Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Son sólo momentos. Sólo somos tú y yo. por ines_kaiba_wheeler

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hacía tiempo que tenía esto escrito por lo que sólo le he dado un pequeño vistazo por encima, por lo que perdón por si hay alguna incoherencia.


Lo peor que puede ocurrir cuando te llevas de los pelos con tu compañero de misión es que ocurra algo que incite a los comentarios ofensivos.

-No me toques, criajo.

-Fuiste tú el que se detuvo. ¡Fue un accidente!

-Ya claro.

-Ni loco te tocaría.

-Esa es mi línea.

Un roce fue el detonante de esa pelea verbal llevada por el miembro más joven y el mayor, sin tener en cuenta a Kumadori, del CP9. Ninguno de los dos tenía la culpa, sólo el destino o quizá el simple paso del tiempo. No fue intención de Kaku tropezar con una de las piedras que había por aquel camino viejo y lleno de barro, ni que Jyabura se quedara enganchado en una rama, deteniéndose frente a Kaku en plena caída, fue un acto premeditado. Tal y como había dicho el pequeño, había sido un accidente.

Acababan de terminar una misión. Matar a un alcalde y su séquito de seguidores porque no querían ayudar al gobierno, nada complicado y que apenas les sirvió de entrenamiento.  Al menos habían podido salir de aquella prisión que era Ennies Lobby cuando no había nada que hacer, o cuando sólo el papeleo atormentaba a cualquiera. Se habían decidido por tomar un camino alternativo para no levantar sospechas entre la gente del pueblo y también acortarían la distancia al pequeño barco que les habían agenciado. Les esperaban los tres días de travesía más largos de su vida hasta llegar a su destino final y todo por un inesperado choque de sus cuerpos.

-Mierda-Kaku miró su traje negro, completamente lleno de barro tras la caída-¿De qué sirven los reflejos si me tumba una minúscula piedra?-murmuró entre dientes intentando, en vano, limpiarse levemente.

Terminó por darle una patada a un árbol por la frustración. Jyabura mientras tanto, tras haber parado de reírse de las desgracias ajenas, pudo notar en el ambiente más humedad que antes. Eso sólo podía significar grandes cantidades de agua y, al parecer, dulce. Seguramente un lago o un río pasaba cerca de allí. Se giró para decírselo a Kaku y lo que vio lo dejó momentáneamente sin aire. ¿Quién iba a decir que debajo de aquella chaqueta tan gruesa y de cuello tan alto se escondía un muchacho tan altamente atractivo? Bueno, seguro que sin el barro era más atractivo, claro. La chaqueta en ese momento yacía en uno de los brazos de Kaku y su gorra en su otra mano, dejando ver su pelo corto y alborotado, ligeramente manchado de barro.

-Dios, tengo barro hasta en la ropa interior-la risa del mayor volvió a entrar en escena al escuchar aquel gruñido. Kaku levantó la cabeza para fulminarlo con la mirada, o con una patada, según le viniese mejor, pero le sorprendió ver a su compañero tan cerca de él y con una sonrisa demasiado sospechosa en la cara.

-Pareces un niño pequeño-le agarró levemente la barbilla para evitar una huída fácil y con su otra mano limpió el poco barro que tenía Kaku en la cara.

-Sí, por mucho que quiera, tu madurez supera a la mía-comentó con ironía-¿No decías que ni loco me tocarías?

-Eso lo dijiste tú-aún sujetando su barbilla, bajando con su otra mano por su cuello.

-Y tú lo respaldaste si me permites recordar-cuando aquella mano llegó al borde de su pantalón desvió la mirada de los ojos de Jyabura hacia el cielo.

-¿Sabes lo bueno de haber comido una fruta zoan, Kaku?-murmuró el mayor acercándose al oído del mencionado-Que puedo notar cosas que el resto de humanos no puede, como cambios en la atmósfera, un peligro inminente, el miedo...

-¿A dónde quieres llegar, Jyabura?-intentó sonar seguro de sí mismo pero no pudo controlar sus propias emociones.

-Hay un lago o un río cerca-se separó de él y soltó su barbilla en una suave caricia-Al oeste de aquí-le dio la espalda a Kaku para seguir con su camino. Lo que menos quería era estar cerca del agua con el peligro que eso podría traer para él-Ten cuidado de no volverte a caer por estar mirando mi culo.

-¡Te dije que tropecé con esa piedra!-señaló el objeto en cuestión. Tenía el tamaño de un puño y sobresalía bastante entre el barro. Jyabura lo miró de reojo, obviamente, no creyéndose ninguna de sus palabras.

-Esa piedra la vería hasta un niño ciego con conjuntivitis-puntualizó desdeñoso-Además, ya te lo dije, noto cosas que tú, por ejemplo, no notarías.

-Como no te expliq-

-Desde que empezamos a andar por este camino me has venido siguiendo-le interrumpió mostrando una sonrisa zorruna-Tu respiración pasó de ser acompasada a hacerse más pesada, los latidos de tu corazón se te dispararon y tus feromonas llevan acosándome desde que nos dieron la misión.

-Es cierto que me gustas pero te repito que no te estaba mirando el culo, con esos pantalones no se aprecia y, sinceramente, tengo más cosas en las que pensar que intentar tirarme encima de ti, ¿sabes?

-¿Lo aceptas? ¿Así de fácil?-había incredulidad en su voz. Kaku se encogió de hombros.

-No voy a negarlo cuando es cierto, eso sería mentir y para mentiroso ya llegas tú, Jyabura-empezó a caminar hacia la dirección que le había dicho sin molestarse en ver la reacción de sus palabras.

Quizá el viaje de retorno sería más interesante de lo que esperaba.

 

Notas finales:

¿Y bien? Los comentarios serán bien recibidos, a pesar de que sé que es cortito y parece que me lo he dejado a medias.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).