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Aprendiendo a sentir por maxi anime

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Notas del capitulo:

Hola a todos,  raro que vuelva a escribir de nuevo en este fic XD, pero es uno a lo que más tiempo le dedico, como saben es en base a sueños que tengo muy de vez en cuando, y por eso muy de vez en cuando lo escribo, pero todos los días algo llega a mí con respecto a este fic, en especial en las últimas semanas. Lo sé es un fic algo extraño, el 99.9999% de quienes leen  de Shiryu lo quieren con algún dorado o con un bronce, pero ¿con un dios guerrero? Bueno este fic se actualizara cada tanto, depende de lo que me hace soñar con esta pareja y espero poder terminarlo pronto, antes de fin de año. 

Pasaron los minutos y pronto el cielo se llenó de estrellas que iluminaban con intensidad aquel cielo del frio país nórdico, las manos del caballero de Dragón abrazan de la cintura del menor Phenril de Alioth, el cual sonreía con el gesto de cariño que el pelinegro le demostraba. Para el dios guerrero de Épsilon era algo sumamente extraño y que le gustaba, sentir el afecto de otro ser humano hacia él era una agradable sensación, no igual al cariño que le expresaban los lobos,  ¿Cuántos años habían pasado desde que otro ser humano demostró quererlo realmente? El tiempo había sido mucho, más de doce años según los propios Sigfried e Hilda, Hilda cuando lo recluto le aseguro que él ya tenía dieciocho años, Alberich le aseguro que doce años ya habían pasado de la muerte de sus padres y el propio Syd de Mizard se mostró seguro que él ya era adulto y no un adolecente en pleno crecimiento, aunque, en palabras de Mime, el más joven de los dioses guerreros era él.


-¿Cuántos años me das?- pregunto inconscientemente, Phenril sabia la edad de Shiryu, este en cinco picos se la dijo, sabia la edad de Shunrei y hasta de los cuatro grandes amigos de este, de los que tanto se hablaba, pero el mismo dudaba de su edad.


-Yo diría- exclamo pensante sabiendo ya la edad de aquel a quien tanto quería por palabras que cruzo con Sigfried momentos antes- unos trece años, eres más chico que yo.


-¿Si tuviera más años me tratarías diferente?


-No veo gran diferencia, estas tal cual como cuando te recuerdo, no has cambiado en nada desde que nos enfrentamos, aunque ahora tienes el cabello más corto porque te lo corte, aun así no veo diferencia en ti y a pesar de la edad que tengas no podría tratarte diferente, yo ya te conocí y te estimo tal como eres… ha anochecido- miro la luna que comenzaba a brillar en el cielo- vamos adentro, ya ha de ser hora de cenar.


-Me siento bien aquí, ¿Podemos quedarnos un poco más?


-Phenril deja de hacer tiempo, sabes que no me gusta que hagas eso, sino quieres hablar con Sigfried, solo dilo, yo no te obligare a que hables con el si así lo quieres.


-¿Por qué eres tan bueno conmigo? Cumples con todo lo que quiero, cada cosa ¿Por qué Dragón?


-¿Somos amigos Phenril?-pregunto sonriendo- los amigos hacen cosas por otros, se apoyan, yo te apoyo para que no pases un mal momento con Sigfried, para que puedas sentirte tranquilo y nada, ni nadie, te perturbe de manera tal que te sientas decepcionado o abandonado de nuevo.


-¿Sabes?- pregunto sonriendo- es extraño, eres el primero a quien realmente le importo…a nadie más le importe antes.


-No lo creo, Phenril, a tus padres, a los lobos a todos ellos les importaste- le explico sonriendo-Esas personas que alabaron a tu familia antes, solo eran eso, alabadores, queriendo aprovechar la fortuna de tu familia, pero en este mundo hay muchas otras personas, como yo, como mis amigos, como Athena incluso, personas de buen corazón  a las que realmente nos importan las otras personas.


-Dragón, tú me dijiste que también fuiste huérfano ¿Qué le paso a tus padres?- pregunto, el mismo había evadido esa pregunta por temor a despertar un pasado oculto e incluso doloroso en aquel que era su único amigo, en quien confiaba y en su adentro, lo que menos quería era hacerlo sufrir con el pasado.


-¿Mis padres? A mi madre no la conocí- recapacito- en mis memorias yo estaba en un orfanato, un hogar, rodeado de otros niños, donde crecí por algunos años, el señor Mitsumasa Kido me adopto, cuando apenas tenía unos nueve, creo, me dijeron que el seria mi padre, el señor Kido no me adopto solo a mí, sino a noventa  y nueve niños más, todos para que se prepararan y quienes en un futuro serian santos de Athena…


-Cien, fueron cien- acoto haciendo la cuenta, recordando como Shiryu le había enseñado a contar hasta cien en las últimas semanas, aunque aún no era bueno sumando.


-Así es, éramos cien, pero las armaduras te imaginaras eran muchas menos.


-Tú me dijiste que son una por cada constelación y en el cielo hay mucha…me dijiste que son ochenta…


 -Sí, pero, muchas ya tenían dueño, como las doce armaduras doradas, o las armaduras de plata, quedando solo las de Bronce, muy pocas por ser obtenidas, en total solo regresamos diez portándolas, en realidad once, pero ya te contare del número once en un futuro, el resto de los niños nunca más se volvió a saber, lo que ocurre con quienes no logran obtener la armadura es que al  no poder soportar el entrenamiento estos fallecieron…


-Lo siento.


-No lo sientas, a muchos no los conocí, pero con el resto soy muy unido, me has visto en la guerra de Asgard, Seiya, Hyoga, Shun y aunque no lo admita el, Ikki, confió en todos ellos ciegamente, son mis amigos, juntos hemos pasado tantas cosas y por Athena, por la humanidad, por personas de buen corazón, como tu Phenril, las seguiremos pasando.


-¿Y por las malas?


-Esas van incluidas en la palabra humanidad, aunque no queramos.


-Disculpen- una mujer de cabellos blanquecinos los interrumpió, entrando al balcón, vestía un traje oscuro e hizo una reverencia antes de continuar- la señorita Hilda les espera para la cena, ya está servida.


-Muchas gracias, ahora mismo vamos- dijo el caballero de Dragón tomándole la mano a Phenril, soltando el abrazo- vamos, debes tener hambre.


Phenril asintió con la mirada y caminaron saliendo del cuarto, percatándose que Sigfried estaba recostado sonriendo de manera picaresca ante ambos.


-Caballero de Dragón, después quiero hablar a solas contigo.


-¿Por qué a solas? Phenril también entiende muchas cosas de caballeros.


-Es cosa de Dragón a Dragón, Phenril es un lobo, no entenderá a lo que me refiero- explico aunque claramente tenía otras intenciones que de inmediato Shiryu pudo notar en su mirada. Para no preocupar a Phenril el caballero de largos cabellos negros asintió con la mirada, dejando a Dubhai al parecer tranquilo.


Fueron guiados hasta una gran sala, donde la mesa estaba previamente preparada para ellos, varios platos servidos sobre la mesa, tres de cada tipo, Phenril y Shiryu se sentaron a un lado de la mandataria, quien esperaba tranquilamente a ambos, aunque prefería que cada uno este a un lado, grande fue su sorpresa cuando los dos se sentaron a su derecha, el ateniense anteponiéndose ante el asgardiano, quien solo se dejaba guiar.


-Phenril ¿pasa algo?- pregunto Hilda al verlo, se veía diferente como lo vio al entrar al palacio.


-Hilda…no quiero regresar- exclamo con su voz temblante- no quiero ser un dios guerrero de nuevo.


-Phenril, eso no puedes decidirlo tu ni yo, recuerda que llevas la sangre del dios guerrero de Epsilon, ¿a qué se debe esa decisión?


-No me gusta recibir órdenes de nadie- respondió- y mucho menos de quienes no me respetan.


-¿Quién no te ha respetado Phenril?


-Buena pregunta- acoto Shiryu al escucharlo, no recordaba que su nuevo amigo le comentara algo por el estilo.


-Hagen, Sigfried y hasta Tholl, todos me llamaron animal de manera…horrible…, yo me vi obligado a tratarles de manera civilizada y ellos, no se mostraron amables conmigo, fueron malvados, Alberich me llamo animal salvaje…y…


-Ya, ya- le silencio Shiryu- Entiendo ¿sabes cómo me decían a mí? Primero  el palo de escoba, cuando niño era pequeño y tenía poco peso, años después, mi maestro me llamo mocoso…Death Mask de cáncer también me llamo de una manera cruel, pero yo me rodeo de quienes me quieren.


-Pero…


-Ya hemos hablado de ello, Phenril, no puedes delegar tus obligaciones, el deber está por sobre todo.


-Pero yo…


-Tienes un año para pensarlo, Phenril- interrumpió la sacerdotisa- si en un año, aun continuas en la misma posición hablare con Odín por ti, un año es suficiente tiempo para pensar.


-Gracias Hilda.


-Ahora por favor disfrutemos de la cena- exclamo sonriendo la sacerdotisa- Dragón Shiryu ¿ha sido difícil el proceso de volver a Phenril tal y cómo es?


-Depende a donde va dirigida la pregunta, con respecto a su salud ha sido difícil reestablecerla, como es Asgardiano y no cree en las mismas creencias mías, su curación siempre fue de manera tradicional, con hierbas y vendajes, no podía darle de beber agua sanadora por ejemplo, enseñarle de otras cosas ha sido sumamente difícil, es algo terco cuando uno le explica algo nuevo, como paso cuando le contaba de las estrellas o le hablaba de animales carnívoros peligrosos fuerza de Asgard, es muy curioso cuando aprende algo nuevo, algo que no pensé que sería, yo lo vi más reacio a aprender, cuando lo conocí pensé eso, que era el típico chico que para él su mundo era lo que lo rodeaba y nada más, pero me demostró que está dispuesto a aprender cosas nuevas y se emociona mucho cuando las comprende.


-Sigo diciendo que los lobos nunca me comerían- exclamo Phenril molesto recordando una conversación que había tenido con Shiryu acerca de animales carnívoros y sus peligros, y que casualmente el caballero de Dragón le explico que los lobos eran animales salvajes capaces de matar a personas por obtener su alimento.


-Ya veo, ¿Y su forma de relacionarse con otros?- pregunto la sacerdotisa.


-Si hago memoria el proceso de hacerlo un poco más sociable comenzó cuando le prometí algo y lo cumplí, el cree en mi ciegamente Hilda, pero se aleja de otra gente que quisiera rodearlo, no le gusta ir a pueblos y se siente más tranquilo rodeado de la naturaleza- explico sereno.


-¿Algo que le prometiste?


-Veras, Hilda, yo no lo mate en la guerra de Asgard, no podía usar mi máxima técnica porque con ello destruiría una de las gemas, pero fui ingenioso y provoque una avalancha- comento mirando a Phenril, el cual jugaba con la comida y a su lado dormía el lobo color azulado apaciblemente- Phenril ayudo a los lobos a escapar mas no el, ambos fuimos enterrados en la nieve, yo llegue a salir pero el no, finalmente su cuerpo fue encontrado por los lobos, cuando lo vieron muerto o lo creyeron como tal, sería mejor decir, me tiraron contra un barranco, para cuando desperté y volví a subir encontré a Phenril, lo sentí vivo, use mi cosmos para darle fuerzas para vivir y lo lleve a un lugar que espere fuera seguro, el despertó, le prometí que volvería para auxiliarle, que el solo debía esperarme, el así lo hizo, solo que tarde más de lo esperado, lo lleve a mi hogar en los cinco viejos picos, en china para tratar sus heridas y ayudarlo a recuperarse.


-¿Por qué tardaste tanto?- bufo molesto- dijiste, con mis amigos liberaremos a Hilda pero yo vi pasar muchos días.


-No fue tanto, pero las guerras se prolongaron una tras otra- exclamo- mira, después de que salvamos a Hilda, Poseidón, Dios de los mares, secuestro a Athena, mis amigos y yo fuimos hasta el fondo del mar a librar otra guerra,  al sellar a Poseidón pensé en ir por ti, sería lo primero, pero despertaron los 108 espectros de Hades, despertaron a antiguos santos dorados fallecidos para que estos fueran por la cabeza de Athena, otra guerra a la que tuve que acudir, ayude mucho, la guerra siguió no solo en el santuario sino en el propio inframundo, ¿te imaginas? Vi morir a mis compañeros dorados, a quienes tanto respetaba, a mi maestro incluso, llegamos a los campos Elíseos, donde van las almas más buenas Phenril, yo creo que ese será tu lugar de descanso algún día, allí pele contra otros dioses, el dios de la muerte y el dios del sueño con mis amigos, luego contra el propio hades,  este le clavo a Seiya su espada, vencimos pero tiempo después no pude ir a buscarte, tuve que viajar al pasado en pos de ayudar a Seiya, estaba por exiliarme en cinco picos después, se me declaro traidor al darle Athena a la diosa Artemisa el control de la tierra ¿adivinaste? Otra guerra en curso…terminada esa terrible batalla, callo el dios Apolo…se imaginaran que fue otra  guerra más que afronte.


-Dragón- exclamo sorprendido.


-Cuando al fin creí que ya estaba todo calmo, recién en ese momento pude ir a buscarte Phenril, no tienes idea de la desesperación que tenía por terminar cada batalla para ir a buscarte, tal como te lo prometí y cumplí mi promesa, busque a Phenril y lo lleve a donde pude curar sus heridas, a partir de entonces comenzamos siendo amigos y esa amistad se ha fortalecido.


-Eso veo, me alegro mucho entonces que salieras victorioso entre batallas- sonrió la sacerdotisa- ¿no intentaste que Phenril hable con otros?


-Se hizo amigo de Shunrei, aunque tardo su tiempo- exclamo mirando a Phenril el cual aún no dejaba de mirarlo por asombro ante lo que conto de las guerras, Hilda en cambio miro intrigada, queriendo saber más, por lo que continuo- es una chica, más joven que yo, con la que viví los seis años de entrenamiento junto a mi maestro, mi maestro me la presento como su nieta, en realidad Shunrei fue abandonada en la cascada y mi maestro la crio como a su hija, pero por la diferencia de edad se imaginaran, para Shunrei mi maestro era su abuelo,  Shunrei es la encargada de la casa y en el tiempo que Phenril ha estado conmigo ella me ha ayudado incondicionalmente para que él se recupere.


-Ya veo… ¿Cuánto se van a quedar en Asgard?- pregunto Hilda mirando sonriente, tenía pensado que quizás los dos guerreros volverían a cinco picos cuanto antes.


-No tenemos fecha de regreso, el  lugar de Phenril es aquí en Asgard y me quedare cuando él me necesite- exclamo el de cabellos negros seguro de sus palabras.


-En ese caso puedo pedirles un pequeño favor, miren, no sabemos nada de Syd y Bud, lo último que se supo es que ambos salieron del castillo, sus pisadas fueron al norte pero tras las ventiscas se perdió su rastro ¿Les importaría buscarlos? Estoy segura que no tendrán problemas en encontrarlos.


-Si Phenril quiere, yo no tengo ningún problema.


-¿Y nos volvemos con los lobos?- pregunto el Asgardiano.


-Sí, nos volvemos con los lobos- respondió el japonés.


-Shiryu, puedes quedarte lo que quieras en Asgard, las puertas del castillo están abiertas para los dos.


-Gracias Hilda, mañana a primera hora saldremos, ¿No te pone feliz Phenril? Vas a ver a dos de tus camaradas.


-Si- exclamo desviando la mirada el dios guerrero, no era que no le interesara volver a ver a Syd de Mizard, si bien se acongojo al saber que podría haber muerto en las batallas que se disputaron tiempo atrás, pero tampoco le alegraba volver a verlo, cuando nunca tuvo una buena relación con el descendiente de la familia Mizard y mucho menos conoció a Bud de Alcor como para sentirse feliz de verle.


Despues de cenar Shiryu dejo a Phenril en la habitación que fue designada para los dos,  le aseguro que no se tardaría y que solo hablaría con Sigfried de cosas de Dragones, Phenril asintió con la mirada aunque no estaba en sus planes quedarse allí, si dejar a Jin que parecía estar muy cansado y en cuento el santo de bronce se fue el tomo un camino distinto y fue a la habitación de Hilda. La sacerdotisa se encontraba en su recamara leyendo un libro a la luz de las velas antes de dormir cuando escucho la puerta, se llevó una gran sorpresa al abrir y ver a Phenril, pero este parecía verse apenado, sin demora lo invito a entrar a su recamara.


-Señorita Hilda- exclamo sintiéndose raro, no sabía cómo explicarlo- me siento extraño.


-¿Cómo?


-Tengo miedo de hablar, siento algo aquí- señalo su garganta- mis manos están mojadas, no puedo dejar de abrirlas y cerrarlas…me late muy fuerte el pecho…y tengo miedo-


-¿Miedo?- pregunto la joven intrigada.


-Si...¿Que es?- pregunto intrigado.


-Bueno, por lo que me dices, estas nervioso, cuando fui nombrada sacerdotisa sentí igual, aunque era mi deber estuve nerviosa cuando comenzó a mi deber ¿Qué ocurre? ¿Por qué estas nervioso?


-Es que…quiero decirle algo…pero no se…quiero que me ayude a entender.


-¿Por qué no le preguntas a Shiryu? Quizás él te pueda ayudar.


-Es…algo con respecto al dragón- exclamo sonrojado mientras cerraba su puño, al sentir el calor de sus mejillas no tardo en tocárselas- estoy caliente…¿Tengo fiebre?


-No Phenril, te sonrojaste, es algo común- exclamo sonriendo sentándose  en su cama y le hizo un ademan para que el dios guerrero también se sentara- dime ¿Qué pasa?


Phenril accedió, tambaleante e inseguro, se sentó al lado de la sacerdotisa y miro un poco acongojado- es que yo…no sé.


-¿Qué pasa?


- Me gusta estar con el caballero de dragón- exclamo sonriente- pero…es más que eso.


-Dime.


-Me gusta que me abrace, que me de ese beso en la frente para mostrarme cariño- dijo con seguridad-  me gusta mucho que duerma conmigo y que me cuente cosas…pero también no me gusta compartirlo, quiero que este siempre conmigo…cuando me abraza me siento bien, mi pecho late muy fuerte…y también…bueno.


-Dime…


-Me gusta que me toque por debajo de las ropas, y lo he visto bañarse, él no lo sabe, me gusta ver su cuerpo desnudo y también me sonrojo, como dice usted…tengo miedo de que él se valla, no quiero que se aleje de mí y…


-Phenril ¿Te ha tocado por debajo de tus ropas?


-Sí, siempre lo hace cuando me golpeo para ver que no me allá hecho daño, una vez me dio un beso en la mano, cuando una abeja me pico y una vez…yo vi gente…haciendo cosas…sin ropa.


-¿Qué?- exclamo alarmada.


-Sí y eso hizo que…algo despertara en mi...cuando me di cuenta sentí dolor y el caballero de dragón dijo que me excite al ver a esa gente sin ropa y que era normal en los hombres, entonces el…hizo algo con su mano, dijo que me masturbo, me dijo que eso debía hacer yo cuando algo me excitara, y me gustó mucho,  sus besos- comento temblando, aunque de una forma tan segura como si hablara del clima, para luego comenzar a llorar- ¿Qué me pasa señorita Hilda? Quiero mucho al dragón, pero quiero mas ¿no sé qué me pasa?


-No llores Phenril- exclamo dulcemente mientras le limpiaba las lágrimas- no es algo porque llorar, eso que sientes tú, salvo las partes de los toques, que viste a Shiryu desnudo y lo que te excito y paso después, es lo que yo siento por Sigfried y lo que él siente por mí, a ti te gusta el caballero de Dragon.


 -¿Me gusta?


-Es como los lobos, cundo un macho elige a una hembra solo para él y ningún otro lobo puede tocarla porque ya es de él.


-Como Jin con Keila- exclamo  mirando dudoso- pero…somos machos, no está bien.


-Me alegra que sepas eso, siempre debe ser que el hombre busque a una mujer, pero Phenril, pasa, pocas veces, pero pasa que dos hombres se busquen entre sí, naturalmente está mal, tú no puedes controlar eso.


-¿Por qué no?


-Porque es lo que tu sientes, tus sentimientos no puedes controlarlos, solo pasa, está mal, naturalmente no debería pasar, pero pasa.


-Entiendo- exclamo bajando la mirada- estoy mal…


-No Phenril, está mal desde lo natural e incluso Odín no quiere ese tipo de relaciones, pero eso no quiere decir que no pueda pasar,  no por ello tu eres una mala persona o un ser desagradable, solo eres diferente…lo que tú eres, es Homosexual, te gustan personas del mismo sexo que tú y no está mal, pero en la naturaleza eso está mal.


-No entiendo, está mal pero está bien- expreso confundido- no entiendo.


-Dejemos esto como que está bien,  te gusta Shiryu y eso es lo importante y creo que el también gusta de ti.


-¿Usted lo cree?- pregunto intrigado- ¿cómo lo sabe?


-Regreso por ti, no solo por una promesa, no se permitió dejar morir, te ha cuidado tanto y no se separa de ti…Phenril es más que obvio que te ama también y eso está bien, porque eres correspondido…pero-


-¿Pero?-


-¿Le has dicho lo que sientes?- pregunto tomándole la mano- ¿no verdad? Porque tienes miedo, pero está bien, mañana, cuando se hallan ido y estén completamente solos, sin Jin, dile lo que sientes, dile lo que pasa por tu cabeza, lo que te gusta de él, dile todo y cuando encuentres a Syd y Bud, busca un amigo en uno de los dos.


-¿Por qué?


-Porque lo que te pasa es cosa de hombres, yo soy mujer Phenril- sonrió- pero cuando vuelvas me cuentas todo lo que paso.


-Asi será señorita…muchas gracias por escucharme- exclamo un poco sonrojado.


-Como mandataria debo escuchar a todos quienes necesitan hablar conmigo, tú eres un buen muchacho Phenril, que eso nunca se te olvide, quien diga lo contrario es porque no te conoce.


Mientras tanto Shiryu se encontraba en la habitación de Sigfried, el dios guerrero de Alpha estaba examinándolo con la mirada, sin decir una sola palabra,  el santo de dragón lo miro intrigado pero en su mente pensaba en otras cosas, mucho más importantes, como si Phenril ya se había dormido y tenía pesadillas nuevamente.


-Dime, Phenril  ¿Cómo se comporta contigo?- exclamo mirando con celeridad- ¿se porta como un hombre adulto? ¿Cómo un niño caprichoso?


-Depende- exclamo sonrojado- suele ser un chico serio cuando quiere, demuestra lo inteligente que es para la supervivencia, pero como ya te dije, cuando aprende algo nuevo es muy curioso y no se detiene en preguntas  hasta comprender eso nuevo que uno le enseña, es inocente en muchas cosas, conque no sabe lo que es masturbarse.


-En eso me dejaste pensando- miro con seriedad- dijiste que él no sabía cómo hacerlo por el mismo y que tú le enseñaste ¿Qué hiciste exactamente?


-Bueno…no- exclamo sonrojado- no hice nada que él no quisiera.


-¿Lo tocaste?- pregunto alzando la ceja- bien, así que Phenril no sabía qué hacer, se excito y tú lo masturbaste ¿tuvieron algo supongo?-


-Claro que no- exclamo molesto- no soy como tú.


-Ya me lo dijiste, pero ¿quisiste hacerlo?  Seguramente, te frenaste.


-Tú no tienes la menor idea de lo que paso-


-¿Ha pasado otras veces?- pregunto mirado con más seriedad, una que incluso helo al santo de bronce.


-No…no que yo sepa, si él se excitara me pediría ayuda.


-Entiendo…Vi a Phenril limpio, ¿tú lo bañas?- pregunto sacando cuentas.


-Si…


-¿Lo ayudas a vestirse?- continuo tranquilo.


-Sí, no entiendo a donde va todo esto.


-¿Él te ha visto desnudo?


-No selo permito- dijo serio- yo lo he bañado para enseñarle y que en un momento él pueda hacerlo solo… pero.


-Dragón ¿te propongo algo? Cuando vayas a dormir ahora, desnúdate, que él te vea, fíjate en su reacción y mañana me dices que paso.


-¿Qué? claro que no.


-Tengo un presentimiento de esto, es una sugerencia, presiento que Phenril pedirá que le vuelvas a dar una lección.


-No sé qué está pasando por tu cabeza, Sigfried, pero te aseguro no es lo que tú piensas.


-¿Y si es?- exclamo serio- Shiryu soy el dios guerrero más poderoso, por los méritos que me competen, yo no supongo porque tengo seguridad ante todo- ante sus ojos el santo de bronce se dio media vuelta para alejarse, el dios guerrero lo miro alejarse hasta la puerta y acoto- Aquí no terminen el acto, el querrá saber más, la gente muere todos los días en Asgard, encontraras muchas cabañas abandonadas en su camino para ocuparte de ese asunto.


El santo de dragón escucho cada palabra y no pudo evitar enfadarse con el dios guerrero ¿Cómo podía pensar en ese tipo de cosas sobre él? Él era uno de los santos más fieles a su diosa, conocido como inteligente y precavido, sabia medirse, medir sus fuerzas y saber cuándo llegar más allá. Volvio  a la habitación que le fue asignada, encontrando a Phenril allí, sentado en la cama, mirando con una sonrisa, parecía estar esperándolo o más que eso, el Asgardiano se levantó rápidamente al verle entrar y lo abrazo.


-¿Me tarde mucho?- pregunto el pelinegro- lo siento.


-No, solo quería abrazarte ¿no es así como se demuestra afecto?- pregunto sonriendo tranquilo.


-Sí, así también- respondió y lo llevo a la cama, fue entonces cuando las palabras del dios guerrero de Alpha volvieron a su mente, tomo a Phenril del mentón y lo beso dulcemente en los labios- eres un buen chico ¿lo sabias?


-Sí, ya me lo has dicho- sonrió el Asgardiano ante aquel gesto.


Continuara 

Notas finales:

Bueno, a quienes lean muchas gracias por leer, según el contador de lecturas es uno de mis fics de los que menos se leen, supongo que es por la pareja, pero no por eso dejare de escribirlo, quiero terminarlo, fue un proyecto que comenzó hace ya cuatro años y por diversos motivos no pudo terminarse, pero este año está en mi mente terminarlo junto con varios fics más. Si ven errores de ortorgafia no se olviden de darme aviso por favor, necesito saber si mi word anda mal.


Para quienes siguen el fic por interés o curiosidad, el próximo cap tendrá el primer Lemon de la pareja o quizás intento de Lemon, si quieren dar sugerencias del lugar, de quien será el activo o pasivo, serán bien recibidas, si bien tengo en mente que lugar se ocupa por cada uno pero, es algo como raro,  no es que no me decido sino más bien que no me cuadra como queda pero al mismo tiempo me gusta XD ¿Qué rara yo?


Un abrazo a todos y hasta mi próxima actualización de otro fic, que les aseguro será pronto porque cuando veo el contador de lecturas de este fic me deprimo pero no por eso pierdo las ganas de escribirlo, mis demás fics me animan a seguir escribiendo ¿eso cuenta verdad?


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