Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Destino Divino por Angel del Diablo

[Reviews - 193]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bueno... aunque me salió corto... espero que empiece bien:

Londres, 1513

 

-¿Tengo pinta de marinero?

 

-No. Tienes pinta de idiota, de inútil, de prepotente… pero de marinero… francamente no.

 

-¿Entonces porqué estoy en un barco?

 

-No estás en un barco, estas comprando un billete para ir en barco.

 

-¿Por qué me pasa esto a mi?

 

-No lo se. Lo único que sé es que tendrás que cuidar de mí todo el viaje.

 

-Dios –susurró, mirando hacia el cielo. -¿Por qué me castigas así?

 

-¡Sasuke! ¡Deja ya de ser dramático y avanza o se nos pasará el turno! –y allí estaban. Sasuke Uchiha, de 17 años con su primo, Sai Uchiha, de 16 años. Ambos estaban en una cola para comprar el billete que les llevaría a America. Sus padres se habían empeñado en que era el lugar perfecto para hacer fortuna y conseguir labrar un futuro. Si eso fuera así, estaría bien. Lo malo era que no sería así: irían a America para conseguir dinero y poder mantener a sus esposas, con las que estaban comprometidos desde que eran niños pequeños.

Sasuke compró los billetes y le indicó a su primo que lo siguiera para ver el barco: era enorme, de madera oscura y enormes velas.

 

-Parece resistente –dijo el menor. Pasearon cerca para intentar ver al capitán, pero ni rastro.

 

-¿Sasuke?

 

-¿Qué pasa?

 

-¿No estas contento de irte? –lo miró, extrañado, por la forma tan seria que había usado.

 

-¿A que te refieres?

 

-Bueno… yo si me alegro de irme. Por nada del mundo quiero casarme. Yo quiero conocer mundo… quiero vivir una aventura… que cambie mi mundo radicalmente.

 

-¿Estas soñando? Sólo nos vamos para ganar dinero. ¿Cuánto crees que nos dejaran estar fuera?

 

-No me importa. Nada puede ser peor que casarse con alguien que no quiero.

 

-Eres muy romántico, ¿sabes?

 

-¿Acaso tú no lo arriesgarías todo por la persona a la que quisieras?

 

-No creo que exista alguien así, Sai –fue un susurro, que los dejó a ambos pensativos el resto del camino.

 

Una vez que llegaron a casa, Sasuke fue a darle los billetes a su padre.

 

-Muy bien, hijo. ¿Cuándo sale el barco?

 

-Dentro de dos días. -pues no te queda mucho tiempo…

 

-ya lo sé –suspiró, mirando hacia el suelo. Su padre lo notó y, acercándose a él, le preguntó:

 

-¿No quieres irte? –Sasuke quiso decirle que lo que no quería era volver.

 

-No es eso, es solo que no quiero… casarme.

 

-Sasuke… ya lo hemos hablado antes.

 

-Ya lo se, pero… es que no quiero.

 

-Hijo, estoy seguro que con el tiempo acabarás por quererla. Además, ese matrimonio fue arreglado hace mucho tiempo.

 

-¡Pero no es justo!

 

-Eres un Uchiha. Nuestra familia es la más importante. Y debes casarte según nuestra tradición.

 

-¡Pero soy el dueño de mi vida! ¡No tienes derecho de escoger por mí! –había subido la voz y su madre, al oírlos pelear, entró en el cuarto, de piel pálida y cabello oscuro.

 

-¿A qué vienen esos gritos? –ambos se quedaron callados, pero al final Sasuke dijo:

 

-No volveré si no me dejáis escoger –su madre ya sabía a lo que se refería: habían discutido aquél tema cientos de veces.

 

-Sasuke… compréndelo.

 

-Lo siento, pero tú y yo sabemos que el matrimonio con personas desconocidas no ha hecho feliz a ninguno de los presentes. –ese comentario dejó a sus padres completamente paralizados.

 

-Eso no es relevante. Te casarás al volver, te guste o no. –el moreno cerró con llave en cuanto se quedó solo. Las sombras se fueron alargando, devorando la sala, mientras las estrellas despertaban y la luna, casi llena intentaba brillar entre las nubes. Mirando el cielo, volvió a suspirar y a decir, en un murmullo:

 

-por favor… ayúdame, Dios mío –y, aunque no lo sabía, su súplica había sido escuchada.

 

Sentado en su cama, Sai revisaba la maleta. Faltaban sólo unas horas para irse y andaba algo apurado. Después de meter la última prenda, se miró al espejo: había optado por una camisa negra, unos pantalones negros y unas botas altas. Dejó su cabello liso y suspiró, contento de irse pero triste de saber que sólo tendría seis meses. Por suerte, aún hacía buen tiempo y la travesía sería mejor.

 

Se encontraron frente a la escalinata que llevaba a la cubierta. Se despidieron de sus padres y Sasuke comenzó a pelear:

 

-¿Cómo vamos a ganar dinero en sólo seis meses?

 

-Tranquilo, solo necesitas hacer negocio y volver para casarte. –aquella palabra tensó a los morenos, que se giraron para despedirse de sus futuras esposas.

 

-Adiós –susurraron a la vez Ino y Sakura. La rubia no pudo evitar que Sai se escabullera, por lo rápido que era. La pelirrosa intentó atrapar y besar a Sasuke, pero el capitán anunció que se iban y no pudo.

Una vez arriba, el barco zarpó. Todos los pasajeros se despidieron de sus familias y amigos con tristeza, menos dos morenos, que sólo agitaron un poco la mano, sin demasiado entusiasmo. Ya en mar abierto y tras instalarse en un camarote de dos camas, decidieron pasear un poco por el barco para familiarizarse. Por casualidad encontraron el lugar donde el capitán estaba, al timón, con su contramaestre. El capitán en cuestión era un tipo raro: vestía con un traje verde, un tono que no le quedaba bien, tenía los ojos redondos, sonrisa demasiado brillante y el cabello, oscuro, cortado al estilo “tazón”. (N/A: Gai-sensei XD). A su lado estaba el contramaestre, prestando mucha atención a lo que le explicaba su capitán: tendría unos 23 años, con un aspecto muy parecido (N/A: Lee… XD). En cuanto el capitán vio a los morenos, se entusiasmo, haciendoles gestos con la mano para que se acercaran, añadiendo que le encantaba llevar a jóvenes con espíritu de lucha, jóvenes aventureros que fueran a América en busca de su futuro. Con cara de “creo que nos equivocamos de barco” los dos primos literalmente se esfumaron de allí.    

En la cubierta, se detuvieron, cuando ya estaban seguros de que el capitán no los vería:

 

-¿Viste eso, Sasuke?

 

-Si…

 

-¿eran clones?

 

-no lo sé… pero nunca en mi vida iría con ese pelo en público.

 

-Si… es horrible –no pudieron evitar reírse juntos, ya que era la primera vez que estaban de acuerdo en algo.

 

La cena fue deliciosa. El restaurante del barco era enorme y hermoso, con un ambiente agradable. Sai comió bastante, ya que no tenía problemas de mareos. Sasuke, aunque se sintió algo mal, también comió.

Cerca de media noche, se prepararon para dormir, mientras una tormenta muy fuerte se desataba, ocultando la brillante luna llena y las estrellas. En cuanto Sai se sentó en su cama, ésta se desplazó con el movimiento del barco hacia un lado. Luego, con otra sacudida, volvió a su sitio.

 

-Sai –dijo Sasuke, aún con su camisa blanca, sus pantalones negros y sus botas:

 

-deja de hacer el payaso.

 

-No es mi culpa. La cama perdió un tornillo y no se sujeta.

 

-pues hazle algo.

 

-vale, ahora mismo –salió del cuarto y caminó por el pasillo en busca de alguien que le ayudara. En una de las salas encontró al contramaestre:

 

-¡oye! –le dijo, antes de que se le escabullera: -¿puedes echarme una mano? Mi cama no se sujeta al suelo y…

 

-usa esto –antes de correr, le dio un martillo.

 

-¡pero si no tiene tornillo…! –pero era tarde, ya se había ido. Caminó hasta la bodega… en dónde encontró un tornillo un poco fuera de su sitio. Una idea cruzó por su mente.

 

-no creo que noten que falta uno –con cuidado de no hacer ruido lo sacó con ayuda del martillo. Se lo guardó y caminó de vuelta al cuarto. Una vez allí lo colocó y la cama no se movió.

 

-¿podré ahora dormir? –antes de que el moreno contestara, se oyó un grito fuera, en el pasillo:

 

-¡capitán! ¡Capitán! ¡La bodega se inunda! –todos los pasajeros salieron al oír eso. Incluso los Uchiha.

Con cuidado de no arrasar con nadie, llegaron hasta donde estaba la tripulación, aunque no había rastro del capitán:

 

-¿Qué pasó? –preguntó Sasuke.

 

-Aun no lo sabemos. Al parecer se soltó una tabla de la bodega… seguramente por algún clavo que estuviera fuera de su lugar… aunque es muy raro. –Sasuke se giró como un psicópata hacia su primo y preguntó, tan bajo que sólo lo oyó él:

 

-¿de donde sacaste el tornillo? –con carita de niño lindo, le dijo:

 

-mmm… ¿de la bodega?

 

Continuará…

 

Notas finales: Si te gusta... me dices para continuarla... si no... pues me da igual, porque la pondré hasta el final XD. Gracias por el tiempo que dedicaste en leerla^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).