantalones. Le gustaba que tuviera ese efecto en su compañero cuando agarró el paquete de Ray y le dio un tirón. La circunferencia era gruesa, y Kang Jun acarició el contorno mientras usaba su otra mano para desabrochar los pantalones de Ray.
El olor de la excitación de Ray llenó el camión, haciendo que la boca de Kang Jun se llenara de agua y su agujero se apretó. Se escabulló y movió la cabeza por los calzoncillos de Ray, provocando un gemido de su compañero.
“Eres un provocador” dijo Ray con un ligero gruñido. El asiento del conductor se deslizó un poco hacia atrás, dando a Kang Jun un poco más espacio para jugar. El Hummer se desaceleró mientras Ray se ponía los vaqueros hasta los muslos, y luego volvieron a acelerar.
La polla gruesa y venosa de Ray estaba tendida sobre su estómago plano, la cabeza hinchada y púrpura rojiza. Kang Jun empujó su rostro hacia las bolas de Ray, inhalando el aroma profundo y almizclado que era todo hombre.
Dios, cómo amaba ese olor. Estaba tan encendido que presionó su palma contra su erección atrapada. La presión no hizo nada para aliviar los latidos. En todo caso, hacía subir su necesidad.
“¿Soló me vas a oler?” La voz de Ray seguía apretada, y Kang Jun pudo decir que los dientes del hombre estaban apretados. Sonrió para sí mismo ante la desesperación de Ray. Su compañero lo quería, mal. Ese conocimiento hizo que el corazón de Kang Jun se hinchara. Nadie lo había querido tanto. Ningún amante del pasado había estado tan hambriento por él, y el sentimiento era muy alto por sí solo.
Kang Jun no estaba seguro si era demasiado pronto para empezar a enamorarse, pero cuando pensó en Ray, su corazón aceleró y su pecho se apretó de felicidad. Tenía que ser amor porque la idea de pasar un solo día sin su bestia con alas le retorciera el estómago.
Ray deslizó su mano por la espalda de Kang Jun, más allá de su cintura, burlándose de la grieta de Kang Jun antes de golpear su agujero pulsante. La acción sacó a Kang Jun de sus pensamientos.
"No se te permite burlarte de mí" dijo mientras Ray rodeaba su dedo alrededor del agujero arrugado.
Un segundo después, la punta del dedo de Ray rompió el anillo de músculos y se hundió profundamente. Los párpados de Kang Jun se cerraron por un segundo antes de tomar la cabeza de hongo en la boca. El pre semen de Ray explotó en sus papilas gustativas cuando Kang Jun gimió, tarareó y lamió la rendija. Se sentía voraz; Deseando que cada centímetro de la carne endurecida de Ray bajara por su garganta. No podía tener lo suficiente del gusto de su compañero, la sensación de la polla de Ray en su boca, o los gemidos y silbidos que hacía su compañero. Todo eso estimuló a Kang Jun.
Mientras Ray introducía el dedo en el culo de Kang Jun, Kang Jun sacudió la cabeza, tomando la polla de su compañero profundamente y luego retrocediendo para chupar suavemente la cabeza, sólo para tomarlo de nuevo profundamente.
La necesidad de sentir las bolas de Ray era abrumadora. Kang Jun los tomó en la otra mano y tiró de ellos mientras con el saco se acercaba cada vez más al cuerpo de Ray. El mundo pareció desvanecerse. Los ruidos fuera del Hummer desaparecieron. Kang Jun se perdió en lo que estaba haciendo, la necesidad de hacer que su compañero terminara era único objetivo. Estaba desesperado por sentir y probar el semen de Ray cayendo por la garganta, así que apretó los músculos de su garganta mientras movía la cabeza.
"Mierda... sólo... mierda." Los Muslos de Ray se tensaron, esforzándose mientras su dedo estaba profundamente en el culo de Kang Jun. El Hummer se sacudió antes de que se detuviera. Ray estaciono, y luego movió el asiento hasta el fondo. “Muy cerca, cariño.”
Kang Jun dobló sus esfuerzos, lamiendo, chupando, gimiendo y moviendo el culo para recordarle al hombre que no lo dejara colgado. Kang Jun sacó la polla de Ray lo suficiente para arrancar su camisa. Cuando volvió a hundir la carne endurecida, sus alas revolotearon furiosamente.
-Dios, eres tan hermoso, Kang Jun.
El corazón de Kang Jun se derritió con la declaración. Después de que le dijeran que no era lo suficientemente bello para pertenecer a las hadas oscuras, las palabras de su compañero eran un bálsamo para su ego magullado.
Al soltar las bolas de Ray, Kang Jun bajó sus pantalones. Ray lo ayudó tanto como pudo antes de que Kang Jun pudiera envolver sus dedos alrededor de su propia polla, acariciándola con una mano frenética.
"Ahí... allí... ahí mismo", dijo Ray antes de que su cuerpo se pusiera rígido. Kang Jun fue recompensado con pulsaciones palpitantes de semilla chorreando por su garganta. Era como si un géiser hubiese estallado, y Kang Jun trató de beber lo mejor que pudo, pero algunos escaparon y gotearon por su barbilla mientras Ray hacía un gruñido de estrépito al llegar.
El olor de la liberación de Ray desencadenó la de Kang Jun. Su culo se sujetó alrededor del dedo del hombre mientras su mano se llenaba de semen. Él chupó a su compañero aún más duro mientras su orgasmo lo destrozó.
Cuando el cuerpo de Ray empezó a relajarse, Kang Jun alivió la polla cernida de su compañero cuando el dedo se deslizó de su cuerpo. Su energía fue succionada mientras descansaba su frente en el muslo fornido de Ray, esperando que su cerebro reiniciara. Kang Jun escuchó la respiración desigual de Ray, y permanecieron así por varios momentos, sin decir una palabra mientras el zumbido de su débil clímax se deslizaba lentamente.
La mano de Ray le rozó el cuello de Kang Jun y luego le acarició la mandíbula mientras su compañero levantaba lentamente la cabeza. Kang Jun miró fijamente a esos ojos azules, sonriendo a la saciedad de la bestia alada. Los ojos de Ray todavía tenían esa mirada vidriosa mientras sus dedos acariciaban la mandíbula de Kang Jun. "Mierda, eso fue... maldita sea."
Kang Jun se rio entre dientes. "Si estoy de acuerdo."
Ray lo levantó hasta que sus rostros quedaron a unos centímetros de distancia. Kang Jun lo observó fascinado mientras Ray lamía la semilla de la mano de Kang Jun. Chupó cada dígito y luego lamió la palma. "Me encanta cómo sabes."
El hombre estaba a punto de hacer que Kang Jun se pusiera duro mientras veía la lengua rosada de Ray serpentear a lo largo de su piel. Cuando su compañero terminó, sus labios rozaron, y la lengua de Ray se deslizó sobre el labio inferior de Kang Jun antes de hundirse profundamente. Su compañero probó su propia liberación en la boca de Kang Jun
Kang Jun se sintió perezoso, agotado, y necesitaba una siesta. Quería colapsar contra el fuerte pecho de Ray y permanecer así durante el resto de la noche. Lástima que estaban en un camión y al lado de una carretera. Por otra parte, en este punto, Kang Jun no le dio importancia.
Ray palmeó la espalda desnuda de Kang Jun. "Arregle tu ropa. Ahora me muero de hambre.
"Ah" se quejó Kang Jun. "Solo quiero dormir."
Su compañero le dio unas palmaditas en el trasero. "Puedes dormir una vez que vuelva a la carretera."
No era lo mismo que dormir contra el pecho de su compañero. No es justo. Pero Kang Jun hizo lo que el hombre le pidió y se echó hacia atrás. Empezó a jalar sus vaqueros, pero Ray agarró el mango de la guantera y tomo un pañuelo. Kang Jun limpió los restos de su semen y luego volvió a poner los pantalones en su lugar. Se puso la camisa sobre la cabeza antes de regresar. A su lado le recordó que había estado inclinado sobre la consola para llegar a Ray. Le dolía ligeramente, pero Kang Jun se llevaría ese dolor cualquier día por probar a su pareja.
Lanzó el pañuelo al bolsillo de la puerta mientras Ray reajustaba su asiento y luego retrocedía hacia la carretera.
Mientras su compañero conducía, Kang Jun estudió el perfil del hombre. ¿Cómo podría el corazón de Kang Jun tener tanta emoción por una persona? El pensamiento lo emocionó y lo asustó. El trabajo de Ray no era exactamente seguro, y si algo le pasaba a su compañero, Kang Jun no estaba seguro de qué haría. El temor de perder a Ray lo tenía listo para rogarle a su compañero que entrara en una línea de trabajo más segura.
Pero eso nunca sucedería. Ray le había contado lo mismo. Su trabajo era proteger al mundo de los hellhounds, y Ray no era el tipo de alejarse de tal responsabilidad.
Cuando Ray le dio a Kang Jun su teléfono, lo tomó pero lo dejó a un lado, simplemente disfrutando el paseo con su compañero.
A la mañana siguiente Kang Jun había dado un piso hacia la acera cuando se dirigía al trabajo cuando vio al sheriff arrestar al hombre que había entrado en la tienda el día anterior.
“¿Qué está pasando?” le preguntó a Jerry, que estaba justo al otro lado de la puerta.
“No tengo ni idea” dijo Jerry. "Traje el letrero de la acera afuera y vi al Sheriff Changmin arrestando al sujeto."
Las cejas de Kang Jun se bajaron cuando el tipo del costoso traje les miró furioso. “¿Nos quería robar?” preguntó Kang Jun.
“Parece ser así” dijo Jerry.
Kang Jun habría preguntado al sheriff, pero él no lo conocía, y estaba bastante seguro de que legalmente Changmin no podía decírselo. Además, Kang Jun no quería acercarse tanto al hombre arrestado. Había conseguido una vibración extraña del hombre y todavía no sabía por qué.
"Vamos a entrar antes de que él intente escapar, agarre la pistola del sheriff, y luego venir detrás de nosotros" dijo Kang Jun.
Jerry se rio entre dientes. Tienes una imaginación muy viva. Está arrestado en el asiento trasero. No se va a escapar.”
"Si lo dices." Kang Jun se dirigió a la tienda de flores. No le gustaban las miradas que le había dado el tipo a Jerry y a él.
Kang Jun miró alrededor de la tienda con las cejas levantadas. “¿Qué tan temprano llegaste?” preguntó cuándo Jerry entró por la puerta. El lugar era un lío lleno de pedazos de decoraciones esparcidas por todas partes. Kang Jun notó la gran corona en la ventana. Parecía como si Jerry hubiera estado trabajando en él durante horas. ¿Dónde las coronas eran tan grandes?
"¿Te gusta?" Preguntó Jerry con una sonrisa. "Tengo todo preparado para hacer algunas piezas centrales de cornucopia. Creo que la mitad de la ciudad ordenó uno. También tenemos media docena de pedidos de velas decoradas como calabazas, algunas piezas centrales con temas de pavo, y algunas plantas decoradas con oro, rojo y naranja. Será otro día ocupado”.
Aunque Kang Jun no lo dijo, estaba empezando a entrar en el espíritu festivo. Él fingió estar molesto pero disfrutaba pasar el día haciendo las órdenes. Incluso golpeó su pie con la música que venía del altavoz de la esquina mientras Jerry le enseñaba cómo hacer las velas decorativas.
Continuará....