Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Últimos Pensamientos por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno mis terrones, lean, disfruten y comenten. 

Nos vemos abajo.

Pasaron algunos días, y justamente mañana los jóvenes de bronce se irán a donde quieran.

Cada uno ha hablado sobre donde quieren ir.

Seiya regresara a Japón, sigue buscando a su hermana, espero que tenga suerte y logre encontrarla.

Shun tengo entendí ira con Seiya.

Shiryu a los cinco picos, con el viejo maestro, dejo escapara un suspiro, pensando en cómo sería si nos hubiéramos conocidos unos años antes.

Había pensado en él, para lo que voy hacer, pero el viejo maestro está obligado a acudir como todos los caballeros y posiblemente no se quedaría quieto.

Por último sé que Hyoga volverla a donde su madre descansa.

Creo que lo comprendo en cierta forma.

Mi única idea en este momento, es que no me cuestione por qué hago esto y solo lo acepte.

-¡¡¡MAESTRO!!! ¡¡¡¿DE VERDAD ME DEJARA IR CON SEIYA A JAPÓN?!!!- Esa dulce sonrisa, sus ojos brillantes… Mi pequeño no se imagina que posiblemente esta es la última vez que nos veamos.

Debo guardar la compostura y calmarme, si no se dará cuenta.

-Si- Contestó algo serio, pero demuestro una sonrisa, posiblemente la más fingida que pude dar –Por favor no le causes muchos problemas- Le advierto acariciando sus rojizos cabellos.

-No se preocupe maestro Mu- Cierra sus ojos y oculta sus manos detrás de la espalda –Me portare muy bien, obedeceré a Seiya en todo y le prometo traerle algo- Me abrazo con fuerza después de decir esas dulces palabras.

No me pude resistir y le devolví el abrazo lo más fuerte posible sin lastimarlo, me duele el corazón… Sé que hago lo correcto, pero… Me lastima… No quiero que se aleje de mí, pero… No existe otra forma, no quiero que corra el mismo destino que nosotros, quiero que tenga una oportunidad de vivir.

Retengo mis lágrimas, no derramare ninguna hasta que este solo.

Me separado de mi pequeño, pero no dejo de sostener sus hombros -¿Qué quieres cenar?- Lo miro detenidamente, me doy cuenta que creció, aun me pregunto cómo es que ha llegado hasta donde esta… Yo… No creo que hiciera gran cosa.

-¿Puede preparar momos dulces?- Junta sus manitas delante de su pecho, suplicándome ese pedido.

Usualmente no lo haría, porque luego no duerme, pero… Lo quiero complacer, solo por esta vez.

Asiento con mi cabeza, dedicándole la mejor sonrisa, y ambos nos dirigimos a la cocina.

Kiki esta tan acostumbrado a cocinar conmigo, que lo hace con gusto.

Si pudiera cambiar el destino, lo haría… Pasar más tiempo contigo es lo único que quiero.

Disfrute cada momento a su lado, deje que rellenara los momos con la cantidad de dulce que quisiera, no negare que el sabor de este platillo, fue uno que me gustó tanto.

Pero al terminar me dejo un sabor amargo, sé que no fue en si la comida, si no… Lo que viene, no puedo dejar de pensarlo.

Solo verlo, hacer cualquier cosa, me hace lamentarme, que será la última vez.

Debo seguir sonriendo, hasta que me despida de él.

Hicimos la misma rutina de cada noche.

Salvo que en esta ocasión, yo…

-Kiki-

-¿Si maestro?- Ladeo su cabeza, algo confundido.

-¿Quieres dormir conmigo hoy?- Hago esta peculiar pregunta, hace algún tiempo que ya no me necesita para velar su sueño, pero esta vez yo soy quien lo necesita.

Noto la confusión en sus ojitos, pero una sonrisa se dibuja en su cara.

-¡¡¡CLARO QUE SÍ!!!- Nunca espere esa reacción, dio un salto sobre su cama, para bajar de inmediato e ir en mi dirección.

Verlo actuar como un niño, disfrutar su vida de esa forma, me hace creer que hago lo correcto.

Nos dirigimos a mi habitación, nos acomodamos en mi cama, que tampoco es muy grande, pero ambos podemos descansar en ella.

Veo como bosteza, sonríe… Parece como si hubiera deseado volver a dormir conmigo, cuando era un pequeño, pero yo era quien le había dicho que ya era grande y dormir solo es lo que debe hacer.

En estos momentos me arrepiento de haber sido tan duro con él, pero es necesario.

No entiendes lo que hacen los mayores por ti, hasta cuando tu estas en su lugar y te das cuenta que hicieron lo mejor que pudieron y su amor es lo que cada acción guía.

Hablamos de algunas cosas, su entrenamiento, el que sigue sorprendido que sea un caballero dorado, me ha preguntado sí creo que lograra ser el siguiente Aries.

Todas sus dudas y conversaciones, las escuchó atentamente, quisiera grabarme su voz en mi mente.

Respondí de la mejor forma.

Pero… Como deseaba decirle que no tenía que ser un caballero dorado como yo, que no está obligado a hacerlo.

Más no seré yo quien le robe esa ilusión.

-Si entrenas lo suficiente, y pones todo tu corazón en ello- Acaricio su mejilla, brindándole una sonrisa, para animarlo, espero que así me recuerde siempre –Lograras ser todo lo que te propongas-

Me devuelve una dulce sonrisa, con un débil bostezo.

Esta demasiado cansado, entrenamos hasta la tarde y fue allí que le di la noticia.

-Buenas noches maestro- Me dice esto, cerrando sus ojos y acurrucándose en la cama, acercándose más a mí, como cuando era un infante, sujeta la sabana, apretándola con su puño.

Verlo dormir así a mi lado, me hace pensar en cuando era un bebe, como me necesitaba, siempre le dije que al estar conmigo yo lo protegería.

Ahora… No soy más que un mentiroso… Yo no lo seguiré haciendo.

Ni siquiera sé que lo llegue hacer alguna vez.

Me acomodo cerca, teniéndolo de frente, mirando su rostro, está durmiendo lo pudo notar, ha sido vencido por el sueño.

Verlo una última vez dormir a mi lado, me está quebrando el corazón, lo dejare solo… No puede ser peor, soy de lo peor.

En ese momento ya no me contengo más.

Solo cubro mi boca con mi mano, cierro mis ojos para dejar escapar mis lágrimas, pero no puedo dormir aun, quiero ver a Kiki todo el tiempo que pueda.

Mi rostro demuestra mis sentimientos, me desgarra que estará solo.

Conozco el sentimiento, lo viví, solo era un año menor que Kiki, aun así fue de lo peor, la soledad, el sentimientos de que has hecho todo incorrecto, que no eres digno de suceder a tu maestro.

No quiero eso para él… Pero no lo puedo evitar.

De nuevo, no puedo proteger a quien quiero, no puedo evitar su sufrimiento.

Mi llanto se hace más fuerte, mis lágrimas han comenzado a caer en la cama, marcando la humedad en ella, y no quiero que escuche mis sollozos.

SI me viera así, se alarmaría y me preguntaría, obviamente tendría que evitar decirle algo, así que… El resultado sería que se molestará por no decirle la verdad y no quiero que me recuerde de esa manera.

Llevo mi mano libre a acariciar su rostro.

Es mi pequeño, yo lo crie, lo cuide y lo quero tanto.

Para mi es mi hijo, es mi pequeño, es mi Kiki.

Deseo abrazarlo una última vez, dormir así, y darle la tranquilidad de que estando en mis baros nada le pasara, por lo menos esta noche.

No lo pensé más, lo abrazo con cuidado de no despertarlo, verlo así, traer recuerdos hermosos, cuando solo era un bebe, me necesito tanto, ahora yo lo necesito para sentirme tranquilo.

Lo mantuve así de cerca por un rato, y el sueño está queriendo derrotarme, solo quiero aguantar todo lo que pueda, verlo…

Siento como se acomoda, sus manitas se estiran para rodearme, correspondiendo mi abrazo.

Pero escucho unos murmureos que provienen de mi pequeño.

-Maestro…- Me llama… ¿Que estará soñando? –Lo quiero mucho…- Una sonrisita se dibuja en su carita, me conforta que tenga un sueño hermoso.

Lo abrazo con mayor fuerza, como si temiera que cualquier fuerza fuera capaz de entrar para arrebatármelo.

No supe en que momento me quede dormir, pero esa noche mis sueños me llevaron a donde están nuestros recuerdos.

Cada una de sus travesuras, alegrías, berrinches, todo lo que vivimos lo pude recordar en mis sueños y fue lo más agradable que pude sentir.

Sé que llore entre sueños, mi tristeza no puede desaparecer tan de repente, pero me hago el fuerte, solo porque Kiki lo sea.

Desperté, creo que no había amanecido, pero una pequeña bola de energía se movía mucho, esta sin duda ansioso.

Abrí mis ojos, y sé que Kiki lo noto, pues rápido me saludo con un fuerte abrazo de buenos días.

Tuvo un dulce sueño, eso me alegra tanto.

-¡¡¡BUENOS DÍAS MAESTRO!!!- Da un pequeño grito, incluso brincando en la cama, estando sentando de rodillas, para que me huna a él.

-Buenos días Kiki- Le sonrió, quisiera conservar su sonrisa siempre.

Esta tan feliz, es feliz… Siento que he hecho un buen trabajo, no llorare hoy… No lo hare.

Decidí por un simple impulso, unirme a saltar en la cama, obviamente lo tengo que hacer con menos fuerza que Kiki.

No ha salido el sol y nosotros estamos iniciando el día de una forma que nunca creí hacerlo.

Preparamos un desayuno, y trate de pasar las pocas horas que me quedan con mi pequeño discípulo… No, ya no lo quiero llamarlo así.

Con mi hijo, Kiki eso es para mí, mi hijo.

Solo pude escuchar sus sonrisas, le di tantos abrazos como pude, dedique todas mis sonrisas.

El momento de despedirse llego, debían irse, actué como si no fuera la gran cosa, como muchas veces al momento de hacer varias misiones para mí.

Tiene la capacidad de volver cuando desee con nuestra habilidad, pero le pedí que disfrutara este viaje como un niño normal, que no haga nada que lo evidencié y se comporte, me lo prometió, lo cumplirá todo lo que pueda.

-Se un buen niño y siempre, estate cerca de Seiya- Le doy mis últimos concejos, el aire me falta, pero debo aguantar.

-Sí, lo sé- Esta tan animado que creo que ni me presta atención –Ya quiero ir con los niños del orfanato y jugar con ellos- Dirige esas palabras a todos.

-En cuanto lleguemos, iré a ver a Miho y jugaras con ellos todo el día- Seiya se comporta casi como Kiki.

Me sentiría más seguro si fuera con Shiryu, pero… No es una opción.

Por eso deje que estuviera con ellos, el mayor tiempo posible.

Por alguna razón, no solo estoy yo despidiéndome de mi pequeño y los de bronce.

Los demás dorados con excepción de Shaka, los despedimos.

Nosotros comprendíamos que la guerra santa esta peligrosamente cerca, y esta será la última vez que los veamos.

La hora llego, le di un último abrazo a Kiki, quise que durará por siempre, no debo levantar sospechas.

Se va, y esta es la última vez que lo veré.

No quisiera ser pesimista, pero en mi corazón así lo siento.

Y no puedo hacer nada al respecto.

Cuando ya no lo pude ver, cuando se alejó, en el momento que mis compañeros se retiraron.

Sentí la mano de Aldebarán en mi Hombro y me dijo algo.

-No pensemos que sea la última vez que les veamos- Lo dijo con su típica alegría, sin duda deseaba animarme.

-Sí, lo se…- Le dije esto, le dedique una sonrisa, pero no quise moverme del lugar.

Siempre entendió cuando deseaba estar solo.

Cuando no sentí ningún cosmos, ahora si la soledad se ha quedado a los pies de mi templo.

Tuve la oportunidad de desplomarme, me deje caer en el suelo, mis rodillas lo resintieron, pero realmente no me importo y mis lágrimas cayeron.

Sé que estoy siendo demasiado patético, soy una vergüenza… Pero no puedo contenerme más… Me duele… Me siento que le estoy mintiendo a Kiki.

Lo deje ir con los de bronce, para que se divierta, que no esté en el campo de guerra, que consiga hacer otros lazos, que no solo sea conmigo.

Llore, sabía que ya nadie podría pasar por ese punto y me desahogare tanto.

Mi corazón lo necesita, pero… Solo quisiera que el tiempo que tuve con mi pequeño hubiera sido más.

Lamentablemente, sé que esto se acabó…

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado de reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo estoy bien, con algo de frió, pues venteo anoche y dejo el clima frió, pero no tan exagerado como otras veces.

Kiaaaaaaaaa, terrón les debo decir que este capitulo llegara a su fin, la próxima semana, así que estense preparados con los pañuelos. Si cuando lo estaba escribiendo, yo sentía una punzada en mi corazón y eso que creo ser bastante fría en ocasiones. 

Algo que tal vez no sepa de mi, yo puedo ver película, leer cualquier cosa y que tenga cosas así triste de personas y si me da cosita y pena, pero no lloro tan fácilmente, en cambio... Pongame una película donde el perrito o una mascota muera y lloro, tal cual lloro. 

No puedo ver "Siempre A Tu Lado Hachiko" Y lloro como vil magdalena, literal inicia la película y ya estoy llorando. 

Jajajajajjajajaja, que mal plan. 

En fin... Jajajajajjaa es que este fic, esta bastante triste, siento que desde el inicio hasta casi su final, manejo lo mismo la tristeza, la soledad y el dolor, Mu y Kiki vivieron juntos ocho años, pero... La despedida debió ser tan dura y que nuestro pequeño no sepa la verdad, hasta después de la guerra santa que piense que su maestro regresara y al darse cuenta que no... Creo que debió ser un punto de quiebre horrible, lo bueno es que Kiki no estará solo. 

La pregunta el día de hoy es.

A ver... Puede que esta pregunta ya a hiciera, por que ya ha pasado mucho desde que escribo para mis terrones, pero como se que tengo nuevos, entonces...

¿Cual es su caballero dorado que mas les desagrada?

Jajajajja el mio obvio Death Mask, no me agrada, no lo quiero... Es demasiado grrrrrr.

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos. 

Gracias a todos mis hermosos terrones de azúcar, por los comentarios tan hermosos y lindos que me dejan siempre, mi corazón se llena de alegría cada vez que veo un hermoso comentario y es como kiaaaa que preciosos. 

Pero debo irme de una vez, por que haré oras cositas, lo mega quiero son los mejores terrones de azúcar. 

Mamá terrón de azúcar es muy feliz con sus terroncitos bebes. 

Bueno cuídense mucho, los quiero, signa las medidas de higiene y nos vemos mañana.

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).