- Sasuke -
Intenté separarme de él, pero sus brazos se apretaban a mi cintura con fuerza.
- ¿Estás bien? - murmuró él y casi siento la vibración de su voz en su garganta. Asentí, mudo y lo noté sonreír - ¿Tienes miedo? -
- Si -
Se separó un poco de mi, para observarme.
- ¿Tienes miedo de mi? - parecía honestamente preocupado; tuve que luchar para no caer en su mirada y de la ternura de sus manos que recorrían mis hombros.
- No - respondí
"Tengo miedo de lo que estoy sintiendo"
Un carraspeo me sobresalto; Karin todavía estaba en la puerta con un aspecto aturdido.
- Debería de bajar por tu maleta, Naruto - dijo Karin, enrojeciendo ligeramente.
- Esta bien - respondí y Sasuke asintió.
- Grazie - murmuró el azabache - Gracias -
- Ehi, Sasuke, Sei Pazzo? - pregunto la beta en italiano, con expresión preocupada.
- Sai cosa, è una lunga Storia -
Ella sacudió la cabeza con incredulidad, pero se marchó sin hacer ruido, dócil. Me gire para mirarlo de nuevo.
- ¿Qué fue eso? - pregunté, no tenía ni idea de lo que estaban hablando.
- Cree que estoy loco - admitió.
Incline la cabeza a un lado.
- ¿Y lo estás? - pregunté, medio en broma, medio en serio. Sasuke me sonrió con cansancio.
- Un poco -
Karin trajo mi maleta después de unos minutos antes de irse me regaló una sonrisa extraña, que no supe cómo tomarlo.
Empecé a rebuscar en la maleta una pijama que era de mi padre, pero no lo encontraba y estaba seguro de que lo había metido.
- ¿Tienes hambre? -
Me gire. Sasuke se estaba cambiando de espaldas de mi, pero lo mire a través de su reflejo en el espejo.
- No, comí con Kurenai antes -
El asintió, bajando la mirada. Lancé un suspiro.
-Sasuke - lo llame con suavidad para conseguir su atención.
- ¿Si? -
-¿Qué te ha dicho tu hermano? -
El frunció los labios.
- El se enojo demasiado - dijo con tranquilidad - El no quiere que te quedes, pero no te preocupes, te quedarás a mi lado sin importar lo que diga - añadió con rapidez - No te hará nada, ni a tu madre le sucederá algo -
- ¿Y que hacemos ahora? ¿Vamos a volver a la mansión? -
- Así es - no debería de sentir alivio por esas palabras - Pero ya no me vas a acompañar en este tipo de reuniones -
Casi pongo los ojos en blanco.
- Excelente - sonreí. La verdad es que no quería pisar de nuevo este lugar ni ningún otro, sabiendo que iba a ver un montón de alfas sin cerebro - ¿Algo más? -
Sasuke se sentó en la cama con las piernas cruzadas.
- Es vergonzoso - se lamento.
- ¿Quién? ¿Yo? -
-No, lo siguiente que te diré es algo vergonzoso -
- Oh... Soy muy curioso ¿Qué es? - dije y me senté a su lado.
El bajo la mirada.
- Mi antigua Omega, volverá - dijo al final.
Planeaba no hacer ningún sonido, pase lo que pase, pero el aire se me escapó de los pulmones con brusquedad, acompañado de un pequeño jadeo.
- La... ¿La Omega que marcaste? - sentí como la sangre abandonaba mi rostro. El sentimiento del pánico invadió mi pecho, como un veneno frío - ¿Tu ex? -
Sasuke alzo la mirada. Parecía sinceramente preocupado, demasiado para estar a punto de recibir a su Omega, una linda y sumisa Omega como "castigo"
Me tragué mi orgullo. Uno no se mostraba herido con un alfa al que prácticamente acaba de conocer, me recordé varias veces.
- ¿Y vas a dormir con ella? -
Sasuke negó con la cabeza.
-Solo me acompañara en las reuniones -
- Ah - intenté disimular la sensación punzante que sentía en mi garganta, pero no tuve mucho éxito. Sasuke me miraba con intensidad, esperando mi reacción. Tenía que decir algo, cualquier cosa que no me delatara...
- Ella conoce casi a todos, quiero decir, sabe cómo desenvolverse en las conversaciones - dijo el alfa - Muchos de mis socios la conocen y es una chica... - se detuvo abruptamente.
- Y los chicos betas somos los fenómenos -
Sasuke chasqueo la lengua.
- Da igual eso - dijo con pesar. Respiré hondo.
- Seguro que es una italiana, de esas que parecen modelos de revista -
El alfa sonrió y meneo la cabeza.
- Es todo lo contrario a eso, pero si comparamos, tú estás mejor, pareces un ángel de victoria secret -
-¿¡Qué mierda con esa comparación!? Todas las modelos de Victoria secret son mujeres - tuve que hacer todo lo posible para no enrojecer.
- Pero es la verdad, ya te imagino con un encaje sexi y modelando para mí -
-Ugh, ya basta -
Sasuke río y se puso una camiseta blanca con la que solia dormir y unos pantalones cortos. Tenía el pelo revuelto y una expresión obstinada en sus rasgos.
- Mi hermano es un imbécil al igual que sus socios. Ellos no ven lo hermoso que eres -
Ni siquiera intenté sonreír; sabía escoger los batallas. Suspire y murmuré un "gracias" apenas audible, pero el pareció darse por satisfecho y se acostó en la cama.
- Te eche de menos - le oí decir antes de apagar la luz. Me acosté a su lado y me removí incómodo.
- Y yo a ti -
- ¿En serio? - oí su voz risueña, casi esperanzada. Me recordé por enésima vez con quién estaba tratando.
- Si... ¿Sasuke? - lo llame en un susurro . Ya lo creía dormido, pero oí el sonido de las sábanas cuando se movía ligeramente.
- ¿Mmm? -
- ¿Te arrepientes de haber matado a ese hombre? -
Lo note suspirar.
- No -
-¿No? -
- Ya me estaba cansando y lo que te hizo, fue la gota que derramó el vaso -
- Podrías... Podrías solo haberlo asustado así como hizo lady Tsunade -
- No... - su voz ya sonaba adormilada - No, sirvió de ejemplo para los demás, para cualquier estúpido que se atreva a tocarte -
Tragué saliva.
- ¿Por qué lo haces? Yo solo estaré aquí por un año, no entiendo porque te arriesgas así por mi -
- Puede que en el contrato este escrito eso, pero yo tengo el poder de mantenerte a mi lado para siempre -
- Sasuke... -
-Descansa, mañana será un día agitado -
No tenía ganas de discutir, yo también estaba muy cansado y las emociones pesaban en mi cabeza.
" Para siempre" pensé "Soy suyo para siempre ¿Estaré para siempre a su lado cuando se canse de mi? "
Me dormí con la imagen de una Omega italiana, bonita, pelinegra, clavada en el alma.