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AMANDO A MI JEFE by LoShiPu por MaRiA-SaMa_076

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Capítulo 3. AMIGOS AL ATAQUE

 

Naruto estaba hablando sobre unas yukatas de tejidos muy cómodos que se habían puesto a la moda, cerró la boca en mitad de la frase. Gaara se volvió hacia Deidara y lo miró fijamente. Mientras que Deidara tomaba otro buen sorbo de sake.


- ¡No!


Gritó Naruto asombrado. Después de unos minutos de silencio se le escapó una risotada que ahogó con la palma de la mano. Finalmente susurró…


- Estás hablando en serio ttebayo.


- Si, lo quiero – miró su vaso de nuevo y arrugó la nariz. – Quizá me convierta en un alcohólico para ahogar mis penas.
Gaara se levantó y le quitó el vaso.


- ¡Ey!


Protestó Deidara aunque sin mucho énfasis mientras Gaara dejaba el vaso en la mesilla y regresaba a su lugar.


- ¿Lo sabe él datebayo?


“Oh no” pensó Deidara “Aquí están estas lágrimas tan molestas de nuevo”. Pero no iba a llorar. Se puso de pie, miró a sus amigos y tragó saliva.


- No tiene ni la más mínima idea – susurró.


- Oh Dei-chan – susurró Naruto Se levantó, lo abrazó y Gaara hizo lo mismo.


Con un pequeño sollozo Deidara se apoyó en sus amigos. Aquello era muy reconfortante. Tanto que no terminó llorando como un bebé. Después de aquel abrazó Gaara le devolvió a Deidara su copa.


- Pero no te entusiasmes demasiado.


- No te preocupes. No voy a tomar más. Lo de convertirme en alcohólico era solo una broma.


Gaara cruzó las piernas y se sentó en postura de loto.


- Bueno… cuéntanoslo todo.


Deidara les explicó lo que había ocurrido en aquel San Valentín.


- Espera un momento – dijo Naruto. – Estas diciendo que todo este tiempo que has trabajado para él solo le tenías cariño ¿y nada más


- Oh no lo sé ¿cariño? No sé si es lo que siento cuando pienso en Itachi Uchiha.


Naruto emitió un sonido de impaciencia.


- Lo que quiero decir es que todo esto es muy repentino ¿no crees? ¿Te has enamorado de repente? ¿El día de San Valentín?


- Si – asintió y luego sacudió la cabeza. – No – entonces miró al techo. – Oh no lo sé.


- Bueno, me lo has aclarado todo.


- Naru, no estoy seguro de si empezó el día de San Valentín. Quizá… lo quería desde antes pero apenas lo he sabido hasta hace una semana.


Naruto empezó a decir algo pero Gaara le lanzó una mirada de advertencia y Naruto dejó escapar un suspiro.


- Continúa – dijo su pelirrojo amigo.


- Él ni siquiera me toma en consideración. No como persona, mucho menos como posible pareja. Yo soy… una herramienta para él. Y me hace daño. Pero mi enamoramiento no entraba en el trabajo. Él contrató un secretario, no un novio. No lo necesita.


Gaara sacudió la cabeza con tristeza y le preguntó.


- ¿Actrices?


- Si, actrices muy agradables. Odio eso. De alguna forma lo empeora todo. Ni siquiera puedo despreciarlas.


- ¿Te parece que… - Naruto se interrumpió para encontrar las palabras más apropiadas. – podría interesarse si se lo dijeras ttebayo?


Lentamente Deidara apretó los labios y se tragó las lágrimas. Negó con la cabeza.


- ¿Estas seguro?


- ¿Cómo puede esta seguro? Él no es objetivo en eso. Míralo. Se ha vuelto loco por Itachi.


- Es cierto – dijo Naruto.


- Soy objetivo – protestó Deidara. – Estoy 100% seguro de que no está interesado. Además… él es totalmente heterosexual. No veo como podría… quererme a mí.


Gaara se inclinó hacia él y lo tomó por los hombros.


- Mírame Deidara


- Muy bien – lo miró a los ojos.


- ¿Estas seguro de que esto es amor de verdad? ¿Qué no es…?


- Calla, si. Estoy seguro. Es de lo único que estoy seguro últimamente. Es amor, lo sé. No puedo explicarlo, ni puedo convencerte si tú no lo crees, pero es verdad. Lo amo.


Gaara lo miró durante unos segundos más con los ojos entrecerrados.


- Ya veo – susurró suavemente.


Soltó los hombros de Deidara y volvió a sentarse en su lugar.


Naruto tomó la botella y rellenó su vaso.


- Voy a preguntarte esto de nuevo porque no creo que antes hayas pensado bien la respuesta ¿crees que él podría interesarse si se lo dijeras?


- No, no lo creo. Realmente no.


- Pero no lo sabes con seguridad. Y no lo sabrás si no se lo dices.


- Estoy seguro. Solo tengo que decidir si puedo aguantar esto por más tiempo o mejor buscar otro trabajo.


Gaara y Naruto cruzaron sus miradas.


- Pero tú adoras ese trabajo ttebayo, y estás ganando mucho dinero. Además tienes acciones de la empresa. Y la cosa solo puede mejorar.


- ¿Y piensas que no lo sé?


- Y solo ha pasado ¿Cuánto? ¿Una semana? No tienes por qué apresurarte a tomar una decisión drástica.


- Naru, no me estas diciendo nada que no me haya dicho yo antes.


- Bueno, aquí va mi opinión. Creo que la sinceridad es la mejor política – dijo Gaara.


Naruto gruñó y Gaara pareció algo ofendido.


- Muy bien, crees que es un cliché. Pero eso no quiere decir que no sea cierto – señaló a Deidara con un dedo. – Dile lo que sientes.


- No, espera Dei. No es buena idea.


- ¿Por qué? - Preguntó Gaara con el ceño fruncido.


- Porque en lo que se refiere al amor no deberías… hacer una pregunta de la que no sabes la respuesta.


Gaara pestañeo.


- ¿Y a ti te pagan por aconsejar a la gente?


- Bueno – le recordó Deidara a Gaara. – Lo que él aconseja principalmente es qué tenedor usar y como sacar manchas de los yukatas de seda.


- Perdónenme – dijo Naruto enfurruñado. – Yo aconsejo a los que están perdidamente enamorados, si me escriben. Soy capaz de dar consejos sobre cualquier cosa, es mi trabajo ttebayo.


- Me asusta mucho – murmuró Gaara.


- Lo he oído – gruño Naruto.


- Lo siento jajaja.


- Hablo en serio. Hay otra manera datebayo. Una mucho mejor.


Deidara se inclinó hacia adelante con expresión seria.


- Muy bien. ¿Qué forma?


- Lo primero es hacer que te mire como hombre.


- Soy hombre por si no lo has notado.


- ¡No baka! Digo que te mire como pareja.


- oh ¿y como crees que voy a hacer eso?


- Ahhh por Kami sama. Creo que está hablando de arreglarte.


Era una vieja broma entre ellos. Naruto hizo su primer asesoramiento de imagen a los 12 años y Gaara fue el asesorado. Naruto le cortó el cabello y se lo tiñó de verde “para que hiciera juego con sus ojos” dijo. Gaara tuvo que llevar sombrero durante meses.


- Oh vamos. En caso de que se les haya olvidado ahora me pagan muy bien por hacer eso de lo que están renegando. Además ha pasado mucho tiempo desde que te corté el pelo ¿no?


- Afortunadamente – replicó Gaara.


- Creo que necesitas colores más brillantes y telas más suaves para que te den ganas de acariciarlas. No estoy hablando de que te hagas notar ante él, sino de cambios sutiles y sexis. Además tienes unos labios maravillosos, como de muñeca ttebayo. Unos labios con los que nunca haces nada – miró a Deidara burlonamente.


- Tiene razón Dei… estarías genial con colores más vivos. Tu largo cabello te queda fenomenal también. Pero en lo que respecta a Itachi Uchiha… díselo. Dos pequeñas palabras… “Te Quiero”. No hay sustituto para la sinceridad. Así es como deberían funcionar todas las relaciones. Si le dices lo que sientes, le estas dando una oportunidad para…


El teléfono empezó a sonar. Gaara se levantó para contestar la llamada.


- No se muevan.


- ¿A dónde íbamos a ir?


- ¿Dígame? Si, soy Gaara… si


Una pequeña sonrisa petulante se dibujó en su rostro.


- Por supuesto, espera un momento.


Se volvió hacia Deidara con la ceja enarcada.


- ¿Es para mi? – preguntó frunciendo el ceño.


- Hablando del rey de Roma… – Gaara estaba sonriendo


- ¿Itachi? – Empezó a latirle muy fuerte el corazón.


Gaara asintió y Naruto dejó escapar una carcajada corta y ruidosa.


- ¡Shhh! ¡Va a oírte!


- No, lo tengo en modo de espera. ¿Quieres hablar con él o no?


Deidara se levantó y tomó el teléfono.


- ¿Diga?


Volteó a ver a sus amigos y les hizo señas para que le dieran intimidad, a lo que los otros solo negaron con la cabeza, entonces trató de ir al vestíbulo buscando un poco de paz.


- ¿Si? ¿Itachi?


- Deidara. Estas ahí. Bien.


Parecía que su profunda voz se le derramaba por el oído y a lo largo del cuerpo, haciendo que le temblaran las rodillas.
- ¿Hay algún problema? – preguntó con bastante calma.


- ¿Un problema? No. Estaba escribiendo un mensaje para Zetsu.


Zetsu era el vicepresidente del Proyecto de Desarrollo.


- Pero la nota se ha desvanecido y no puedo recuperarla.


Deidara no pudo evitar sonreír. Como nunca escribía sus propios correos se le había olvidado lo básico de los programas.


- Deidara encuentra mi nota.


El rubio le dijo lo que tenía que hacer.


- Ah. Aquí está. Gracias


- De nada… ¿Itachi?


- ¿Mmm?


- ¿Cómo has conseguido este número?


- ¿Estas enfadado porque te haya llamado ahí?


- No, en absoluto.


“Jamás… llámame siempre que quieras”.


- Solo tenía curiosidad.


- Me dijiste que ibas a estar en casa de Gaara Sabaku no, así que llamé a información.


¡Se había acordado! Deidara no podía creerlo. Raramente se acordaba de las cosas personales que le contaba. El corazón comenzó a latirle aún más fuerte por la alegría.


- Ah. Por supuesto.


- ¿Dei? ¿Estas bien? – preguntó el pelinegro algo extrañado.


- Oh si. Muy bien.


- Que tengas buen fin de semana.


- Lo tendré…


La comunicación se cortó mientras Deidara sentía que la alegría se transformaba ahora en abatimiento.


- ¿Lo ves? No puede vivir sin ti ttebayo.


- No es eso.


- No puede vivir sin ti. Lo que pasa es que todavía no lo sabe.


- Díselo.


Insistió Gaara por tercera vez esa noche.


- Déjalo por favor – protestó Deidara. – No se lo voy a decir.


- ¿Entonces qué vas a hacer? – preguntó el pelirrojo.


- Todavía no lo he decidido.


Sus dos amigos dejaron escapar un gruñido al unísono.

 

***** ITADEI *****

 

Durante todo el fin de semana le dieron consejos, lo engatusaron, lo instruyeron y lo aguijonearon y poco a poco lo convencieron.


A pesar de que Deidara se quejó y protestó le encantaba que lo escucharan y que les importara. En realidad eran los 2 mejores amigos que alguien pudiera tener.


Para el domingo, cuando se iba había tomado una decisión.
Le diría a Itachi que lo quería.

 

CONTINUARA... 


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