Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

S-Crew por Hotaru

[Reviews - 230]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Éste capítulo se lo dedico a mi mejor amiga, Amparo, por su cumpleaños… También es el cumpleaños de mi papá… en fin.

Muchas gracias por seguir leyendo, espero que les guste.

Presentación.

14: Family equals drama.

Seth contina jugando con el cabello de Samuel con una mano y con la otra se ocupa de acariciarle el vientre por encima de la camisa. Es una imagen tan tierna que simplemente no logro concebir cmo no se han formalizado como novios. Tanta coquetera algn da tiene que cansarlos… y eso espero, porque a m esto me tiene con el corazn en una mano, es como un drama que quiero ver concluido y que al mismo tiempo quiero ver despegar.
Ya se conocen desde hace ms de dos meses, pero supongo que las personas normales necesitan ms tiempo para aprender a quererse como pareja. Y si algo hay entre esos dos, no es simple lujuria, siento que se quieren de verdad… pero algo le impide, a cualquiera de los dos, establecerse sentimentalmente con el otro.

De pronto, Seth estira un mechn de cabello de Samuel y re con algo que he aprendido a interpretar como ternura aunque cualquier otro calificara como malicia.
– Qu van a hacer ste fin de semana? – pregunta con tono casual; pero en realidad a l no le importa, slo nos quiere contar lo que har l. Aunque talvez s le interese un poco saber de Samuel, con l no se aburre y creo que no lo ha amenazado tantas veces como a m.

Me encojo de hombros, tratando de recordar si hay algo relevante. No voy a comentar cualquier cosa que vaya a hacer en dos das y medio, adems no veo el futuro.
– Eh… el domingo es el cumpleaos de Stuart; creo que tendremos una reunin familiar. Aunque a l nunca le ha gustado festejar su cumpleaos. – esto ltimo lo pronuncio con tristeza. Puede que l no me agrade la mayora del tiempo, pero es mi primo… solamos jugar de pequeos y an recuerdo cmo se pona a llorar en su cumpleaos porque no quera festejar estar vivo si su mam estaba muerta.

Seth rueda los ojos.
– En serio cuando me hablan de l me suena como si fuera un amargado… si no tuviera la opinin ms importante, de verdad lo creera…

Samuel se frota el cuello con una mano y con denota incomodidad en su mirada al dirigirla hacia Seth.
– Yo… creo que voy a terminar de leer el libro que encarg el profesor de literatura; todo un mes y no he comenzado el ensayo… – murmura, con desinters. – Y t, qu vas a hacer?

– Qued de salir con Leon, pero no s en qu termine… – responde seriamente, ni siquiera disimulando la posibilidad de acabar teniendo relaciones sexuales con l.

Sonro de manera amable, casi al mismo tiempo que Samuel. Es bastante incmodo enterarse de esos… eventos. Lo que pasa es que de inmediato hay una imagen mental en la que Seth aparece desnudo, sudando y gritando como desquiciado.

– Ah s, eso, cmo va todo? – trato de sonar sutil.

Se encoge de hombros y arruga un poco los labios.
– Perfecto. No hemos establecido lazos por lo que a m no me aburre y yo no le estorbo. Aunque tengo la ligera sospecha de que l s conoca a Colton, y me da un poco de rabia. As que le rasguo la espalda cuando tengo la oportunidad. – bromea. Vaya, eso… imgenes mentales.

– An me sorprende que no golpearas a se tipo… o algo. – mi pausa se debe a que no se supone que yo s que l le rompi la nariz a su directora de un puetazo. Ni siquiera me ha comentado por su propia cuenta que sea muy violento. Pero es que lo que hizo Colton provocara la furia de cualquier persona que se califique a s misma como amiga de Samuel.
Samuel slo recuerda que Colton lo estaba besando por todas partes, pero hasta ah es a donde llega, dice que lo otro no lo sinti. Cuando lo vi en accin me cost reaccionar. No estaba seguro de la voluntad de Samuel en el momento pero en cuanto comenz a empujar a Colton supe que algo no andaba bien.

Emite un sonido muy bajito de burla.
– Promet no meter en problemas a Samuel. Y aunque lo hice… nadie tiene por qu enterarse. Somos menores de edad en un mundo donde la diversin es para los mayores. Estbamos en una discoteca, y yo no quiero que la clausuren por darme permiso a entrar… sera grosero pagarles de esa forma… – se aclara la garganta para decir lo siguiente. – Adems no me dijiste que el tipo estaba masturbando a Samuel hasta que estbamos a unas cuadras de mi casa.

Se hace un silencio que logra ponerme bastante nervioso, as que desvo mi mirada hacia el fondo… puedo ver a Demian con Lauren, a Scott con Sabine, y a mi primo sentado por su cuenta con las rodillas a la altura del mentn y los brazos encima de ellas; mirando justo en nuestra direccin.

– No creo que hacer… esto… – con “esto” refirindome a sus actos tan abiertamente romnticos –… sea considerado como agradable para los dems. No es un poco peligroso?, ya saben, con tantas ancdotas de asesinatos en a homosexuales. –

Escucho un ruido de Seth como de risa, pero slo uno, sencillo, corto y tajante.
– De eso se trata… bueno, no de que nos maten. Se tienen que acostumbrar, no estamos haciendo nada mucho ms fuerte de lo que hace Lauren con se tu amigo feo, cmo puede un hombre llamarse Delia?... Yo seguir siendo gay incluso aunque ellos no estn mirando, y puedo coquetear con cualquiera si as lo decido… y si coqueteo con heterosexuales, simplemente que se imaginen que soy una mujer muy, muy fea; no tienen porqu enojarse. –

Me aclaro la garganta, sin saber qu responder. Suspiro nuevamente.
– En fin, slo lo mencion porque… bueno… si te digo lo hars muy obvio. Y se llama Demian, no Delia. – es mejor no decir nada, Seth es capaz de incluso voltearse y saludar a Stuart para incomodarlo.

– Scott sigue sin ocupar su casillero, no es raro? – comenta Samuel abruptamente, integrndose a la conversacin pero cambiando de tema.
Seth arruga los ojos y se encoge de hombros al mismo tiempo, haciendo entender que ni le interesa.

El resto del tiempo en la escuela no resulta ser muy provechoso para desarrollar mi relacin con mi nuevo grupo de supuestos amigos. Y es que no s realmente cmo identificarlos. Me agradan, y disfruto pasar un rato con ellos… pero la mayora del tiempo me siento excluido mientras que los otros dos hablan de cualquier cosa. Adems, que Seth haya pospuesto sus advertencias no significa que no me d miedo quedarme a solas con l.
Y de Demian y los otros ni hablar; no me acerco, me da un poquito de miedo imaginarme cmo me recibirn despus de alejarme un poco de ellos por dos semanas y luego ignorarlos por completo otras dos; la nica que me saluda cuando me ve pasar es Sabine… pero no es que eso sea algo nuevo. Ya ni siquiera s que siento por Demian. Me ha gustado por tanto tiempo y despus de un mes de casi ni hablar ya no me importa tanto lo que diga, haga o sienta.

- - -


El viernes por la tarde debo terminar mis deberes.
Es forzoso si quiero hacer cualquier otra cosa, como acercarme a cualquier aparato electrnico que proporcione entretenimiento. Incluso si me riera de la licuadora, necesitara terminar la tarea antes. Y es que siendo el hijo del director debo tener notas perfectas y convencer a los dems de que lo hago de manera fidedigna. Pero no importa, porque yo no me comunico mucho con la gente fuera de chismes.
No termino a tiempo para lograr cualquier clase de diversin, pero descanso mucho cuando por fin cierro los ojos en la noche.

- - -


Es sbado; despus de jugar un rato con el refrigerador y el microondas, o sea, despus de comer; mi madre me pide que la acompaara al centro comercial, aprovechar para comprarme ropa nueva para estrenar el domingo en la reunin de Stuart y adems buscarle un regalo.

Mientras ella elige un bolso que combine con sus zapatos, yo espero sentado en una banca fuera de un conjunto de vestidores… se entra por un hueco en una pared y es todo un pasillo horizontal a la izquierda y derecha con otros huecos pero estos estn cubiertos por unas cortinas de plstico azul que impiden ver cualquier cosa… aunque no siempre.

De vez en cuando se presenta la ocasin en la que puedo observar cuerpos perfectos de muchachos jvenes y uno que otro cuerpo no tan perfecto de alguien no tan joven.

Un chico de mentn pronunciado, cejas pobladas y cabello rubio se convierte en mi ltima diversin. No prest atencin a detalles tales como el color de sus ojos o la forma de su nariz, pero pareca atractivo. De pronto, sale en ropa interior, un bxer blanco… muy apretado, muy siendo la palabra clave. Y eso es bueno, porque tengo imaginacin para formular situaciones en mi mente, pero no para imaginarme la anatoma de la gente; es algo curioso.

Se queda quieto fuera del vestidor y me mira fijamente. Primero alza las cejas y eleva una mano en el aire para saludarme, pero yo no reacciono… as que l opta por slo sonrer.
Sus ojos son azules; azul normal, nada resplandeciente o fuera de lo comn, pero un azul bonito. Es alto, si adivino bien, mide cinco pies y ocho dcimos. Se marcan excepcionalmente los msculos de su torso, tiene brazos y muslos fuertes… soy un fisgn. Recin lo not?...

Supongo que se est probando pantalones y camisas, de otra forma no me explico su exhibicionismo.

Sigue ah afuera, posiblemente esperando a alguien. Se rasca la cabeza y me mira impaciente, talvez espera que regrese el saludo; pero qu importa… si mi atencin ya la tiene. Supongo que se cansa de alguna de las dos cosas, pues se sienta a mi lado.

– Vienes por aqu con regularidad? – murmura muy cerca de mi odo, su voz tiene un tono muy grave, muy masculino. Casi podra tener una ereccin de slo escucharlo… pero eso sera muy vulgar. Giro mi cabeza lentamente hacia la derecha para poder ver su rostro, y entonces l sonre de nuevo. – Nunca falla, eh. Cmo te llamas? –

Me encojo de hombros y volteo hacia el frente, hacindome el difcil.
– Spencer…

Escucho una risa suave por su parte.
– Spencer qu?

Me encojo de hombros nuevamente. No hay necesidad de responder algo as. Es peligroso.

Re otra vez.
– Encantado, entonces. Yo soy Stanley… ocho, cero… no vas a anotar?, es el nmero de mi mvil. – pone su mano izquierda sobre mi hombro izquierdo, rodeando mi espalda como en una especie de abrazo. – Ocho, cero… anda, te lo estoy repitiendo, antalo por favor. – finge una voz triste que resulta casi irresistible para m por su voz naturalmente grave. – Voy a llorar, anda, s bueno conmigo… – ahora parece gemir contra mi odo. Y no me pienso quejar.

Rebusco en mi pantaln y le entrego inmediatamente mi telfono mvil.
– Antalo t… – ni siquiera me giro a verlo. Pero no s por qu, si ya es obvio que estoy interesado.

Parece una caracterstica suya rer con la boca cerrada, pues nuevamente lo escucho hacerlo.
– Bien, Spencer. Dime, qu edad tienes?... espero no estar cometiendo ningn crimen por acercarme a ti. – comenta casualmente mientras teclea nmero por nmero en el aparato.

Suspiro para darme tiempo de pensar. Es mejor mentir o decir la verdad?...
– Diecisis… – decir la verdad.

– Diecisis, eh… yo tengo diecisiete, as que no importa. Aunque estoy a punto de cumplir los dieciocho. Podramos aprovechar juntos el tiempo que me queda como ilegal… te parece? – me devuelve el telfono celular, su nombre ya registrado con lo que supongo es su nmero. Se ha registrado como Stanley con un corazoncito a un lado. – Me tom la libertad de marcar despus de guardarlo. Para yo tener el tuyo. Espero que no te moleste.

– No tendra caso molestarme. – ignoro por completo su propuesta de “juguetear por ah mientras tenemos permiso de la ley”… ms que vulgar me parece una muy mala broma. Qu tal si yo quiero decir que s pero la inseguridad de estar hablando con un desconocido me corta la confianza?

– Por qu no ests probndote ropa?... llevas como… media hora aqu. O ms, no s realmente… – ms tiempo, definitivamente; pero l es el primer tipo en hablarme.

– Y t por qu ests en ropa interior? – contraataco con una pregunta ms interesante. Lo miro a los ojos, como acusndolo de algo.

Se encoge de hombros y sonre de medio lado.
– Cre que te gustara. – dice de manera coqueta y entrecierra los ojos slo un poquito. Es posible que me ponga a llorar despus si pierdo una oportunidad as con alguien como l.

Bajo la mirada, cohibido, e inconscientemente enfoco mi atencin en su entrepierna. Realmente no presto mucha atencin ni intento ver nada, slo estoy intimidado por sa maldita y hermosa sonrisa.

– Eso tambin… – murmura – Cre que te gustara. – aclara con picarda y al finalizar re un poquito. Con su mano derecha me coge del mentn y con cuidado me hace alzar la cabeza. – Te gustara entrar al vestidor conmigo?... he escuchado que ponen cmaras ah… excitante, verdad?

Sonro tontamente, estoy cayendo por el chico desconocido de los vestidores.
– Me juras que esto no es una broma?

Como respuesta me planta un beso, fugaz, casi no lo siento, pero lo veo hacerlo. Simplemente se lanza contra m y fija sus labios contra los mos.
– Te lo juro. – suspira, haciendo chocar su aliento contra mis labios… mucho mejor de lo que esperaba, olor a menta. Dispuesto y adems preparado.

Creo que ni siquiera disimulo mi emocin, casi tropiezo con mis propios pies; me levanto de la banquita unos segundos despus que Stanley y lo sigo al vestidor que estaba ocupando l antes de salir a saludarme.

– Tampoco es broma lo de las cmaras… – murmura a mi odo y me empuja hacia la pared del fondo; no se separa de m al hacerlo, recarga su cuerpo contra el mo y se agacha un poco para poder besar mis labios. De manera repentina me siento demasiado consciente de mi relativamente baja estatura.

Al principio no s ni cmo responder. Cierro los ojos con nula intencin. Mi corazn parece querer salir de mi pecho, va ms rpido que nunca, y mi pantaln comienza a molestarme, creo que lo nico que puedo hacer es respirar… las palmas de mis manos parecen estar fijas contra la pared, y mis pies pierden el balance. El beso es fantstico… el primero de toda mi vida, y se lo estoy dando a un desconocido… lo mejor es que no me importa en lo ms mnimo, no me incomoda, no me entristece… es genial.

Escucho cmo Stanley ahoga una risa contra mis labios y siento que se separa de ellos. Abro los ojos y lo veo sonrer, parpadea lentamente… o ms bien yo veo todo con velocidad disminuida.
– No funciona si t no participas… para eso simplemente te hubiera drogado y metido aqu mientras estabas inconsciente. – acaricia mi cuello con uno de sus dedos y luego alz mi mentn. – No sirve de nada quedarte quieto… – lleva su otra mano a una de las mas y la frota contra su entrepierna. Siento claramente el contorno de su miembro por encima de su ropa interior… con ansia, lo cojo entre mis dedos y sigo con los movimientos por mi propia cuenta. Tiene… tiene una textura entre suave y dura que nunca me he dado el tiempo de notar antes con el mo.

– No es ms fcil un beso que…?... – se queda callado y sonre – Supongo que son tus instintos de hombre, primero el sexo y luego los sentimientos… – re un poco y vuelve a besarme.

No s que tan bien lo est haciendo, pero esta vez siquiera muevo mis labios. No la lengua, porque estoy seguro que lo arruinara, pero con slo los labios ya se siente muy bien. Creo que lo llaman beso seco… pero la verdad no lo es.

Stanley muestra mayor inters que yo en el beso. Me muerde los labios y de vez en cuando se separa para repartir besitos por mis mejillas. Me gusta sentir su respiracin contra mi rostro; adems, el escucharlo jadear desesperadamente para tomar aire es simplemente delirante.

– Tienes que prometerme que me vas a llamar despus de lo que pase aqu…

Creo que asiento, aunque slo estoy seguro de haber hecho movimientos torpes con la cabeza. Acaricio su espalda con mi mano libre, pero de una manera brutal. Recuerdo lo que dijo Seth el da anterior e inconscientemente rasguo la piel del muchacho que con total consideracin intenta arrancarme del mundo real. Lo escucho gemir y despus rer. Empuja ms su cuerpo sobre el mo, casi impidindome mover la mano con la que le propino indecentes caricias en tan ntima zona de su cuerpo… claramente no me refiero a su espalda.

Me muerde el labio inferior con mucha fuerza, pero creo que no la suficiente para hacerme sangrar. Dejo salir un quejido casi inaudible y l se separa de m un instante, supongo que para revisar que estoy. Abro los ojos nuevamente y le sonro; l me sonre de vuelta.
– Cunto tiempo llevamos as? – pregunta en voz baja.

Me encojo de hombros.
Se separa de m y busca algo entre sus prendas que estn en el suelo, entonces veo que saca su telfono mvil. Lo revisa mientras est agachado y maldice entre dientes. Se incorpora nuevamente y me coge del cuello con ambas manos.

Me mira con pena retratada en sus ojos y toma un respiro.
– Lo prometiste… – me planta un beso como el que me dio cuando estbamos sentados y comienza a vestirse.

Rasco mi nuca un instante, despus camino torpemente hasta salir del vestidor y sentarme en la banquita de antes. Prefiero no preguntar, igual ya ha sido demasiado para m…

Stanley sale unos dos minutos despus, ya vestido y con otras prendas sobre el brazo, supongo que eso es lo que se prob. – Me tienes que llamar. – posa una mano sobre mi cabeza y me alborota el cabello. – Mi primo est por llegar, y no me gustara que me encontrara as.

– Comprendo eso… – y bastante.

– Pero igual es incmodo caminar. Creo que estar molesto con l toda la tarde. Tengo que descargarme, sabes?... – se sienta junto a m y me sonre. Me pasa un brazo por detrs de los hombros y besa mi mejilla derecha. – Me regalas tu ropa interior? –

– No. – respondo de inmediato y demuestro indignacin con un gesto facial. Qu extraa peticin.

– Bueno, no puedes culparme por intentarlo. – re. Se pone de pie y se encamina para salir del pasillo. – Llmame, yo nunca tengo crdito. – insiste. Antes de salir regresa hasta m casi corriendo y me besa de nuevo. Luego sale otra vez.
Quiero que vuelva… pero no lo hace.

- - -


Para no parecer desesperado, pospongo la dichosa llamada para el lunes; as le dar tiempo para darse cuenta de su posible error y si quiere rechazar mis avances no me molestar tanto porque para el lunes ya no estar yo tan embobado con la experiencia. Supuestamente.

Vamos unos minutos tarde a la reunin, pero no es como si nos fueran a prohibir la entrada. Pero de todas maneras, a mi padre le gusta molestarse con mam por cualquier cosa… slo ha tenido unos pequeos problemas de guardarropa.

El lugar acordado es uno de los tantos terrenos de mi to Jaymie. Por eso quiero ser abogado como l… algunos tienen tanto dinero.
…ste terreno en especfico es el que ms me gusta. Es grande, tiene mucha sombra, hay muchas plantas, es muy colorido, y tiene piscina. No se puede pedir ms… bueno, s, podra pedir la luz de la luna, velitas flotantes y no s… Demian o Stanley?... Stanley, definitiva… mente?

O me estoy volviendo loco o Stanley est slo a unos metros de m bebiendo no s que cosa junto a mi primo Stephen. No, obviamente no puede ser.

Se acerca mi to Jaymie a saludar a mi padre. De abrazo y beso, como siempre. Por qu yo no puedo hacer eso con mis amigos?... bueno, ni para qu comenzar. Uno, ni siquiera los tengo; dos, no les agradara… me imagino.

– Hola, Agatha. – saluda a mi madre. Ella alza la mano y la coloca en total disposicin para que mi to la bese. Se llevan bien, de otra manera me avergonzara de mam por hacer eso…

Mi to se pone frente a m y da unas palmadas en la cabeza… gracias, si quieres lnzame un hueso. Deletreo “hola” con los labios y camino junto a ellos tres, acercndonos cada vez ms al resto de los invitados que estn acomodados todos en varias mesas y muchas sillas a un lado de la piscina. Del otro lado de la piscina estn la cancha de bsquetbol, una cama elstica y los columpios. La cama elstica no se ve desde el lugar donde estn las mesas porque en medio hay una construccin donde estn los vestidores, los baos y las regaderas.

– Hola… maestra. – saludo a la profesora Blair. No es que no la conozca de antes… pero todo cambia cuando la tienes como maestra por un mes. Ya no es la misma que sola darme galletas cuando pequeo, es la que me regaa porque no s diferenciar entre algo dibujado con tiza negra de algo dibujado con carboncillo. Soy un intil… o al menos eso dice ella.

Alza la mano en forma de saludo y sonre. Despus, como si nada, contina su charla con la maestra de informtica. Ha de ser traumtico para Stuart que su padre se lleve tan bien con muchos de sus maestros. Bueno, excepto por la profesora Blair, porque ella es su ta y se adoran. Ni siquiera lo calla en el saln de clases. Qu poco profesional es… aunque ltimamente Stuart no habla tanto. O ms bien, ya no lo escucho porque ahora me siento junto a un lugar vaco detrs de Seth y Samuel.

Giro mi rostro a donde haba visto a Stanley… ya no est ah… me siento cuerdo nuevamente. Ahora slo estn Demian, mi primo Stephen, y Stuart. Sin decir nada a los adultos me retiro en direccin de mis primos; se encuentran frente a la piscina, junto a una pared, bebiendo algo… no s qu. Probablemente no refresco.

Me encojo de hombros al quedar frente a Stuart, no s ni qu decir o hacer; siempre es lo mismo… me da miedo acercarme. Saco de mi bolsillo una caja alargada de color plateado y se la entrego sin nada de formalidad. No creo que a un chico como l le agrade recibir una cadena de plata como regalo, pero mi madre lo eligi… con todo se ajetreo de Stanley, no me qued ni tiempo ni cabeza para decidirme por nada.

Abre la cajita y se queda callado. Mira por unos momentos su regalo y luego me mira a los ojos. Sonre clidamente y vuelve a colocar la tapa de la cajita en su lugar.
– Gracias… – murmura casi inaudiblemente. Ni que Demian fuera a burlarse de l por decir gracias, qu paranoico.

– Un ao sin verte y te crees en libertad de no saludarme… idiota. – Stephen se acerca por mi espalda y me pasa los brazos por encima de los hombros. – Hola, yo s que estoy ms guapo que la ltima vez, pero deberas poder reconocerme. – murmura a mi odo. S que no debera excitarme si lo hace mi primo, pero… me encanta cuando me susurran algo muy cerca de la oreja. Al menos puedo resistir y no sufrir escalofros.

– A m tampoco me saluda, y eso que me ve casi a diario. – replica despus Demian. Se acerca a m y me pica el vientre con el dedo ndice, causndome un pequesimo dolor. – Ests engordando? – pregunta con nada de tacto.

Me indigno un poco, pero s que no es cierto. Me peso cada viernes y ste marqu dos libras menos que el pasado.
– No. Y hola… a los dos. – slo despus de decir eso mi primo se quita de detrs de m. Luego se pone a un lado de Stuart. Todos son ms altos que yo.
Stephen s que est ms guapo que la ltima vez que lo vi… mierda. Su cabello rubio es ms largo, su piel parece ya no brillar tanto aunque an es bastante plido; sus brazos se ven un poquito ms fuertes y su sonrisa ya no se ve arruinada por los frenillos.
Al parecer, Stephen nota mi peculiar atencin, pues alza las cejas y me dirige una sonrisa socarrona, bsicamente, una expresin de “Te lo dije”.

Dirijo la mirada al suelo y luego hacia Stephen otra vez.
– No vino Liam?... vi que estaban mi ta Tabitha y mi to Randall – Liam es otro primo, su hermano; y obviamente son hijos de mis tos. No lo dejaran solo en casa nada ms por ser el mayor.

Stephen se encoge de hombros y mueve la cabeza de un lado a otro de manera juguetona e incierta.
– Se fue con Kim y Logan, ya sabes… los mayores… se aburren con nosotros y odian a Stuart. – re un poco e inmediatamente Stuart lo empuja, tambin sonriendo. – Lo aprecio, gracias; hazlo de nuevo. – continua bromeando Stephen. – Puedo…?... puedo preguntarte algo?, lo acabo de recordar, vena pensando en ello durante el camino pero tanta distraccin me hizo olvidarlo. – comenta, mirando fijamente a los ojos de Stuart.
Los ojos de Stephen son marrones muy oscuros, incluso ms oscuros que los verdes de Stuart. Me estoy fijando demasiado en mi primo, debo parar.

Stuart baja la mirada y lo vuelve a ver a los ojos. Luego me ve a m, despus a Demian… y al final nuevamente a Stephen antes de tomarlo con fuerza por el brazo y caminar en direccin de las canchas. Hay un ambiente muy serio entre esos dos.

Demian me rodea los hombros con un brazo y me atrae hacia l.
– Yo tambin puedo hacer eso. – murmura a mi odo, burlndose de mis primos.

Intento rer un poquito, pero estar as… junto a l, frente a mi familia… simplemente es incmodo.
– Ya, vale. – lo empujo con el codo y camino hasta la orilla de la piscina. – Vas a nadar? – pregunto casualmente. Lo veo quitarse la camisa y repentinamente l est levantando la ma por las orillas, intentando sacrmela.

– Qutatela, qutatela. – insiste entre risas, como nio pequeo. Me suelta y se cruza de brazos. – Anda, anda. – se queda mirndome seriamente y no tengo ms remedio que sacarme la camisa. Es eso o arriesgarme a que me tire al agua con cloro y tener la camisa puesta…
Demian me sonre y me empuja un poquito; no para tirarme sino acercarme a la orilla. Se sienta y deja sus pies dentro del agua; ya tiene puesto el traje de bao, igual que yo… es slo un pantaloncillo corto, no se ve mal con una camisa normal y puede disfrazarse como un short cualquiera.

Demian me dedica una mirada coqueta… pero luego arruga un poquito los ojos para protegerse de la luz del sol y opta por sonrerme. Le sonro de vuelta. Definitivamente me gusta, y s muy bien por qu. Me siento a su lado y dejo tambin mis pies dentro del agua, mecindolos de vez en cuando. Nos quedamos callados… nada ms estamos junto al otro, en silencio, y puedo decir por m que estoy feliz.

Se aclara la garganta y llama mi atencin con eso.
– Por qu ya no me hablas?, te hice algo?... sabes que todo lo que digo para molestarte son bromas, de verdad me caes bien… ha sido casi un mes y no s nada de ti. Slo s que te juntas con esos… esos dos. – dice con un tono de voz tranquilo; aunque estoy seguro que al final tuvo que contenerse las ganas de insultar a Seth y Sam.

Miro hacia mis pies en el agua… Demian roza su pie izquierdo con el mo derecho. Supongo que para llamar mi atencin, pero me encanta lo que percibo con esa accin tan dulce. Vuelvo a mirarlo a los ojos y le sonro, pero no digo nada, me impulso sobre mi propio peso y me dejo caer al agua. Debajo del agua escucho otro impacto, Demian me ha seguido. Salgo del agua y agito mi cabeza para que el agua no escurra sobre mis ojos. Demian hace lo mismo, aunque su cabello es demasiado corto.

– Qu intentas?, t sabes que el agua es mi hbitat natural… soy nadador, recuerdas?... talvez ya lo olvidaste por eso de que me ignoras. – bromea.

Comienza a nadar lentamente, acercndose a m hasta tenerme pegado a una pared de la piscina. Luego sonre. Le sonre de vuelta y nos quedamos callados por unos segundos hasta que alguien ms se zambulle en el agua, rompiendo el equilibrio y la ternura del momento.

Un muchacho rubio sale a la superficie y agita su cabello justo como yo haba hecho. Me mira. Es Stanley, de verdad lo haba visto, y est frente a m… por qu est frente a m? – T tambin puedes verlo? – pregunto abruptamente a Demian. Me mira extraado… creo que sa pregunta bien podra dar a entender que constantemente alucino con chicos guapos semidesnudos. Cmo puedo ser tan estpido?
Notas finales: Stanley Grimm.
Stephen Grimm.

Muchas gracias por su tiempo, responderé a sus comentarios a lo largo del día.

Cualquier duda, háganmela saber. Sé que a veces la historia se torna confusa.

El servidor me ha impedido responder al comentario de julxen, pero aquí en las notas se lo pongo.

Súper sexy Lance. Es mío (¿?).
Comprendo tu estancia ante la posible relación entre Lance y Shane. Digo, eso de la diferencia de edades tampoco sería tan importante si al menos Shane fuera mayor de edad… porque Sean y Jaymie tienen trece años de diferencia, mientras que Lance y Shane sólo ocho más o menos. Pero sí, Shane está todavía muy chiquito.

¿Y quién dice que los gays no somos multimillonarios?... todos somos como Elton John. Blah, estoy bromeando. Ánimo para tus amigos.
El SIDA me da miedo. Con eso de que podría evolucionar y contagiarse a través del aire…

Muchos y fuertes abrazos. Gracias por tu tiempo, y asdfadfad espero que te siga gustando la historia, eres súper.

El servidor tampoco me dejó contestarle a erisanuesugi, así que edito con la respuesta.

Talvez sea un tema recurrente en la vida de Scott andar contradiciéndose, arrepintiéndose o quejándose. Ya sea lo que dice o lo que piensa. Porque vamos… ése niño está mareado, para qué decir que no.
Seth no es tonto, y es muy posible que note la extraña manera de funcionar que tiene la mentecita de Scott. Pero de ahí a qué hará… no puedo decir más.

¿Stuart amando a Sammy?... ¿será eso?... digo, llámame loco, pero algo como lo que hizo me parece difícil de calificar como amor. Me dan escalofríos. (Nota: Sammy ya tiene quince dueños (¿?)

Sí, la historia de Shane. Tengo que apresurarme con eso… la cabeza no me da.

Bueno, bueno… Colton al menos no lo manoseó… no recuerdo haber escrito eso. Sólo lo andaba recorriendo con la lengua, pero sus manos quietecitas. Aunque talvez sea que Samuel no estaba lo suficientemente consciente como para describir eso.

Demian. Más de Demian en el nuevo capítulo. Como persona no lo toleraría, pero como personaje me gusta aunque a veces me mareé con él.

Todas las explicaciones puedo darlas. De verdad que sí, sólo dame tiempo y una sonrisa. (¿?)

Muchas, muchas gracias por el comentario. Te mando un abrazo, y espero de verdad que te guste cómo continúa la historia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).