EXPUESTOS…
Ahora es difícil recordar por los años que han pasado desde aquel entonces, lo que no es difícil es acordarme de la sensación constante que tenía, como si hubiera un hueco en mi pecho relleno por una daga, así, vacío pero tan doloroso que era apenas soportable, Sai solo era un analgésico adictivo para calmar el dolor e irónicamente a veces era el causante de que doliera más, porque siendo sincero, el amor no era suficiente para evitar que me sintiera envidioso de cosas estúpidas, tal vez desde el inicio de esa relación debí darme cuenta que lo mejor era observar su existencia desde lejos porque aunque yo tuve gran parte de la culpa por como acabaron las cosas, lo amaba, tanto que es difícil explicarlo, tanto que si me pongo pensativo duele, porque el es, todavía, como una rosa que intentas hurtar del jardín del vecino que te odia, es decir la agarras sabiendo que tiene espinas, al final no la puedes cortar, huyes y llegas a tu casa con la mano ensangrentada y con una gran cantidad de espinas en la mano, así, hay una mezcla de repudio, de anhelo de lo que pudo ser y esa espina dolorosa está ahí para recordarte que no debes acercarte de nuevo, pero como dije antes, fue así desde el principio y fue así hasta el final.
Fue durante un receso, donde le pedimos a Gaara que viniera con nosotros alejándonos de nuestros demás amigos para explicarle que nuestra relación había cambiado.
-Gaara, necesito que vengas con nosotros porque debemos decirte algo- dije con un poco de pena y el, con una barrita de cereales a medio abrir que le acababa de regalar me siguió con pesadez…supongo que el lo sabía antes de que le dijéramos
-Voy, aunque te anticipo que no me siento bien, así que les ruego que no me vayan a decir algo que me ponga de malas- ¿Era amenaza? ¿Acaso intentaba frenar lo que pasaba? Nunca lo confirmó, pero creo que estaba un poco celoso
-No puedo garantizar eso, para serte sincero- dijo Sai en un susurro, como si lo estuvieran regañando
- ¿Así de grave es? -
-Nosotros tenemos algo que decirte…aunque creo que ya lo sabes- Dije con miedo ¿Por?
- ¿Ah sí? Entonces para que repetirme algo que se supone que ya se-
-Porque es mejor que te enteres por nosotros a que te hagas ideas raras- Dijo Sai
-Nosotros estamos saliendo- dije en un arranque y Sai apretó mi mano
-Ya sabía, son pésimos ocultándolo- dijo casi en un reproche
-Necesitábamos decirte porque eres nuestro amigo…y es importante lo que opinas- expresó Sai
-Si de verdad yo fuera importante para ustedes no harían esto, pero evidentemente les vale, así que no intenten fingir que soy importante porque ya demostraron que eso no es así y es molesto ver que intentan incluirme en algo en lo que mi presencia no es requerida- dijo casi en un grito y me aventó la barra de cereales que acaba de darle para irse enojado.
Voltee a ver a Sai que estaba destrozado, su boca estaba abierta por el impacto y sus ojos estaban cristalinos e intente acercarme para consolarlo, pero el no me dejó de hecho me hizo hacia atrás en un empujo que no fue brusco, pero dolió, se fue y me sentí fatal.
En la escuela y con las clases transcurriendo, sentados uno a lado del otro viendo a la nada cada uno perdido en su pensamiento, sin poder externar nuestro sentir o sentarnos separados pues estábamos así por orden de lista, ese día Sai se acercó a mi hasta el final de la escuela.
-Sabes, hice un diagrama- dijo en voz baja, distante, no había calidez en su mirada
-¿De que?- la verdad no me importaba saber, lo que quería saber era que el me quería y que no me dejaría por las palabras de Gaara porque yo tenía bien claro que si lo ponían a elegir sobre el y sobre mi yo no sería su elección y saber eso me dolía
-Los posibles desenlaces que habría cuando el se enterara, esta era una de las posibilidades, pero no creí que fuera a pasar, tenía esperanza, pero mira...fue lo que pasó- dijo tan desanimado que su suspiro me pesó.
-¿Qué quieres hacer?- dije con tanta incertidumbre y miedo que mis manos estaban temblado, pero el no lo notó porque no las tomó
-Creo que deberíamos pensar mejor esto, lo nuestro, que es lo que realmente esperamos de esto, porque no quiero perderlo- dijo y se alejó dejándome ahí al punto del llanto
Si pudiera describirlo, ese fue el primer acercamiento que tuve con la inseguridad en la relación, fue como esa llovizna que te avisa que vendrá una fuerte tormenta, pero a eso te atienes cuando amas a alguien ¿no?
No, tal vez no, pero tenía esa imagen del amor, como sacrificio y mi miedo a alejarlo era tal que no pude decir más, creo que mi falta de valor para afrontar la situación fue también el que hizo que acabara a lo que yo llamo como mi gran amor.