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Famous por loridebartoni

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Notas del capitulo:

Comienza el segundo capitulo, lo tenia escrito desde hace tiempo y me disculpo por la larga espera. 

Quiero seguir actualizando este fanfic y espero su apoyo.

Muchas gracias a todos los que han dejado review y me gusta mucho contestarlos. 

Enjoy!

 

Volvieron a la mesa, K, Sakano, Suguru, Yuki, Tohma y Mika parecía que se la pasaban bien. Se sentaron y Shuichi inmediatamente sintió que Yuki puso su mano en su rodilla sin voltearlo a ver. Shuichi se quedó viendo el anillo en su mano y lo que significaba,

 

‘¡No más noches frías afuera del departamento, ¡sí!’ Shuichi se sintió en la euforia total. De aquí en adelante todo sería mejor.

 

“Entonces es nuestra última reunión oficial antes del hiatus” comentó K mientras alzaba  su cerveza. “Espero que estas vacaciones les den energías para volver por su próximo disco y superar las ventas del anterior! Mucho éxito!”

 

Y brindaron por ello.

 

Siguieron tomando; Yuki tomó más que un par de cervezas pero Shuichi y los demás estaban dispuestos a seguir ya que la noche era joven. El par de amigos extrañaban pasarla juntos en un ambiente más relajado, ordenaban ronda tras ronda, aunque el cantante no era tan fanático de la cerveza y se limitó a bebidas dulces entre daiquiris, martinis y cualquier bebida con nombre exótico. A medida que pasaba la noche las ordenaba cada vez menos dulces y menos “agua”, lamentablemente Suguru fue arrastrado junto con ellos y por primera vez en mucho tiempo también se relajó.

 

“No mira Hiro, pruébala de verdad que esta super aguada esta bebida” dijo Shuichi gritando un poco más de lo normal.

 

Hiro tomó el vaso y bebió un poco inmediatamente haciendo una cada de asco, “Shuichi! Eso es puro vodka! Sabe muy mal!”

 

Suguru se hecho a reir y probó un poco del vaso de Shuichi.

 

“No es cierto, ni sabe a nada!” gritó Shuichi riendo mientras seguía bebiendo de su vaso y analizando el menú para ver de que pedía la próxima ronda.

 

Tohma solo parecía divertirse charlando con K y Sakano mientras bebían amenamente y tranquilo ya que K al parecer tendría que ser el que llevara a los demás integrantes que ya iban en su cuarta ronda y parecía que no tenían fondo... aún. Yuki por su parte comentaba junto con ellos pero solo de reojo veía como los otros tres parecían unirse más por el alcohol solo esperaba que Shuichi no se desmayara para su noche después de volver a Japón.

 

Yuki volteó a ver a Mika y veía que tenía un vaso con una rodaja de limón que bien podía tener alcohol pero no parecía estar tomando mucho. Él ya sospechaba de ella desde hace unas semanas en donde le había gritado por teléfono más “loca” de lo normal, también actuaba distinto: en su manera de sentarse y de caminar como si tuviera una incomodidad.

 

Yuki sonrió y solo esperaba confirmar lo que ya creía en unas semanas más.

 

Ya eran pasadas de las 2:30 de la mañana y decidieron dejarlo hasta ahí. K-san llevaría de muy mala gana a Hiro y Suguru que parecía que ni se podían sostener, mientras que Tohma y Mika se iban por su cuenta, al igual que Shuichi y Yuki.

 

Salieron del exclusivo bar mientras que Shuichi le platicaba a Yuki sobre ese shot que pidió que tenía algo congelado con nitrógeno.

 

“Nitrógeno, Yuki!” gritó Shuichi en el estacionamiento, “¿Cómo lo hacen para que no te mate?”

 

Yuki a pesar que amaba tanto a Shuichi, de verdad que le desesperaba cuando se ponía tan “intenso” así que decidió ignorarlo. Caminaron al mercedes en el solitario estacionamiento, Yuki abrió la puerta del copiloto para Shuichi entrara y hubo un peligroso momento cuando Shuichi metió su pie dentro del auto pero perdió el balance y casi se cae. Yuki lo agarro rápidamente y lo ayudó a entrar pero Shuichi solo se reía de su casi caída.

 

Yuki entro al asiento y cerró las puertas, cuando se disponía a ponerse el cinturón sintió que Shuichi se movía hacia su lugar y colocaba su boca sobre el pantalón intentando acariciarle. Yuki se sonrojó y se excitó ante el comportamiento de su ahora, ¿esposo?

 

Shuichi sonrió al sentir al su amante y le abrió el botón del pantalón junto con el zipper. Pasó su boca sobre la ropa interior encontrándolo ya casi erecto, se levantó para besar a Yuki mientras lo masturbaba. Yuki intentaba no gemir, pero Shuichi estaba seduciéndolo demasiado bien.

 

Shuichi paró y metió su mano para acariciarlo mejor. Cuando Yuki se dio cuenta, Shuichi ya estaba lamiéndolo y succionando su hombría, tenía su respiración agitada. Yuki colocó su mano en la cabeza de Shuichi para guiarlo y forzándolo a tragar más, sintió una vibración y escuchó a Shuichi gemir ahogado.

 

Yuki hecho su cabeza hacia atrás mientras que Shuichi seguía, cada vez iba más rápido y chupaba más fuerte. La respiración era pasada hasta que Yuki ya no aguantó y jaló la cabeza de Shuichi hacia atrás. Estaba sonrojado y tenía los labios algo hinchados, lo volteó a ver dudoso con la boca abierta y jadeante.

 

Yuki movió el asiento hacia atrás para hacer más espacio entre él y el volante. Shuichi sonrió y se quitó el pantalón en el lado del copiloto, se paró y se subió sobre Yuki viéndolo frente a frente.

 

Se besaron mientras Shuichi movía su mano hacia la hombría de Yuki y la dirigía a su entrada. Se fue sentando poco a poco, lentamente y gimió fuerte al sentirse lleno nuevamente. Se levantó y comenzó algo arrítmico pero caliente, el alcohol lo había hecho desinhibirse más y jadeó fuerte mientras sentía como Yuki se encontraba con su movimiento.

 

Shuichi se acercó a Yuki y le besó la oreja y luego el cuello, mordiendo y lamiendo. Yuki gimió y ya no le importó si lo hacía en voz alta mientras siguieran. Shuichi hizo su trasero hacia atrás en el movimiento para encontrarse con más fricción y aumentaron la velocidad.

 

“Yuki” jadeó Shuichi, “Yu...ki”

 

“Dime Eiri, Shu” susurró Yuki.


Shuichi sonrió, Yuki casi se vino cuando vio a su amante. Los ojos oscurecidos por lujuria y una sonrisa pícara y sensual. “Eiri”

 

Yuki gimió y sostuvo las caderas de Shuichi del movimiento. Shuichi respiraba agitado, estaba algo suspendido a unos centímetros de Yuki y no se podía mover pero soltó un gemido fuerte cuando Yuki tomó el control y solo le embestía fuerte, una y otra vez. 

 

Siguieron así unos momentos hasta Shuichi jadeó, “Eiri”

 

Yuki gimió y con una última embestida, se vino dentro de Shuichi quien al sentir la pulsación dentro de él se vino sobre ambos. Se quedaron unidos unos momentos, la respiración agitada hasta Yuki separó a Shuichi y este se levantó de él.

 

Yuki tomó unos pañuelos que tenía en el auto y se los dio a Shuichi. Terminando solo encendieron el auto y salieron del estacionamiento del restaurante. Mientras conducía, Yuki pensó que había sido demasiado obvio para cualquier persona que estuviera viendo el auto, lo que pasaba dentro. Se sintió curioso y excitado al ver otra faceta de Shuichi al menos en la parte sexual de su relación, ¿Qué más se atrevería a hacer el baka si la situación se lo permite’?

 

Yuki sonrió malévolamente.  

 

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Era el día siguiente de su casamiento en el registro, y Shuichi era oficialmente Shindou-Uesugi para la media, los paparazzis y sus fans que en especial se encontraban totalmente conmocionados y felices por la pareja de oro.

 

Yuki se encontraba actualmente en la sala, vestido de traje mientras veía el noticiero pero todo lo que encontraba era noticias de Bad Luck, su conferencia de ayer, videos y fotos de ellos en el registro, incluso una de Shuichi sonriendo a la cámara nerviosamente mientras mostraba los papeles del registro firmados.

 

“Y aparentemente, el ahora escritor Eiri Uesugi, el cual hay que aclarar que ya no se escribirán sus novelas bajo su apodo Yuki Eiri, no se ve muy feliz en esta foto con Shindou-Uesugi”

 

“Si, bueno... ¿Cuándo él ha estado feliz en las cámaras? Siempre es tan serio, bueno excepto para coquetear con las chicas en sus firmas de autógrafos”

 

“Es básicamente su boda, esperaría un poco más de su parte si es que tanto ama al señor Shindou-Uesugi, además... ¿cual será su problema al no quererse cambiar el apellido? ¿Qué lo detiene? Es claro que si no puede o quiere más usar su apodo en sus novelas y lo cambió a Eiri Uesugi, seguro puede cambiarlo por la persona que ama-

 

Yuki apagó el televisor, enojado por los comentarios hechos. Claro que amaba al tonto, aunque solo se lo haya dicho una sola vez pero... era suficiente, ¿no?... Lo amaba pero cambiarse el apellido era algo difícil, ¿no? Tienes que pensarlo... hablarlo... ¿Porque fue tan sencillo para Shuichi?

 

Unos brazos le rodearon por el cuello amorosamente, “Porque para mi, es increíblemente difícil quedarme quieto y serio cuando para ti es sumamente fácil... ¿Por qué para mí no es difícil gritar te amo? Que lo grite no lo hace más cierto que susurrártelo al oído, que tu no me lo digas cada cinco segundos no lo hace mentira, es más... lo hace especial, se que estás feliz conmigo y que me amas porque si no... no te molestarían tanto esos comentarios, porque te importo. No necesito que la media me diga eso o lo contrario”

 

Se quedaron callados un momento en esa posición, sintiendo el calor de ambos.

 

“Tu quieres que sea más romántico” dijo Yuki rompiendo el silencio.

 

“Hiro me dijo algo muy curioso, ¡si fueses romántico todo sería tan aburrido!”

 

“¿Porque le dijiste eso a los reporteros entonces?”

 

“Tengo derecho a soñar, ¿o no? Además, Tohma se puso feliz porque eso nos dará popularidad y-

 

“NUNCA te vendas por algo así, porque haciendo eso... mintiéndoles... perderás tu...”

 

“¿Mi que?” Shuichi lo soltó, molestándose esperando la respuesta de Yuki desafiante.


“Tienes fans, porque eres sincero con ellos... no son una banda pop falsa, no comiences”

 

“¿Por qué te importa?” Shuichi se volteó y caminó hacia la puerta del departamento.

 

“¿Has visto como el estúpido de Ryuichi le habla a sus fans? ¡Tan aniñado!”

 

“¡ASÍ ES ÉL!”

 

“Por Díos Shuichi, ¡el hombre tiene más de 30 años!”

 

“¿Y QUE? SOLO PORQUE TU SEAS UN INSÍPIDO A ESA EDAD, ¡NO SIGNIFICA QUE ÉL TAMBIÉN!”

 

“Solo digo, que él tiene distintas formas de ser... no es normal... le enseña una cara su público... y así se los gana, tu no... tu eres tú y solo tú”

 

“¡me dices vacío!”

 

“¡No digo eso!”

 

“¿Entonces que?”

 

“¡QUE TU OBSECIÓN CON EL IMBÉCIL ESE DEL CONEJO TIENE QUE TERMINAR! ¡TANTO QUIERES SER COMO ÉL QUE ASÍ EMPIEZAS, MOSTRÁNDOTE DISTINTO Y MINTIÉNDOLES!”

 

“ah... con que de eso se trata, ¡estás celoso de él!”

 

“NO LO ESTOY”

 

“CLARO QUE SÍ, ME CASÉ CONTIGO NO CON ÉL! YA NO QUIERO SER COMO ÉL, QUIERO SOBREPASARLO! y no lo haré si...

 

“Si eres igual a él” terminó Yuki, caminó hacia él y se quedó a unos centímetros.

 

Shuichi suspiró y miró al suelo.

 

“no mientas para ganar popularidad, no lo necesitas...”

 

“Eiri...”

 

“Te amo por ser tu, por ser quien eres y seguro que tu me amas no por ser exactamente romántico pero lo haces”

 

Shuichi lo abrazó sonriendo, “gracias... se que soy muy baka a veces y que me tienes que gritar las cosas para que se me metan a la cabeza... pero”

 

“¿Pero?”

 

“¡Es la segunda vez que me dices, te amo!”

 

Yuki frunció el seño y su corazón se aceleró, “no es cierto”

 

“¡Claro que sí! ¡Esto va para mi calendario!” gritó Shuichi corriendo a la habitación.

 

“¿Qué? ¿Qué calendario?” gritó siguiéndolo al cuarto.

 

Shuichi se encontraba hincado buscando algo bajo la cama, quitó parte del tapete y sacó un calendario, un plumón pequeño rosa y otro azul. Lo abrió y buscó la fecha. Yuki curioso se acercó sin expresión alguna en su cara y vio todo lo que el baja tenía anotado, no solo anillos de boda sino también corazones rojos en distintas fechas, truenos, velas.

 

“¿Qué rayos es eso?”

 

Shuichi dibujó en ese día, unos truenos y las palabras ‘te amo’

 

“Pues, los truenos son cuando nos peleamos, las velas son citas que hemos tenido, el número es el número de aniversario de la primera vez que lo hicimos, la primera vez que hablamos, la primera vez que me recogiste al trabajo, el ‘te amo’ ahora dos... es cuando me lo has dicho, ah y los corazones es cuando hacemos el amor! ¡el tamaño indica cuánto tiempo lo hacemos! ¡el número de corazones pues el número que lo hicimos ese día!”

 

Yuki estaba asqueado, todo eso tenía? Él apenas iba a recordar el día de ayer pero despistadamente preguntó algo de interés aparente, “Y ese... mmm corazón... ¿porque está algo despintado?”

 

“... Fue el día en que Eiri Uesugi se vino y yo no” murmuró Shuichi bajo.

 

Una vena apareció en la frente de Eiri Uesugi ese día, una vena que vio Shuichi y que dibujó en el calendario, “venita para Yuki en rojito...”

 

Eiri Uesugi salió de la habitación, su esposo era un lunático.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

El auto viajaba bastante rápido en la autopista, ambos pasajeros nerviosos por el día que los esperaba. No había comenzado bien con aquella pelea, pero eso les daba una razón más para creer que al menos terminaría bien o eso esperaban. El auto se detuvo después de un viaje de 45 largos minutos, frente a una casa nada fuera de lo común, una reja de altura mediana, un auto pequeño estacionado y de dos pisos, parecida a las demás casas de alrededor.

 

Shuichi suspiró cruzando los dedos mentalmente mientras que Yuki caminó a la entrada y abrió la reja. El sonido alertó a la familia que ya esperaba dentro en la sala y abrieron la puerta antes de que llegaran al timbre.

 

“Hola mamá” dijo Shuichi sonriendo nerviosamente.

 

“Hola cariño” respondió su madre y después se dirigió a Yuki, “Hola”

 

“Buenos días”

 

Ambos pasaron a la casa en donde en la mesita de la sala ya se encontraban unas tazas listas para el té. Shuichi no se podía sentir más nervioso, incluso Yuki se encontraba algo alterado aunque no lo mostraba. Pasaron a sentarse, el silencio se volvía incómodo y no sabían que decir o si ya había pasado demasiado tiempo como para decir algo. Cuando se dieron cuenta, las tazas de té ya casi estaban vacías del contenido.

 

Ni una palabra cruzada.

 

“Cariño...” comenzó su madre, “¿Es esto lo que quieres?”

 

“Si mamá” respondió Shuichi, “lo quiero tanto como cuando me adentré al mundo de la música, se que... es algo importante, pero tengo fé.”

 

Los ojos de su madre viajaron al acompañante esperando una respuesta más o menos parecida.

 

“¿Qué?”

 

“No quiero que mi hijo venga a mitad de la noche llorando por usted”

 

“No lo hará”

 

“Si le daña-

 

“No lo haré”

 

Su madre suspiró, Eiri Uesugi era un ídolo pero debía aceptar que su hijo también, que ambos estaban en una relación y que... su hijo ya no quería ser completamente un Shindou.

 

“Mama, se lo que piensas pero es que no sabes lo que para mi es llevar el apellido de mi padre, siento que no lo merece que... que ahora que mi nombre lleva tanto peso en el mundo de la música no quiero que él esté involucrado. La verdad prefiero tener a Uesugi en mi nombre pero es a quien amo y mi padre... no lo relaciono para nada con amor, pero tampoco significa que te ame menos, en todo caso me habría desecho completamente de mi apellido. Creo que hasta te amo más porque me dejas estar con la persona que adoro, que amo y con la que quiero pasar el resto de mi vida con él.”

 

Su madre sonrió, “¿como te sientes con mi hijo?”

 

“Los dolores de cabeza ya no son tan seguidos” respondió Yuki.

 

“¡A ti te dan dolores de cabeza por cualquier cosa, Eiri!” dijo Shuichi mientras reía nervioso.

 

“De acuerdo” terminó su madre, “te amo, espero que seas mucho muy feliz”

 

Shuichi asintió feliz, la tarde definitivamente iba en mejoro. Se quedaron a tomar un almuerzo ligero con la familia de Shindou en donde el pelirosa hablaba la mayoría del tiempo de su trabajo y las canciones y los videos que habían estado filmando. Yuki por otro lado, apenas comentaba algo y si lo hacía iba en dirección a su amante regañándolo entre otras pequeñas cosas.

 

“Será mejor retirarnos, mamá. Ha sido un día muy loco.” Dijo Shuichi levantándose dejando atrás una taza de té y un plato con migajas de pastel.

 

“Todos tus días son locos, porque eres uno”

 

Shuichi le sacó la lengua y sus familiares los acompañaron a la puerta.

 

“Shu, adelántate al auto” Yuki dijo.

 

Shuichi frunció la boca y asintió. Ojalá no insultara a su madre.

 

“Quiero a su hijo, mucho.” Comenzó Yuki dirigiéndose a su madre, “No tiene que considerarme su hijo si no quiere, pero aunque sepa que no soy muy cercano a mi familia, me siento muy cómodo con ustedes aunque no lo parezca, por ello, gracias.”

 

Su madre sonrió y se acercó a Yuki, “Se nota cuánto lo quiere y para mí, no puedo pedir más, me hace muy feliz que esté con mi hijo y sepa usted que estamos para cualquier cosa que necesite.”

 

Shuichi vio desde el auto la sonrisa que le dio su madre a Yuki y suspiró, “Mamá y mi hermana listas, van dos y falta uno...”

 

Yuki entró al auto, su nerviosismo solo era visto desde el ángulo izquierdo de su boca, donde apretaba levemente sus dientes. Shuichi respiro profundo, ya había enfrentado al padre de Yuki una vez, podría hacerlo de nuevo. Lo curioso era que siempre habría una boda involucrada para hablarle al viejo. Shuichi sonrió, se estaba ganando una reputación.

 

“¿En que piensas?” pregunto Yuki.

 

Shuichi se sorprendió ante la pregunta, “en la última vez que vimos a tu padre, la otra boda por así decirlo y como me interpuse, creo que es mi habilidad secreta”

 

Shuichi rió nervioso, y Yuki solo sonrió levemente. Hace tanto que había sido eso y agradeció como su niño siempre lograba seguirlo, buscarlo y traerlo de regreso a su vida. Estaba feliz y agradecido por eso pero ahora tendría una vida para regresarle el favor.

 

“Tonto” murmuró Yuki.

 

“Feo” respondió Shuichi sacándole la lengua.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Siguieron con su día, conduciendo hacia Kyoto para visitar el templo. Shuichi se ponía cada vez más nervioso, no estaba completamente en buenos términos con el padre de Yuki pero esperaba sinceramente que por fin lo aceptara.

 

Yuki era su hijo, ¿no? Con que este feliz, no habría problema, ¿verdad?

 

Cuando se dieron cuenta, ya se había estacionado y estaban subiendo las escaleras al templo. Era un día tranquilo así que no había mucha gente. Llegaron a las puertas de la casa y Yuki abrió la puerta dejándolos pasar.

 

“¿Padre?” gritó Yuki dentro del templo.

 

Caminaron hacia el patio en donde había ocurrido el ‘evento’ la vez anterior. El padre de Yuki se encontraba ahí, sentado y esperando.

 

“Hola Señor Uesugi” habló Shuichi con una risa nerviosa.

 

“Buen día” habló.

 

Yuki asentó y se sentaron con él.

 

“¿No hay vestido hoy, ¿Shindou?”  Preguntó el señor Uesugi.


“No Señor” murmuró Shuichi.

 

“Creo que ya has visto las noticias” comenzó Yuki.

 

“Si” respondió.

 

Nadie habló por un tiempo más, Shuichi estaba solo esperando para el momento para que su suegro le empezara a echar preguntas, a cuestionarlo que derecho tenía él de usar su apellido.

 

“Eiri, ¿es esto lo que vas a hacer?”

 

Eiri asentó.

 

“Y no vas a... ¿ponerte su apellido?”

 

Yuki no contestó nada, pero Shuichi se interpuso, “No voy a obligarlo a él a hacer algo que no quiere”

 

“Tu eres muy impulsivo Shindou, eres muy inmaduro emocionalmente y esperas que acepte tu ahora apellido agregado a la familia asi como asi?”

 

“No señor” comentó Shuichi, “Me gustaría que en algún momento me aceptara... pero tal vez primero debe aceptar a su hijo como es en su vida... yo ya lo hice”

 

El padre de Yuki vio una sonrisa honesta en la cara de Shuichi y volteó a ver la reacción de su hijo. Yuki al notar que su padre lo miraba, esperando y questionandolo con la mirada respondió.

 

“Él ya sabe lo que siento por él” comentó Yuki, “será un baka emocional, si”

 

“HEY!”

 

“Pero yo no tengo problema con su decisión... pero no espero que tu no lo tengas”

 

El padre de Yuki se sentía amenazado por una persona tan anormal como Shuichi. Habia intentado todo porque su hijo fuese lo que él esperaba de la familia Uesugi y ahora tendría otro a quien llamarle hijo?

 

“¿Qué hay del linaje? Mis nietos”

 

“Mika bien puede encargarse de ello, Tatsuha espero que sea idiota pero no tanto para embarazar a alguien”

 

“¿Y... ustedes dos?” preguntó el padre.

 

Yuki se quedó estático, era muy pronto para pensar en eso... A penas y le entraba en la cabeza la idea de una especie de “matrimonio” con el baka.

 

“JAJAJAJAJAJA!!!”

 

Yuki volteó a ver a su pareja asustado y su padre bastante sorprendido frente a la risa histérica de aquel chiquillo. Esto no era una broma! Era el futuro de la familia.

 

“PERDON JAJAJAJA” Decía Shuichi a carcajadas “ES QUE PENSÉ EN...”

 

Pasó un momento hasta que Shuichi pudiera recobrar el aliente y se quitó una lágrima del ojo, “Me imagine a Yuki haciendo cosas hogareñas en casa y yo quemando todo pobre niño! jajaja...”

 

“Para eso ya te tengo a ti ahí, niño baka”

 

Cuando la risa histérica de Shuichi terminó su padre estaba atónito, era cierto... Eiri sería una vergüenza de padre y tal vez una vergüenza para la familia. Suspiró pesadamente, jamás se imaginó que las cosas terminarían así.

 

 “Creo que mejor nos vamos” comentó Yuki levantándose de su lugar y volteando a ver a Shuichi quien volteó un poco sorprendido. “Él no va a cambiar, siempre va a estar jodiendo”


Shuichi miró hacia abajo mientras se levantaba, el señor no los volteó a ver así que pensó que era lo mejor, irse.

 

“Shindou”

 

Shuichi volteó antes de irse.

 

“Si tu haz cambiado de tal manera a Eiri, haré el intento por ustedes. Él es mi hijo, y a pesar que no lleva la vida que le planee, creo que es feliz contigo. Gracias” Dijo el padre de Eiri sin si quiera voltear.

 

“Gracias a usted” murmuró Shuichi amablemente y los dos se fueron. Quitándose un gran peso de encima.

 

Llegaron a la casa para las 7 de la tarde y estaban bastante cansados y hambrientos por lo que decidieron pedir pizza por teléfono. Yuki se fue a su oficina a escribir y Shuichi se jugando un videojuego mientras llegaba la cena.

 

Sonó el timbre y se levantó a atender la puerta para recoger la pizza. Por cuestiones de privacidad, la comida llegaba al lobby y algún miembro de seguridad subía la comida.

 

“YUKI!” gritó Shuichi cerrando la puerta tras recibir la pizza y demás complementos que eran solo para él. “LLEGÓ LA PIZZA!”

 

Yuki salió de la oficina con unos papeles y se sentó en la mesa a cenar mientras que Shuichi sacaba platos y vasos.

 

“¿Ya acabaste de escribir?” preguntó Shuichi.

 

“Por hoy, si” respondió Yuki mientras se estaba al lado de Shuichi.

 

“¿Qué voy a hacer en 3 meses?” Shuichi, “no podré quedar quieto”

 

“Uy si de por si” murmuró Yuki.

 

“¿Qué son esos papeles?”

 

Yuki no contesto y siguió comiendo pizza.

 

Shuichi abrió los ojos sorprendidos y la boca también –llena de comida- mientras leia lo que decían los papeles.

 

“¿Seguro Yuki?”

 

Yuki siguió comiendo.

 

“¿Me... aguantarías?”

 

“No lo quiero descubrir”

 

Shuichi sonrió emocionado y soltó el pedazo de pizza que tenía en las manos y se aventó hacia la silla de Yuki y lo abrazo y lo empezó a besar en las mejillas, “gracias, gracias gracias!”

 

“Tengo hambre!” gruñó Yuki.

 

Shuichi sonrió divertido con un brillo peculiar en los ojos y Yuki se dio cuenta que su niño ya no era niño. Shuichi le tomó de la mano y lo levantó de la silla besándole apasionadamente. “Yo también tengo hambre”

 

Yuki le tomó de la cintura y lo besó.

 

Tal vez no era el hombre más romántico, pero Shuichi lo conocía y veía el esfuerzo en las personas. Despúes de todo, no era tan malo hacer feliz a la persona que amas y aunque aún estaba aprendiendo también Shuichi y no estaba solo.

 

Se movieron lentamente a la sala mientras le quitaba la camisa. Dejando la pizza enfriándose en la mesa y los papeles.

 

Eran la impresión de una agencia de viajes y lugares que visitar al norte de Japón durante la época de festivales en un clima un poco más frío. También información de hoteles Europa y tours.

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Notas finales:

N/A La pelea en la escena del noticiero, me gustaría hablar un poco de ella. Quería demostrar que Shuichi no es tan tonto como parece con respecto a su relación, creo que después de ya un tiempo juntos, ambos saben lo que piensa el otro cuando está molesto. Sin embargo, como casi cualquier pelea entre parejas comienzan de algo pequeño y luego se agranda involucrando al personaje que creo yo que Yuki odia más: Ryuichi.

 

Aunque ambos son adultos, los dos demuestran su amor por Shuichi muy diferente. Quizás Yuki solo encontró una excusa para que Shuichi bajara del pedestal a Ryuchi y se concentrara en hacer su propia carrera, quizás así un gran porcentaje de los celos de Yuki hacia Ryuichi se irían y aunque Shuichi admitiera su error y comprendiera lo que ocurría, ya está en Yuki superar lo que siente hacia Ryuichi.

 

Gracias por leer.

 

R+R.


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