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Memorias que Perduran por DearGentleman

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Notas del fanfic:

Advertencia: Esta historia posee contenido Shota y Lemon. 

¿Y ustedes quienes son y más importante como llegaron aquí? Tampoco es que importe, así que olviden la pregunta, total no pasa nada si se enteran de estas cosas, incluso seria esta divertido compartírselas. Soy Sebastián y estas son mis memorias más “interesantes” por llamarlas de alguna forma, comenzare por la que primero me viene a la mente. No necesariamente sea la más reciente o la más antigua, esto de recordad es una cosa extraña, así que denme un momento… ¡Ya, se! Aquella visita sí que fue entretenida, ojalá tener que explicar más cosas de esa forma.

                Por aquella época, estaría en mis 14 años, ahora que lo pienso ese año fue muy “interesante” pero del buen sentido, no sé si me entienden, pero tranquilos ya lo harán. Como les decía en aquella época claramente estaba asistiendo al cole, como es de esperarse. Y había días que eran un verdadero fastidio, aquel en especial parecía un chiste, yo no que sé que paso, pero todos los profesores se confabularon para dejarnos una cantidad de deberes insanos.

Problemas de matemáticas, investigaciones de naturaleza, el resumen de una lectura, un trabajo en sociales y algunas cosas más creo que me habían mandado para entregar al día siguiente. Era una cosa de locos, por suerte siempre he tenido las tardes para mí, ósea mis padres siempre estaban en el trabajo hasta la noche, por lo que, en más de una ocasión, hacia los deberes como me placiera, en ocasiones hasta dejaba uno que otro para copiarlo de algún compañero en el cole al día siguiente. A final de cuentas mis padres jamás me revisaban esas cosas, como me las arreglaba para tener buenas notas, entonces estaban satisfechos.

Recuerdo que aquel día en especial, tenía la intención de bajar a ver con quien me ponía a jugar, pero no había ni un alma con la cual interactuar. Cuando me asome por la ventana y mire abajo del edifico, parecía que estuviera presenciando una escena de las antiguas películas del viejo oeste, saben, aquellas donde todo está solitario y solo se alcanza a ver un arbusto muerto que es empujado por el viento. Bueno con eso mi plan de divertirme se había ido por el caño, por lo que no me quedo de otra que ponerme con los trabajos, se mi hizo una eternidad, pero lo peor era que me tomo solo dos horas cumplir únicamente el estúpido resumen, ¡Es que era imposible! ¿Como pretendían que terminara todos esos deberes en una sola tarde?

No paso mucho desde mi último cuestionamiento, hasta que me interrumpió el timbre de la puerta. Como era de esperar no tenía muy buen genio en ese momento, ya me estaba esperando que fueran los predicadores para terminarme de joder la tarde. Pero para mi sorpresa no fue así, al abrir la puerta un poco para ver quién era, pues el visitante termino de abrirla por su cuenta y entro a mi casa como si fuera suya.

— ¡Es que no entiendo nada, Sebas! — dijo Mati mientras se dirigía al sofá de mi sala.

— No pues, pasa, estás en tu casa — Dije sarcásticamente una vez pasé el shock de que entrara así de buenas a primeras.

                No me malentiendan, Matias me agradaba, era un chico divertido, ingenuo y algo torpe la verdad, pero tampoco debía juzgarle tanto, tenía un año menos que yo, normal que me pareciera algo ingenuo. Una vez se sentó, tampoco es que lo saque, total, tampoco es que estuviera haciendo algo muy importante…

— Bueno, ya irrumpiste en mi sala ¿me vas a decir que no entiendes, por lo menos? —

— No entiendo que tiene de divertido el andar apretándose el pito todo el rato, yo creo que mi hermano se terminó de volver loco ¡O ya se volvió totalmente tonto! — dijo molesto Mati… mientras que yo estaba incrédulo de lo que me acaba de soltar aquel chico.

— A ver, a ver, a ver… frénate un momento… necesito explicaciones… y que te las pida yo a ti ya es un evento histórico — le bromee al muchacho, para ver si se tranquilizaba un poco, ya que si me explicaba de la misma forma que me dijo aquello entonces no entendería nada nuevamente.

— Pues eso… que Al está súper tonto, cada vez que regresa de pasar un rato con la novia, se mete en su habitación y yo que quiero jugar con él, entonces ni atención me presta, y cuando entro a la habitación, pues esta allí desnudo con el pito en la mano, apretándoselo —

Yo estaba con una mano en la boca, tapando mi risa, pero aquello solo me daban ganas de carcajearme, y más porque Mati lo decía con auténtica molestia, no sé qué se sentirá que tu hermano no te preste atención, después de todo soy hijo único. Pero la razón del enojo era demasiado graciosa.

— Pero no te moleste con Al, puede que solo quiera tiempo y después juega contigo — exprese

— Que no, no juega, cuando termina dice que está cansado, entonces espero, pero cuando regreso a su cuarto después, está nuevamente con lo mismo, me molesta tanto que hasta le dije que le diría a mamá —

— Ohhhh eso si lo tuvo que hacer reaccionar… ¿Oh no? —

— Pues sí… se asustó, dijo que ese era un juego de grandes —

— Se podría decir que si… aunque no se… —

                ¿Qué quieren que les diga? Ósea… yo desde los 11 ya miraba pornografía en internet, y a mis 12 ya me masturbaba… y ahora que lo pienso por aquella época yo estaba mucho más pendiente de los chicos, es que habían pasado cosas con mi mejor amigo… pero eso para otra historia. Total, que las razones que le daba Al a Mati me eran muy graciosas y obviamente el chisme me daba mucho morbo, quería saber más, tanto de lo que hacía Al, como hasta que cosas hacia Mati. Si la curiosidad es un delito ¡Pues Encerrarme!

— ¿Sebas Tu sabes de esos juegos de grandes? — Me pregunto algo sorprendido al escuchar mi respuesta.

— Ehh sí… algo. Pero no te distraigas cuéntame que más paso ¿Ya Al te puso atención para que no le dijeras a tu mamá? — Volví a encausar la conversación a donde yo quería que fuera,

— Sí, me dijo que jugaríamos después, pero yo sabía que me estaba mintiendo, por lo que le dije que me enseñara el juego ese que el hacía, y así podríamos jugar juntos — No se imaginan la escena que mi cabeza se formó al escuchar eso, la verdad, se me endureció un poco la entrepierna, hasta tuve que acomodarme un poco para que Mati no se diera cuenta — Pero no quiso, dijo algo molesto que eso solo se jugaba en privado —

— ¿Entonces no te enseño el juego? — pregunte algo desilusionado.

— Sí, me dijo que debía hacer, pero que lo hiciera en mi cuarto a solas… —

Me quede esperando que Mati continuara, pero no dijo más — Ajá… ¿Yyyyy? ¿Cómo te fue? ¡Vamos hombre no te guardes la mejor parte! — le replique.

— Bueno, si lo hice, pero no le veo lo divertido, estas allí media hora apretándote el pito y no pasa nada, solo haces que te duela, que juego más tonto, tan tonto como mi hermano que le divierte — se cruzaba de brazos mientras se quejaba.

— Ehhh ¿Seguro que lo estás haciendo bien? —

— ¡Claro! Hago exactamente lo que él me dijo —

— No lo creo… de ser así, no dirías que no es divertido… Si quieres me muestras y te digo en que te equivocas —

— Pero… Al dijo que es en privado —

— Ya, y también dijo que jugaría contigo y nada que lo hizo… pero si te preocupa puede ser nuestro secreto — le sonreí cómplice a Mati.

                Mati me tenía mucho aprecio, creo que se notó cuando entro a mi casa solo al ver que la puerta se abría un centímetro… pero era algo normal, vivíamos en el mismo edificio y nos conocíamos desde los 10, su hermano es dos años más grande, por lo que normalmente esta con chicos mayores y a él en ocasiones le dejaba de lado por ser “infantil”, no sé, era inocente pero tampoco era tan infantil… pero yo que voy a saber. Al final Mati aceptó que yo viera que hacía para enseñarle, por lo que terminamos en mi cuarto.

                Matias era un chico muy lindo, cabello marrón oscuro, de un largo medio tirando a corto, pero que le dejaba tener un peinado algo alborotado sin verse desaliñado, y unos ojitos marrones que hacían perfecto juego con su cuerpo esbelto de tez blanca, pero no sé cómo se mantenía con un bronceado claro, que resaltaba su piel tersa, ese día en el cuarto me di cuenta que tenía las marcas de bronceado que lo hacían ver aún más lindo, cuando se desvistió y lo vi completamente desnudo tuve une erección al instante, menos mal estaba vestido y que mis bóxer no son tan sueltos, o de lo contrario se me hubiera hecho una carpa en el short.

Mati se sentó en mi cama y comenzó a apretarse su penecito tan lindo, no tenía todavía ni un solo vello, ese chico era demasiado lindo en totalidad, al cabo de unos segundos lo detuve, después de todo a leguas se veía lo que hacía mal…

— Cuando me dijiste “apretarte el pito” no pensé que literalmente te lo apretaras… normal que te duela… sos medio tonto ehhhh… ¡Además, para jugar necesitas estar duro! —

— Pero Al me dijo que lo apretara… ¿a qué te refieres con duro? —

— Seguro te dijo eso para no tener que darte más detalles… Tu hermano es un desconsiderado, la verdad… — Ya hasta me parecía un insulto lo que Al había hecho ¿Qué le costaba enseñarle a su lindo hermanito como masturbarse? — Duro, tu sabes… pues duro, tener el pito levantado, tener una erección… estar excitado… vamos que alguna de esas palabras ya las deberías saber ¿o aún no te dan esa clase en el cole? — pregunte algo sobresaltado por tal desconocimiento del chico.

— Ehhh… puede que sí, pero… me suelo quedar dormido, así que no me entero de mucho — se reía mientras llevaba su mano derecha detrás de su cabeza y se rascaba algo apenado — ¡Ah! Te refieres ha levantado como cuando despierto, que mi pito está más grande y no se baja como ahora — el chico se levantó y me dejo ver como su pene colgaba a pesar de que él lo levantara de con sus dedos… yo ya no sabía si eso estaba pasando de verdad o estaba soñando… pero con lo aburrida que estaba la tarea, es una gran posibilidad…

— Sí, a eso mismo me refiero — Le conteste y controle mis pensamientos, si tan solo el supiera lo que pensaba en aquel momento.

— Pero, solo se levanta en las mañanas y a veces en algún momento del día, pero yo no puedo hacer que se levante —

— Hmmm — Pensé un momento — Ya sé que necesitas, ya regreso, iré por mi laptop.

                Tras buscar mi computadora en el comedor, regrese a la habitación donde me esperaba ese chico desnudito solo para mí, mientras abría la máquina y la iniciaba, Hable con Mati sobre el porno, y resultaba que el chico no había visto nada de aquello aún, algo que me parecía casi un milagro de la inocencia, porque vamos, con tantos grupos de chat con tantos pubertos alborotados del cole, más de una pornografía se manda por allí. Al final entre en una página y busqué un video, no tenia del todo claro que le gustaba a Mati, así que puse una orgia mixta, allí había de todo, algo le tenía que motivar.

                Mi plan tuvo éxito, a cosa de un minuto de ver tetas, penes, culos, vaginas, piernas y demás toqueteos entre los participantes, el amiguito de Mati estaba más que motivado. El chico no entendía que pasaba, pero me limite a hacerle una sola pregunta.

— ¿Te gusta algo de lo que estás viendo? — intrigado por su respuesta me le quede mirando a su carita.

— No se… pero me hace sentir extraño y no puedo dejar de verlo — me dijo sin apartar la mirada de aquella escena

— Pues, eso sirve.  Ya tienes tu pene duro, siéntate y mientras miras las imágenes flótalo de arriba abajo, no lo aprietes como antes, solo agárralo y frótalo —

Mati me hizo caso y se empezaba a masturbar, de forma torpe, pero era un comienzo. Él veía el video y en ocasiones se veía la entrepierna para ver como lo estaba haciendo y si lo que hacía se parecía a lo que pasaba en la pantalla del equipo, en donde varios de los actores estaban siendo tocados por otras personas. Yo tenía mi mirada fija en el chico, con razón es un recuerdo que no se me olvida, es que era demasiado excitante, yo tenía mi pene duro a tope, ganas de masturbarme mientras lo miraba no me faltaban, pero no quiera asustar al chico. al cabo de un par de minutos, Mati comenzó a gemir y jadear más fuerte, ya sabía lo que pasaría, vería al chico eyacular, el morbo en mi me gano, quería ver eso, no importaba que ensuciara mi cuarto, lo limpiaría después, pero contra todas mis predicciones Mati se detuvo de repente.

— ¿Qué paso? — le pregunte entre preocupado y algo decepcionado.

— Es que me dieron ganas de ir al baño —

Le mire incrédulo — ¿De ir al baño?... ¿P-pero de que exactamente? — Ósea… ¿Sera posible de verdad que este chico no sepa aún que es eyacular? ¿Hasta dónde puede llegar si ingenuidad, o su torpeza?

— Es que en medio del cosquilleo que sentía me dieron ganas de orinar por eso pare —

— Ya… — Frote mis ojos con el pulgar e índice de mi mano derecha — ¿De casualidad aún tienes ganas de orinar? —

Mati pensó un poco y me vio extrañado — No, se me quitaron —

— Porque lo que sentiste no era orine, ibas a eyacular… supongo jamás lo has hecho… —

— No, no, nunca ¿Qué es? —

— Pues es la parte final del juego ¡Y es la mejor! — le decía algo molesto, de verdad quería ver la expresión del chico al tener un orgasmo y ver como salía esa lechita de su pene.

— ¿Qué? ¿De verdad?... que mal, arruine el juego y eso que ahora si lo estaba haciendo bien gracias a ti — dijo algo decaído el chico.

— No, tranquilo, lo bueno del juego es que puedes hacerlo varias veces al día… tú mismo dices que Al lo hace varias veces — trate de animar al chico y calmarme a la par.

— Es cierto ¿Entonces puedo hacerlo otra vez?... — Mati se quedó mirando la porno que aún continuaba — ¿Pero qué hacen esa mujer y ese hombre? —

                La acción del video había avanzado a mas allá de caricias y besos y una que otra masturbación, ya había parejas o tríos haciendo felaciones, cosa que a Mati le llamó mucho la atención.

— Podría decirse que es el siguiente nivel del juego, Masturbarse o como tú le dices “apretarse el pito” es el primer nivel, eso que hacen es una mamada, sería el segundo nivel — explique lo más fácil que pude.

— ¿Pero como hago eso yo solo? — cuestionó

— No puedes, este juego solo se puede jugar de una persona en el primer nivel… aunque también puedes incluir más personas… — dije bajando mi volumen de voz, pero con la esperanza de que me escuchara — El segundo nivel en adelante necesitas mínimo un compañero.

— Ya veo… nada de eso me lo dijo Al… ¡Que tonto, se quiere guardar todo el juego para el! —

— Algo como eso… — me quede pensando un momento, y me quede viendo al chico, ya no podía más… tenerlo así frente a mí era demasiada tentación y al final está gano — Entonces… ¿Quieres terminar el juego? —

— ¡Claro, quiero completarlo! — Se sentó nuevamente en el borde de mi cama, y viendo la pantalla empezó a tocarse su pene nuevamente erecto.

— Ehhh, no, párate un momento, tengo una idea — le dije.

                Mati se puso de pie y me miraba esperando que le explicara, yo solo me coloque delante de él y me arrodille, termine teniendo su pene erecto apuntado a mi cara, justo frente a mí. Era demasiado provocativo, ese glande rosa, ese color de piel blanco, sin un vello que se pudiera ver, unos huevitos lizos y tersos, lo vi de cerca un momento y mire arriba, notando que Mati me miraba extrañado.

— Te puedo ayudar y así juegas en el nivel dos ¿Quieres? —

— ¡¿Tu sabes cómo es ese nivel?! — Me pregunto emocionado.

— ¿Quieres entonces? —

— ¡Sí, por favor Sebas! —

                Mati aceptó gustoso y lleno de emoción, por lo que no me contuve más, recuerdo bien que le miré los primeros segundos para ver la reacción en su carita mientras agarraba su penecito con mi mano derecha y pasaba mi lengua por su extensión, para luego meter poco a poco su glande en mi boca y saborear su pene en totalidad, era un sabor que siempre me acompañará, ese chico de verdad que era una maravilla, y el rostro que coloco era toda una poesía.

                Creo que no estuve mucho tiempo con su pene en mi boca, pero en ese corto tiempo, disfruté como si fueran horas, metía y sacaba su pene de mi boca, mientras que mis labios y lengua lo humedecían y frotaban, Mati gemía y jadeaba mucho más, su cuerpo se tensaba, provocando que cerrara sus ojos para concentrarse en lo que sentía en su pene, yo llevé mis manos por sus piernas, sus muslos y las detuve en sus glúteos los cuales comencé a apretar mientras seguía saboreando su pene.

Los glúteos de ese chico eran redonditos, tersos, no muy grandes, pero con una piel tan suave que provocaba usarlos de almohada. En un momento sentí como el pene del chico comenzaba a palpitar por lo que lo saqué de mi boca y seguí masturbando hábilmente. Segundos después Mati dejo salir un gran gemido junto a dos chorritos de semen que cayeron en mi mejilla. Me levante y el chico abrió los ojos viendo lo que había hecho.

— ¿Eso salió de mi pito? — preguntó mientras que un dedo lo pasaba por mi mejilla y sentía su consistencia.

— Sí, eso es semen, sale al eyacular y todo lo que sentiste se llama orgasmo… dime ¿El juego es divertido o no? — pregunte mientras buscaba un papel para limpiarme.

— Muy divertido, pero el nivel dos se siente mucho mejor que el uno, Sebas — decía feliz el chico.

— Pues ese es el chiste, mientras más nivel mejor se siente — Le explicaba mientras terminaba de limpiarme — Bueno ya sabes cómo divertirte cuando tu hermano no te quiera en su cuarto —

— ¡Gracias Sebas! — Mati me abrazó, cosa que no esperaba, tener su cuerpo desnudo tan cerca del mío, demore un segundo, pero aproveche y le regrese el abrazo, para así sentir su espalda y pegar más su cuerpo a mí, quiera sentirlo más. Al cabo de unos segundos Mati se separó y me miró riéndose un poco.

— Sebas, creo que tú también estas duro — dijo mirando mi entrepierna donde había un bulto contenido por el bóxer.

— Creo que tendré que jugar después para calmar lo de allí abajo —

— ¡Quiero ayudarte! —

— ¿C-cómo? — No me lo podía creer, la verdad pensaba que una vez Mati acabara, ya no podría disfrutar más de todo lo que estaba pasando, así que esa propuesta me agarro desprevenido.

— Con el nivel dos, obvio, Al no me explico bien como era, seguro ni sabe que hay nivel dos, yo quiero saber hacerlo también, deja que te ayude, porfaaaaa ¡Así practico! — me rogaba el chico, si antes estaba excitado, ahora me dolía el pene de la presión que tenía, ese chico tan excitante me estaba prácticamente rogando que le dejara chuparme el pene.

— Esta bien Mati… Supongo que si me lo pides así no puedo decirte que no — claramente me hice el desinteresado… tampoco podemos ser tan obvios. Hasta en mis años más jóvenes sabia eso.

                Acto seguido, me quite el pantalón y el bóxer, dejando que mi pene erecto al final tomara aire, el glande ya estaba húmedo ¿Cómo no lo iba a estar después de todo lo que he presenciado y hecho? Mati se arrodillo, les aseguro que no aparte mi viste de el en ningún momento, podía ver a ese chico, como me observaba el pene, me lo tocaba con algo de timidez, y poco a poco acercó su boca a mi miembro, imito lo que yo le hice, no era perfecto a veces sus dientes rozaban e incomodaba, pero tras varis indicaciones, mejoro bastante, el sabor no parecía incomodarle, a pesar de ser su primera vez con un pene en la boca.

Sus labios tan suaves, su boquita tan húmeda y caliente, su lengua recorría mi glande como si fuera una paleta, el chico tenia talento, entendió la idea bastante rápido, un par de veces más practicando y seguro me igualaba. Decirlo ahora me da algo de pena, pero no dure tanto como me hubiera gustado, o tanto como duro ahora, estaba tan excitado que al cabo de unos minutos me sentir venir en su boca, menos mal lo evite, pero fue cosa de justo sacar el pene de su boca y dejar salir tres chorros de leche sobre su cara, estoy seguro que alguna gota cayo en su boca, pero Mati no se molestó, solo se rio de cómo le había “Disparado”, sí, uso es palabra tal cual.

Ese fue uno de los recuerdos que jamás olvidare, espero les gustara, si tienen alguna duda, solo les daré algunas pistas, Mati solo se fue un poco antes de que llegaran mis padres, claramente no termine los demás deberes y me regañaron en el cole al día siguiente, era imposible copiar todo a tiempo, pude con algunos, pero un par me quedo pendiente, de igual forma no lo lamento… lo volvería a hacer de tener la oportunidad. Mati y yo prometimos que no contaríamos nada, y que guardaríamos el juego para nosotros, que su hermano siguiera en el “aburrido nivel uno”. Y si se preguntan hasta que nivel llegué con ese chico de ojos marrones, puede que algún día les comenté, o puede que no… ¿Quién sabe?

Notas finales:

Espero les haya gustado este capítulo. Cualquier comentario es bien recibido, desde apreciaciones hasta críticas. Nos vemos pronto. Attm: DearGentleman


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