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Bilocación por RLangdon

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Suspiró cansinamente luego de que el timbre diera por terminada la última materia del día. Una vez más, Naruto no fue capaz de concentrarse, en esta ocasión se debía a Sasuke y aquel planteamiento que le hubo hecho anteriormente.
 
Hijos, Sasuke deseaba tener hijos. Formar una familia, la idea era hermosa y él no interferiría en ello. No obstante, seguía doliendo. Tenía que renunciar al amor de Sasuke para que él pudiera formar una familia aparte. El bastardo seguía siendo egoísta después de todo.
 
Todo ese tiempo juntos y el sujeto al que consideraba el amor de su vida se había reservado un asunto tan importante. Si se lo hubiera dicho antes, se habría apartado enseguida.
 
Ya no importaba. Sasuke tomaría su camino y él tendría que tomar el suyo, por más doloroso que fuera.
 
La luz de los rayos solares cubrieron su cuerpo cuando salió del aula con la mochila sobre su hombro. A diferencia de otros días, no tenía prisa por irse. Ni siquiera había escuchado a Sasuke llegar a su casa, durmió fuera otra vez y eso solo corroboraba sus sospechas de que el Uchiha ya estuviera en busca de una partidaria para su futuro hijo, eso si no la tenía ya.
 
Las comisuras de sus labios se curvaron hacia abajo ante tal pensamiento. No podía concebir una idea más dolorosa que la de separarse de Sasuke, por él se había quedado, tenía la opción de irse de la ciudad con una nueva familia y sin embargo no lo hizo. Descartó esa posibilidad, porque lo amaba, tanto que…incluso dolía.
 
-¿Qué pasó con esa sonrisa boba que te cargabas?- Naruto se dio la vuelta al escuchar la voz cerca de su oído. Permaneció un momento inmóvil, contemplando la expresión indagadora de Menma. Ese día no había reparado en muchos detalles, ni siquiera en los más importantes, aquellos que tantas ganas tenía de descubrir.
 
-Menma- el saludo fue casi inaudible pero no pasó desapercibido para el aludido, quien, sonriente, tomó del brazo a Naruto. -¿Qué haces?- preguntó el rubio, viendo en todas direcciones.
 
-Quiero hablar contigo- expuso con calma. Naruto se limitó a seguirlo al patio trasero. Ciertamente deseaba conversar con Menma, preguntarle aquellas dudas que antes no pudo hacerle debido a las interrupciones y la fuerte negativa del muchacho de cabello negro por ignorarlo. Ahora Menma actuaba distinto, primero lo esquivaba, ahora era él quien le buscaba para hablar. 
 
Que irónico, pero a pesar de ello, ni una risilla escapó de sus labios, nada. Seguía alterado por la decisión que había tomado Sasuke, y de la cual no se enteró hasta hace pocas noches.
 
El patio se encontraba casi desierto, a excepción de un par de estudiantes que se habían quedado a merendar en una de las pocas mesas. Naruto miró en derredor, por un segundo dudó en sentarse cuando Menma lo hizo. Nuevamente le inquietaba cierta cuestión, no había visto a Sasuke durante el receso. Incluso pasó cerca de la fuente en caso de que el Uchiha estuviera ahí, pero no fue así.
 
Tenía esa enorme duda y nadie mas podía confirmársela sino el mismo Sasuke. Quizás se ausentó ese día, o simplemente lo evadía, cualquiera que fuera la respuesta, lo idóneo sería olvidarlo.
 
-Toma.
 
-¿Eh?- Naruto miró confundido el vaso desechable frente a él. Estaba lo suficientemente distraído para no darse cuenta de en qué momento Menma se había alejado a la cafetería. No pudo evitar apenarse por ser tan despistado. –Gracias- retiró con suavidad el vaso. Menma arqueó una ceja, echando un rápido vistazo a su bebida. –Pero no me gusta el café- en realidad si le gustaba, con muchas, muchísimas cucharadas de azúcar y apenas una pizca de cafeína no sabía tan mal, aun así, le recordaba a Sasuke y no quería pensar en él por lo menos hasta que lo viera.
 
-No es café- sonrió el misterioso muchacho, entregándole nuevamente el vaso a Naruto. –Es alcohol- le aclaró sonriente. Naruto parpadeó, ruborizándose al notar su propia equivocación. Tomó el vaso por pura cortesía y dio un pequeño sorbo.
 
Lo apropiado sería empezar a preguntar, si no lo hacia él, quizás Menma tampoco lo haría. ¡Pues claro!... ¿cómo iba a responderle algo que él no preguntaba?
 
-Tu apellido…
 
-Soy tu hermano- sin parpadear ni inmutarse, Menma le interrumpió. Aclarando casi todas sus dudas de golpe. Los ojos azules tintinearon en asombro, ignoró el murmullo de la pareja de adolescentes a sus espaldas y se levantó fugazmente de la silla con la intención de abrazar al moreno.
 
-No es necesario- se negó Menma a corresponder el abrazo, especialmente frente a aquellos pubertos que no dejaban de observarlos desde que llegaron. La chica de cabello castaño sujeto en dos moños y el muchacho de fríos ojos malva no apartaban la mirada de ambos y, aparentemente, eso comenzaba a incomodar a Menma. –Vamos a otro lado- propuso, entrelazando los dedos de Naruto con los suyos. Casi por instinto, Naruto se dejó guiar por su gemelo, siguiéndole de cerca. No entendía su rara actitud, pero en cierta parte podía compararla con la de Sasuke.
 
-No sabía que tenía un hermano- comentó, sin detenerse. Menma lo miró de reojo y simplemente se encogió de hombros.
 
-Yo tampoco, es porque me dieron en adopción a los pocos meses de nacido, de hecho ni siquiera te recuerdo- admitió, aminorando el paso.
 
-¿Cómo me encontraste?- cuestionó Naruto curioso. No podía ser coincidencia el hecho de que Menma se inscribiera a la misma escuela que él, y además terminara en el mismo salón. El moreno debía saberlo de antemano.
 
-Vivo con mi padre adoptivo, no muy lejos de aquí- continuó diciendo, cada vez más apático. Naruto se abstuvo de preguntarle algo más. Las respuestas de Menma se notaban claramente forzadas y él no deseaba incomodarlo ni preguntarle todo de una vez, aunque tenía muchas ganas de saber de su hermano. Lo adecuado sería esperar a que Menma le explicara por su cuenta el resto. –Además- sonrió de medio lado, deteniéndose en uno de los salones de grado superior. Naruto lo miró curioso, soltándose del agarre. –Pensaba llevarte a vivir conmigo. Busqué en los registros de todos los orfanatos de la ciudad. No me hizo falta más que ver tu fotografía para saber que eras tú a quien buscaba- confesó, su semblante se tornó serio.
 
-¿Qué?- Naruto retrocedió asustado. Le aterraba la frialdad y la simpleza con la que Menma le había soltado de carrerilla sus pesquisas. Y además pretendía que se fuera a vivir con él. 
 
Pero ¿Y Sasuke?, ¿De verdad ya no podrían arreglar nada?, ¿Sería lo correcto empezar de cero con su nueva familia y dejar atrás su vida junto al Uchiha?
 
De pronto la sonrisa torcida de Menma se ensanchó. 
 
-Olvídalo, no pienso lastimarte si es eso lo que estas pensando- Naruto dudó en correr al escucharlo. ¿Debía confiar en él?, era su hermano pero no entendía lo que estaba sucediendo, ni mucho menos como era que Menma había dado tan pronto con su paradero. 
 
¿Por qué había esperado todo este tiempo para buscarlo? ¿Por qué sus padres los dejaban en orfanatos separados?
 
-Entonces… ¿Qué quieres?- trató de no sonar asustado, aunque todavía desconfiaba de las intenciones de Menma. 
 
-Solo quería conocerte- atinó a decir el moreno. Se aproximó en dirección de Naruto, este cerró los ojos al tenerlo en frente. –Eres lindo. Por supuesto, eres mi hermano- murmuró en su oído. Naruto se petrificó al instante, le había dicho lindo, ¿lindo en qué sentido?
 
-Tnemos la misma edad ¿Cierto?- quiso saber el rubio, entrecerrando los ojos con cierta sospecha. Había malinterpretado el comentario, seguramente era eso.
 
-Lo sé- Menma sonrió altivo. Naruto lo observó alejarse con paso seguro.
 
"Eres lindo"
 
La palabra siguió haciendo eco en su cabeza. Frunció los labios antes de encaminarse a la salida.
 
No llegó muy lejos, apenas tuvo tiempo de bajar las escaleras cuando los dos integrantes de su equipo y compañeros de clase le bloquearon el paso.
 
-Se acabó la hora de tristear- sonrió Tenten, colocando su dedo índice sobre la nariz de Naruto, este ladeó la cabeza, sin terminar de comprender a que se refería, ¿lo habían estado espiando?
 
-No queremos presionarte- masculló Neji con una mueca de indiferencia. –Pero tenemos que entregar un trabajo y…
 
-¡Y estuviste toda la clase de ciencias en la luna!- refutó la castaña en voz alta. Naruto bajó la mirada.
 
-Perdón- se disculpó al recordar el motivo de su decaído estado. Era increíble como unas cuantas palabras te pueden subir o bajar el ánimo, según el significado que tengan las mismas.
 
-No exageres, Tenten- espetó Neji al contemplar la expresión de Naruto. Tenía previsto conversar más tiempo con Naruto ese día y sin embargo, no había tenido oportunidad. 
 
-No, tiene razón, estuve distraído en toda la clase- Naruto forzó una sonrisa. Tal vez ese sería el ultimo día que vería a Sasuke y pese a tenerlo en claro, seguía sin asimilarlo del todo. Perder a la persona que amas era demasiado doloroso.
 
-Como sea- suspiró Neji derrotado. –Vamos al salón de computación.
 
**
 
Contemplaba atento la pieza de joyería que reposaba sobre la palma de su mano. La luz del foco intensificaba el brillo del diamante al centro del anillo. Llevaba rato jugando torpemente con él, pasándolo de una mano a otra, rompiéndose la cabeza al pensar una y mil veces en la forma menos ridícula y absurda para dárselo a Naruto. No solo se trataba de ese hecho, no era la única cuestión que le inquietaba sino la estúpida proposición que tenía pensado hacerle.
 
Había decidido pasar el fin de semana en un hotel luego del tremendo desplante que le hizo el rubio con su anterior propuesta de tener un hijo. Si Naruto no quería, solo le quedaba resignarse, quizás estaba en lo cierto, era demasiado pronto para pensar en esa cuestión tan delicada.
 
Además, no disponían de mucho tiempo libre, tener un hijo implica disponer de todo el tiempo posible, sacrificar varias actividades para dedicarse completamente al pequeño o pequeña que se integraría a la… ¿familia?
 
Bah, no era como tal. Esa idea era por demás estúpida. Aun así no soportaba tener que presenciar a los posibles prospectos que tenía Naruto rondando por el colegio. Simplemente no soportaba las miradas que le dirigían a su chico. Naruto era su pareja, y ahora tenía otro pensamiento en mente que quería llevar a cabo.
 
No era tan complicado, lo más difícil era hacerlo y actualmente le faltaba valor y seguridad para proponérselo a Naruto. Si volvía a rechazarlo…
 
-Karin- resopló cuando la pelirroja abrió la puerta. –Ya te dije que toques antes- guardó con rapidez el anillo en uno de los bolsillos de su pantalón. La pelirroja ajustó sus gafas, enseguida hizo una reverencia, excusándose por su repentina aparición.
 
En comparación con las demás mujeres que lo hostigaban, Karin era de las peores y de las más obvias, en la más mínima oportunidad, la pelirroja se le insinuaba y él no podía comentarle nada acerca de su relación con uno de los estudiantes, ya que correría el riesgo de ser despedido si se enteraban, debían ser discretos.
 
-Me pidieron que firmaras esto- le explicó, entregándole la hoja. Sasuke la tomó desinteresadamente, entornó la mirada tan pronto Karin se sentara sobre el escritorio, cruzando su pierna derecha con descaro. La falda le quedaba excesivamente corta.
 
Sasuke tomó el bolígrafo situado junto a las carpetas color beige. No tardó en garabatear una firma que rayaba en lo ilegible.
 
Karin murmuró un "gracias", sonriendo coqueta mientras tomaba el papel que el sensual Uchiha le entregaba. Sin duda, Sasuke era guapísimo, el joven subdirector era tema de conversación entre todas las chicas desde que este tomara el empleo.
 
Suspirando, Sasuke presionó la punta de la pluma antes de dejarla en su lugar. Ahora tenía que justificarse con Naruto por no haber llegado a dormir, no debía olvidar que el Uzumaki era demasiado despistado y tendía a hacer suposiciones erróneas al respecto. ¿Es que no se daba cuenta que no tenía ojos para otra persona?
 
Estúpidamente cursi, así era. No había nadie que se igualara a Naruto y en ese momento lo constataba. 
 
**
 
-¿Cuál sigue?- preguntó Naruto en voz baja, sentado junto a él yacía Neji Hyuga, hojeando inexpresivo las hojas con el contenido de las preguntas que debían pasar a las diapositivas.
 
-¿Cuál es…?- Naruto comenzó a teclear con torpeza, aunque no tenía prisa por llegar a la casa del Uchiha, sabía que no debía demorarse mucho. Si a Sasuke se le daba la gana lo dejaría dormir afuera y él necesitaba ir por su ropa y demás artículos personales antes, eso en caso de que Sasuke decidiera terminarlo, lo cual era lógico.
 
-¿Si?- cuestionó Naruto al no escuchar nada más. Neji se levantó de súbito, posicionándose detrás de Naruto, poniéndolo aun más nervioso. Tenten se había ido a comprar una malteada desde hacía casi veinte minutos y aun no regresaba.
 
-Lo estás haciendo mal- vociferó, inclinándose hacia Naruto, este pasó saliva, giró su rostro de inmediato a la pantalla. –El tipo de letra no es el correcto- continuó el serio muchacho, colocando su mano sobre la de Naruto.
 
-¿P-Porque?- confundido, el rubio movió su mano para apartarla pero no pudo con la presión que Neji ejercía sobre ella.
 
-Arial número doce- puntualizó el Hyuga, moviendo su muñeca con soltura, dirigiendo la flecha hacia la esquina superior izquierda de la pantalla. Naruto sintió su rostro arder pero no dijo nada, hasta podía sentir la acompasada respiración cerca de su oído. –Listo- hizo clic un par de veces y apartó con suavidad su mano de la de Naruto, suave, muy suave. Esa sensación quedó impresa al hacer contacto con la piel de Naruto.
 
No había duda, le gustaba Naruto.
 
-¿Quieres ir a comer algo?- preguntó tranquilamente el Hyuga. Naruto ladeó la cabeza, confundido.
 

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