Taemin se encontraba en la oficina de Jonghyun revisando su agenda para los siguientes días y eso le hizo recordar que no había hablado con él desde la noche anterior, ya que Jonghyun estaba de viaje para cerrar un negocio muy importante y tenía que ir si o si porque los dueños de la otra empresa prácticamente lo estaban obligando.
Durante los primeros días, Taemin no sabía que hacer porque no había hecho amigos durante los meses que llevaba ahí, además que al único que conoció del harén era a Kibum quien para su suerte lo estaba acompañando a pesar que tenía carta libre para tener sexo con él porque Jonghyun le dijo que no había problema si se acostaba con Kibum, pero Taemin no se sentía atraído de la forma como lo hacía con el mayor.
Por otro lado, le gustaría jugar con los dos, pero esperaba que Jonghyun regresara ya que solo había tocado a Kibum por segunda vez cuando cumplieron el deseo de este de estar en el medio. Taemin pensaba que los otros chicos lo odiarían porque Jonghyun estaba con él día y noche, pero no quiso decirle nada al mayor, además que quizás muy pronto Jonghyun se aburriría de él al encontrar a alguien mejor.
- ¿Ya tienes todo listo para cuando Jjong regrese? – salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Kibum quien se sentó a su lado en el sofá de la habitación de Jonghyun.
- Si lo tengo todo listo. Va a quedar muy sorprendido cuando regrese.
Taemin contaba los días para enseñarle la sorpresa que tenía para Jonghyun por lo que cuando el día llegó, llamó a Kibum quien rápidamente se sacó la camiseta y se recostó en la cama esperando al menor quien parecía un poco dudoso, pero luego de unos segundos hizo lo mismo.
Así que cuando escucharon que la puerta se abría, se pusieron sobre sus manos y rodillas.
Taemin miró por encima del hombro — Los dos hemos sido muy malos.
- Oh, sí, tenemos que ser castigados —lo secundó mientras meneaba el culo. Ambos se bajaron los pantalones, dejándolos alrededor de sus rodillas. Jonghyun comenzó a reírse, casi hasta el punto de que sus piernas se doblaran.
— No es un castigo si tanto lo quieren — Jonghyun volvió a reír entre dientes cuando finalmente comenzó a calmarse.
— Esto fue su idea — contestó Kibum, bajando los hombros y dándole una vista de su culo y de su agradable agujero color rosa. Jonghyun gimió al sentir su polla endurecer dentro de sus jeans.
Avanzó hacia ellos y puso una mano en cada una de las firmes mejillas de ellos dos y comenzó a masajearlas. Su recompensa fueron dos fuertes gemidos cuando comenzaron a empujar el trasero hacia atrás contra sus manos.
— Azota mi culo — gimió Taemin mientras bajaba la cara contra el edredón. Sintió que su polla se contraía por sus palabras, parecía que le gustaba la idea también. Tomando la decisión de probarlo, movió ambas manos de forma rápida y azotó a cada uno en una de sus mejillas. Al alzar sus manos, le encantó la impresión roja que les había dejado en sus culos.
— Azota mi saco — Kibum suplicó, y Taemin gimió. Jonghyun volvió a mover sus manos hacia arriba, y los golpeó en las bolas con mucha más suavidad de lo que lo había hecho en sus mejillas.
— Oh mierda, no pensé que me gustaría tanto esto — lloriqueó Taemin — De nuevo, hazlo de nuevo.
Jonghyun se encogió de hombros, aunque no pudieran verlo y le dio a cada una de sus bolas una serie de bofetadas. Ambos sacos se veían preparados y apretados contra sus cuerpos y sus penes estaban duros y goteando. Esta vez los azotó en sus culos, asegurándose de que golpeaba con fuerza sus pequeños y apretados agujeros. Taemin y Kibum comenzaron a retorcerse bajo sus atenciones. Jonghyun empezó realmente a meterse en esto y los azotó sin piedad, alternando entre eso y masajearles el culo donde había dejado su mano marcada.
— No puedo aguantar mucho más — Kibum lloriqueó — Voy a explotar.
Jonghyun sonrió cuando decidió a cambiar las cosas. Moviéndose sin hacer ruido, abrió el cajón de la mesita de noche y sacó un consolador para dos personas y lubricante. Taemin lo había visto en internet y lo compró, pero aún no lo habían usado. Vertió cantidades abundantes de lubricante en ambos extremos antes de volver a sus hombres.
— Giren sus culos hasta que quede uno al frente al otro — gruñó y ellos inmediatamente hicieron lo que les había ordenado, volviéndose para mirarlo una vez que estuvieron en posición. Luego se miraron el uno al otro con una gran sonrisa idiota en sus caras — ¿Quieren jugar rudos? Pues vamos jugar rudo.
— Hemos sido tan malos — ronroneó Taemin — Empújalo en nosotros.
Jonghyun separó hacia un lado una de las mejillas del culo de Taemin y comenzó a empujar los primeros centímetros del consolador en él. El menor gritó mientras empujaba su culo hacia atrás, tratando de empalarse más. Le azotó el culo con fuerza — Quédate quieto.
— Está bien — jadeó, temblando mientras trataba de no moverse. Jonghyun alineó el otro lado del consolador contra el agujero de Kibum y puso su otra mano en su cadera. Tirándolo hacia atrás con fuerza, lo hizo entrar en el agujero de Kibum empujándolo directamente en el juguete.
— Mierda, eso se siente bien — exclamó entusiasmado.
— Dejen de moverse — les dijo Jonghyun, azotándolos con fuerza en el culo de nuevo, ahora que sus manos estaban libres. Hicieron lo que les había ordenado mientras acercaba una silla y desabrochó sus jeans. Se sentó y sacó su dura polla antes de comenzar a acariciarla al ver lo que estaba frente a él — Eso es un consolador de dos pies, hay un pie para cada uno de sus ardientes culos.
— ¿Podemos movernos ahora? — Taemin gimió.
— ¿Por favor, Jonghyun? Me estoy muriendo aquí — jadeó Kibum.
Ambos se inclinaron hacia delante, poniendo sus caras sobre sus brazos, mirándolo mientras que sus culos estaban en el aire.
— ¿Van a follarse el uno al otro fuerte y rápido y van a tratar de tomar la mayor parte de ese juguete en el culo como puedan? — les preguntó, sólo para comportarse como una mierda y empujarlos aún más lejos.
— Sí, Dios, sí — exclamó Taemin — Voy a empujarlo en el culo de Kibum tan duro que lo voy a hacer gritar.
— Entonces puedes moverte — Jonghyun gimió ante la vista que él le dio. Ambos de forma inmediata se empujaron hacia atrás, empalando sus estrechos agujeros en el consolador al mismo tiempo. Ellos se retiraban al mismo tiempo del consolador antes de empujarse los dos en él de nuevo. Jonghyun gruñó, completamente en llamas y con ganas de tener una cámara en ese momento — Pónganse solo de rodillas.
Ambos se volvieron hacia él por un momento antes de levantarse hasta quedar solo de rodillas. Taemin jadeó mientras que Kibum gritó y disparó su semen por toda la cama, Taemin estaba frenético y siguió moviendo el juguete dentro y fuera de los dos.
— No se detengan hasta que Taemin también se corra — Jonghyun gimió porque sentía que estaba también cerca de terminar.
Se puso de pie y dejó que sus vaqueros cayeran al suelo. Apretando el paso para igualar el de ellos, Jonghyun se quedó acariciando frenéticamente su polla mientras se acercaba para verlos mejor. Kibum parecía ser incapaz de detener su orgasmo mientras que todo su cuerpo temblaba. Taemin tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta mientras jadeaba cada vez que se movía hacia atrás. Consiguiendo verlos más de cerca, vio lo mucho que el enorme juguete los estaba estirando.
Jonghyun lo agarró con su mano libre y empezó a mover el consolador de izquierda a derecha, ayudándolos a follarse más fuerte. Taemin gritó cuando su polla explotó, disparando su semen por toda la cama. Estaba tan caliente mirando como sus hombres explotaban sin tocarse entre ellos que los siguió a ellos después, rugiendo su orgasmo. Chorreó su semen por sus culos aún enrojecidos mientras su clímax seguía y seguía.
Cuando finalmente empezó a disminuir, se dio cuenta de que ambos estaban totalmente agotados. Empujó suavemente a Taemin hacia abajo manteniendo el consolador en su lugar. Lo deslizó fuera de su culo, y luego lo sacó de Kibum. Ambos gimieron con fuerza en protesta, ya que sus culos, ahora estaban vacíos.
Minutos más tarde cuando habían tomado una ducha, los tres quedaron sumamente dormidos con Jonghyun al medio quien tenía una enorme sonrisa por la sorpresa que había tenido, ya que en lo único que pensaba en su viaje fue en sus chicos todo el tiempo.
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Kibum se sentía bien en ver feliz a Jonghyun, aunque este último decía que las coas seguían como estaban negándose aceptar que tenía sentimientos por Taemin de quien también se había dado cuenta que estaba enamorado del mayor, pero no tenía por qué meterse, era mejor que ellos mismos se dieran cuenta aunque esperaba que no sea muy tarde porque si Jonghyun ayudaba a alguien más, quizás Taemin se iría y estaba seguro de que el mayor no lo buscaría por orgullo.
Él estuvo enamorado por un tiempo de Jonghyun, pero cuando el harén comenzó a crecer, encontró al verdadero amor ahí y eso lo ponía más que contento, claro que las últimas semanas había estado acompañando a Taemin porque el chico no estaba familiarizado con todos por lo que dejó de lado el amor.
- Me dejaste abandonado – sintió unos fuertes brazos rodearlo y se recostó en el fuerte pecho de su pareja – Estos días has estado con el chico nuevo. ¿Te divertiste?
- Que ridículo eres MInho – rió por los celos de su pareja – Solo le estaba haciendo compañía porque Jonghyun se fue de viaje.
- ¿Así que es su pareja oficial? – Minho besó su cuello y Kibum comenzó a relajarse.
- No... aun no, también es parte de nosotros, pero creo que muy pronto Jjong se dará cuenta que siente algo por él.
Minho llegó dos años después que Kibum por lo que al principio se sentía intimidado por el hombre, pero con el tiempo se dio cuenta que era muy cariñoso cuando comenzaban a jugar, ya sea con Jonghyun o entre ellos solos. Poco a poco se conocieron más y más hasta que se enamoraron; al principio tuvieron miedo que Jonghyun supiese lo que estaba pasando entre ellos, pero como Kibum era curioso habló con el mayor quien le dijo que no tenía problemas por si existían parejas en el harén, además que, si tomaban la decisión de irse para formar una familia, él tampoco se opondría.
Después de varios minutos de haber estado juntos, estaban recostados en la cama besándose lánguidamente y Kibum sabía que Minho no había terminado con él, pero segundos más tarde escucharon el sonido de la puerta abrirse y cerrarse.
- ¿Oigan, han empezado sin mí? – Kibum rompió el beso y rió mientras bajaba de la cama acercándose a su otra pareja – Has estado lejos de nosotros por dos semanas, hubieses esperado a que termine con el trabajo.
- Jinki, no te comportes como un niño – dijo al ver el puchero del mayor – Aun no hemos terminado.
- Está bien cariño. Voy a darme una ducha. Espérenme.
Jinki trabajaba para Jonghyun en una de las empresas como vicepresidente y un día que fue a la casa de Jonghyun conoció a Kibum quien le atrajo a primera vista, pero no podía acercarse al menor porque "pertenecía" a Jonghyun y nadie de fuera podía jugar con uno de sus chicos, por lo que meses más tarde habló con su jefe para pertenecer al harén.
Fue en ese entonces que pudo conocer a Kibum quien ya tenía una relación Minho, así que cuando se enteró pensó en quedarse un tiempo corto y retirarse, pero un día la pareja lo invitó a unirse a ellos. Esa noche Kibum le dijo que tenía sentimientos por él, al igual que Minho; claro que el moreno no le era indiferente así que probó para ver cómo podrían manejarlo, porque al principio pensaba que él saldría perdiendo, pero no fue así ya que nunca lo dejaban de lado.
- Vamos a acompañarlo en la ducha.
Kibum le mostró una sonrisa traviesa a Minho quien lo cargó hasta entrar al baño mientras Jinki aun no terminaba de desnudarse; Minho comenzó a follarlo nuevamente en la ducha esperando que Jinki se uniera.
A pesar de que su polla estaba explotando en el apretado culo de Kibum, Minho sabía que no había terminado aún. Salió de su cuello y lamió sus labios varias veces, actuando más animal que hombre. Tan pronto como ambos comenzaron a bajar de sus orgasmos, salió de Kibum y lo levantó. En un abrir y cerrar de ojos, lo tenía en su espalda, apoyado en el borde de la bañera. Minho se movió detrás de él y lo penetró duramente.
Podía sentir a detrás de él, así que rápidamente saliendo de Kibum, puso a los dos bajo su cuerpo. Kibum parecía un poco aturdido y confuso, pero en ese momento, no se trataba de agradar a su pareja, ya que se trataba de lo que Jinki y él necesitaban en ese momento.
— Se ha extendido lo suficiente como para tenernos a los dos — dijo Minho a Jinki, que se limitó a asentir. Tomó a Kibum en sus brazos y lo bajó hasta su polla. Kibum se quejó en voz alta, y se dio cuenta de que sentiría esto por días.
— ¿Los dos? — Kibum chilló cuando consiguió entender sus palabras, a través de su bruma de placer — No lo hemos hecho desde hace mucho. Me rasgarán por la mitad.
Jinki separó las nalgas del culo de Kibum para Minho. Entonces, como si hubiera oído sus pensamientos, Jinki le hizo eco en voz alta — Además, de esta manera, nos sentirás por un tiempo, y recordarás a quién pertenece este culo.
— Exactamente —susurró Minho abriéndose paso en Kibum, junto con Jinki. Al menos tenía suficiente conciencia para ir poco a poco, así no hacía daño a su pareja.
Kibum gritó, en parte por el dolor de tener dos pollas duras y grandes dentro de él, los dos sabían que le gustaba un poco de ardiente y duro sexo, solo que jamás habían llegado a este nivel.
— Nunca me sentí tan lleno — jadeó Kibum, envolviendo un brazo alrededor del cuello de Jinki y el otro lo tiró hacia atrás, alrededor del de Minho — ¡Mierda! Demasiadas sensaciones.
Jinki tomó esa señal para salir de Kibum justo hasta la cabeza de su pene. Cuando empezó a empujar de nuevo, Minho retiró su polla. Creando un ritmo rotatorio sin ni siquiera tener que hablar de ello. Sabía que Jinki se sentía de la misma forma que él, empujaron en Kibum, al mismo tiempo tratando de no hacerle daño. El ritmo que se propusieron era increíblemente rápido y furioso.
— Oh mierda, esto es como el cielo — Minho gimió. No era sólo estar en Kibum, también por sentir la polla de Jinki frotándose contra la suya cada vez que se movían.
— Eres nuestro, Kibum — susurró Jinki, y sabía que se estaba acercando. Incluso después de la primera ronda que había tenido con Kibum, Minho sabía que no duraría mucho tiempo tampoco. El moreno echó un vistazo a la cara de Jinki, viendo exactamente las mismas emociones que había sentido él. Eran una mezcla de dolor, miedo, ira, y posesión.
— Queremos escucharte decirlo — gruñó el más alto, cuando Kibum se limitó a asentir.
— ¡Soy de ustedes, solo de ustedes! — gritó Kibum, sintiendo que su culo los apretaba. Su orgasmo fue tan feroz que vio el semen de Kibum golpear la barbilla de Jinki, por sobre su hombro — ¡Mi culo es de ustedes!
— No lo olvides — gruñó Jinki, antes de morder el cuello de Kibum. Minho inclinó la cabeza para marcar a Kibum también, mientras disparaba su carga en el interior de su culo. Soltó algo similar a un gruñido cuando se liberó, sintió y escuchó a Jinki haciendo lo mismo. Cuando empezó a bajar de su clímax, soltó el cuello de Kibum y se dio cuenta de que había perdido el conocimiento.
— No creo que nunca vaya a olvidar esto. —Minho gimió saliendo de Kibum.
— Se desmayó — se rió Jinki cuando su polla se deslizó suavemente del culo de Kibum. Levantó a Kibum con sus brazos — ¿Puedes limpiarlo mientras lo tengo?
— Puedo hacer eso — Minho rió mientras humedecía algunos paños.
Se sonrieron el uno al otro cuando abrió la puerta del baño. Jinki salió con Kibum primero, y Minho los siguió y vio cuando Jinki acostó a Kibum en la cama, por lo que unos segundos después ambos se metieron a la cama con Kibum en el medio.