# Capítulo 2: Que dure para siempre. #
Bueno, los amigos vienen y van. Este era el final de una linda amistad.
Eso era lo que le encantaría decir a Alexis, pero lo cierto es que para él, Iván es muy importante. Había hecho tantas cosas por él, lo había apoyado, animado y salvado tantas veces. Si, iba a ser muy incómodo y seguro Iván se burlaría de, aunque no fuera con mala intención o no del todo.
-De acuerdo -suspira con pesadez.
-¡Gracias! Digo, perfecto. ¡¿A quién engaño?! Lo voy a disfrutar.
......
Iván llevaba varios minutos esperando junto a su familia quien no paraba de reclamarle. ¿Quién se creía su novia para hacerlos esperar? Y mucho bla bla bla. Los padres estaban impacientes, la hermana mayor estaba furiosa, y su otro hermano, mayor también, no paraba de hacerle mofa diciendo que seguro no había tal novia. Justo cuando pensó que era mejor dejar de esperar y decirles toda la verdad, vieron llegar a una hermosa jovencita.
-¡Lo lamento tanto! -la chica intentaba tomar aire, estaba visiblemente cansada. Y todos quedaron anonadados ante tal belleza.
-¿Eh? -Iván miraba entre sorprendido y embelesado a la persona frente a él. No era Alma, pero... estaba hablando con ellos, ¿no? Además había algo en ella que le resultaba tan familiar.
-¡Iván!
-¡Ah! ¿Si?
-Disculpen -menciona con una hermosa, pero madura voz-, siento haber tardado tanto, es que había una familia de patos cruzando la calle.
Iván de pronto soltó una carcajada. ¿Era posible? Ese terrible y poco creíble pretexto solo podía ser dado por Alexis. ¿Realmente era él?
-Descuida -sigue con la risa nerviosa- parece que abundan las familias de patos por aquí.
-¿Qué? ¿Eso es verdad? -pregunta su hermana- ¿Pues en que tipo de lugar viven?
-Hermana -vuelve a reír al ver que habían tomado en serio su broma-, aquí amamos la naturaleza.
-Bueno, pero hijo. No seas grosero con tu novia- le dice su padre- deja que se siente.
-Muchas gracias señor.
Todos volvieron a tomar asiento. El padre llamó a mesero y comenzaron a ordenar.
-¿Cómo te llamas? -pregunta la madre.
-¡Se llama Alex~xia!
-Bueno, Alex~xia- hace mofa su hermano- ¿Qué le vio una belleza como tú al tonto de Iván.
Alexis se molestó ante las claras muestras de querer hacer pasar un mal rato a su hermano.
-Iván nunca deja a un amigo. Además él no es ningún tonto. Es de muy buen promedio. Siempre se esfuerza, si, es sincero y es algo que molesta a muchos, pero yo amo ese lado suyo porque sé que nunca me va a mentir.
Ante tal seriedad, Iván no pudo evitar que su corazón sintiera algo. Estaba feliz, pero también algo avergonzado.
El mesero llegó justo en ese momento. Entregó los platos y casi por reflejo Iván vio cuando Alexis tomó la cuchara e hizo lo que normalmente hace con estas. Su amigo tenía un tic de darle dos vuelta a los cubiertos. Así que no había duda. Su amigo había hecho algo tan incómodo por él. Ser arregló tan hermosa para él y aguantó estar en una reunión solo por él. Su mejor amigo había hecho algo por lo que jamás iba a dejar de estar agradecido.
Pasó el tiempo entre preguntas y comentarios pesados. Iván notó a Alexis aturdido por lo que en más de una ocasión le insistió que se fueran, pero Alexis estaba en igual medida molesto. No iba a dejarlo mal parado ante su familia. Y si tenía que aguantar más así, lo haría por su amigo.
-Bien, gracias por todo. Nos da gusto ver que nuestro hijo tiene a alguien de carácter como tú a su lado. Ya que él es...
-Un maravilloso chico. Gracias a ustedes por la invitación.
La familia se despidió de la pareja y el hermano le hizo una propuesta de hablar con él sino resultaba su relación con Iván.
-Perdón Alex.
-Vaya, creí que te burlarías de mí.
-¿Bromeas? Te arreglaste tan linda solo por mí, además -coloca sus audífonos a Alexis y pone la música que habían grabado- Te esforzaste tanto.
Alexis dejó caer su cabeza en el hombro de su amigo mientras se relajaba. Ellos dos sentados en la banca, duraron un largo tiempo allí.
......
-Me quedé dormido -ríe Alexis.
-Esta bien, era justo y necesario. Vamos. Te llevo a casa.
-¡No! Digo, ¡podemos ir a tu casa primero? No quiero que mi familia me vea así. Es muy incómodo.
-Tienes razón. Vamos a mi casa.
En el camino más de uno miró embobado al chico. Se veía realmente hermosa, Iván lo notó a la perfección, así que comenzó a jugar como siempre con Alexis para distraerlo y no notara aquellas miradas. Seguro más de uno pensó en lo tonto y patán que era, pero eso no importaba, quería proteger a su amigo, así como él lo había protegido.
......
-Ten, usa mi ropa. Espero que no te quede muy grande.
-Gracias -tomó las prendas y frunció el ceño-. Solo eres diez centímetros más alto que yo.
-Lo sé -sonríe-, pero diez centímetros son diez centímetros.
Alexis se cambió rápidamente y guardó la ropa de mujer en una bolsa que Iván le dio.
-Vaya, esta increíble la peluca.
-Si, es de pelo natural.
-Ya veo- se la prueba- ¿Cómo se me ve?
-Creo que me enamoré.
-Lo sé. Causo ese sentimiento en todos amor -guiña un ojo mientras le manda un beso. Ríe un poco y luego se la quita.
-Siempre creí que era curioso que tuvieras algo para escuchar música. Como aquella vez en que nos conocimos. Pero ahora puedo darme cuenta que al igual que yo, sufres de ansiedad.
Iván y Alexis se miraron en silencio un rato. Sus rostros reflejaban seriedad, pero no enojo.
-Es tu familia quien lo provoca, ¿cierto?
-Si. A ti no te puedo mentir, incluso muchas veces he pensado que hablar contigo es como hablar con mi conciencia.
-Yo igual. Y a la vez, me haces sentir mucha paz. ¿Crees que esto es enfermo?
-Dicen que siempre hay un roto para un descosido. ¿Qué de malo tiene que seamos amigos? No hay una sola relación que sea completamente sana en el mundo, eso te lo aseguro. Además es mejor tenerte a mi lado que tener a un frasco de pastillas conmigo.
-Te entiendo, yo tampoco quiero tomarlo. No quiero ser dependiente del medicamento. Me asusta pensar en el día que no los pueda tomar. ¿Qué pasaría? ¿Seguiría siendo yo? ¿O quizá después de tanto tomarlas me vuelva alguien más? ¿Perderé el control cada vez que deje de tomarlas? No sé, me asusta la idea, prefiero que piensen que soy antipático. Iván, seamos siempre el apoyo del otro, ¿si?
-Te lo prometo.
-Yo también lo prometo... Iván.
-¿Si?
-No vuelvas con tu familia.
-¿Eh? -suelta una risilla- ¿No deberías decirme que no debo vivir solo? O algo como ¿la familia siempre debe de estar unida?
-Si, eso sería lo acostumbrado, pero... esa reunión que tuve con tu familia no me agrado. Sin afán de ofender.
-No me ofendes amigo, créeme.
-Hay algo en ellos que me dice que no se van a quedar tan tranquilos con el asunto.
-También lo pensé. Siento haberte involucrado en esto.
-Estoy bien. No hay problema. Me preocupo más bien por ti.
-Voy a estar bien -se acerca a él y junta sus frentes-. Alex, gracias por cuidar de mí.
Iván sonrió y fue seguido en el acto por su amigo.
Alexis conoce a la perfección la amabilidad de Iván y sabe también de lo sensible que es. Por ello, no deseaba que su amigo se viera involucrado en asuntos que su familia seguro ya estaba más que acostumbrada. Asuntos que prefería no conocer.
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