Shaka y Afrodita habían sido llevados hasta su departamento en una zona de clase media alta, que se encontraba no lejos del teatro, cerca del río Neva.
Los 4 hombres que los custodiaban no se separaron de ellos, hasta que abrieron la puerta del departamento ubicado en el segundo piso de un edificio de tres plantas y que se ubicaba a la orilla de uno de los hermosos canales de la ciudad.
Tres de los cuatro cosacos se dispersaron por el pequeño salón principal, el 4º se acercó y algo le susurró a un hombre que estaba sentado en un sillón de 3 plazas dándole la espalda a la puerta. El cosaco miraba a Shaka y a Afrodita que se habían quedado parados cerca de la entrada.
- Teníamos una cita, ¿no es así muchachos? – el cosaco se retiró haciéndole una reverencia al hombre allí sentado.
-Lo sentimos mucho señor, pero solo son 10 minutos tarde de la hora acordada… - Shaka hablaba en voz baja.
-Me hicieron esperar y a un Romanov no se le hace esperar… - El hombre de alrededor de 40 años se levantó al tiempo que hablaba, su nombre era Sergei Alexandrovich, gran duque de Rusia, primo en 2º grado del Zar.
-Señor tuvimos que firmar algunos autógrafos, por eso nos retrasamos, desde que estábamos en la escuela de danza nos han dicho que debemos ser agradecidos con el público y pues…
-¡Cállate Afrodita! – siseó al pasar el gran duque dirigiéndole una mirada de advertencia al joven peliceleste, y se colocó justo frente al rubio.
-Además, me han dicho que te portaste mal…Shaka – el rubio recibió un tremendo bofetón que el duque le propinó con el dorso de su mano.
-Pero no he hecho nada malo… - Shaka sujetaba su rostro justo en el lugar en donde había recibido el golpe, su boca sangraba.
-¿Ah no…? - esta vez el golpe fue en el estómago lo que hizo caer al joven al suelo sin aire.
Afrodita trató de acercarse para ayudar a su amigo, pero dos de los guardaespaldas del duque lo detuvieron.
-¡¿No te encontraste con un joven en la puerta del teatro!?– el gran duque lo miraba apenas conteniendo su ira. Shaka recibió una patada en una de sus piernas, el dolor fue intenso y un leve grito escapó de su boca.
-¡Solo le firmó el programa de mano, eso fue todo! – Afrodita gritaba desesperado, tratando de zafarse del fuerte agarre de los cosacos.
-Mi hermoso rubio, tú eres mío, ¿recuerdas? ¡Quedó establecido el día que aceptaste que fuera tu mecenas! – otra patada que dió en uno de sus brazos.
-¡Basta, por favor! Si lo lastima no podrá bailar… -Solo así Afrodita logró que se detuviera.
Sergei levantó de mala forma a un adolorido Shaka, quien dejó escapar un quejido de dolor, y lo llevó hasta el sillón que antes ocupaba, dejándolo caer en el y sentándose a su lado.
-¿Ves lo que me obligas a hacerte? – dijo tomando el rostro del rubio por la barbilla. – Escúchame muy bien Shaka, tú y Afrodita aceptan mi dinero y este lugar, así que deben jugar bajo mis reglas. ¿O acaso quieren volver al lado de los pulgosos obreros, al cuarto de donde los saqué cuando eran estudiantes? ¡Oh! También piensa esto, ¿deseas que deje de patrocinar a tu hermanito y lo expulsen de la escuela del ballet imperial?
Shaka se tensó al escuchar las últimas palabras…
-No, eso no… discúlpeme….no volverá a suceder lo de hoy. - Miraba al suelo, se sentía tan humillado, pero por el bienestar de su hermano había soportado situaciones como ésta y peores y lo seguiría haciendo el tiempo que fuera necesario. Con una mano se limpió la sangre de la comisura de su boca.
- No es suficiente, debes compensarme – Sonriendo con sarcásmo, y abriéndole el abrigo, Sergei acercó su rostro al cuello de Shaka y comenzó a besarlo – Venía con la intención de pasar un buen rato con Afrodita para dejarte descansar pero, en vista de lo ocurrido…
El rubio sintió que su estómago se revolvía al percibir el aliento alcohólico del duque, tuvo que hacer una esfuerzo sobre humano para suprimir las nauseas al sentir la lengua recorriendo su cuello.
A una señal del duque, los guardaespaldas se llevaron al otro joven quien luchaba por volver al salón y gritaba que dejara en paz a su amigo, que él tomaría su lugar. Pero de nada sirvió, lo encerraron en su habitación, desde donde escucharía con impotencia y furia, lo que el duque le tenía reservado al rubio bailarín.
En la sala, Shaka cerró sus ojos y volteo su rostro a un costado al tiempo que Sergei lo recostaba en el sillón y empezaba a desnudarlo. Con brusquedad le tomó el rostro para voltearlo y besarlo en la boca, degustando el particular sabor que la sangre había dejado en los suaves labios. El bailarín se estremeció y por instinto empujó a su agresor tratando de alejarlo, lo cual fue un grave error.
-¡Eres un putito que me sale bastante caro y te atreves a negarte! - Segei reaccionó abofeteándolo, golpeándolo aquí y allá, furioso - ¡Te voy a recordar cual es tu posición aquí, o mejor mandaré traer a tu adorado hermanito y con él te mostraré lo que se supone es tu obligación hacer!
-¡No te atrevas a tocar a mi hermano! - Shaka le escupió en el rostro - ¡Maldito pervertido!
Sergei se levantó limpiándose con un pañuelo, y le ordenó a sus guardaespaldas que sometieran al rubio. Los dos cosacos presentes sabían perfectamente lo que su señor deseaba y obedecieron de inmediato. No era más que rutina para ellos. Terminaron de desnudar al joven, arrancándole la ropa. Lo arrojaron al piso boca abajo y con su propio cinturón le ataron las manos sobre su cabeza, sujetándolo a la pesada mesa de centro. Shaka no pudo hacer nada para defenderse.
El forcejeo y los gritos del bailarín no habían hecho más que exitar al duque, se desabrocho el pantalón y sacó su ya erecto miembro, acariciándose con descaro.
-No imaginé que me divertiría tanto esta noche... - le dijo a Shaka al oído de forma burlona. - Jaja, será mejor que te luzcas hermosura, la función de hoy es con público, jaja.
Colocándose sobre el joven bailarín, le separó los gluteos sin cuidado alguno y en una sola envestida lo penetro sin piedad. Shaka gritó, sintiendo un dolor lacerante recorrer todo su cuerpo, su ojos se llenaron con lágrimas de furia y desesperanza, pues sabía que ese era sólo el comienzo del infierno que le esperaba en la siguientes horas.
Continuara...