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Famous por loridebartoni

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Notas del capitulo:

Please Enjoy!

Realmente quiero continuar con este fanfic y quiero llegar a la parte super dramatica :D

 

Pero todo a su tiempo,

Gracias a todos los que han dejado review y porfavor sigan dejando uno.

Incluso el católico anónimo.

 

Gracias

Capítulo 3 -

 

 

“¡Yuki!” gritó Shuichi poniéndose los zapatos, “¡Ya me voy!”

 

Yuki salió de su oficina con los lentes aún puestos. Shuichi se mordió el labio, de verdad que su esposo se veía guapísimo con esos lentes.

 

“Voy con Suguru, como Hiro está empacando para visitar a Ayaka vamos a trabajar juntos en unos instrumentales” comentó Shuichi acomodando sus papeles dentro de su libreta y guardándola en su mochila junto con su cartera y demás cachivaches.

 

Yuki notó al lado de la puerta el piano en su estuche. “¿Y cómo piensas llegar allá con un instrumento musical tan caro?”

 

“Pues en metro” dijo Shuichi, “Uso mi gorra y mis lentes y ¡ta-da!”

 

Shuichi tomó dichos objetos de la mesa, una gorra que decía “I heart NG” y sus lentes oscuros.

 

Yuki apretó los labios, “no creo que eso funcione y más contigo... tu pelo rosa y NG todos van a saber quién eres, llama a K para que te lleve”

 

“¡eh! ¿Pero porque? ¿Cómo que no va a funcionar más?” dijo Shuichi haciendo un berrinche.

 

“Porque la mitad de Japón tiene los ojos puestos en ti por tu locura del registro, no te van a dejar en paz. Es más, seguro están abajo esperando a ver como sales”

 

Yuki caminó hacia el refrigerador y sacó una cerveza.

 

“No puedo hablarle a K... estamos de vacaciones” murmuró Shuichi, “no es trabajo oficialmente... es un proyecto a parte”

 

Yuki abrió su cerveza y bebió un trago. Shuichi al ver que ya no iba a decir nada se dio la vuelta para irse y seguir con su plan original.

 

“Yo te llevo” murmuró Yuki casi entre dientes.

 

“¿Cómo dices?”

 

“Yo te llevo” dijo Yuki cerrando los ojos.

 

“¡EN SERIO!” Gritó Shuichi.

 

“Una palabra más y te vas en metro para que la gente te corretee” dijo Yuki mientras terminaba su cerveza.

 

Shuichi sonrió feliz sin decir nada. Yuki tomó sus llaves y bajaron al estacionamiento para salir, como era de esperarse había algunos camarógrafos desde el otro lado de la calle esperando a que la pareja saliera. Los ignoraron y salieron en camino al departamento de Suguru.

 

“Cuando termine, me pido un taxi desde el departamento para regresarme, ¿sale?” dijo Shuichi bajando del auto y le dio la vuelta para terminar en la ventana del conductor. “Te amo mucho, gracias!”

 

Shuichi le dio un beso en la mejilla y subió por el elevador. Yuki suspiró y se dirigió a las oficinas de la Compañía de Publicidad Hudson-Terrier para ver el avance de su libro y meter presión para sus vacaciones.

 

Llegó al edificio y subió por el elevador, caminó por los largos pasillos que se encontraban decorados como minimalistas. Siempre le molestó visitar la compañía, bullicio, papeleo, teléfonos sonando, gente murmurando y otros gritando; para eso mejor se quedaba en casa con el baka.

 

Llegó a una puerta con el nombre de “Misuki A.” y sin tocar, solo abrió la puerta.

 

“Ah! Yuki-sensei, no le esperábamos hoy si no...” dijo la secretaria buscando la agenda de la editora en jefe, Misuki.

 

“Uesugi” corrigió.

 

“Ah si, claro” murmuró nerviosa y buscando en la agenda la semana correcta.”Uesugi-sensei... su cita era para...”

 

“No tenía cita, pero debo hablar de algo urgente con Misuki”

 

“Yo, es que lo que pasa... es que esta algo ocupada con otro escritor, si hubiera llamado yo...”

 

Eiri se molestó, no dejaba de hablar y hablar. La ignoró y caminó hacia la puerta y la abrió. “Misuki”

 

“Bueno, esta es la portada de prueba y... eh, Eiri-san, ¿Qué hace aquí?” dijo Misuki sorprendida.

 

“Debo hablar contigo”

 

Misuki frunció el ceño, “Ya casi termino, ¿Por qué no vamos a almorzar? Ya son casi las 11”

 

Eiri asintió y cerró la puerta para sentarse en la sala de espera.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Shuichi murmuraba la tonada que Suguru acababa de componer mientras esperaba a que se descargara en su propio teclado.

 

“Voy a ponerla de fondo para hacerle arreglos encima” comentó Shuichi.

 

Suguru asintió mientras abría otros proyectos en su computadora y lo pasaba a su propio teclado. “Podemos usar esta para esa parte clásica que querías, escucha”

 

“¡Sí! Sakano-san jamás se animaría a dejar a Bad Luck hacer estas composiciones tan arriesgadas, seguro se desmaya” dijo Shuichi riendo jugando con el programa de la computadora y eligiendo ritmos extraños.

 

“¿Qué haces?”

 

“No se”

 

“No sonaba tan mal” comentó Suguru, “Sigue usando ese”

 

Y así continuaron el resto de la tarde, con una pauta de pizza ambos siguieron adentrándose más en la composición hasta que pensaron que habían logrado su primera semi-canción. La relación de ambos había sido extraña y sin importar cuánto lo pensara Shuichi, parecía que sus amistades quedaban en medio de dos opciones. Tales como él y Hiro, más que mejores amigos y menos que amantes parecía repetirse con Suguru, más que compañeros de banda menos que... ¿amigos?

 

Shuichi lo consideraba su amigo, pero no sabía si era recíproco. Tenían sus discusiones más trilladas que serias, pero las tenían.

 

“¿Shuichi?” preguntó Suguru que había estado trabajando básicamente seguido dado que la inspiración no se había cortado. “¿Qué pasa?”

 

“Suguru” comenzó Shuichi, “¿somos amigos?”

 

“¿eh?”

 

“¿somos amigos?”

 

Suguru frunció el ceño enojado como si fuera la pregunta más tonta del planeta pero cuando abrió la boca para contestar, no sabía que decir. ¿Lo eran? ¿Qué tanto conocía a Shuichi? Sabía que tenía una hermana, a su madre y que su padre los había abandonado ¿la razón? No la sabía, que le gustaba la fresa, la playa... pero la mayoría de las cosas que sabía sobre el vocalista no era porque él las preguntara sino porque Shuichi no se callaba jamás y le encantaba hablar sobre todo, las cosas pequeñas las cosas grandes, como se cepillo los dientes como se casó con Yuki...

 

No le molestaban esas cosas, hacían a veces las cosas más... amenas.

 

“¿Suguru?”

 

Suguru despertó de su trance y volteó a ver Shuichi que tenía la cara de perro triste, “¿no lo somos verdad?”

 

“¿Qué te hace pensar eso?”

 

“No me respondiste y solo me llevaste a pensar lo peor”

 

“No... yo” Suguru contestó, “Si, supongo que si somos amigos”

 

“¿de verdad?”

 

“pues si” contestó Suguru fácilmente sin pensar que había algo de malo en pensar que son amigos.

 

“Casi no sé nada sobre ti Suguru” dijo Shuichi, “¿Qué te gusta?”

 

Suguru asintió, si deberían de conocerse más si iban a empezar a componer juntos. “¿Sobre qué?”

 

“mmm” pensó Shuichi, “¡sobre tu sexualidad!”

 

La cara de Suguru era seria completamente, ¿Cómo se le ocurría preguntar tal barbaridad?

 

“Somos amigos, debo saber si te gustan los chicos o las chicas. ¿Qué tal si en el tour alguien me pide tu número y no sé si te interesa? Mi deber como amigo casado es conseguirte a alguien”

 

Suguru se sonrojo, ¿a alguien para qué? Pensó.

 

“Para tener S-E-X-O” dijo Shuichi más alto de lo que debería como si hubiera leído su pensamiento.

 

“¿QUÉ?” gritó Suguru.

 

“¿Qué?” preguntó Shuichi inocentemente. Para él con la vida sexual activa y escuchar a Hiro la verdad se le hacía normal hablar sobre el tema a menos que... ¿Suguru no tuviera una vida sexual activa?

 

“¡Eres virgen!” gritó Shuichi.

 

“¡N-N-No lo soy!” tartamudeó Suguru.

 

“¡Voy a ser tu senpai en este tema! a menos que te gusten las chicas porque ahí si Hiro será tu senpai”

 

“Shuichi, no estoy seguro...”

 

“¿De qué? ¿Que si te gustan las chicas o los chicos?”

 

“¡No! Digo... no sé, solo tengo 17”

 

“Casi 18” dijo Shuichi, “a esa edad Yuki y yo ya habíamos-

 

“TA TA TA HASTA AHÍ” gritó Suguru, “solo porque tú seas un promiscuo”


Shuichi rió, Suguru era muy gracioso cuando no estaba seguro de sí mismo. “Mira Suguru, te diré un secretito. Yo supe que me gustaban los chicos porque... pero no le digas a Hiro! Porqué empecé a sentir algo por Hiro que era más que amistad”

 

“hermandad, ¿verdad?”

 

Shuich se rió, “no, SEXUAL”

 

“dios santo”


“así fue, pero te diré que la comunicación en cualquier relación ya sea de amistad, amor o solo sexual es la clave. Le dije a Hiro sobre cómo me sentía – teníamos 14 – entonces me dijo que probablemente era solamente porque éramos cercanos y estaba confundido pero de algo estaba seguro... no era solo Hiro, eran los hombres en general.”

 

“Shuichi, creo que esto es demasiada información para mí”

 

“Mira, si no sabes que te gusta-

 

“¡Pues las mujeres!”

 

“Yo te debo de ayudar a descubrirlo” terminó Shuichi.

 

“Shuichi” murmuró Suguru, “tus intenciones son buenas pero no necesito de tu ayuda, gracias”

 

Shuichi hizo una mueca de berrinche, “si tú lo dices”

 

Suguru suspiró fuerte, “creo que esto termina la sesión de hoy con tus pláticas pervertidas”

 

“No es pervertido” dijo Shuichi cruzando los brazos, “es normal”

 

“Pues entonces tú no eres normal” dijo Suguru sin pensarlo.

 

“¿Eh? ¿Lo dices porque me gustan los hombres?”

 

“No es normal” dijo Suguru enfadado. “Que seas gay a mí no me importa, pero no me vengas hablando del tema como si fuera... como si fuera natural”

 

Shuichi frunció el ceño y se calló. Eso sí era raro en él, Suguru pensó. Tal vez se había propasado de la raya.

 

“No era mi intención insultarte” murmuró Suguru.

 

Shuichi se quedó callado. “Te veo luego Suguru, para lo de los instrumentales”

 

Shuichi cerró su piano rápido y se levantó de la cama, “tal vez sea mejor mantener las conversaciones trilladas como amigos superficiales”

 

“No Shuichi, no es eso-

 

Pero Shuichi ya estaba saliendo del cuarto y del departamento.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Eiri almorzaba junto con su editora en un restaurante no lejos de las oficinas. Misuki tenía una sonrisa plasmada en su cara mientras lo veía casi ilusionada. No podía creer que era el mismo Yuki Eiri que había llegado a la empresa hace 5 años.

 

“¿Qué?”

 

“¿Pensaste que llegaría el día en donde serías un hombre casado?”

 

Eiri no mostró interés alguno en sus palabras.

 

“Me agrada Shindou, es muy energético y positivo. Irradia esta aura cómoda a su alrededor, pero suele calmar o exitar a todos” Misuki rió contenta. “Bueno, suficiente de parloteo, ¿verdad? Seguro quieres saber sobre tus vacaciones”

 

“Mira, yo entiendo que la publicación del último libro fue hace unos meses y apenas aprobaron el borrador del nuevo pero quiero diferir mis vacaciones estos meses que Shuichi está en hiatus. Un par de meses solamente y trabajo en casa como siempre”

 

Misuki sonrió, “Muy bien, se lo comentaré al jefe y si me permites agregarle el comentario de que estás tan perdidamente enamorado que deseas tener tu luna de miel y...

 

“No creo que eso sea necesario” dijo Eiri.

 

Misuki rió, “¿Cuándo planeas salir?”

 

“La próxima semana vamos al norte de Japón a un Onsen, sé que el idiota quería esquiar asi que... tal vez lo lleve, también queríamos salir del país un tiempo”

 

“Les encantará Paris”

 

“No creo que-

 

“tonterías” murmuró Misuki, “tenemos convenio con unos hoteles hermosos allá para las convenciones, lo van a amar... la ciudad del amor”

 

Eiri giró los ojos harto, “solo confírmame las vacaciones en estos días”

 

“Si, si...”

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Shuichi caminaba solo por las calle molesto, sin rumbo. Ya estaba oscureciendo pues había pasado casi toda la tarde con Suguru hasta que ese niño virgen tuvo que abrir su nerd bocota como si el sexo fuera una especie de maldición. ¡Y aparte como si fuera sacrilegio estar con la persona que amas! No creía estar reaccionando mal de entre las pocas cosas que lo podían enfadar de verdad, el rechazo a su orientación era de las más fuertes.

 

Supongo que tenía suerte de que al menos sus fans lo apoyaran en su relación con Eiri – más que su compañero de banda aparentemente – pero no, su tal “amigo” lo consideraba un anormal. Parece que la historia estaba condenada a repetirse.

 

Llegó al departamento, se quitó los zapatos y dejó su teclado en el piso. Sin mucho apuro caminó hacia la habitación y se recostó en la cama. Estúpido ¡no debería de ser afectado por estas cosas! Ya era un adulto y no había porque sentirse tan afligido, lo que ocurrió en su pasado pasó y punto, por eso era el pasado.

 

Tú no eres mi hijo.

 

¿Cómo puedes decir que te atraen los hombres?

 

Asqueroso.

 

Te llevaré un lugar para que te curen.

 

Shuichi sonrió amargamente, como si estuviera enfermo ¡sí claro! Ojalá su padre lo siga odiando tanto al ver la fama que obtuvo después de ni apoyarlo en el ámbito de la música, después de que amenazó a la familia de Hiro para que se dejaran de ver y ser una “mala influencia” para su hijo. No quería sentirse así de nuevo, después de que su padre lo dejó de ver como hijo el matrimonio de sus padres se fue colina abajo. Las peleas eran constantes y hasta hubo pequeños roces físicos entre padre-hijo.

 

Inconscientemente Shuichi acarició su brazo derecho y luego su muñeca que nunca había sanado correctamente. ¿Qué iba a pasar si se repetía la historia con su banda? Peleas tras peleas y luego el... el divorcio.

 

Shuichi se paró de la cama y buscó su libreta para anotar el bosquejo de una canción nueva. Aunque había pasado casi todo el día componiendo música, escribir siempre era lo que más lo relajaba y sellaba todos sus problemas. Tal vez eso era lo único que tenía en común con Eiri pero lamentablemente no podían escribir juntos, eso bien lo había aprendido después de una de sus peleas más fuertes.

 

Después de un tiempo de escribir en la cama, sumido completo en sus pensamientos no escuchó los pasos acercarse desde la puerta de la habitación. “Tonto, ¿no llegabas más tarde?”

 

Shuichi se volteó molesto, “llego cuando quiera”

 

Eiri hizo una cara extrañado del comportamiento de Shuichi pero no quiso indagar más en drama que no le convenía. “Como quieras, voy a buscar algo de cenar”

 

Shuichi se quedó callado viendo como Eiri se retiraba del cuarto. Y decidido se levantó de la cama y se dirigió hacia la cocina. “¿Nunca te importa cómo me siento verdad? ¡de lo que me haya pasado ni nada!”

 

“¿Para qué? Si siempre andas hablando de todo lo que te pasa” le respondió Eiri viendo una revista de comercios locales, “¿Qué quieres de cenar?”

 

“Hay algo que nunca te dije Eiri” murmuró Shuichi.

 

“Pues mantenlo así”

 

“Me enojé hoy con Suguru”

 

“No me sorprende, que alguien te aguante tanto es-

 

“Me dijo anormal”

 

Eiri escuchó un tono amargo en su voz diferente al tono dulce y amigable que siempre tenía y esa voz solo hacía cuando hablaban de alguien.

 

Su padre.

 

Y Eiri realmente quería golpear a ese niñato pianista, tenía el mismo egocentrismo, orgullo y codicia que Tohma aunque aplicados en diferentes cosas. Se creían superiores que otros por el simple hecho de tener el nombre de familia.

 

“Nunca te importó lo que otros decían de ti” dijo Eiri, “Ni siquiera cuando andas en el registro cambiándote el nombre por tu esposo”

 

Shuichi sonrió triste, “tal vez nunca me quiso importar lo que otros decían de mí pero... ¿Por qué dicen que es antinatural? ¿Por qué odian tanto que la persona que amo sea un hombre? ¿Por qué Taki...?”

 

Eiri realmente no quería abrazarlo en esa situación pero cuando vió las lágrimas correr por su rostro por todo lo que había vivido, no pudo evitarlo. La vida de Shuichi siempre fue amena pero definitivamente había un tema que siempre le iba a afectar.

 

Shuichi lloró más fuerte con su esposo abrazándole, “mi padre me odiaba por lo que había ayudado a criar, a un anormal homosexual-

 

“Shuichi” dijo Eiri enojado, “creeme que yo más que nadie mandaría al diablo lo que un padre dice de su hijo”

 

Shuichi sonrió, “no pensé que Suguru fuera así”

 

“no creo que haya sido del todo honesto contigo”

 

“¿Por qué lo dices?”

 

“Por qué si no habría dicho algo al respecto mucho tiempo antes, ¿o no?”

 

“Tal vez fui muy apresurado con él sobre si le gustaban los hombres”

 

Eiri se alejó del abrazo y lo vió sospechoso.

 

“Yo solo quería que Suguru encontrara a alguien y”

 

“Shuichi tu no conoces el significado de decencia y respeto, ¿verdad?”

 

Shuichi rió honestamente. “tal vez debo de disculparme”

 

Eiri negó con la cabeza, “no creo, él chiquillo tampoco tenía porque insultarte así”

 

“Quiero pizza” sonrió Shuichi.

 

La conversación fue interrumpida con el sonido del timbre, Eiri se levantó y se dirigió hacia la puerta para encontrarse con el tema del momento.

 

“¿Qué?” habló Eiri.

 

Suguru volteó y se sorprendió al ver a Eiri en la puerta, “Eh... Uesugi-san, puedo... ¿puedo pasar?”

 

Eiri asintió frustrado y le hizo espacio a Suguru para entrar. “tu amiguito está aquí”

 

Shuichi volteó a ver a Suguru, era claro que había llorado y el ambiente se convirtió tenso. Eiri desesperado por no querer involucrarse más de lo que ya había hecho salió en dirección a su oficina y se encerró, pediría la pizza ahí.

 

“Shuichi” murmuró Suguru y se inclinó delante de él, “perdóname, no fue mi intención insultarte así”

 

Shuichi lo miró incrédulo y se echó a reir, “no perdóname a mí, no debí presionarte tanto si para ti es un tema sensible”

 

Suguru se rió y se sentó en la mesa con Shuichi. “¿Amigos?”

 

Shuichi sonrió, “amigos”

 

“Yo solo vine a disculparme Shuichi, si quieres nos vemos en unos días para continuar el proyecto”

 

Shuichi sonrió, “salgo de Tokio en unos días más, así que no podré trabajar contigo en un tiempo”

 

“ya veo...”

 

“pero hicimos un gran avance hoy, podemos terminar mañana la primera canción y afinar detalles después”

 

Suguru sonrió, “Nos vemos mañana en la tarde Shuichi”

 

“¡Espera!” gritó Shuichi antes de que saliera Suguru por completo, “¿quieres cenar? Pedimos pizza y seguro a Eiri no le molestará”

 

“¿Seguro?” preguntó Suguru.

 

“¡claro! Siéntate”

 

Llegó la pizza poco después y Eiri  salió de su oficina para tomar una cerveza y cenar un poco.

 

“sigues aquí” dijo Eiri sentándose en la mesa de la cocina.


“¡Eiri!” susurró Shuichi enojado.

 

“¿Qué? ya se disculpó, ¿no?”

 

“Si pero no es para que le hables así a mí a-m-i-g-o”

 

“Ah” murmuró Eiri tomando un sorbo de cerveza. Continuó una velada amable, enfocándose en Shuichi hablando sobre temas triviales mientras que Eiri se limitaba a “escuchar” y ver a Suguru de vez en cuando. Había ciertos comentarios entre ambos que hacían pensar a Suguru que aunque su relación fuera extraña había cierta... familiaridad en ellos. Pensó tal vez que sería más incómodo pero, creyó que no era tan malo.

 

El mundo no estaba perdido.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Un avión había comenzado a descender, eran aproximadamente las once de la noche cuando aterrizó a tierra japonesa. El avión abrió sus puertas y bajaron pocas personas entre ellas, una persona con cachucha azul, lentes oscuros – a pesar de la hora – y chaqueta de cuero. Caminó para recoger sus maletas y ver entre la gente si alguien había venido a buscarle.

 

Rápidamente encontró su nombre en un letrero entre la poca multitud. Caminó calmadamente hacia la persona y se disimuladamente salieron del aeropuerto sin causar mucho bullicio. Llegaron a una camioneta negra que estaba esperando en el área de ascenso y descenso sin ningún contratiempo.

 

“Asi que, K... ¿cómo han estado todos sin el gran Ryuichi?”

 

K rió mientras encendía el auto, “bien, ¿supondré que estarás al tanto de las noticias y los chismes?”

 

“Ya no sé qué creer K” dijo Ryuichi borrando su característica sonrisa, “Que Yuki Eiri sea un romántico o que Shuichi se cambió el apellido”

 

Ouch, pensó K.

 

“K...” susurró Ryuichi, “nada de eso es... cierto, ¿verdad?”

 

K contestó con silencio puro, y Ryuichi desvió su mirada hacia las luces de la ciudad, “lo perdí para siempre”

 

“Ryuichi...”

 

“Ya sé, ya sé. Siempre pensé que tendría esa pequeña oportunidad, que cuando ese... ese mujeriego hiciera de las suyas, podría...”

 

“No puedes seguirte haciendo esto” dijo K, “está técnicamente casado”

 

Ryuchi hizo una cara de asco y golpeó su cabeza contra el vidrio del auto. “si tan solo lo hubiera encontrado un día antes, ¡un día antes! Todo sería diferente”

 

“No te puedes lamentar por un talvez, no puedes cambiar el pasado”

 

“no puedo evitar lamentarme, ¿Por qué no se va este sentimiento? ¿Qué debo hacer? ¿Decirle para que termine y pisotee lo poco que me queda? Es claro que me va a rechazar, mejor pronto para poder seguir con mi vida”

 

K frunció el ceño enojado, “no puedes seguir fingiendo a su alrededor, esperando y esperando por algo que no sabes si ocurrirá”

 

“No, K” Ryuichi se enderezó del asiento, “debo hacerlo”

 

“¿Qué?”

 

“Debo decirle lo que siento realmente por él, nunca es demasiado tarde y no tengo nada que perder”

 

“Ryu, puedes perder tu amistad con él”

 

“No, conozco a Shuichi y aunque se lo diga es tan lindo que seguro se esforzaría tanto en no perder nuestra amistad”

 

“aha, si, ¿y tú? ¿Te esforzarías en seguir siendo su amigo o su amante?”

 

Ryuichi sonrió confiado, “K, tú has visto mi carrera... ¿crees que me quedo con los brazos cruzados? Siempre obtengo lo que quiero y sé cómo hacerlo”

 

K suspiró frustrado, esto no terminaría bien para nadie.

 

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Shuichi llegó al día siguiente como prometido al departamento de Suguru, nuevamente Yuki lo había llevado en su mercedes y Shuichi no podría estar más contento. Entró al departamento encontrándolo abierto y dejó sus zapatos en la entrada.

 

“¡Suguru!” gritó.

 

“Acá” escuchó de la habitación.

 

Llevó su piano y su computadora hacia la habitación. “Suguru”

 

“Escucha, escucha”

 

Suguru abrió el archivo y la música inundó la habitación. Era un ritmo instrumental, sin vocales perfecto para ambientación sin distracciones, movido y con cambios rápidos. Casi al final de la canción ambos se había mantenido en silencio hasta que a Shuichi se le abrieron los ojos de sorpresa y alzo la mano para cerrar de un golpe la laptop de Suguru.


“¡Suguru! ¡Tengo una súper idea!”

 

“¡¿Por qué haces eso?! ¿Qué te pasa?” gritó Suguru abriendo la laptop para comprobar que seguía funcionando.

 

“Vamos a hacer un grupo secreto y subir estas canciones anónimamente al internet, así todos van a poder usar nuestra música sin problema” dijo Shuichi sonriendo.

 

“Lo haces seguro para molestar a Tohma y que no le dejes dinero a él ¿verdad?”

 

“En parte” dijo Shuichi riendo, “pero si se entera hará todo esto una gran cosa publicitaria así que no le puedes decir”

 

“¿quién dijo que estaba de acuerdo en esto?” dijo Suguru frunciendo el sueño.

 

“Porque si hacemos este proyecto, ¡no hay límites creativos! Podemos componer lo que Sakano nunca nos deja componer. ¿No querías eso Suguru? Probar tus talentos y ver que puedes hacer sin la presión de Bad Luck?”

 

Suguro hizo una mueca, Shuichi hacía un buen punto. Podrá ser un loco enamorado de su esposo pero su ambición por la música era sincera y también quería eso. Cuantas opiniones no va a escuchar de estas composiciones sin que sepan que es el tecladista de Bad Luck, cuánto va a poder mejorar y experimentar y...

 

“¡Hecho!”

 

“¡Así me gusta Suguru!”

 

Suguru se levantó de la cama y se dirigió hacia un cajón y sacó varios papeles de ahí.

 

“¿Qué es eso Suguru?” preguntó Shuichi.

 

“Aquí está” murmuró Suguru. “Es una copia del contrato de Bad Luck”

 

“¿Tienes eso?”

 

“¡Claro que lo tengo!” Dijo Suguru hojeando el contrato, “un momento... ¿tú no?”

 

“No sé... ¿debería?”

 

“¡Si! Tienes suerte que Tohma sea cuñado de Yuki... hay empresas que te estafan si no sabes lo que dicta tu contrato, ni siquiera lo leíste ¿verdad?”

 

“Bueno... Hiro en su momento me ayudó cuando firmamos con NG, a mí me dio sueño solo con ver el contrato asi que me dijo lo básico y solo me dijo en donde firmar”

 

Suguru tenía la boca abierta y una cara enorme de preocupación. “¿Y tu contrato?”

 

“No se... tal vez Eiri lo tiene ó Hiro”

 

“Dios mío”

 

“¿Verdad? Ahora vamos a pensar en un nombre que no sepan que somos nosotros”

 

“Primero lo primero” Suguru comenzó a hojear el contrato buscando sobre la licencia creativa. Era claro que Bad Luck le pertenecía a NG pero buscaba específicamente si cualquiera de los integrantes podrían comenzar un proyecto, a pesar de que el nuevo grupo debería de ser anónimo no podía correr riesgos con que alguien se llegase a enterar –especialmente por la bocota de Shuichi –

 

“Aquí esta”

 

Shuichi se acercó viendo solo un montón de letras tan pequeñas llenando toda la hoja y suspiró frustrado tirándose a la cama “¡leelo tú”

 

Suguru frunció el ceño, “dice que: los miembros del grupo de Bad Luck no se les permitirá el trabajo fuera de las instalaciones de NG para el cumplimiento óptimo de los deberes que se tiene con la compañía así como todos los gastos de estos proyectos están bajo la facturación de No. 56561/8889/TDF  por lo que todo ingreso de cualquier miembro fuera de las actividades ya dictadas por Bad Luck podrán ser registradas por la compañía.”

 

“ósea, ¿no?” preguntó Shuichi que ni había escuchado una palabra.

 

“Si y no” dijo Suguru, “creo que lo dejan hueco por si alguna vez tenemos alguna beneficencia ó si hacemos algo por nuestra cuenta, Tohma podrá llevarse el crédito”

 

Suguru continuó leyendo, “también no obtendremos dinero porque lo pondríamos en internet para uso libre...”

 

“¿pero?”

 

“Nuestro contrato expiró cuando las vacaciones iniciaban y será renovado hasta dentro de unos meses. Entonces esto no debería de afectarnos”

 

“¡perfecto!”

 

“¡Pero hay que mantener esto ultra secreto, Shuichi! No puedes ni decirle a Uesugi-san”

 

“¿Qué? Es mi esposo, debe saber todo lo que hago”

 

“no, no tiene. Y tampoco nadie más, no tenemos que escuchar o saber todo lo que haces, ¿entiendes?”

 

“Está bien...” murmuró Shuichi, “¿Qué te parece... StaticS?

 

“Creo que puedo trabajar con eso”

 

“Claro que sí y además tiene dos ‘s’ como nosotros”

 

“…”

 

“Suguru, me voy al norte de Japón a esquiar en unos días... ¿crees que puedas subir esta canción a la red cuando me vaya?”

 

“claro” respondió Suguru, “me alegra que seas feliz Shuichi”

 

“tu encontrarás a alguien algún día Suguru”

 

“quiero concentrarme en la música”

 

“eso mismo decía yo, y ¿sabes? Un día simplemente decidí tomar otro camino a casa, ¿por qué ese día? ¿esa hora? Y para ti Suguru, un día como cualquiera va a desviarte de ese camino que creías era tan seguro”

 

“espero no sea así Shuichi” dijo Suguru riendo nerviosamente.

 

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Hiro recién llegaba a Kyoto, recorría el camino ya tan conocido en metro. Los mismos árboles, el mismo paisaje todo era tan aburrido. ¿Realmente dejaba de amar a todos aquellos que se acercaban a él? Era bastante popular con las chicas en la escuela pero nunca quiso a nadie realmente más que Shuichi y eso terminó hace tiempo ya. Al menos su amistad se había salvado.

 

Suspiró resignado y bajó del metro junto con una maleta de tamaño mediano, no sabía cuánto iba a durar esta visita o como iba a terminar pero había empacado suficiente para quedarse un par de semanas o simplemente lavar lo que ya tenía. Camino un tramo tranquilo, el clima era perfecto ni muy nublado o caluroso y por alguna razón eso lo hacía enfadar. ¿Qué no se supone que el clima reflejaba tus sentimientos? Lluvia, tristeza, sol, felicidad pero no, aquí estaba a punto de decidir el futuro con su “amada” y el clima era perfecto.

 

Intentó mantenerse positivo, todo era para lo mejor.

 

Eso era su mantra.

 

Llegó a una casa tradicional japonesa, una amplia puerta de madera bastantes árboles a decir verdad. “hogar dulce hogar... perfecto”

 

Abrió la puerta y se adentró al lugar, escuchó movimiento dentro de la casa y supuso que ya lo estaban esperando. Miró frente a él y ahí estaba.

 

Ayaka.

 

Se veía hermosa, un traje tradicional, su cabello perfectamente arreglado y entonces lo supo.

 

Esto no podía continuar así.

 

Que Dios se apiade de él.

Notas finales:

Decidi cambiar los nombres de los capitulos a estilo friends porque me gusta mucho.

 

Me tarde casi lo mismo en decidir el nombre de la banda que lo que me tarde en escribirlo. Hasta le hice un logo haha

 

Muchas gracias por leer


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