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Amor Propio por mfernandasadiklover

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Notas del capitulo:

Segunda parte, y final, a menos que quieran más, o que yo escriba más.

¡Espero les guste! 

 

 

No quiere vivir como una sombra,

de perderse a sí mismo.

De no lograr existir,

está asustado de no lograr

contar su propia historia.

 

Sin embargo, entre vivir o dejar que Steven viva…

El deseo de que él,

la mejor parte de sí mismo, logré vivir su historia

es superior al miedo de que

no logré encontrar la suya.

 

Por eso le dice, cuando esto acabe…

Yo desapareceré.

Porque Marc sobre todas las cosas,

quiere que Steven tenga una vida

buena, sencilla, y sin él.

 

Con el pasar de los días

desde que se conocen, de que,

Steven toma conocimiento de su existencia,

se dan cuenta de que,

el temor a no escuchar al contrario es poderoso.

Son la compañía del otro,

nadie nunca los comprenderá,

como ellos se comprenden.

La soledad desaparece, y Marc siente

que la presencia de Steven

es todo lo que necesita.

 

Siempre ha sido así,

y lo será hasta el fin de sus días.

 

Adora su voz, adora su boca,

adora las palabras que salen de ella.

Lo hace tanto que le enoja ser débil ante él.

Hay tanta vergüenza

al darse cuenta de que ahora

ve a Steven como nunca antes lo vio.

 

Su presencia es como un resplandor de gloria.

 

Y es un desperdicio de sangre y sudor,

retener ese sentimiento

que llena su vida al pensar en

cómo es Steven la única luz en ella.

 

Siente miedo, mucho miedo,

de que el mal que carga consigo

lastime esa inocencia con la que

Steven se enfrenta al mundo.

 

Marc está envuelto en arrepentimiento,

lleno de vacío y angustia.

Y quizás de lo único que no arrepiente en la vida,

es de crear a Steven que es…

 

Es la mayor esperanza que existe.

Y no comprende cómo nació algo tan perfecto,

de algo tan lleno de sangre y desesperanza.

 

Marc lo ve tan vivo, tan lleno de optimismo.

Y quiere probar, aunque sea un poco,

ese amor con el que Steven enfrenta al mundo.

 

Podría haber sido yo, sé dice.

Pero no cree poder igualar la valentía de Steven Grant.

 

Y se siente miserable porque para él,

no es más que un invasor,

al cual siempre mira sobre el hombro

porque Marc camina detrás de él.

Como una sombra que se arrastra sobre su piel.

 

Entonces algo cambia. Steven es tan diferente,

y aunque comparten cuerpo,

la forma en la que piensa

le deja tantos sentimientos encontrados.

Lo hace sentir orgulloso y feliz.

 

Él no teme a Marc.

 

Es doloroso porque ahora es él,

quien tiene miedo de Steven.

De su amabilidad, de su torpeza,

de la forma en que le demuestra

que no es la debilidad de nadie.

 

Comienza a desear días mejores.

Días que comienzan con los rayos del sol,

y ver a Steven bostezar mientras lava sus dientes,

y todo es totalmente natural y perfecto.

Y lo mejor es que él ya no mira hacia atrás,

si no hacia al frente.

Porque sus ojos están fijos sobre los suyos.

 

Le sonríe,

le hace saber que son el uno para el otro,

porque son la fortaleza del contrario.

 

Marc toma su cuerpo, y lo cuida, lo cuida mucho,

le da todo ese amor que no puede darse a sí mismo,

porque si hay algo que ama es a Steven y nada más.

Y es la contradicción más grande de su vida.

 

No quiere despertar del sueño,

porque es ahí cuando su amor es tan real

que siente que pueden tocar el alma

y sentir el calor del contrario.

 

Quiere probar ese amor y

ese dolor que conlleva el amar

algo que nunca podrás tener.

Porque, aunque estén tan cerca,

siempre lo están sin tocarse.

 

Cómo líneas paralelas,

y se siente tan mal y tan desolado porque,

¿Hay algo peor que mirar al ser que amas todos los días y no poder acariciar su mejilla?

¿Saber que no es más que un producto tu mente enferma?

¿Y qué nunca podrás amarlo como merecer ser amado?

 

—Eres lo mejor de mi vida —murmura Steven y no sabe por qué lo dice.

Marc es imperfecto, es malo, está enfermo. Nunca será amado.

El espejo en el cual se proyecta Steven, le deja hundido el corazón. Destroza sus esperanzas, frustra sus sueños, lo enferma, lo hace sentir débil.

Lo llena de añoranza, y ese es un deseo que consume su vida. 

—Desearía que estuvieras aquí, pero nunca sucederá —contesta, y su otro yo, le devuelve una mirada cansada. Su cuerpo está cubierto con una fina sábana. 

Y es tan extraño ser iguales y tan diferentes. El silencio que se propaga por la habitación, es sofocante, porque ha arruinado las cosas, y el miedo a no escuchar su voz cada mañana, es tan horrible que le deja temblando de frío, y con deseos de desaparecer, no es nada sin él.

Nunca podrá ser Steven Grant. 

 

—No sé qué te hice, y lo lamento, por favor, no dejes que tu silencio sea significado del miedo hacia mí.

No me odies, cuando dices que soy dañino, me duele, porque solo quiero que me ames.

—Marc, anoche vi un eclipse. Fue extraño y encantador, y me demostró que no necesitas tocarme para unirte a mí.

 

El espejo jamás le ha devuelto una imagen… 

Más diferente a la suya.

Y debería ser extraño mirarte y no reconocerte.

Pero no lo es.

Podría haber sido yo, pero agradece no serlo.

 

—Marc, ¿Podrías dejar de mirar atrás y mírame a mí? 

Ama mirar el espejo y no ser quien se proyecta.

Y lo decide…

Ya no va a vivir con remordimientos,

ni se va a restringir.

 

—Steven, no quiero desperdiciar esta línea paralela a la que estamos atados 

Y no lo hace, lo ama, se ama.

Notas finales:

Estoy enamorada de la serie, del actor y de los personajes.

¡Espero a ustedes también les haya gustado! Y que me dejen saber que les pareció.

¡Nos leemos!

 


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