Mu estaba alegre en su Santuario.
Kiki yacía a su lado,jugando con un camioncito de juguete que el mayor le había regalado.
Sintió un peculiar cosmos,pero no se preocupó al ver a su mejor amigo,Camus,quien tenía una gran sonrisa en el rostro.
Athena había revivido a todos los Santos. Y es que se sentía tan sola y triste que primero revivió a los mas grandes: Kanon,Saga,Aioros,Dohko y Shion,para luego revivir a los faltantes: Milo,Shura,Afrodita,Dm,Alde,Aioria,Mu,Camus y Shaka.
Los tres últimos eran grandes amigos. Eran los más pacientes y cuerdos del Santuario,siempre pensando en los demás y en su bienestar.
Al contrario de ellos estaban Kanon,Milo y Aioria.
Kanon odiaba a Mu con toda su alma.
Odiaba su inocencia,sus ojos,su belleza y,sobre todo,su pureza.
Cuando alguien le preguntaba la razón de su descomunal odio,respondía con la misma idiotez: "Es un falso".
Cuando veía la mínima oportunidad de hacer rabiar a Mu,no la desperdiciaba,ya que con el dragón (o "laucha de mar",como decía Kiki) era fácil perder los estribos.
Milo y Aioria no eran tan malditos,pero tenían lo suyo.
El peliazul era sexymente terrible,ya que flirteaba con todos los caballeros,sobretodo con Camus,quin siempre tendía a mandarlo al carajo.
Aioria no hacía nada.Estaba enamorado de Shaka y Shaka de él.
La única diferencia: Shaka conocía los sentimientos de Aioria hacia él,pero temía que al declararse Aioria lo ignorara por temor a perder a sus amigos.
Mu era fuerte,y Kanon lo sabía.
También sabía que Mu era bastante paciente,por lo que le gustaba romper la barrera.
Volviendo ahora con Mu y Camus..
-Mu,estube pensando..recuerdas el nuevo aprendiz de Géminis que llegó?
Mu cerró los ojos. ¿Cómo olvidarlo?
Kanon había prometido que cuando Dante tubiera la armadura de Géminis,le rompería el trasero a Kiki.
-Qué sucede con el? -inquirió Mu.
-Y si se hacen amigos él y Kiki? Después de todo,son niños y no tienen la culpa de que Kanon sea tan jodido.
-Prefiero que no se junten..-Suspiró Mu-..almenos hasta que Kanon muera-bromeó.
-Uff-suspiró Camus- entonces faltará bastante,después de todo,yerba mala nunca muere.
Una risa en la entrada les hizo voltearse.
Así es,el voluptuoso {e idiota} de Kanon les miraba con evidente arrogancia.
-Qué se le ofrece,caballero?-preguntó Mu lo más indiferente que pudo.
-Pasaba a saludar al más hermoso del Santuario-dijo sarcástico y con un deje de sorna.
-Que tierno,amor-dijo resaltando la última palabra.
-Ya veo porque no tienes pareja,quién se fijaría en alguien como tú?-Dijo Kanon,escupiendo todo su veneno.
Mu cerró lo sojos para controlarse,despues de todo,lo único que quería Kanon era hacerle irritar.
-Espero que tú no-susurró,pero el geminiano ya se había ido.
Bajó la mirada,pensativo,esperando que Camus no haya notado las pequeñas lágrimas que se habían formado en sus ojos.
-Mu,ignóralo,solo te quiere molestar,ya lo conoces..es así.
El lemuriano no respondió. Se levantó del sillón y se dirigió a la cocina a hacer una infusión.
Sintió una mano en su hombro, la cual le brindó seguridad.
-Gracias amigo-le sonrió a Camus.-Siempre me levantas el ánimo.
Ambos se miraron unos instantes,sonrientes,hasta que vieron a Aioria entrar al Santuario..