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Famous por loridebartoni

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Notas del capitulo:

Que corto se me ha hecho este capitulo en longitud, pero cuanto me tarde en hacerlo!

Que bodrio, espero que el proximo capitulo salga más largo. Yo creo que en el proximo casi no abra ShuxEiri porque se me van los queriditos y con eso que me "encanta" escribir a los demás personajes... ni modo.

Ojala disfruten este capitulo, creo que me ha salido medio bien la caracterización. Ya casi para el mentado video.

 

Muchas muchas muchas gracias por leer y espero sus reviews aka regaños.

 

 

Era una mañana fresca a comparación de las otras. Shuichi estaba completamente acurrucado en el pecho de Eiri cómodamente mientras que el mayor lo tenía abrazado fuertemente contra él. Eiri estaba dormido completamente hasta que escuchó un ruido muy lejano que amenazaba con despertarle de un plácido sueño.

 

¿Qué era?

 

Intentó no darle importancia pero seguía ahí, molesto.

 

¿Shuichi?

 

No, pero era casi tan molesto como Shuichi.

 

Gruñó y abrió los ojos enojado.

 

Ring... Ring...

 

Estúpido teléfono. ¿Quién llamaba a estas horas?

 

Mejor que la contestadora hiciera su trabajo, se volteó y abrazó a Shuichi antes de que este despertara e hiciera un escándalo por estar en la posición en la que estaban. Cerró los ojos e intentó seguir durmiendo pero parecía que no iba a tener éxito.

 

“¡Eiri! Sé que estas en la casa, estás de vacaciones a nadie engañas. Contesta por favor es urgente”

 

Su impertinente hermana, claro que era ella.

 

“Eiri, contesta... hay algo de lo que te debo hablar, contesta... ¡voy a seguir llamando hasta que contestes!”

 

Eiri suspiró enojado y alzo la mano para contestar el teléfono. “¿Qué? Ya contesté ¿Qué?.. ¡para eso es la contestadora!”

 

Gruñó enojado y sintió a Shuichi estremecerse y despertar.

 

“¿Quién?” preguntó semidormido pero aún abrazado.

 

“Mika...” susurró Eiri escuchando a su hermana.

 

Shuichi sonrió al darse cuenta en la cómoda posición y se estiró feliz. Cuando hizo esto, sintió el miembro de Yuki duro bajo su pierna y movió su mano para comenzar a masturbarle. Eiri lo volteó a ver molesto pero cerró los ojos y jadeó leve cuando sintió la boca de Shuichi envolverlo.

 

“si si... te escucho” dijo Eiri díficilmente.

 

“Tengo que hablar contigo, Tohma ha reservado una mesa en el restaurante de la vez pasada...”

 

“si...”

 

“¿Si recuerdas cuál? El que está en la octava avenida, cruzando de donde McArty’s...”

 

“ah... si, si recuerdo” Eiri apenas y pudo disimular el gemido y lo de dio un golpe a Shuichi en la cabeza que se encontraba riendo en su entrepierna.

 

Bien, nos vemos entonces a las 11”

 

Eiri colgó el teléfono y lo aventó hacia el otro lado de la cama. Movió su mano sobre la cabeza de Shuichi y lo guio más rápido y más adentro.

 

“ah... Shu”

 

Shuichi gimió sintiendo como se endurecía más dentro de su boca.

 

“vamos a la ducha” dijo Eiri.

 

Shuichi sonrió feliz y se levantaron.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

En otro lado de Japón, un guitarrista se despertaba de una igual manera: molesto pero sin ninguna razón aparente. Reconoció la habitación en donde estaba y harto se levantó. No sabía cuánto más podía sostener esta farsa, todo el ambiente era estresante a pesar de estar en uno de los lugares más tranquilo de Japón. Acostumbrado a la vida atareada de Tokyo, el sonido de autos y sirenas... no a los pajarillos cantando fuero de la puerta.

 

Suspiró y se levantó. Caminó lenta pero intranquilo en el patio, era un lugar sereno pero su mente parecía estar en otro lado. Ayaka se encontraba ahí, frente a un estanque con bambú al parecer meditando. Se veía hermosa pero esa chispa se había perdido ya hace mucho tiempo.

 

Ayaka volteó y le sonrió a Hiro, “ven”

 

Hiro lo hizo, más por reacción que por querer ir con ella.

 

“ten” le dijo Ayaka sonriendo tristemente mientras se quitaba su anillo de compromiso y lo depositó en las manos de Hiro que ahora se encontraba sentado a su lado. Cuando Hiro lo tomó en sus manos, recordó el día en que él y Shuichi habían ido a buscar la dichosa joya pero también recordó lo feliz que se había sentido. Él también sonrió triste con ese vago recuerdo y esa lejana emoción que había dejado su corazón.

 

Se sintió aliviado, un gran peso se había quitado de encima y el estrés había dejado sus hombros.

 

“lo lamento mucho” dijo Hiro, realmente sin saber que más decir.

 

Ayaka asintió, “estará bien”

 

Significado, en este momento no lo estaba.

 

“tal vez... a ti te sienta un amor tranquilo como el que debas tener. Un hombre de buena familia tradicional que acepten tú y tus padres... como debía ser”

 

“tal vez” comentó Ayaka, y era en parte cierto. Esa época de rebeldía había pasado a mejor época y ella también pensaba que había sido un bodrio haberse enamorado de un guitarrista aspirante a estrella de Rock de las agitadas calles de Tokyo destinado a la fama y la fiesta. Realmente ella había sido criada para ser tranquila y cómoda, pero no mediocre. Su futuro también era emocionante a su manera.

 

“no soy el hombre que querías”

 

“quería pensar que sí, quería pensar que quería a alguien como tú” dijo Ayaka riendo, “Pero tienes razón, no quiero a alguien como tú”

 

Hiro rió entendiendo la pequeña broma, “oye”

 

Cayó un silencio cómodo, Ayaka observó su mano sin anillo y vio un sinfín de puertas esperando a ser abiertas. “puedes quedarte tanto como gustes, sé que son tus vacaciones, sería una lástima desperdiciarlas. Podemos divertirnos aún, ¿no?”

 

Hiro sonrió, “claro”

 

Parte de él aún se sentía triste pero era hora de avanzar. Solo era el inicio de sus largos meses de hiatus.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Shuichi y Eiri entraron a un prestigioso restaurante en el centro de Tokyo, los paparazzis habían mantenido cierta distancia – al otro lado de la calle – al saber que K había regresado con Ryuichi a la ciudad y temían por su vida o peor, sus cámaras por lo que optaron dar más espacio a la pareja que era el boom del momento. Tomados de las manos, entraron y fueron guiados por el mesero a la mesa que Mika y Tohma ya había ocupado.

 

Normalmente Eiri no dejaba que el chiquillo que tenía de esposo se le arrimara tanto pero podía notar su nerviosismo siempre cuando veía a su hermana y a su cuñado; en especial cuando estaban juntos, así que lo dejó pasar y se aguantó las ganas de alejarlo un poco.

 

Se sentaron en la mesa y se les dio el menú inmediatamente.

 

“¿Cómo los trata la vida de casados?” preguntó Mika sonriendo mientras leía los platillos.

 

“igual” dijo Eiri.

 

“¿en serio? Se te ve más relajado, ¿no Tohma?”

 

“claro que sí”

 

Eiri miró la interacción de los dos y supo que algo no estaba bien. En primera, Tohma tenía esa extraña sonrisa en su cara pero en lugar de demostrar autoridad se le notaba, ¿casi tan nervioso como Shuichi? ¿Había algo entre Tohma y Shu que él aún no se había dado cuenta? No, no era eso. Shuichi no podía mantener la boca callada más de cinco minutos sin aguantarse en gritar a los cuatro vientos que era lo que escondía... entonces ambos estaban nerviosos por razones completamente diferentes.

 

Shuichi no sabía que pensar, ¿y si Tohma se había dado cuenta del proyecto ultra mega secreto con Suguru? Suguru traidor, él le había hecho jurar ni siquiera decirle a Yuki sobre Statics y el tonto pianista había ido con Tohma con el chisme y decirle sobre la semi violación del contrato que no comprendía.

 

“¿De qué querían hablar?”

 

“a su momento Eiri” le respondió Mika señalando al mesero para recoger sus órdenes, “te pido un omelette con solo claras, pimiento, tomate, sin cebolla, queso gouda y tocino. Esas salchichas pequeñas al lado y una orden de papas... con jugo de toronja y apio, ¿entendiste?”

 

El mesero asintió, “¿para usted?”

 

“fruta y café negro, cargado” dijo Tohma haciendo énfasis en ‘cargado’.

 

Eiri sospechó aún más, la orden de Mika comenzó dietética al pedir claras, nunca le había molestado la cebolla antes y no era por salud cuando pidió un queso grasoso y tocino y además ¿papas con omelette?

 

“yo te pido café negro también, igual de cargado con huevos estrellados y Shuichi quiere una orden de waffles con fresas frescas y crema batida y de beber, leche con chocolate. Y asegúrate que sea chocolate, no esa basura de sirope con azúcar”

 

El mesero asintió y se retiró nervioso pensando que era la mesa más extraña que iba a atender durante el día y solo eran las 11 de la mañana.

 

“¿Yuki como supiste?” suspiró Shuichi enamorado.

 

Eiri lo volteó a ver incrédulo, “¿en serio?”

 

“aunque me gusta el sirope con azúcar, casi le atinas”

 

“¿Quién dijo que no sabía que eso es lo que querías?” preguntó Eiri sintiéndose retado. “No quiero eso en tu sistema”

 

“me meto a mi sistema lo que le quiero meter”

 

Ambos se miraron y Mika se rio al verlos, “mírense, son tan pareja casada”

 

“claro que no” dijeron ambos.

 

“ya Mika, ¿Por qué nos sacaste de la cama a tan tempranas horas en vacaciones?”

 

“¿Por qué? ¿Tenían algo que hacer en la cama?”

 

Shuichi se sonrojó.

 

“claro” dijo Eiri sin dudar.

 

“Eiri” susurró nervioso Shuichi, “No digas eso, no es cierto Mika... no hacemos nada nunca en la cama”

 

Shuichi continuó riendo nerviosamente ante el comentario de Mika y se preguntó si tan pronto parecían pareja casada. Poco a poco comenzó a imaginarse una casa de dos pisos con un patio enorme, un gato, un perro y unos pescaditos en la entrada y tal vez... aunque ahora no estuviera listo para hijos en el futuro podría ser otra cosa. Un niño y una niña, ¡o gemelos! Sonrió emocionado e inconscientemente su mano se dirigió hacia la pierna de Eiri.

 

“compórtate” le dijo Eiri quitando la mano de Shuichi, “¿Por qué tienes sonrisa de bobo? Ah no... Así tienes la cara”

 

Shuichi negó con la cabeza y le sacó la lengua, “No tengo nada, gracias por preguntar”

 

El mesero arribó junto con las órdenes y les repartió sus respectivos platillos y bebidas. Murmuraron sus gracias y comenzaron a almorzar.

 

“Mika, ya suéltalo” ordenó Eiri y los nervios de Shuichi regresaron.

 

“está bien” dijo Mika y volteó a ver a Eiri directamente, “estoy embarazada”

 

“¿¡QUÉ?! ¿EN SERIO?” Exclamó Shuichi emocionado y más alto de lo que debería, “No puede ser”

 

“¡Shh! ¿hace cuánto?” preguntó Eiri.

 

“dos meses apenas” respondió Tohma con una honesta sonrisa bebiendo de su café.

 

“¡Qué envidia, Mika!” dijo Shuichi, “muchas felicidades ¡Eiri, vas a ser tío!”

 

Eiri asintió y aunque no lo demostraba estaba feliz por su hermana, tal vez podía comenzar a practicar con un niño el ser no tan apático con ellos aunque siempre pensó que al ser suyo sería más fácil y tal vez hasta Shuichi sería más responsable. Aunque un hijo con el baka aun sonaba como una perturbadora idea... también era interesante.

 

“felicidades” dijo Eiri.

 

“Es claro que aun la prensa no puede saberlo, lo anunciaremos cuando se vayan de vacaciones y antes de que termine el primer trimestre” dijo Tohma.

 

“con razón diste tantos meses de hiatus, ya tenías todo planeado ¿no?” dijo Eiri.

 

“claro, Eiri. ¿Qué pensabas de mí?” preguntó, “cuando Bad Luck regrese después de 4 meses, Mika estará terminando el segundo trimestre. Después del mes extra para terminar el disco pendiente y el comienzo de la gira promocional... la prensa estará tan ocupada con ustedes que ni se darán cuenta cuando Mika ya haya dado a luz”

 

“somos tu... carnada”

 

“serán” corrigió Tohma feliz.

 

Shuichi lo vio preocupado y prefirió seguir comiendo su waffle. “¿Tienen nombres?”

 

“aun no”

 

“claro que si” intervino Mika.

 

Eiri los volteó a ver a ambos, “¿lo tienen o no?”

 

“si, si los tenemos ya decididos” dijo Mika, “si es niño-

 

“oh no, no... no está decidido” interrumpió Tohma,

 

Shuichi sonrió ante la escena, “que lindos, ya hasta parecen pareja casada”

 

Mika le echó una mirada casi asesina y de pronto, Shuichi encontró altamente interesante su platillo sin atreverse a levantar la mirada.

 

.-.-.-.-.-.-.-.

 

Estaban a un día de irse de viaje, así que la pareja se encontraba empacando sus maletas con la ropa y artículos necesarios. Eiri le explico a Shuichi que comenzarían su viaje en Paris y que la editora le había organizado un viaje a un viñedo para cata de vinos y quesos, después a España y para terminar regresarían al norte de Japón en un onsen que ya estaba apartado durante el último mes de sus vacaciones.

 

Shuichi estaba tan emocionado que apenas y podía empacar sus cosas interrumpiendo con charlas de todo lo que harían. Había escuchado que había fiestas tan grandes en España y comenzó a buscar en línea sobre a cuales podían ir.

 

Eiri notó que de pronto el parloteo de Shuichi se había detenido y lo encontró frente a la computadora. Se acercó detrás de Shuichi y vio en la pantalla de la computadora “Festival Internacional de Benicássim, España”

 

“¿Qué crees que haces?”

 

“¡En España hay muchas fiestas increíbles! Ya que estamos alla podemos ir a una de esas, ¿no crees? Por la temporada ha de haber una casi cada semana. Mira, este tiene un show de luces que ni te imaginas”

 

Shuichi comenzó a enseñarle foto tras foto de los eventos y se preocupó. Había demasiada gente ahí y él odiaba las multitudes, apenas y soportaba ir a conciertos de Bad Luck mucho menos a una de tal magnitud.

 

“Anda Yuki, no hagas esa cara”

 

“¿Cuál cara?” preguntó enojado.

 

“Esta cara” dijo Shuichi arrastrando sus cejas hacia el centro con su mano y la otra bajando su boca en señal de disgusto.

 

“yo no me veo así”

 

“claro que sí” dijo Shuichi, “y muy sexy también”

 

Eiri sonrió levemente.

 

“entonces vamos, ¿verdad? Andale, por favor por favor por favor”

 

Eiri no le contestó pues realmente no era su idea de diversión y definitivamente no lo tenía planeado, “Lo pensaré”

 

“No podía pedir más” dijo Shuichi mientras se lanzaba dramáticamente a la cama, “¿pero que podía hacer yo para convencerte?”

 

Eiri sonrió malévolamente y Shuichi vio que había cavado su propia tumba. El mayor se colocó imponente sobre su amante e hizo a un lado la computadora portátil.

 

“Déjame pensar... ¿Qué tienes tú que yo quiera?” se preguntó Eiri rozando con sus dedos el cuello de Shuichi quien comenzó a reír bajo por las cosquillas.

 

“no se” murmuró Shuichi intentando quedarse serio, “¿Qué te quiero dar y que me quieres arrebatar?”

 

Eiri sonrió y movió su mano más abajo hacia la cadera y volteó velozmente a Shuichi para que quedara boca abajo quien seguía riendo.

 

“¡ah!” exclamó Shuichi cuando sintió que su esposo le bajó los shorts que tenía puestos junto con su ropa interior, “¡Eiri!”

 

“Calla, aun no tienes por qué gritar” dijo Eiri masajeando aquel trasero, Shuichi sentía a Eiri tan cerca que se quedó callado y nerviosos, hundió su cabeza sonrojado en el colchón debajo de él. Eiri con sus manos lo separó viendo la entrada del más pequeño y un poco más abajo, su miembro. Relamió sus labios y se acercó para lamer cerca de la entrada y cerca de aquel escroto.

 

“¿QUÉ HACES?” Gritó Shuichi intentando alejarse.

 

“quédate quieto” ordenó Eiri sosteniéndole fuerte las caderas para evitar que se fuera. Volvió a lamer muy cerca de aquel lugar casi prohibido y Shuichi continuaba retorciéndose en la cama pero no podía evitar sentirse excitado. Las acciones de Yuki parecían casi sumisas y no podía desaprovechar tal situación.

 

Eiri continuó con sus acciones y Shuichi cada vez gemía más fuerte, sus caderas involuntariamente se alzaban para sentir más. “Eiri...”

 

La mano de Shuichi inconscientemente se dirigió hacia su miembro y comenzó a masturbarse. Eiri se separó y abrió su zipper para dejar salir su erección que ya se encontraba bastante excitada. Shuichi gimió fuerte cuando sintió a Eiri rosar contra su entrada.

 

DING DONG

 

Shuichi saltó cuando escuchó el timbre de la puerta y al mismo tiempo sintió a Eiri invadirlo fuertemente, “¡ah! No tan fuerte”

 

DING DONG

 

“Tengo que abrir, ¡Eiri!” susurró fuerte Shuichi, “alguien... ah...”

 

Eiri lo ignoró y siguió embistiéndole fuertemente. Shuichi se tapó la boca con su mano libre intentando ahogar sus gemidos mientras que su otra mano seguía masturbándose, su cabeza estaba presionada contra la cama y sus caderas alzadas. Con Eiri tomándole fuerte de la cadera y marcando el paso, le soltó con una mano y jaló el cabello de Shuichi hacia atrás tentativo, no muy fuerte pero dudoso. Vio la reacción que simplemente fue de un gemido ahogado más fuerte y suspiró aliviado.

 

Había ciertas posiciones que le encantaban al escritor pero que pocas veces podía probar, esta era una de ellas y era un trabajo llevar a Shuichi al punto de lujuria para que pudiera ignorar dichas acciones. Desde aquel devastador ataque con Taki, el jaloneo de pelo habían quedado casi prohibidos y mucho menos en esta posición. Shuichi entraba en un estado tenso y alerta que era involuntario, en ocasiones tenía que separarse completamente de Eiri para simplemente saber y tener consciencia que era... efectivamente y solo Eiri.

 

DING DONG

 

Eiri estaba a dos segundos de matar a quien sea que estuviera en la puerta, si era la policía, su hermano, un asaltante... todos podían esperar y nadie le quitaría este momento con su amante. Shuichi dio un gemido largo y sintió que se vino en su mano con Eiri aún punzante dentro de él, Eiri dio un par de embestidas más y se derramo dentro de Shuichi con una respiración agitada.

 

“Maldita sea” murmuró Eiri, aunque haya terminado no significaba que no se había apurado. Había querido terminar a su tiempo, no con las prisas de un idiota en la puerta sin paciencia. Shuichi se levantó rápido de la cama y se colocó su ropa rápidamente, salió casi corriendo de la puerta gritando que en un momento abría. Eiri enojado se levantó de la cama y cerró la puerta con llave para cambiarse y limpiar el desorden que habían hecho.

 

El cantante abrió la puerta agitado para ver a Sakuma en la puerta sonriente con Kumagoro en sus manos, “ahh Shuichi ¡Vamos a salir!”

 

“¡Sakuma! ¡Ya has vuelto, que bueno” dijo Shuichi feliz, a pesar de haber sido casi interrumpido no se podía enojar con su ídolo, en especial porque lo había ido a visitar a él.

 

“¡Sí! Hace unos días pero K insistió en que descansa un poco, por el cambio de horario y no me ha dejado salir hasta ahora” dijo Ryuichi con los ojos llorosos, “pero me le he escapado sin que se dé cuenta”

 

‘Si, claro’ pensó Shuichi, K sabía en donde iba uno a estar antes que él mismo.

 

Ryuichi tampoco era tonto, sabía exactamente lo que había interrumpido en el momento que Shu había abierto la puerta del departamento un largo tiempo después. Vio su pelo rosa despeinado, sus mejillas sonrojadas, temblor en la muñeca y las rodillas y no pudo evitar sentir aquel sentimiento que tanto evadía: celos.

 

Era una persona con confianza en sí mismo, ¿celos? ¿Quién? Era Sakuma Ryuichi maldita sea, por eso había insistido tanto en la puerta del cantante de Bad Luck, nadie le decía que no y obtenía lo que quería y lo que quería era Shindou Shuichi.

 

“¿Shu? ¿Estás enfermo? Parece que tienes fiebre” preguntó con aquella voz aniñada.

 

 “¡EH! Ah... no, este yo... no es que...”

 

Ryuichi rio. Había cierto placer en molestar a Shuichi al punto del nerviosismo total, se veía muy inocente a pesar de las cosas que estuvo haciendo. Quizás era lo único que tenía en común con aquel tonto amargado escritor.

 

“Vamos al cine”

 

Shuichi dejó su tartamudeo de lado y vio aquella faceta seria de Ryuichi y evadió triste su mirada, “no puedo, Sakuma”

 

“¿eh? Pero si quería tanto salir contigo” Ryuchi dio un paso hacia delante y el menor sintió su corazón acelerarse pero no se alejó de su ídolo. Se maldijo, ¿Cuántos sueños no había tenido con Ryuichi invitándole a salir? Era difícil negarlo pero siempre había sentido una atracción hacia Ryuichi, no sabía si era lujuria o una combinación de amistad pero era diferente a lo que sentía con Yuki.

 

Con Sakuma, las cosas se daban naturalmente. Se entendían sin mucho que decir y con aquella mirada seria que tenía le agregaba un misterio, el mismo misterio que le gustaba de Eiri pero con la comodidad inocente que sentía junto con Hiro como su mejor amigo. Era casi indescriptible, como su pareja ideal... pero lamentablemente no estaba enamorado de él.

 

“lo siento, tú sabes que me gusta salir contigo pero mañana salgo de viaje y debo empacar”

 

“¿te vas?”

 

Shuichi asintió, no encontraba el valor para verlo a los ojos. “si, unos meses... con Eiri, se podría decir que de luna de miel”

 

“oh” murmuró Ryuichi, “entonces es cierto”

 

Shuichi lo miró por fin, era la primera vez que había visto a Sakuma tan triste. Era extraño verlo así y le asustó haber sido el causante de dicha reacción.

 

“¿de qué hablas?”

 

“lo de su... boda” dijo Ryuichi entre dientes.

 

“¿estas molesto? De que no te lo haya dicho... no sabía cómo contactarte”

 

“Yo... Shuichi yo... yo quiero que sepas que...” era ahora o nunca, debía terminar con esto pronto. Sintió que aliento lo dejó y no pudo hablar más, apretó fuerte sus puños y cerró los ojos armándose de valor... era un adulto, no una colegiala de 16 años.

 

Lo peor que podía pasar, realmente no era tan malo.

 

“Anda, díselo de una vez”

 

Shuichi brincó del susto y se volteó rápido para encontrarse con Eiri ya vestido y recargado en la puerta del dormitorio encendiendo un cigarro. Ryuichi también alzó la mirada, ¿hace cuánto que estaba ahí? ¿Qué tanto había oído?

 

Eiri estaba furioso, había estado parado ahí casi desde que se dio cuenta que era Ryuichi el que había estado molestando en la entrada y quería ver las intenciones del loco aquel pues sabía que sentía algo por su esposo. De hecho, el plan de Eiri originalmente era esperar la reacción de Shuichi cuando Ryuichi abriera la bocota y confesara todo. Pero el miedo y los celos se apoderaron de él e hizo dar a conocer su presencia antes de que siquiera Ryuichi terminara aquella frase que iba a sellar su destino. Temía escuchar la respuesta de Shuichi... ya podía imaginársela: “¡Cuánto he esperado por este momento, Ryuchan! Siempre te he amado a ti y solo a ti desde que tengo uso de razón. Eiri es solo una mediocre sustitución de ti, y tienes razón... sus lentes son estúpidos”

 

Debía reclamar su territorio antes de que Shuichi lo hiciera por sí mismo... no estaba listo para que la persona que amaba lo dejara por alguien más.

 

“¿decirme que?” preguntó Shuichi preocupado.

 

“que te ama” dijo Eiri sin moverse de su lugar “que no deberías de estar con alguien como yo y que deberías de estar con alguien como él”

 

“¿es cierto?”

 

“...” Ryuichi no podía responder... pero su silencio ya había dicho y confirmado suficiente. Suspiró y gritó, “¡Dame una oportunidad!”

 

Shuichi abrió los ojos sorprendido, ¿escuchó bien? ¿Su ídolo? ¿Quería estar con él? No sabía cómo reaccionar, cuanto había soñado con una situación así... no se movió tampoco, con la boca abierta solo miró a Sakuma incrédulo. Eiri frunció el ceño mientras fumaba de su cigarro, Shuichi ya había pasado un rato inmóvil, ¿no lo estaba considerando? ¿O sí?

 

Cuando se dio cuenta, caminó rápido hacia la puerta y tomo a Shuichi fuerte del brazo y lo empujo contra Ryuichi y afuera del departamento, “Pues vete con él entonces, que a mí me da igual”

 

“¡Eiri!” gritó Shuichi cayendo sobre el otro cantante que lo sostuvo y solo escuchó el portazo detrás de él. “¡Eiri! ¡Ábre! No puede ser que me estés echando, ¡no después de todo!”

 

“shu” murmuró Ryuchi acercándose a Shuichi que estaba ahora hincado frente a la puerta llorando y golpeando intentando abrirla.

 

“¡no! ¡Eiri! ¡Pensé que iban a cambiar las cosas! ¡Que más necesitas de mí! ¡Ya no tengo nada que darte! ¡Te di mi apellido, me sacrifiqué por tu seguridad! ¡QUÉ MÁS PRUEBAS QUIERES! ¡ABRE, EIRI SINSHINDOU-UESUGI!”

 

“Shuichi” Ryuichi colocó su mano sobre el hombro del menor.

 

“¡Y tú!” gritó Shuichi levantándose rápido del suelo y lo volteó a ver con una mirada furiosa, “¿Por qué? ¿Por qué?”

 

“¿Por qué?” se preguntó Ryuchi sin comprender.

 

“¿Por qué yo? Jamás había amado a alguien tanto en mi vida y jamás pensé rechazar a Sakuma Ryuichi”

 

“entonces no me rechaces”

 

Shuichi abrió la boca para regañarlo más pero ningún sonido logró salir. Suspiró fuerte y siguió llorando en silencio.

 

“Shuichi, por favor entiende... yo no quise que esto pasara. Solo se lo que siento por ti”

 

Shuichi negó con su cabeza y se fue caminando de ahí.

 

“¡Shuichi!” gritó detrás de él pero sin el valor de seguirlo.

 

Caminó sin rumbo por unas horas y entre más lo pensaba, más se hacía la idea de que él no era el que debía disculparse. Por primera vez, él no había hecho nada malo. Que Eiri tuviera la paciencia de un grano de sal no era su culpa, él nunca dio indicios de querer estar con Ryuichi en sentido más... amoroso.

 

¿Y que si lo encontraba atractivo? Era normal, es Ryuichi, que pensara eso de él no significaba que iba a saltar a la cama con él en la primera oportunidad. Tal vez en algún universo alterno, si no hubiera conocido a Eiri... tal vez y solo tal vez habría algo entre ellos.

 

Pero ese no era el caso, es más… Eiri es el que debía estar deambulando en la calle en lugar de él. Gruño enojado, como debió echarlo para que aprendiera a quitarse los celos, aunque debía aceptar que era lindo que Eiri estuviera celoso de la relación con Ryuichi pero no fue nada lindo lo que hizo.

 

“Eiri eres un tonto” murmuró.

 

Caminó por aquel parque casi inconsciente de su alrededor, “parque aburrido y soso”

 

“yo pienso que tiene varias cosas interesantes”

 

Shuichi se detuvo de golpe y se volteó hacia donde había escuchado la voz, había pasado de largo a Eiri sin darse cuenta quien se encontraba sentado en una banca fumando.

 

“¿Cómo qué?” le preguntó Shuichi.

 

“¿Cómo un tonto celoso?”

 

Shuichi no le contestó y apretó los labios, expectativo. “pues si eres un tonto celoso”

 

Eiri bajo la mirada y se apoyó en sus codos. El cigarro en su mano, su mirada era neutral sin enojo o sin felicidad.

 

“yo sé que no me has dado razones para pensar que hay algo entre ustedes, tal vez... siempre voy a buscar una razón para deshacerme de ti”

 

“¿siempre?” pregunto Shuichi dolido, “creo que he hecho mucho más-

 

“siempre te querré fuera de mi vida porque no creo que merezcas estar en ella”

 

“¿acaso valgo tan poco para ti?”

 

“no... creo que vales mucho más”

 

Shuichi lo miró triste, si era así... si Eiri se sentía de esa manera su relación quedaría estancada y destinada a fracasar. ¡Pero no! No podía darse por vencido, estaba seguro que era el amor de su vida... no podía verlo así, no debía verlo como cuánto faltaba para que Eiri dejara de pensar de esa manera sino cuánto habían recorrido juntos.

 

“No me rendiré, a menos que realmente me quieras fuera de tu vida y no porque busques razones para echarme”

 

Eiri sonrió, “ven”

 

“No” le dijo Shuichi, “ven tu”

 

Eiri suspiró y se levantó de la banca dirigiéndose con su amante. “perdóname”

 

Había sido una voz baja, pero también había sido suficiente.

 

“te perdono” le dijo Shuichi, “pero es la última vez que me echas ¿eh? Literal y figurativamente”

 

“¿figurativamente? ¿No es una palabra muy complicada para ti?”

 

“lo leí en una servilleta el otro día- ¡no! Pero eso no tiene nada que ver”

 

Eiri rio bajo, no esperaba más de Shuichi. El menor se alzó de puntillas y le colocó un beso tierno en los labios.

 

FLASH

 

Eiri volteó hacia donde había visto el flash de cámara que los alumbro por un segundo intentando encontrar al culpable. “Malditos paparazzis”

 

Shuichi también se puso en alerta buscando a su alrededor, de pronto escuchó un grito que provenía aproximadamente a su izquierda y el sonido de arbustos agitarse.

 

“¡No! ¡Por favor! ¡tenga pied-

 

Después del sonido de un balazo que Shuichi reconoció inmediatamente, “K... pobre hombre”

 

“vámonos, hay que empacar”

 

Shuichi lo miró feliz, “¿en serio?”

 

“ya gasté una fortuna en el viaje, si no vas tú... me busco a una súper modelo pelirroja que quiera ir conmigo”

 

“¿EH?” Gritó Shuichi yendo tras de Yuki, “discúlpate”

 

“solo un perdón por día” dijo Eiri ignorando los golpes en su espalda.

 

Notas finales:

Uy por fin, 

 

no olviden dejar review porfavor porfavor que me ayuda un chorro. 

 

Eiri quedó super tierno al final pero espero no me haya quedado tan OOC, creo que lo justifique bien... CREO

 

gracias :) 

 

R+R!!!!


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