Llegaron a una mansión aparentemente de Daiki
Eliot tenía algo de miedo ir a la casa de un desconocido le provocaba miedo, mas la sonrisa de Daiki le daba cierta confianza
Daiki condujo a Eliot hasta una habitación muy grande era la sala de la mansión.
Dos mujeres entraron, eran las criadas de Daiki.
-ustedes dos, curen las heridas del niño, arréglenlo no quiero que tenga ni la mas mínima pizca de tierra y avisen que quiero que comiencen a preparar la cena para él, cuando esté listo Eliot llévenlo al comedor – dijo Daiki con un tono frio el cual asusto un poco a Eliot
Las mujeres solo asintieron y llevaron a Eliot a una recamara donde lo curaron, limpiaron y arreglaron. Eliot no decía nada tenía demasiada vergüenza de que esas mujeres lo lavaran y vistieran.
Mientras tanto Daiki se encontraba en el comedor pronto servirían la comida y esperaba a que trajeran a Eliot. En ese momento las dos mujeres entraron y detrás de ellas venia Eliot
Daiki se quedo asombrado de toda la belleza de Eliot, vestía un traje negro, una camisa blanca con pequeños holanes, sus heridas estaban curadas y no tenía ni una pizca de suciedad, su rostro era tan fino y delicado que parecían ser tallados por ángeles, su cabello brillaba, era algo largo y muy abundante, su fleco tapaba parte de su rostro, ocultando esos hermoso ojos y sus mejillas sonrojadas.
-Ustedes dos pueden retirarse, Eliot ven siéntate aquí a mi lado –
Las dos mujeres salieron y Eliot se sentó en una silla al costado de Daiki
Unos hombres entraron y le sirvieron a Eliot exquisitos manjares mientras que a Daiki le traían una copa con alguna bebida color roja que Eliot no pudo saber que era.
-Daiki-sama usted no piensa comer – dijo Eliot algo extrañado de que solo le hubieran traído esa extraña bebida
-¿Daiki-sama? no me llames así, solo mis criados me dicen así, y tú no eres mi criado solo dime Daiki y bueno no, no pienso comer no tengo mucho apetito- le contesto Daiki
Eliot solo asintió y comenzó a comer
Daiki solo miraba a Eliot y de vez en cuando daba un pequeño sorbido a su copa
Ver a ese niño, ver a Eliot, le daba mucha paz, nunca había visto a un niño tan tierno y bueno el sabia que ya no era un niño era un adolecente pero ante sus ojos era como un niño pequeño
-Daiki,¿ por qué me trajo aquí?, acaso se comporta de esta manera porque q-quiere….- su voz se corto comenzaron a salir lagrimas de sus ojos
Daiki no sabía porque lloraba, le partía el corazón ver llorar a una criatura tan tierna y linda.
Daiki estiro su brazo y acaricio la mejilla de Eliot mas este la aparto
-E-el hizo lo mismo, comenzó acariciando mi mejilla, n-no quiero……. –
En ese momento Daiki comprendió, Eliot creía que Daiki quería abusar de él, que quería violarlo pero Daiki no seria capaz de hacer algo así.
-Eliot, escucha, no sé bien que te hicieron pero yo no te lastimaría nunca te lo puedo asegurar, permíteme cuidar de ti por favor –
Eliot miro a Daiki, y noto en sus ojos tristeza
-¿Tú no me lastimaras? ¿nunca?-
-Nunca te lastimare-
-Me lo prometes –
-Si, te lo prometo –
Eliot se levanto de la silla y abrazo a Daiki, quien se quedo sorprendido nunca espero que Eliot reaccionara así.
Eliot seguía llorando mojando la camisa que llevaba Daiki. Daiki lo separo
-Termina de comer, después me contaras que te ha sucedido por que estabas solo ¿sí?
-Si lo hare –
Terminando de comer se dirigieron a la recamara de Daiki que era sumamente grande, contaba con una sala, una enorme cama con doseles, chimenea, unos enormes libreros y muchas cosas más.
Se sentaron en los sillones, Eliot en el sillón individual, mientras que Daiki se sento en uno para tres personas que estaba frente al individual.
-Bien cuéntame que es lo que sucedió – dijo Daiki
-B-bueno es que…….me da algo de vergüenza decirlo - contesto algo sonrojado Eliot
-Que no te de vergüenza, aunque debo decir que luces muy lindo asi sonrojado- se rio un poco mientras que Eliot escondia la cara
-Esta bien se lo contare –
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