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Puntos de sutura. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Dohan miró a su alrededor sin quitarse el cubrebocas. Lo había estado pensando mucho desde ayer pero, cuando se trataba de la realidad, entonces se volvía cobarde y opinaba que definitivamente no quería enfrentarse a Kang Hye-won en lo que quedaba de su vida. Tampoco quería verlo a la cara. No quería estar frente a él sin antes estar mentalmente preparado y estudiar cada una de las posibilidades disponibles.

Do-han, que sostenía con ambas manos la bolsa que contenía su ropa interior, apretó el botón del ascensor con la cara completamente cubierta. Como el protagonista de una película de espías. Lógicamente dio un salto impresionante cuando alguien llegó junto a él y le agarró por el hombro. Aunque por fortuna no fue Kang Hye-won.

"¡Enfermero Im! Es una sorpresa."

Era el doctor Lee Jeong-eun, con quien trabajaría por la noche. Dohan luchó por calmar su mente sobresaltada y entró en el ascensor junto a él. El quirófano, la unidad de cuidados intensivos y la sala de espera para las enfermeras de quirófano, estaban todos ubicados hasta el tercer piso. Entonces, cuando presionó el botón que justamente decía "3" y puso la espalda en la pared para poder esperar, Lee, con cabello escaso, le habló de nuevo preguntando:

"¿Tuviste un buen descanso?"

"Estuvo terrible. Me enfermé."

"Ah, con razón."

Cuando Dohan respondió, dándole una sonrisa amarga, el maestro Lee señaló su rostro, con solo sus ojos sobresaliendo gracias al cubrebocas. La tenía puesto porque pensó que no sería capaz de manejar sus expresiones faciales adecuadamente estando con Kang. Pero Dohan, quien no quería explicar algo como esto porque sonaba muy ridículo, solo puso la excusa de que no estaba en buena forma.

En el tercer piso, tan pronto como bajó del ascensor, giró en la esquina y siguió derecho hasta poder encontrar la entrada al "centro de cirugía". Y tan pronto como cruzó la entrada marcada con un gran cartel rojo que decía "Prohibida la entrada excepto para los trabajadores", entró a los vestuarios, y comenzó a saludar a los doctores, enfermeras y todas esas personas que aparentemente tenían un camino diferente al suyo. Debido a que el vestidor no estaba dividido en "médicos" y "enfermeras", sino por género, los residentes, a quienes se les llamaba más bien "esclavos quirúrgicos", entraban y salían con muchísima frecuencia sin ponerle atención.

Dohan, que abrió la puerta para ver si estaba Kang Hye-won, vio que Choi Ki-joon, un doctor general, era el único cambiándose de ropa frente al casillero que estaba hasta el fondo del salón. Suspiró aliviado.

Dohan, quien le dio un saludo rápido, abrió su cubículo y metió la ropa interior que había traído desde su casa, una por una. Y luego, disfrutando de ese privilegio que le dejaba utilizar dos casilleros debido a que era "jefe de enfermeros", abrió la segunda puerta para poner sus libros en un bonito orden alfabético. 
A diferencia de otros doctores, que a menudo colocaban fotos de su familia o de amigos, el casillero de Dohan se sentía como una gabeta en un centro comercial. Tenía muchos champús, acondicionadores y productos corporales. Ceras y cremas, estropajos y trapos, todo para tomar un baño en el hospital y salir de allí luciendo más fresco.

Se puso una bata quirúrgica azul y luego habló con Choi Ki-joon, quien tenia el casillero opuesto.

"Si te vas a casar, ¿Por qué no me diste una invitación?"

"Ah. ¿Me escuchaste?"

"De Kang Hye-won. Es triste que yo quedara excluido."

"Jajaja, se lo dije mientras estábamos operando."

Choi Ki-joon y Do Han-eun, quienes siempre transportaban pacientes para cirugía, eran increíblemente amistosos el uno con el otro. De hecho, en este hospital, no había nadie que no fuera amigo del genial Do-han. A todos les caía bien, porque era amable y tenía muchísima energía.

Dohan se sentó en el suelo del vestuario. Suspiró por un momento y comenzó a meter los pies en las grandes medias de compresión que había traído desde su casa. Él siempre había dicho que llevar medias así era una necesidad básica para los enfermeros de quirófano porque estaban de pie durante mucho tiempo. Entonces, al ver a Do-han, metiendo sus grandes pies en unas bonitas medias color albaricoque, Choi Ki-joon cambió un poco de tema:

"Ayer, Kang estaba absolutamente ensangrentado".

"... ¿Por qué?"

"Tuvo una emergencia nocturna con un paciente con apendicitis aguda. Estuvo horrible."

Ante las palabras de Ki-joon, Dohan recordó que quien estaba de turno era Na-young.

"¿Pero lo asistió Na-young, no? Está raro que se le complicara."

"Sí. Pero es que se sintió como si Kang estuviera más agresivo que de costumbre. Puso nervioso a la niña."

Ante las palabras de Choi Ki-joon, Do-han pareció adivinar un poco la situación. 

Kang Hye-won nunca decía NADA durante las operaciones. Solo se movía para aquí y para allá y miraba a los instrumentistas como si ellos pudieran leerle la cabeza. En los dramas y películas médicas que se veían a menudo en la televisión, los médicos amablemente extendían la mano y les informaban a los demás sobre los instrumentos quirúrgicos que necesitaban para continuar con la intervención correctamente, pero la realidad era diferente. Apenas había cirujanos que mencionaban el nombre de lo que querían así que los enfermeros tenían que estar bien atentos y aprender sobre el método quirúrgico y el procedimiento por adelantado para entregar los artículos necesarios para el próximo pedido, SIN que el cirujano hablara. A veces, incluso con la misma cirugía, las herramientas utilizadas por los doctores diferían, por lo que tenían que estudiar las características específicas de cada cirujano. Como resultado, a menudo las cosas salían mal cuando los estudios de los enfermeros encargados no eran suficientes o cuando estaban en una operación que nunca había sido cubierta. Na-young era alguien que apenas estaba en su tercer año y cometió un error porque la operación se realizó por vía laparoscópica.

"Ay, carajo. ¿No podía decirle simplemente "¿Dame esto, por favor?" ¿Por qué mira a la gente de una manera tan aterradora por nada?"

Hyewon, solía mirar a la otra persona sin decir una sola palabra. Si el asistente cometía un error, entonces él tenía que resolverlo solo. Pero eso era peor que un regaño. Además, Kang Hye-won era famoso en el hospital por no ser nada amable, por lo que no interactuaba adecuadamente con otros médicos o enfermeras o siquiera con sus jefes. De hecho, se rumoreaba que lo habrían echado desde hace mucho tiempo si no fuera tan condenadamente excelente en su labor como doctor. Dohan, que estaba preocupado por su enfermera, se detuvo por un momento y preguntó:

"Pero... ¿Está bien? Digo ¿La amonestaron?"

Ki-joon respiró hondo y se cambió toda la ropa, por lo que finalmente se levantó de su asiento. Dohan, que tenía ambas piernas metidas en medias de compresión, también se paró del suelo para intentar arreglarse el pantalón.

"Pues Na-young ha estado completamente aterrorizada desde entonces. Creo que hasta se puso a llorar."

"Hmmmm...."

Dohan tosió torpemente porque no sabía que decir.

"En fin, ya no vuelvas a enojarte con Kang cuando esté de turno. Ahorranos a todos el drama."

"... Jajaja, no sé de qué estás hablando."

"A él se lo estaba llevando el carajo y tú cambiaste de turno después de años siendo puntual. No soy idiota, amigo. Algo malo pasó."

"No pasó nada."

"Y fue tu culpa pero eres muy cobarde para pedirle perdón."

"Pues tú eres horrible y por eso tu esposa te va a engañar."

"¿¡Eso qué tiene que ver!?

Incapaz de decir que realmente era un cobarde, Do-han sonrió y le dio a Ki-joon una palmadita en la espalda antes de cerrar completamente su casillero. Por como lo contaba, estaba claro que Kang Hye-won también estaba muy alterado por la situación y a su vez, Dohan ya estaba comenzando a molestarse por la idea de tener una conversación con un hombre que iba a tener la boca cerrada todo el bendito tiempo.

"Naaaa, es una broma. Felicidades por tu boda, maldito. Seguramente van a formar una familia muy bonita y feliz".

"Aaaaw, gracias."

Dohan entonces se acercó a Ki-joon y le dio un abrazo muy fuerte para felicitarlo por una boda a la que seguramente no iba a ir. Choi Ki-joon, con una sonrisa en los labios, salió primero del vestuario y luego Dohan suspiró y comenzó a golpearse la cabeza contra la puerta de metal. Tenía miedo de salir. Tenía miedo de verlo. Tenía miedo de hablar con él. Se sintió como si lo arrastraran al matadero para hacerlo carnitas. Y luego, incluso después de terminar los preparativos, no salió del vestuario en mucho, mucho, MUCHO tiempo.

Revisó sus notas y los bolígrafos que siempre llevaba en el bolsillo. Reemplazó las tintas con las de repuesto, que compró por adelantado en internet, y luego se quedó bastante tiempo lavando las manos que se le habían manchado en consecuencia. Dohan, que obviamente estaba escondido en el vestuario usando eso como excusa, aguzó el oído en caso de que alguien pudiera entrar por la puerta en lo que estaba de espaldas. Luego, Dohan, que había estado escuchando las voces de sus colegas haciendo eco a través de la puerta, cerró rápidamente su casillero y se asomó un centímetro afuera.

"Doctor Kang, ¿Ya comió? ¿Quiere que le invite un café?"

"Sí. Estaría bien."

Era Kang Hye-won.

"¡Iiiiiiiii!"

En ese momento, Dohan salió corriendo a la entrada del vestuario como un potro con el trasero en llamas. Antes de que Kang Hye-won girara el pomo de la puerta, Dohan embistió la madera como si fuera un jugador de fútbol americano e inclinó la cabeza para saludar a Kang Hye-won y al jefe de residentes que estaban frente a la puerta con una cara completamente confundida por lo que acababa de hacer. Como la cirugía que tuvo en la mañana fue bastante larga, Hyewon Kang salió de la sala de operaciones casi a las 3 en punto. Entonces Dohan, que acababa de encontrarse con alguien a quien no quería ver, frunció el ceño bajo su cubrebocas y dijo "Buenos días." Y se movió torpemente frente a ellos dos, como si fueran todos extraños para él.

"... ¿Estás bien?"

"Jajajaja estoy de maravilla ¿Por qué estaría mal? Estoy muy, muy, muy bien. Bueno me voy. Un gusto. Esperen ¿Por qué un gusto? Somos, somos compañeros desde hace mucho tiempo ¿No?"

"..."

"... Bueno, bye."

Dohan dio un espectáculo tan incómodo que llegó hasta el punto en que se sintió afortunado de no haber soñado nunca con convertirse en actor. Y como incluso pensó que Kang Hye-won lo iba a alcanzar, Do-han corrió por el pasillo como si tuviera una emergencia. Los crocs que llevaba se le estaban saliendo todo el rato, pero no era el momento de preocuparse por cosas así.
Detrás de su ondeante cabello rojo, el hombre escuchó como Kang Hye-won llamaba su nombre un montón de veces, pero igual corrió a la sala de espera de enfermeras fingiendo no saber nada de nada.

Dohan entró corriendo a la sala e hizo contacto visual con la señorita Kim, que estaba repartiendo invitaciones de boda.

"Doctor, Dohan, por favor venga".

"Ah, ah, ah, sí. Ya voy. Que alegría verte."

"Aquí está la invitación para mi boda. No vaya a faltar".

"Oh, sí. Escuché la noticia del doctor Choi. Felicidades."

Cuando Kim le entregó la invitación de la boda, en un sobre blanco con un moñito, Dohan la aceptó de inmediato y se sentó en el escritorio que estaba más lejos de la puerta. El reloj de la computadora ahora marcaba las 3 en punto. El turno diurno regular funcionaba hasta las 3:30, pero él se fue corriendo como si llegara tarde a una cita. 

"Estoy bien pendejo."

"¿... Perdón?"

Pero Dohan ya se estaba golpeando la frente contra la pared otra vez.

Él no iba a actuar así, es solo que cuando vio a Kang Hye-won, su mente se quedó en blanco y recordó la cara en la cama que gritaba "¡Do-han!" Ni siquiera podía recordar correctamente la escena así que no sabía por qué solo su maldito rostro estaba tan claro.

Mientras se sentaba frente a la computadora, como un hombre sin sueños ni esperanzas, los trabajadores de la tarde comenzaron a ir a trabajar uno por uno. Entre ellos, estaba Yoon Ji-hoo, una nueva enfermera que siempre estaba detrás de él para recibir su consejo. Cuando la vio acercarse, enderezó su cuerpo, que había estado casi acostado en la silla, y le preguntó si "ya estaba lista para la acción". Era hora de dejar de ser un tonto y reenfocarse como todo un profesional. Y ya que era un trabajo que estaba directamente relacionado con la vida del paciente, tenía que estar alerta en todo momento. Por un tiempo, puso el caso de Kang Hye-won en un rincón lejano y decidió seguir siendo el mejor.


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