Al día siguiente, Naruto no acudió a clases. Toda la mañana y parte de la tarde se la pasó dormido, sumergiendose de lleno en un sueño profundo deliberado como último recurso para evadir el creciente cúmulo de dolor y odio que le oprimía el pecho.
No salió, no comió, y tampoco hizo el intento de seguir con los ejercicios atrasados. Tan solo dormitó en largos lapsos de tiempo, hasta que, caída la noche, Sasuke se presentó a la recamara.
Naruto apenas había abierto los párpados hinchados de tanto llorar al verle de pie y cruzado de brazos contra la puerta del dormitorio. Su semblante era una revoltura de sentimientos mezclados que Naruto no supo, ni quiso, interpretar.
-Tienes una semana para empacar tus cosas- la voz de Sasuke sonó pastosa, distorsionada por la vorágine de emociones reprimidas. Tendido boca abajo sobre la cama y con expresión de dolo, Naruto miró fugazmente la maleta que el Uchiha había arrojado junto al colchón. -Busca en dónde quedarte o...- un titubeo siguió al comentario. Naruto le apremió a continuar al sostenerle la mirada con infinito desprecio. -Quedate con Neji.
Asi que se trataba de eso.
Sacudido por espasmos de perpetua angustia, Naruto ladeó el rostro sobre la almohada para escapar de la mirada acusadora y llena de odio.
Y de nuevo, rompió a llorar.
*
No se tomó la molestia de explicar nada, no tenía caso. De suerte tuvo energía para levantarse y hacer el equipaje, tal y como Sasuke le había exigido que hiciera.
Dejó la maleta con sus pertenencias en la sala y se aseguró de llevar en su mochila un objeto extra debajo de sus libros.
Arribó al salón cual automata, y tal debió ser la consternación que delataba su penoso semblante que, Iruka le pidió ir a la enfermería de inmediato. Naruto había abandonado el salón, no sin antes escribir una rápida nota que depositó sobre la paleta del cuarto pupitre a espaldas del suyo.
*
Sin ganas, abrió el cajón de su escritorio para extender las múltiples instantaneas que lo habían hecho rabiar día con día.
Cada vez que las observaba, esperaba que su furia se aplacara un poco, lo suficiente para poder llegar a un arreglo con Naruto.
Fue inútil.
Cada vez que posaba su mirada en las escenas retratadas, las nauseas y el odio lo estrujaban.
Naruto tomado de la mano con Neji.
Naruto besandose con Neji.
Naruto teniendo relaciones en el baño de la escuela con Neji.
Era demasiado.
El grito de rabia quedó atascado en su garganta cuando Karin entró corriendo, con el semblante palido para hacerle un anuncio.
El más terrible de toda su vida.
-Naruto.
No hizo falta que agregara más para que Sasuke saliera a toda velocidad.
*
No entró a las clases siguientes. Tan solo esperó en el patio, sentado junto al robusto roble, con el rostro demacrado, los ojos rojos de tanto llorar y los labios agrietados por la ausencia de líquidos y alimentos.
Su estomago era un pozo, y estaba lleno a rebosar de odio.
Dos horas después de su salida del salón sonó el timbre del descanso y, como si de una epifanía se tratase, Naruto vislumbró la silueta de su doble caminando con pasos seguros y desenfadados en su dirección, blandiendo una sonrisa de eterna seguridad que él no tendría nunca.
Despacio, se levantó.
Menma le había arrebatado hasta la última pizca de felicidad. Había cumplido la misma función que una esponja al absorber todo el liquído a su paso.
Tenía popularidad.
Tenía reconocimiento.
Poseía más amigos de los que Naruto jamas soñó podría llegar a tener.
Sus calificaciones eran perfectas.
Su desempeño escolar, impecable.
Tenía a Neji babeando tras de él y ahora también a Sasuke.
-Naruto.
No saludó y, en cambio, salvó los metros que lo distanciaban de Menma en cuatro grandes zancadas. Luego desenfundó la reluciente navaja y la hundió de lleno en el abdomen del otro.
Su saliva se acidificó, su vista se nublaba.
Frunció levemente el ceño al experimentar el destello de dolor, seguido de una fuerte punzada que lo inmovilizó por completo.
De la comisura derecha de sus labios se abrió paso un hilillo de sangre que escurrió raudo por su barbilla.
¿En qué momento Menma también lo había...?
Superando el dolor físico de su abdomen, Naruto bajó la mirada hacia su propia mano que aún sostenía el arma que le había atravesado sin piedad.
Al frente no había nada.
"¿Qué está pasando?"
Aún pudo dilucidar la pregunta antes de escuchar su propio cuerpo desplomarse y la oscuridad envolverle por entero.
*
El escandalo dentro de clases se había desatado luego de que Tenten, proclamandose voluntaria, se levantara a entregar los examenes y viera por la ventana la atroz escena.
Naruto había estado gesticulando solo en el patio lateral segundos antes de apuñalarse.
El griterío pronto se extendió por el salón. Alumnos corriendo, otros saliendo para poder ver de cerca lo que pasaba. El profesor Iruka desgañitandose en alaridos al encontrar a su estudiante agonizando, pero lo más crudo de ver fue la llegada del joven subdirector, quien llorando de rodillas se había tirado con fuerza de los cabellos, deshaciendose después en un llanto tan lastimero y hondo que dio escalofríos.
Neji había sido el único en permanecer estatico en su sitio, más presa del shock, que de la escases de emociones.
Al incorporarse de su lugar, vio en el pupitre de Naruto un papel doblado por la mitad. Dentro ponía "Te espero en el patio a la hora del descanso"
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