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Un dragón y dos caballeros por Shuragirl

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Notas del capitulo:

yay!!! al menos a alguien le gustó mi idea ñ___ñ

Ojala sea de su agrado el siguiente cap!

 

 A la mañana siguiente, Dohko fue a la habitación de Shiryu para despertarlo, ya que partirían enseguida para el Coliseo. El desayuno ya lo había preparado Shunrei, quien no había perdido la costumbre de levantarse temprano.  Ella les esperaba en el comedor, para iniciar la mañana juntos.

 

Una vez que Shiryu abrió los ojos, el caballero de Libra le aconsejó sobre que clase de ropa llevar al mencionado lugar de entrenamiento, dado que Grecia tiene un clima más calido que las Cinco Puntas de Rozan.

 

-         ¡Buenos días Shunrei! – dijo un animado Dragón.

-         Buenos días, Shiryu, Roshi. Espero que les guste lo que les preparé – respondió la joven.

-         Como siempre tan servicial – sonrió el Viejo Maestro.

 

En la mesa, había una jarra con jugo de manzana natural, dos platos con cereal y pan tostado, además de un vaso de leche en cada lugar.

 

-         Creo que nos va a dar una indigestión – contestó Shiryu con un tono algo burlón al ver todo lo que había hecho la chica.

-         Al menos, tendrán mucha energía – respondió la joven.

 

Una vez que habían finalizado, Shiryu agarró una pequeña mochila que contenía lo que necesitaba para volver a entrenar. Dohko, antes de despedirse, avisó a la china que Marin y Shaina irían junto a ella para darle un recorrido por el Santuario y para que no se sintiese muy sola.

 

Ya afuera del templo de Libra, ambos caballeros se pusieron serios y se dispusieron a bajar las escaleras.

 

-         Con esta cantidad de gradas, uno ya hace ejercicio – acotó el alumno.

-         Ve acostumbrándote, que esta será tu rutina diaria.

 

Dohko fue comentándole sobre quiénes estarían en el Coliseo aquella mañana, ya que se dividían en grupos de 6 para ocuparlo. El primer grupo iba a la mañana y el segundo a la tarde, simplemente para no tener problemas con el espacio de cada uno. Aquella mañana se encontraban Mu, Aldebarán, Saga, Death Mask, Shura, quien había ido a pedido de Libra, por lo que cambio su turno con Aioria y Dohko, quien también cambiado su lugar con Shaka, por preferir ir a la mañana.

 

Al entrar a aquel edificio que databa de las eras mitológicas,  todos voltearon a ver al alumno de Dohko, pues hacía mucho que no lo veían.  El primero en acercarse fue el toro, quien le dio un palmazo por la espalda.

 

-         Sigues tan alto como siempre, ¿eh? – comentó Shiryu.

-         ¡Claro, claro! Pasó mucho tiempo desde que nos vimos la última vez – contestó Aldebarán.

-         Demasiado tiempo diría yo – y le regaló una sonrisa.

 

Dos caballeros que se encontraban entrenando ya desde temprano, dejaron totalmente sus ejercicios, con tal de observar dicha escena entre el Caballero de Bronce y el guardián de Tauro y la verdad es que sentían bastante envidia de este último, pues sabían que el muchacho no era de sonreír seguido.

 

-         Te dejaré para que prosigas con tus ejercicios – y el dragón le dio la espalda.

 

Antes de que Dohko y Shiryu se pusieran a trabajar, el caballero de Aries se les acercó para notificarles de la cena de bienvenida que se le daría al dragón, que tendría lugar en la Sala del Patriarca y en ese mismo instante, aceptaron la invitación. El pelirrosa volvió junto a su pequeño alumno y siguió lo que había cortado hacía un instante.

 

Apenas comenzaron los ejercicios físicos, el joven  se había quitado la camiseta que llevaba dejando ver el enorme dragón que se encontraba en su espalda, para el deleite de dos de los presentes.  Volvieron a parar sólo para mirarlo una vez hasta que intercambiaron miradas.

 

Shura y Death Mask se quedaron mirando fijamente, tratando de adivinar el por qué el otro también observaba de aquella manera al alumno de Dohko.  ¿Acaso tendrían el mismo objetivo en la mente?

 

De todas maneras, ambos volvieron a sus actividades, no podían ser pillados de ninguna manera por el Antiguo Maestro y tampoco querían que los demás se enterasen de su interés. Aunque les pareció bastante difícil, teniendo al muchacho sudando cerca de ellos en tan poca ropa.

 

Alrededor del mediodía, Dohko decidió dar por terminada la práctica, ya que el sol comenzaba a ponerse cada vez más intenso. El sudor corría por el musculoso cuerpo del dragón, así que preguntó a su maestro si podría tomar alguna ducha cerca de ahí. El Caballero de Libra le indicó cómo llegar al baño del Coliseo y se puso en marcha.

 

Entró al baño y encontró a Death Mask en una de las duchas. En un primer momento, pensó en retirarse del lugar, pero el caballero de Cáncer se dio cuenta de su presencia y como no quería ser maleducado, se desvistió y entró en otra.  El guardián de la cuarta casa no pudo creer su suerte y sonrió. Era su oportunidad para entablar conversación.

 

-         Shiryu, quería hablarte.

-         ¿Qué deseas, Death Mask? – preguntó, dudaba de las intenciones de aquel hombre.

-         No soy más ese que conociste aquella vez en Rozan.

-         ¿A qué te refieres?

-         ¿Sabes la condición que me pusieron para volver? Que debía cambiar mi carácter de matón – y derramó un par de lágrimas – Hubiera hecho lo que fuera, pues no te imaginas el dolor que se siente en el mundo de los muertos.

-         Lo siento, yo no.. – se tragó la saliva, lo último le había llegado, tal vez estaba siendo sincero.

-         Así son las cosas, muchacho – y el cuarto guardián levantó la cabeza -  Ojalá que me al menos podamos hablar más en el futuro.

-         Ya veremos, las acciones hablan más que las palabras.

 

El caballero de Oro de Cáncer apagó la ducha, se secó el cabello y se vistió rápidamente.  Ya había abierto la comunicación entre él y el dragón, quizás si tendría una oportunidad después de todo.

 

-         Nos vemos esta noche, Shiryu – y se retiró hacia su templo.

 

Shiryu se quedó pensando sobre la conversación que acababa de mantener con el canceriano.  Sin duda, tenía su encanto, cuando no era rudo claro está.  Aunque seguía con la duda de que si lo estaba engañando o no. Sólo el tiempo lo diría.

 

Mientras en la arena, el Capricornio se fijó en el lugar donde estaba entrenando el dragón y se dio cuenta que ya no estaba allí. Ni el caballero de Cáncer.  ¿Acaso éste pretendía algo con el caballero de Bronce? Se apresuró,  tomó sus cosas y se dirigió hacia el baño del Coliseo. Pero ya era tarde.  Shiryu estaba tomando sus ropas para irse junto a su maestro.

 

-         Debo aclarar las cosas con Death Mask en este momento – pensó el español y salió corriendo hacia el cuarto templo.

 

Iba a ir a aclarar las cosas, tal vez sólo estaba imaginando cosas, pero ¿qué tal si no? Era demasiado lo que se estaba jugando, aunque el “objetivo” de ambos hombres ni siquiera tenía conocimiento sobre aquello.

 

Le tomó unos diez minutos subir aquellas escaleras, después de todo tenía la capacidad física para hacerlo. Dudó un poco antes de tocar la puerta, pero al final, tomó un poco de aire y se decidió a confrontar al custodio de la casa de Cáncer.

 

Death Mask escuchó que alguien golpeaba su puerta, cosa que le extrañaba pues no recibía muchas visitas y no estaba esperando a nadie. Apenas abrió la puerta, vio que enfrente de él estaba Shura.

 

-         ¿Qué se te ofrece?

-         Quería hablar contigo, Death Mask. ¿Estás ocupado?

-         No, para nada. Pasa.

 

Una vez que el español entró al espacioso templo, el dueño de casa le ofreció sentarse en uno de los sofá para que este más cómodo.

 

-         Voy a ser directo contigo. ¿Te pasa algo con Shiryu?

-         Shura, no me esperaba eso de ti. ¡Je! ¿Y qué si fuera así?

-         Deberías retirarte. No creo que se fije en alguien como tú.

-         No entiendo por qué te importa. A menos que.. – Death Mask se agarró del mentón y luego miró directo a los ojos verdes de Capricornio - ¿A ti te interesa?

-         Pues…

-         Eso es más que obvio con ese silencio que acabas de darme.  Sin embargo, ¿crees que Shiryu se interesaría en un aburrido como tú?

-         ¿Aburrido? – Shura se levantó inmediatamente de su asiento apenas escuchó aquello – Al menos tengo clase y educación, no como tú.

-         Entonces, ¿somos rivales? Aunque creo que a Shiryu le gustaría un apasionante italiano.

-         Lo que digas. Yo lo conozco mejor. Que gane el mejor.

-         Que así sea.

 

Death Mask abrió la puerta de su casa y Shura se retiró bastante molesto. ¡Ahora la competencia comenzaba y ninguno de los dos perdería frente al otro!  Tal vez Death Mask había dado el primer paso pero Capricornio nunca se rendiría frente a aquel hombre. Sólo debía mejorar su juego y en que mejor lugar que en la cena que se llevaría acabo aquella noche.

 

A la noche, tanto Dohko como Shiryu se aprestaban para ir al banquete que daría Shion. Shunrei se quedaría con las chicas viendo películas, ya que la cena era sólo para los caballeros y aunque tanto Marin como Shaina formaban parte de la formación, preferían pasar el rato con la recién llegada.

 

El rostro del dragón se enrojeció un tanto, ya que fueron los últimos en llegar. Él no contaba con ropa muy elegante, así que Shunrei lo ayudó con la combinación de las ropas. Todos esperaban pacientemente al agasajo de la noche, sobre todo Cáncer y Capricornio.

 

-         Siéntate y no te avergüences. Entiendo que los jóvenes de hoy se arreglan mucho – dijo Shion tratando de romper la tensión.

-         Te lo agradezco – respondió seriamente el caballero de Bronce.

-         ¿Por qué tanta seriedad? ¡Vamos, divirtámonos! – exclamó Aioria.

-         Estoy de acuerdo con el gato, ¡Ja, ja, ja! – soltó una carcajada el caballero de Tauro.

 

Mientras esperaban que los sirvientes aparecieran con la comida, se entablaron distintas conversaciones hasta que alguien soltó una bomba.

 

-         Y dime Shiryu, ¿te interesa alguien? Aquí tienes para elegir de todo – comentó el caballero de Piscis.

 

El alumno de Libra no sabía qué responder, no le agradaba hablar mucho de su vida personal, además que no se había puesto a pensar en aquello hasta que se le preguntó. Mientras trataba de idear algo, Shura y Death Mask estaban atentos a la respuesta de aquel, pues tampoco se les había cruzado por la mente la posibilidad de que a Shiryu le gustara alguien más.

 

-         No creo que sea algo apropiado para preguntar – respondió su maestro.

-         No te lo tomes tan en serio. Todos somos amigos aquí, ¿qué es lo peor que pudiera ocurrir? – contestó inocentemente Milo sin saber que la ilusión de dos de sus compañeros dependía de aquella respuesta.

-         La verdad es que… - no podía creer que iba a responder aquella pregunta, pero lo pensó dos veces. Total no había nadie interesado en él, no podía causar daño con su respuesta.

-         ¿Y bien? – se metió Hyoga, se sentía curioso ante lo que diría su camarada.

-         Siendo sinceros, no me gusta nadie. Nunca me he fijado en nadie, pero siempre viene bien un poco de cariño, ¿no? – y sonrió.

 

Shura y Death Mask bajaron la mirada, estaban complacidos con aquella contestación. No tenían otra competencia más que ellos mismos. Antes que alguien se diera cuenta, fingieron seriedad y luego se miraron de una manera desafiante.    

 

 

Notas finales:

ojala dejen sugerencias de como DM y Shura conquistaran a Shiryu, o al menos comenten que les parece xD

Saludos!  

 


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