En el capítulo anterior...
- Aun no respondiste a mi pregunta Iruka... ¿salimos juntos esta noche o no?
- No sé que decirte Mizuki... no estoy de humor para salir por ahí
- Esa es la idea Iru-ch - la cara del Umino le obligó a arrepentirse de sus palabras y suprimir el apelativo cariñoso que tanto le gustaba para nombrar al moreno - Iruka
- Además ya he quedado con Naruto para cenar, hace más de una semana que no paso tiempo con él y estaba muy preocupado por mi... -
- Pero seguro que si se lo explicas no le importa, anda Iruka, que yo también estaba muy preocupado - argumentó con una sonrisa traviesa
- Pero solo si a Naruto le parece bien -
- Entonces ¿a que esperamos para ir a buscarlo? -
Encontraron a Naruto discutiendo con el moreno mas atractivo de la escuela, Iruka llamó su atención y el rubio se acercó a su sensei dejando con la palabra en la boca al Uchiha
- ¡Ohayo Iruka-sensei! -
- Naruto, oye, que resulta que Mizuki me ha pedido que vaya a cenar con él esta noche pero como tú y yo ya habíamos quedado... -
El rubio miró a Mizuki y vio como le guiñaba el ojo, sonrió zorrunamente en complicidad con el peliblanco e interrumpió el discurso del delfín
- No te preocupes Iruka-sensei, yo también había hecho planes para esta noche -
- ¿Ah si? ¿Y que planes son esos Naruto? -
- Pues... etto... resulta que yo... que yo... - Naruto miró a su alrededor tratando de inventar una excusa creíble que le ayudara a salir del apuro puesto que obviamente no tenía otros planes - iba a cenar... ¡con Sasuke-teme! -
El aludido le miró extrañado y, cuando Iruka se volvió hacia él en busca de una reacción que le sacara de su estupor por lo extraño en los planes del kitsune, Naruto aprovechó para pedirle en silencio al Uchiha que le siguiera el juego
- Es cierto Iruka... yo... invité a cenar al usuratonkachi -
- ¿En serio? - preguntó aun escéptico el Umino
- Pues claro Iruka-sensei -
- ¿Pero ustedes dos no se llevaban a matar hace un segundo? - insistió el mayor
- Son discusiones de enamorados - interrumpió el peliblanco
Ambos aludidos se sonrojaron violentamente ante tal afirmación y se apresuraron a negarlo pero el hábil Mizuki les rogó que les siguiera el juego o Iruka jamás lo creería, Naruto no tardó en resignarse y certificar en su sonrojo lo que afirmaba el peliblanco, mentir a Iruka estaba mal pero era por su bien, tenía que ayudar a Mizuki a que el delfín volviera a ser el de antes, y si eso implicaba fingir amor por su eterno rival lo haría
El Uchiha continuó negándolo, Naruto tomó aire, cerró los ojos apesumbrado por lo que iba a hacer y finalmente tomó al moreno del cuello sellando su retahíla de justificaciones con un beso
- No hace falta que lo ocultemos más Sasuke - el adorable rostro del kitsune pareció calmar la sed de sangre del Uchiha que se resignó suspirando con fuerza.
Tomó al rubio de la cintura como tantas veces quiso hacer y le acercó a su cuerpo, el más joven apoyó su cabeza en el hombro del Uchiha y sonrió contento de que Sasuke le ayudara
Mizuki tomó a Iruka del brazo llamando así la atención del atónito sensei y sonrió
- Te recojo a las diez - comentó antes de irse
El Umino asintió aun preso de su estupefacción y caminó rumbo a su casa
Una vez solos el par más joven, Naruto suspiró apartándose del abrazo del Uchiha
- Gracias Sasuke, no pensé que me fueras a ayudar... y siento lo del beso... - agregó algo abochornado - de no haberlo echo todo se habría estropeado
- Explícame a qué ha venido todo eso dobe - preguntó el moreno molesto por la forma de reaccionar del rubio una vez ambos solos
- No me llames dobe ¡¡¡baka!!! Bueno, te resumiré la historia... Iruka ha estado alicaído últimamente y Mizuki y yo estamos tratando de ayudarle, tal vez si sale con Mizuki vuelva a ser el de antes... -
El Uchiha se encogió de hombros y comenzó a caminar, esa tarde también se mataría a entrenar, además, después del desden del rubio necesitaba soltar adrenalina urgentemente
- ¿Te has enfadado teme? - preguntó el rubio preocupado - lo siento pero no se me ocurrió otra manera
- Tsk, no te preocupes usuratonkachi, tú no tienes la culpa - la culpa es mía por hacerme ilusiones - pensó para sí
- Espera Sasuke no baka... ¿quieres cenar conmigo?, ya sabes, como compensación y eso... -
- Vale, pero yo me niego a comer ramen, ven a mi casa dentro de un rato -
- Allí estaré ´tte bayo -
...
Naruto fue a su casa, se dio un baño y se vistió como siempre; de pronto abrió los ojos asustado, para ir a casa de Sasuke tenía que pasar por la mansión encantada y, aunque jamás lo admitiera en voz alta, eso le aterraba
Cerró los ojos y suspiró profundamente antes de cruzar el umbral de su casa y cerrar la puerta con llave, se armó de valor, Uzumaki Naruto podría superar eso sin problemas, caminó erguido y a un ritmo rápido, pasaría corriendo por delante de la casa y fin del problema, cuando llegó a la calle en cuestión rememoró los ojos que creyó ver la última vez que estuvo allí, la casa parecía tranquila, cruzó esa zona y llegó al barrio Uchiha, al fin encontró la casa del moreno y llamó
- ¿Pasa algo Naruto? Te ves cansado y ¿asustado?
- ¡¿Que demonios dices teme?! Uzumaki Naruto no le teme a nada y mucho menos a una estúpida casa encantada - nada más terminar la frase, y al notar el porte socarrón del Uchiha se tapó la boca con ambas manos sonrojándose hasta la médula
- Pasa anda - Agregó el moreno ente carcajadas
Ambos entraron en el espacioso y reluciente salón, la comida ya estaba sobre la mesa, la cena, o más bien merienda, pues aun no había terminado de anochecer transcurrió para sorpresa de ambos de forma tranquila y amistosa; tenían en común más de lo que ellos creían. El tiempo fue pasando y la hora de la despedida se acercaba provocando en Naruto una sensación de temor que el moreno no pasó por alto
- ¿Quieres que te acompañe a casa dobe?
- Por supuesto que no teme, no me hace falta -
- Insisto, me apetece pasear -
- Bueno, si insistes... supongo que no hay problema -
Ambos abandonaron la casa del mayor de ellos, al llegar a la calle de la casa encantada los nervios del kitsune crecieron, pero trató de aparentar indiferencia ante Sasuke, unos fuertes ruidos llamaron la atención de ambos, venían de la casa, Naruto saltó literalmente sobre el Uchiha por el susto y ambos cayeron al suelo; Naruto encima
- Oi dobe, pesas - protestó el moreno pese a no querer que su rubio favorito se levantara
- Pe, perdona Sasuke -
- Otra vez... -
- ¿Otra vez? -
- Si, ayer también había mucho ruido, ¿y si entramos? -
- Eso no está bien teme -
- ¿De qué tienes miedo gatito asustado? -
- En marcha baka -
Ambos muchachos saltaron la tapia en busca de la razón de tanto jaleo