- Amo, es hora de despertar...
Dos niños trataban de despertar al hombre que descansaba en la enorme cama, mientras que otros dos levantaban la ropa del piso y la arrojaban en los cestos de ropa, otros dos preparaban la tina del baño y otro par abría las pesadas cortinas hacia los lados dejando que entrara el sol e iluminara la estancia.
El hombre abrió los ojos y con algo de molestia los cubrió un poco después, la luz que se intentaba filtrar por entre sus párpados era muy potente. Sin embargo, ya era hora de levantarse.
- Buenos días Amo -. Respondieron todos los niños al unísono a la par que hacían una reverencia, después siguieron con sus labores.
- ¿Qué hora es? - La voz ronca del hombre sonó en la habitación y de inmediato fue respondida su pregunta.
- 6:30 de la mañana Amo.
- Bien... ¿está listo mi baño? -. Preguntó levantándose de la cama completamente desnudo y caminando hacia la habitación de baño.
- Sí amo -. Respondieron los niños que salían del mismo.
- Excelente, Carl, quiero que llames a mi madre y le anuncies que estaré ahí a las 10 en punto.
El mencionado dejó el cesto de la ropa en manos del otro niño y caminó hacia su amo arreglando su uniforme. - Amo... su madre quería que estuviera ahí a las 8... tal vez se moleste...- El temor con el que lo decía era evidente, la madre del amo era temible.
- Lo sé, pero me levanté con esto... - dijo el mayor dándose la vuelta y dejandole ver a los 8 niños ahí presentes la enorme erección que tenía -. Esto pasa cuando me la chupas en la noche... justo antes de dormir... tengo sueños contigo toda la noche, Daniel.
El chico que seguía batallando con la pesada cortina dejó todo y miró apenado a su amo -. Lo siento, usted me lo pidió... déjeme ayudarle a bajarla...
El mayor rió con ganas y entró al cuarto de baño, la tina era demasiado grande, parecía más una piscina para 5 que una tina para 1, tampoco era que el amo fuera enorme. Con rapidez entró en el agua, la cual perfumó su piel debido a las sales de baño olor a lluvia.
Detrás de él caminaron tres niños: Peter, Daniel y Evan. Iban con la mirada gacha y en una perfecta postura, los tres niños entraron al baño y cerraron la puerta. El resto de los niños continuó arreglando la habitación, Carl fue a la oficina de su amo y dos más de ellos fueron por el desayuno del mayor, pues tendría su almuerzo con su madre.
*****
Evan se desnudó por completo de forma utomática una vez que se ceró la puerta, no pasó mucho para que Peter lo siguiera junto a Daniel. Los tres niños de no más de 12 años entraron a la tina y tomaron la esponja de baño enjabonada para comenzar a lavar el cuerpo de su amo.
Evan tallaba la piel de sus hombros, Daniel la de sus piernas y Peter la de su pecho. No pasó mucho cuando tiempo cuando el mayor comenzó a acariciar sus cuerpos, miró a Evan y este dejó lo que hacía, con rapidez tomó el pene de su amo y lo alineó a su fragil entrada. El dolor era horrendo, a su amo no le gustaba prepararlos, por lo que ellos no podían prepararse así mismos tampoco.
Poco a poco fue bajando por el pene de su amo hasta llegar a la base, debía meterlo todo, siempre, sí no podía hacerlo, se marcharía de ahí, tan fácil como llegó. por su parte, los demás niños continuaban con su labor ignorando la forma en como su amo golpeteaba en el interior de su compañero y la forma en la que este temblaba por el dolor.
Las estocadas eran duras, rápidas y profundas, el niño batallaba para resistir, poco tiempo después la sensación de dolor se fue y el amo le ordenó moverse él sólo, Evan movía sus caderas y daba saltos grandes sin que el pene de su amo saliera de su entrada.
El agua se movía de forma brusca mientras los lindos gemidos (ahora de placer) de Evan resonaban en el baño por el eco del lugar, los jadeos roncos de su amo también, poco tiempo después el grito de placer de Evan avisó que ambos se habían corrido. El pequeño niño con los pies temblorosos se sacó el pene de su amo y volvió a su labor. Mientras tanto Daniel sabía lo que debía hacer, bajó a la enterpierna de su amo y comenzó a limpiarlo con ligeros lenguetazos, cuando estuvo bien limpio comenzó a erectarlo de nuevo sólo usando su boca.
Peter enjuagó el cuerpo ahora limpio de su amo y continuó lavando ahora el cabello de éste. Daniel trataba de hacer un vaivén rápido y profundo, su barilla dolía y sus pulmones pedían por algo de oxígeno, sacó el falo de su boca por un segundo y lo volvió a meter luego de dar una bocada de aire. El amo metió sus manos que hasta este momento acariciaban los redondos glúteos de Peter, tomó el cabello de Daniel y comenzó a marcar un ritmo duro y rápido y el niño agradeció sólo tener que abrir su boca y listo.
La semilla de su amo calló en su lengua y un poco en su garganta, salió del agua y tomó el cabello de Evan repartiendo un poco de la semilla, el amo estaba complacido, pero su pene seguía erecto y lleno de vida y era turno del pequeño Peter de complacerlo. Cuando éste terminó de enjuagar su cabello con cuidado fue tomado de forma brusca y posicionado en cuatro sobre la tina, el niño se sujetó del borde de la tina y esperó; el dolor era intenso, si bien era el menor de todos con sólo 8 años, el mayor amaba con locura follar su pequeño culo.
La mayoría del tiempo prefería pasarlo con sus compañeros mayores como Taylor y Hansen (de 13 años) pues ellos resistían mucho más tiempo, pero siempre había momentos en los que su amo moría estar con él y Jack de 9 años. Las estocadas eran tan rápidas que todo su cuerpo era empujado con vehemencia, el niño miraba de vez en cuando el rostro tan apuesto de su amo y después gritaba de dolor por las tremendas estocadas que le daba.
El mayor siguió empujando por mucho tiempo más, Peter era el que tardaba más tiempo en sustituir su dolor por placer, por lo que era el más llorón, el más gritón y el más quejica del grupo. Eso a su amo no le molestaba (al menos no la mayoría del tiempo) pues le excitaba en demasía verlo llorar mientras lo cogía.
Poco tiempo más pasó y Peter gimió al sentir el espeso semen de su amo en su interior y su propio semen cayendo al agua espumosa. El amo salió de él ya más relajado y con tranquilidad dejó al pobre niño siendo atendido por Evan mientras Daniel limpiaba su pene, esta vez con un pañuelo y le ayudaba a ponerse su bata de baño. El amo salió de ahí seguido del niño y se sentó en el sillón encendiendo la televisión en el canal de noticias esperando su desayuno.