Primera Estrella.
De arrestos, secuestros e hilos rojos
-Sabes, el tener un invitación oficial de parte del consejo no es muy distinto a que te arresten- hablo una cansada voz mientras movía aburridamente las cadenas de los grilletes que aprisionaban sus manos.-yo también soy un invitado oficial, “Comandante”- bufo fastidiado mientras intentaba acomodarse lo mejor posible en aquella única silla dentro de ese salón
-Pues si aprendieras a comportarte como uno, podrías ser tratado como tal Yuuri- hablo Flyn mientras se masajeaba la sien, el día apenas comenzaba y el ya tenia dolor de cabeza- y ya deja de decirme “comandante” la forma en que lo dices me hace sentir nauseas de mi rango.
-No es mi culpa “comandante”, yo no debería estar aquí en primer lugar y antes de que digas algo mas Flyn déjame recordarte que si di mi palabra fue por que tanto tu como Estellise me Chantajearon, amenazaron, rogaron y casi secuestraron, aunque eso ultimo ya dejo de ser casi, si tomamos en cuenta que arrestar tiene como definición ir aun lugar en contra de voluntad propia sin ningún derecho-
-deja de quejarte, si no te hubieras escapado en la posada no estaríamos pasando por esto Yuuri- hablo Flyn pero luego se dio cuenta que Yuuri parecía ignorarlo o mas bien, como quien analiza sus propias palabras, para luego sonreír de forma burlona y dirigir una vez mas su mirada a su mejor amigo.
-en pocas palabras, el secuestro es un delito, y el arrestarme sin ningún cargo, para luego encerrarme en una habitación, hace de esto un secuestro, así que… eso te hace a ti un criminal Flyn- concluyo sonriendo de forma burlona y guiñando el ojo derecho en dirección a Flyn, que por su parte, parecía haber perdido el habla ante tal conclusión.
-Parece ser que el gran comandante Flyn a perdido el habla, esta en Shock después de tal revelación- siguió hablando Yuuri- pero claro, quien no estaría en shock después de que le digan que ha cometido su primer crimen en esta honrada vida- dijo mientras se encogía de hombros haciendo sonar las cadenas, sin embargo por un momento también el se quedo callado, para luego agregar despreocupadamente- lo que me recuerda, no te he dado la bienvenida al mundo criminal- y de forma mas efusiva- felicidades, por fin decidiste poner un pie en el lado oscuro Flyn, ya no me sentiré tan solo- tras eso soltó una sonora carcajada que llamo mucho la atención, de los custodios en la puerta de aquella sala.
-ca…cállate!!!- prácticamente grito Flyn con un tenue color carmín en sus mejillas, para luego recuperar un poco de su digna figura de caballero y agregar –además no entiendo lo que te refieres Yuuri, deja de quejarte, sabes que no estas bajo arresto- hablo Flyn, de manera estoica.
Por su parte Yuuri, abandono su pose despreocupada y se levanto de su asiento, para luego alzar levemente las cadenas en sus manos y decir…
-A, no? No lo estoy? Entonces me pregunto por que tendré estos grilletes en mis manos y los guardias de la puerta no me dejan ni siquiera dar un paso fuera de esta sala?- cuestiono sarcásticamente, para luego alzar nuevamente los hombros y agregar en aire informal- Bueno, pero eso si es un gran noticia par mi, ya que si no estoy arrestado significa que me puedo i…- dijo mientras empezaba a caminar en dirección a la salida.
-¿a donde crees que vas, Yuuri?- fue la pregunta lanzada por Flyn que si bien era dicha de forma gentil y sonriendo, tenia un modo muy imperativo y serio oculto, Yuuri temía este lado de Flyn
-dijiste que me podía ir- contesto Yuuri.
-No yo dije, que no estabas arrestado- hablo tranquilo Flyn
-entonces si me puedo ir- contrarresto Yuuri.
-No-
-Flyn…-
-Tu no estas arrestado Yuuri- hablo Flyn sin darle mucha importancia- simplemente estas bajo custodia hasta nuevo aviso- afirmo- así que teóricamente como tu no has hecho nada malo no estas arrestado, pero como es por el bien de tu propia seguridad y del reino, estas bajo custodia, son dos cosas muy diferentes Yuuri, y tampoco es un secuestro- agrego antes de que Yuuri hablara.
-así que, se un “honorable guerrero” y quédate quieto hasta que la fiesta de inicio- hablo Flyn mientras se disponía a abandonar la sala tras la charla con su querido amigo- y ni siquiera pienses en escabullirte por las ventanas, acondicione la sala antes de que entraras, así que en cada balcón hay un guardia, te veré luego, Yuuri, dentro de poco mandare a alguien para que te “ayude” a cambiarte, y si no estas listo para la hora en que venga a escoltarte- amenazo con una sonrisa en su rostro- yo mismo te obligare- tras esto camino finalmente hacia la puerta.
-no sabes cuanto te odio Flyn- hablo en un susurro Yuuri, con un poco de rencor y una mueca de niño recién regañado.
-lo se, lo se, podrás decírmelo durante el resto de tu vida- hablo despreocupado Flyn, después de todo sabia que Yuuri no hablaba en serio, ya entes le había dicho lo mismo, no caería en el mismo truco dos veces- nos vemos en unas horas- y finalmente abandono el salón dejando a un muy enojado y frustrado Yuuri sentado en medio de una sala vacía siendo vigilado por mas de diez pares de ojos.
-realmente te odio Flyn- susurro, mientras volvía a sentarse y observar de forma enojada en dirección al ventanal frente a él, pero pocos segundos después sonreía dejando ir su mira en dirección a la puerta donde antes había salido su mejor amigo.
Mismo momento
(a las afueras de aquella sala)
-nadie debe entrar o salir de esta sala, no sin mi permiso- ordeno a los dos guardias que estaban custodiando la única puerta de aquel salón.-enviare a alguien en unos minutos con algo de alimento y el atuendo de nuestro invitado, pero aparte de esta persona nadie mas debe entrar- imperio sus palabras.
-si señor- respondieron al unisonó los guardias.
-*suspiro* por que Yuuri me causa tantos problemas?- se pregunto en voz alta y a si mismo, los guardias frente a el, por un momento se miraron confusamente entre ellos debatiéndose si debían o no contestar la pregunta de su superior. Sin embargo no tuvieron que pensarlo mucho por que la voz de un recién llegado fue quien les salvo de dicha situación.
-eso es por que eres el único en quien confía lo suficiente- hablo gentilmente la persona tras de Flyn.
-Lady Estellese- se apresuro a saludar Flyn girándose para ver directamente a la joven doncella
-Buenos días Comandante Flyn- saludo con una radiante sonrisa- espero que nuestro invitado especial no te haya dado mucho problema para traerlo hasta aquí- rio por lo bajo, sabiendo que eso era el eufemismo del año.
-no me haga recordarlo Lady Estellise, Yuuri puede ser un verdadero dolor de cabeza cuando se lo propone- suspiro cansadamente.
-Bueno pero debes admitir que también es muy seguro cuando se lo propone- hablo nuevamente la dama.
-si, en eso tiene razón, Yuuri es muy confiable y seguro de si; cuando se propone hacer algo, no descansara hasta haberlo hecho, al igual que cuando le necesitas, no dudes que el será el primero en darte la mano, siempre ha sido a si y creo y también espero de corazón que nunca cambie, pensándolo mejor supongo que Yuuri tiene muchas cualidades a parte de los visibles defectos…- pero repentinamente guardo silencio al ver como tanto sus subordinados como Estellise le miran con una sonrisa, quizás no tan abierta en el caso de sus subordinados pero con la chica…
-¿que?- pregunta un tanto dubitativo a la joven.
-Le tienes un gran afecto a Yuuri- afirmo
-¿que?- volvió a preguntar confuso ante esta afirmación
-Supongo que es el simple hecho de conocerse desde hace mucho tiempo, nadie mejor que tu como para conocer a Yuuri mejor que nadie.
-¿ha?- o si elocuentes palabras del comandante del ejercito, pero sinceramente aquello le había tomado con la guardia baja.
Estellise rio por lo bajo ocultando su risa tras la mano enguantada de una forma bastante noble.
-nunca te había visto así, Flyn; definitivamente solo tu puedes ser el mejor amigo de Yuuri, nadie a excepción de él saca ese lado de ti- rio nuevamente.
Eso hizo sonrojar mas profusamente al rubio que no sabia como tomar aquellas palabras, en especial viniendo de la persona que venían.
-¿perdón…como?- y si seguía con los monosílabos, gran espectáculo de tu parte Flyn, si hasta sus subordinados hacían lo posible por ocultar su risa.
-en fin, para no confundir mas esa cabeza tuya- hablo la pelirosa- lo que quiero decir que tanto tu como Yuuri parecéis estar hechos el uno para el otro, como si os cortaron con la misma tijera- razono pensativamente por un segundo, para luego gritar casi por todo lo alto de forma aguda un típico gritito de chica emocionada, que esta de mas decir desequilibro a mas de alguno en el castillo. Si, incluido Flyn y los guardias.
-Kya!!!!- o si eso se escucho en todo Terca Lumieres.
-Lady Stellese! Que sucede?- se apresuro a preguntar Flyn a pesar de la impresión del grito, siempre atento a cualquier situación.
-he?! Oh! No nada, no te preocupes, lo siento- hablo mientras se disculpaba por el grito- no pude evitar emocionarme, tu situación con Yuuri me hizo recordar una leyenda que leí cuando era pequeña. Allí hablaba del destino y de encuentro predestinados a suceder, y de cómo seres divinos ataban en los pequeños dedos meñiques de los bebes, justo antes de que nacieran, un extremo de un hilo rojo irrompible, nada puede cortarlo, dañarlo o eliminarlo, pero sabéis cual es la mejor parte de eso?- pregunto emocionada
Y a este punto tanto los guardias como Flyn tenían curiosidad de ver a donde iba la historia de la chica. Por lo cual negaron un tanto renuentes pero muy interesados.
-Lo mejor de toda la historia, esta al otro lado del hilo, es decir al otro extremo; a que no sabéis que hay atado en el otro extremo?- pregunto divertida a los presentes, a lo que ellos contestaron nuevamente con otra negativa. Eso le hizo sonreír más radiantemente, claro si eso era posible- pues al otro lado del hilo esta amarrado también otro dedo meñique- soltó tras un minuto de suspenso, lo cual causo un impacto deprimente en el joven comandante ante tal cosa.
-¿Como?- si ese fue Flyn
-Tal cual oyes Flyn, la leyenda dice que al otro extremo del hilo esta atado el meñique de otra persona y según narra la historia, esta persona, la que esta en el otro extremo, es tu persona destinada, aquella que nació para ti, así como tu naciste para ella.- concluyo con una sonrisa.
Por su parte el otro lado de la conversación estaba bastante callado, bueno los guardias no iban a opinar, la conversación no era con ellos, pero Flyn parecía aun estar encajando en su mente todo lo dicho por la pelirosa, tras unos minutos de silencio, finalmente se decidió a preguntar, aunque temía un poco la respuesta.
-Lo lamento mucho Lady Estellese, pero a pesar de que entiendo a que se refiere lo de la leyenda, no encuentro en que punto se compara eso con Yuuri y conmigo- hablo
Por su parte Estellese sonrió y hablo muy abiertamente
-eso es sencillo Flyn, según la historia que te he contado, no te ha dado curiosidad de preguntarte, “si la leyenda es cierta y hay un extremo del hilo atado a mi meñique, entonces ¿Quién esta en el otro extremo?”, así pues pensé eso y entonces se me ocurrió algo, ¿y si quien esta atado al otro extremo del hilo de Flyn es Yuuri?- dijo con la mejor de sus sonrisas.
-vamos piénsalo bien Flyn- hablo de nuevo al ver que este no iba a opinar, no al menos de inmediato- Yuuri y tu han sido mejores amigos prácticamente desde que se conocieron, han pasado por tantas cosas juntos, y a pesar de que ha habido momentos malos eso no ha afectado en nada su amistad, además Yuuri es quien mejor te conoce, sabe antes que nadie cuando estas enfermo o cuando has trabajado de mas y es lo mismo en tu caso, tu sabes antes que nadie si algo malo pasa con Yuuri, se entiendes y sincronizan perfectamente, en las batallas; no hay quien les gane si pelean juntos, saben cuando el otro esta de viaje y si esta bien, y lo mejor de todo saben cuando están de regreso aunque ninguno lo haya dicho, es como si fueran un alma partida a la mitad, Yuuri y tu parecen haber nacido para complementar al otro. ¿no lo crees tu así, Flyn?- concluyo.
Ante esta conclusión, Flyn por su parte no podía hacer nada más que callar, es rayos, si Lady Estellese lo ponía de esa forma, no había debate que valiera, no había puntos muertos donde refutarle, prácticamente tenia razón en todo. Era verdad que si bien Yuuri no era la mejor persona que elegirías para ser tu mejor amigo, no significaba que el pelilargo fuera una mala persona, al contrario cuando aprendías a conocerle y entenderle, te dabas cuenta de cuan preciado podía llegar a ser el chico, y su amistad también, cierto habían peleas, pero de alguna forma u otra siempre se las habían arreglado para salir adelante, con su amistad intacta. Y si, también admitía que si algo andaba mal con cualquiera de los dos, el otro sin siquiera preguntarlo, lo sabría de antemano, hacían un pareja rara, pero se complementaban muy bien, se entendían, pero por sobre todo confiaban mutuamente, si algo podía decir Flyn es que no había nadie mas que Yuuri para confiarle su vida. Pero ¿hasta este grado de sincronía habían llegado?, es decir, ¿Yuuri y él? La idea debía ser bastante bizarra, pero entonces, ¿por que no podía reírse de ella y catalogarla como tal?
Tan metido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta que el tiempo había pasado, no fue hasta que la misma voz de la doncella le saco de sus profundos pensamientos.
-Uh, Oh mira la hora, debería estar preparándome para la ceremonia de la tarde, lastima vine aquí creyendo que podría hablar un rato con Yuuri, pero se me fue la idea cuando comencé hablar con tigo, en fin, hablare con el durante la fiesta, salúdalo de mi parte- hablo mientras daba media vuelta y comenzaba a correr por el pasillo, pero repentinamente se detuvo y se dio la media vuelta para gritar, de nuevo…
-FLYN!!!- el comandante levanto la vista ante este grito- lo que te acabo de contar, piénsalo!!!- seguidamente reinicio su marcha por el pasillo.
Flyn se quedo allí, estático, pensando en las ultimas palabras de la chica y en su extraña conversación, después de todo aun no sabia como es que en primer lugar estaba dando ordenes y un segundo después estaba en medio del pasillo, de pie, como un idiota. Eso era frustrante, y por una vez en su vida de comandante Flyn se permitió perder los estribos frente a su tropa. Se revolvió frenéticamente sus cabellos rubios mientras exhalaba una exclamación de frustración. Es que simplemente era injusto de un momento a otro su monótona y regular vida había dado un vuelco inesperado y nuevamente la culpa la tenia Yuuri, aunque reconocía que de forma indirecta.
-Comandante- hablaron sus subordinados al verlo apoyarse en la pared de enfrente y dejarse caer sentado hasta el suelo.
Pero es que acaso ¿era posible?, ¿el y Yuuri? ¿Destinados? No, no, no y no, simplemente era imposible, se dijo a si mismo mientras frenéticamente negaba con la cabeza Yuuri era su mejor amigo, nada mas ¿verdad? ¿Verdad? Y ¿por que justo ahora su corazón parecía acelerarse con solo pensar en su mejor amigo?
Espera, momento, ¿justo ahora?...no eso no era de hace unos momentos, eso había venido sucediendo desde hace mucho tiempo, casi siempre cuando recordaba a Yuuri o cuando sabia con seguridad que lo vería pronto, pero luego cambiaba a una sensación de paz, cuando estaban juntos; siempre lo había aducido al hecho de que era su mejor amigo, su casi hermano y que el lo entendía mejor que nadie, pero ahora… no era posible…eso no era posible…no podía ser…
Sorprendido y casi asustado, alzo la vista bastante rápido, era como si un rayo le hubiese golpeado repentinamente, la dirección que llevaban sus pensamientos era demasiado clara ahora y no estaba muy seguro si le gustaban por donde iban.
-¿Yuuri y yo?- se pregunto en un susurro ahogado e inaudible.